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La libreta de los deseos por AylaMckee

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Notas del capitulo:

¡Hola Cachorritos! 

Esta vez actualizé más rápido. La razón es que no pude evitar escribir esto... XD Este capítulo es por lo demás bastante gracioso, una escena entre Light y nuestro estraño villano ocurrida el día de después del capítulo anterior. 

¡Espero vuestro reviews! :D

Impaciente, cogió la cuchara y el plato que le tendió Light. Hundió en el pastel la cuchara y se llevó un pequeño trozo a la boca que saboreó con mucho gusto. Le gustaba es dulce sabor de las fresas, lo volvían loco. Se acordó de una anécdota que solían decir mucho respecto a eso: Cuando estaba en el vientre de su madre, ella no paraba de tener antojos de fresas. Las comía a todas horas y más de una vez su padre se vio en mitad de la noche recorriendo la ciudad en busca de un puñado de fresas para darle a su mujer embarazada. Sonrió admitiendo que desde antes de nacer ya era bastante molesto. Pero le gustaba ser así, se divertía viendo enojar a los demás. Era un chico caprichoso, pero eso no le impedía ser responsable y modesto. Eso último era más difícil de ver; en cuanto a sí mismo no lo pensaba más de dos veces para elogiarse, por otra parte, no le gustaba presumir del dinero de sus padres. Por eso cuando lo mandaron a estudiar al extranjero, pidió estar en un piso pequeño en compañía de unos primos lejanos con los que tenía una buena relación. Cuando aparecieron Light y Misa, pidió a sus padres mudarse a otro apartamento con la excusa de ayudar a un amigo a pagar el alquiler y una mejor ubicación más cerca del instituto donde estudiaba. Finalmente, sus padres lo enviaron a su actual residencia por unos problemas surgidos entre los demás inquilinos del edificio que se quejaban del ruido.

Pensando eso último frunció el ceño con molestia. “Malditos viejos amargados… no saben lo que es buena música”, pensó recordando su bonita costumbre de poner discos de Sistem of a down a las doce de la noche. Le gustaba molestar a la gente, claro que sí.

Ya llevaba más de la mitad del delicioso pastel de fresas cuando se dio cuenta de algo. Miró de reojo hacia la derecha. Ahí seguía Light, observándole con la mirada perdida. Eso era bastante incómodo. Como buen actor que era, siguió comiendo como si nada pero, en el fondo, estaba bastante nervioso. ¿Por qué le miraba así? Sin darse cuenta, se manchó la comisura con un poco de nata. Light salió del trance con la sombra de una sonrisa. Llevó la mano hasta la boca del desconcertado E y le limpió con la manga de su camisa.

–        ¿Por qué has hecho eso Light?– le preguntó el muchacho sin poder ocultar un leve sonrojo.

–        Te había manchado y no te había dado cuenta. Sólo te limpié.

–        Ajá…

Eso había sido un poco… gay.

Su cabeza empezó a encajar engranajes a demasiada velocidad. Acabó con lo que quedaba del pastel y lo dejó sobre la mesa café. Salió corriendo y se encerró en su habitación con un portazo. Light se rascó la nuca pensando que tal vez se había dejado llevar demasiado por sus pensamientos. El castaño cayó en cuenta en que se había  imaginado a L en el lugar de E. Se llevó una mano a la frente pensando en la hipotética y bizarra situación de que pudiera sentir algo más que… sus palabras se trabaron en la mente. ¿Odiaba realmente a L? ¿O sólo lo había usado inconscientemente para camuflar frente a la rivalidad? No lo entendía ni él, era como si su cerebro se hubiera secado.

Mientras, en la habitación de E, buscaba información en internet. Con el portátil en sus rodillas, encontró tres evidencias que confirmaban sus sospechas. Se levantó y entró decidido al salón donde Light seguí debatiendo en su mente.

–        Light…

–        ¿Sí?– preguntó el castaño extrañado por la seriedad con la que el muchacho lo miraba.

–        ¿Eres gay?

–        ¿¡Qué!?

–        ¿Eres gay?

–        ¡No! ¿A qué viene eso?

–        Debido a la reciente situación, me pregunté eso y, para comprobarlo, investigué en internet encontrándome con tres evidencias de esto.

–        Ah ¿Sí? ¿Cuáles?– dijo alzando la ceja.

–        La primera, tu apellido al revés dice “I’m a gay”. La segunda, siempre llevas mariconera…

–        No se llama así, es bandolera– dijo dando un suspiro.

–        Se llama mariconera. La última, es el cinturón tan “chic” que llevas en el primer “opening” del anime¹.

–        No soy gay ¿Te quedó claro?– dijo Light intentando no mostrarse avergonzado.

–        Está bien… ya me voy.

 

El molesto muchacho salió cogió una mochila y partió rumbo a la biblioteca, donde solía estudiar. Light se levantó del sofá alzando los ojos con alivio. Al menos se había librado de él por unas horas. La casa había quedado para él solo, recordando que Misa estaba trabajando como camarera en un modesto café del centro. Últimamente se le había metido en la cabeza que era una inútil y quería servir de ayuda. Estaba comportándose como Matsuda durante el caso Kira.

Unas horas después, terminadas unas cuantas tareas del hogar, se sentó en el sillón con un libro en sus manos. Le estaba gustando mucho ese libro, era bastante entretenido. Se llevó una mano a la oreja. Silencio. Sonrió complacido por la tranquilidad del lugar. Qué bien se sentía la tranquilidad. Abrió el libro comenzó a devorarlo.

–        ¡Hoooola Light!

–        Oh… hola– dijo Light decepcionado. E entró a la habitación arrojando la mochila en el suelo.

–        ¿A qué no sabes qué me pasó hoy en el metro?

–        No…– el muchacho se apoyó sobre el respaldar del sofá.

–        Había un chico sonriéndome, dándome tema de conversación…

–        Ajá…– murmuró ignorándolo.

–        Era muy amable ¿Sabes? Creo que se me estaba insinuando. Tal vez se pensó que yo era gaaaayyy.

–        Ah…– dijo frunciendo el ceño. – ¿Y por qué me cuentas esto a mí? ¿Qué me va a importar que hayas conocido un gay? A mí no me importa, déjame que estoy leyendo tranquilo– el castaño se volteó dándole la espalda y regresando a la lectura.

–         Vamos Light, no te pongas a la defensiva…– dijo E sonriendo.

–        ¡No me estoy poniendo a la defensiva! Estoy tratando de leer tranquilamente, sin molestias ¿Escuchaste? Leee…eeer

–        Lo siento, no quise molestarte ni insinuar nada. Sólo pensé que sería un buen tema del que hablar con naturalidad– rodeó el sofá y se sentó al lado del castaño que dio un largo suspiro.

–        Pues yo no, así que esta conversación a terminado ¿Me entendiste? Fin de la historia…

–        Pero Light espe…

–        Pa pa pa ¡pa pa pa! ¡PA!– interrumpió Light bruscamente. Se levantó del sofá y volvió a sentarse sobre otro sillón. Sonrió disimuladamente al ver que el muchacho se había callado.

–        Está bien, pero para que sepas…

Light rodó los ojos: este chico nunca callaba.

–        Si fueras gay…

Espera… ¿¡Estaba cantando!?

–        Por favor…

Estaría okey

En serio ¡Ey!

Seguirías siendo el rey.

Light suspiró, esto debía parar ya o se volvería loco. Por su parte, E se había acercado hasta Light. El castaño se levantó y fue hasta el otro extremo de la habitación con el libro en sus manos, tratando de ignorarlo.

Si fuera al revés

Yo admitiría ser

un poco gay.

(Pero no soy gay)

–        Por favor, estoy intentando leer…– dijo Light quejumbroso.

E paró de cantar. Light volvió a su lectura pero, pasando página tras página, sintió la presencia del tan molesto muchacho a sus espaldas. Siguió ignorándolo esperando que se fuera y lo dejara en paz de una vez por todas. La paciencia de Light, que estaba ya casi consumida, explotó y se volvió  hacia E.

–        ¿¡Qué!?

–        Ser maricón…

–        Oh… ¡Venga ya!– exclamó al cielo.

–        sería una opción…

–        ¿No ves que quiero leer esto?– le dijo poniéndole el libro en la cara.

–        Confía en mí… te apoyaría hasta el fin.

Light decidió cambiar de táctica: si le prestaba atención, tal vez acabaría antes y lo dejaría por fin volver con su libro. E se había subido a la mesa café… luego decía que no estaba loco, para nada.

–        Y sé que tú también…

–        ¿Qué?– dijo el castaño cerrando el libro.

–        Lo verías bien…

–        ¿En serio?

Si dijera sin chistar

¡Ey Light ¿Qué crees? Soy gay!

(Pero no soy gay)

Disfruto contigo estar

¿Por qué me ha de importar…

Que te la metan por ¡Detrás!?

Vale, eso era colmo…

–        ¡DÉJALO YA! ¡ES ASQUEROSO! ¡ERES UN BRUTO!

–        No, no lo soy– dijo sacudiendo su dedo índice.

Si fueras gay

Gritaría: ¡Gay!

Aquí estaré...

Por la desesperación, Light se tapó los oídos y comenzó a gritar como lo haría un niño.

Nunca te juzgaré.

–        ¡LALALALALALA!

Tú confía en mí

Yo estaría aquí

Apoyándote sin cesar

Y decir que no está mal.

Ya no es pecado capital

Ya está hasta legal

Ser ¡Gaaaaaayyy!

–        ¡Que no soy gay!

–        Si fueras gay.

–        ¡Agh!

 

Notas finales:

Light: ¡Al final no pude leer este libro! ¿¡Y qué es aquello del cinturón!?

Ayla: ¡Pero si es verdad! ¡Lo juro! Lo he visto con mis propios ojos en el primer opening. 

Light: ¡Ahg!

Ayla: No es mi culpa que sea tan molesto...

Light: Lo creaste tú... ¬¬

Glosario:


1. La famosa captura de ese cinturón XD No la encuentro!! Pero sale en el opening, os lo adjunto aquí y lo comprobáis por vosotros mismos XD, minuto 0:57: https://www.youtube.com/watch?v=vQ_40t5PF2Q

2. La canción que canta E, es de una obra de teatro llamada: Avenue Q, y la canción Si fueras Gay que estoy segura que la habréis escuchado alguna vez porque han echo Miles y Miles de Billones de parodias con esa canción... y este capítulo es otra de ellas. Aquí tenéis el video del fragmento de ese momento de la obra: https://www.youtube.com/watch?v=76tGtYyPbSI&list=PL660CD7927E62EF94&index=3


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