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La libreta de los deseos por AylaMckee

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Notas del capitulo:

Hola cachorritos!!! :3 nuevo capítulo!!! XD

Quiero agradecer a:

Anónimo

Anónima

CintyuLz

Por sus reviews <3 Me dan muchos ánimos para seguir con esta historia.

No os entretengo más, disfutad de la historia :D

 

Me desperté algo confundida. El despertador no había sonado. “¡Voy a llegar tarde!” Dije incorporándome.  Miré hacia mi escritorio y vi un diploma de graduado. Me olvidé que estábamos de vacaciones. Volví a tumbarme en mi cómoda cama. Pasé una buena tarde, mis padres fueron a verme a la graduación y luego salimos a cenar… pero antes…  la intranquilidad invadió mi mente al recordar la libreta. Además, también pasaron otras cosas a las que no podía dar explicación. Fueron demasiadas casualidades en una sola tarde.

(/>o<)/     FLASHBACK     (>o<)

Me estaba mirando en el espejo del pasillo antes de bajar al piso de abajo. Se me hacía muy raro llevar falda. No me veía como yo. Suspiré y bajé al piso de abajo. Enfrente de las escaleras había otro espejo, que reflejaba parte del salón. Me percaté que reflejado en el espejo, había un niño albino sentado en un sillón de una manera un tanto peculiar. Paré en seco mientras veía como el niño miraba a su alrededor y se enroscaba un mechón blanco en su dedo índice. El albino se percató de mi presencia y me miró fijamente. Yo sabía perfectamente quién era. Bajé corriendo lo que me quedaba de las escaleras e irrumpí donde se encontraba. Quedé en shock. En el salón, no había nadie. Escuché a mi hermano despedirse para ir a su entrenamiento de fútbol. Sentí que se me iban a salir los ojos de sus órbitas. Yo seguí ahí por unos cuantos minutos más. Por un momento, creí ver a Near. Llevé una mano a mi frente y pensé que me habría dado un golpe de calor. Miré un reloj del salón. Cogí mis llaves, mi cartera y el ladrillo que tenía por móvil. Lo metí todo en un bolsito pequeño. Salí cerré la puerta tras de mí. Aún con la mano en el pomo, abrí el bolso para comprobar si cogí las llaves. Me apresuré, no fuera a llegar tarde.

 La gran bola roja desaparecía detrás de los edificios. Las calles empezaban a soltar el calor absorbido durante el día. Pasé cerca de una pequeña tienda de dulces y se me antojó un chicle. La tendera, una mujer de mediana edad, estaba atendiendo la compra de otro cliente. En ese momento no me fijé quién era. Me acerqué donde estaban los chicles  y cogí unos pocos. Me acerqué a la caja y el otro cliente cogió su compra y se dirigió a la salida. Llevaba una gran bolsa llena de dulces de todo tipo. Lo seguí con la mirada y me di cuenta de lo extraño que era. Me daba la espalda y andaba encorvado. Vestía una remera blanca y unos vaqueros gastados, ambos le quedaban grandes. Su pelo era negro y estaba muy despeinado.

-          Señora, ¿Usted ha visto a ese chico?- le pregunté a la tendera aún mirando la puerta por donde salió.

-          Sí, es un poco raro pero… ¡He hecho una buena venta!- dijo satisfecha.

Pagué rápido los chicles y salí en busca del chico. Miré a ambos lados de la calle, pero había desaparecido. “Ese chico… era clavado a L.” dije aún más confundida. Decidí ignorarlo y seguir mi camino. Seguramente sería un fan de L, no me extrañaría que hubiera llegado hasta ese punto. Aunque…

Pasé delante de unas recreativas. Gente joven salía y entraba. Desde fuera se podían escuchar los ruidos mecánicos de las máquinas y las voces de los que se encontraban dentro.

-          ¡Perro! ¡Deja de jugar de una vez! ¡Necesito chocolate!- dijo una voz que se impuso sobre las demás.

Sentí una gran curiosidad. Si pensar en lo que hacía, me asomé a la puerta y vi a dos chicos en la primera máquina de videojuegos. Uno de ellos rubio y de unos grandes ojos azules tiraba de la camiseta al chico que estaba jugando bruscamente. Este era pelirrojo y llevaba unos anteojos parecidos al de los aviadores. Disparaba con una pistola de juguete a la pantalla. Con cada disparo mataba a un contrincante.

-          Espera un momento Mello, que ya acabo.- dijo tranquilamente.

“Ha dicho Mello… ¡Ha dicho Mello!” pensé. Unos chicos trataban de entrar y tuve que apartarme, cuando volví a mirar ya no estaban. Salí lo más aprisa de allí y corrí hasta llegar a mi instituto.

(/>o<)/ FIN FLASHBACK (>o<)

 

Mi padre leía el periódico en el salón y mi hermano Gevanni jugaba con unos robots. Al verme, me dieron los buenos días.

-          ¡Qué curioso!- dijo mi padre leyendo un artículo.

-          ¿Qué lees papá?- dije acercándome al periódico.

-          Ayer, hubo varias personas que juraron ver un demonio.- dijo mi padre enseñándome una foto.- le hicieron una foto, pero se ve algo borrosa.- Miré la foto, aparecía una silueta humanoide, parecía estar un poco encorvado y se podían distinguir los ojos. – todos coinciden en que tenía los ojos rojos, además, algunos dijeron que les habló y que sabía cómo se llamaban.- dijo mi padre excitado con la noticia.

-          ¿Qué les dijo?- empezaba a tener una idea de quién podía ser, pero era algo descabellado.

-          ¡Eso es lo más extraño! ¡Les dijo que si tenían mermelada! Pero no una cualquiera, ¡De fresa! ¡Quería de fresa!- dijo mi padre agitando el periódico.

-          Padre, no creerás eso.- dijo Gevanni, olvidando por un momento su juego.- lo más probable sea un bromista que no sabe qué hacer con su vida.- después de decir esto, agachó la cabeza y se sonrojó, como pasaba cada vez que intervenía en cualquier conversación. Mi padre y yo nos miramos, Gevanni tenía diez años pero podía ser más maduro que mi padre y yo juntos.

-          Tienes razón Gevanni. Es un bromista.- dijo mi padre.- en cualquier tienda de disfraces puedes comprar lentillas rojas.- dijo con una mueca, intentando recuperar su imagen de hombre serio. Soltó el periódico.- Ayla, ve a desayunar que se hace tarde. Gevanni y yo vamos a recoger a tu madre del mercado ¿Te traemos algo?-

-          No, gracias.- salí de la habitación y subí a mi cuarto. En mi escritorio estaba esa libreta. La cogí y pasé las páginas hasta donde empecé a escribir. Mi cabeza se llenaba de ideas totalmente absurdas. Leí las instrucciones una y otra vez ¿Podría ser que esa libreta era real? ¿Podría una libreta cumplir cualquier cosa, una más descabellada que la anterior? El timbre me sacó de mis cavilaciones. Esperaba que abrieran Gevanni o mi padre pero el timbre seguía sonando. “Tal vez se han ido ya.” Bajé las escaleras. El aparato sonaba insistente. Llegué en frente de la puerta y abrí. Unos ojos brillantes y rojos se clavaron en los míos. Su dueño dibujó en su rostro una sonrisa cerca de parecer macabra. Era muy pálido y me miraba desde abajo al estar bastante encorvado. Lentamente, le cerré la puerta en las narices. Me apoyé en la puerta y me dejé caer hasta el suelo. Con la espalda apoyada en la puerta, me froté la oreja, como siempre hacía cuando estaba nerviosa, pensaba en algo o tenía miedo. Esta vez, la razón era por las tres. Estaba nerviosa, asustada e intentaba buscar una explicación a eso. Respiré profundamente ocho veces, me levanté y me enfrenté a la puerta. Sujeté el pomo fuertemente y a la de tres abrí la puerta.

-          Hola Ayla ¿Tienes mermelada?- me preguntó Beyond Birthday. Aún sonreía de la misma forma.

Ahogué un grito y salí de mi casa ignorándolo completamente. Corrí hacia la verja. Cerré mis ojos por miedo. Grave error porque choqué con alguien antes de cruzarla. Abrí mis ojos. Sólo veía blanco. Alcé las manos y me di cuenta  de que lo que veía era una camiseta. Alcé la vista y me encontré con unos ojos profundos y grises. Las pupilas eran descomunales. Me alejé para contemplar estupefacta al personaje con el que me choqué. Llevó su pálido dedo hasta su boca y me observó atentamente. Esta vez dejé salir un grito y caí hacia atrás, para ver de pronto todo negro.

-          ¡Anda que desmayarse por semejante cosa!- escuché entre tinieblas.

-          No digas eso, es algo normal después de ver a Beyond.- dijo otra voz ahogando una carcajada.

-          ¡Eso estuvo bueno Matt!- dijo la primera voz que no dudó en reír.

Sentía una ligera brisa sobre mi rostro. Estaba tumbada sobre algo blando, tenía el tacto del sofá de mi casa. Sentía que mis piernas estaban elevadas, también una leve presión en los tobillos. Poco a poco, empecé a ver con claridad. Un chico rubio de ojos azules me sujetaba las piernas. Miré alrededor y los vi allí a todos. Near me observaba enroscándose un mechón de su pelo en su dedo índice. Beyond, comía mermelada. L estaba sentado detrás de mi cabeza y la inclinaba para observarme con curiosidad mientras me abanicaba con un periódico y Matt, jugaba con una psp. Me sentía desorientada, me miré por si estaba herida. Mis vaqueros, los habían desabrochado y el sujetador también. Pegué un gran grito y le di una patada en la cara al pobre Mello, que aún sostenía mis pies. Soltó un grito y se tapó la nariz. Un hilillo de sangre nacía de ella. Me acurruqué en la esquina del sofá más alejada de todos. Respiraba agitadamente. “Estoy soñando, estoy soñando,…” me repetía a mí misma.

-          No estás soñando, si es eso lo que piensas.- dijo Near. Mis ojos se fijaron en él. “Este niño lee el pensamiento…”- Te habías desmayado y tomamos las medidas pertinentes.

-          ¿Quiénes sois? ¿Qué hacéis en mi casa?- les miré desconfiadamente.

-          ¡Te dejaste la puerta abierta!- dijo Mello mirándome con odio. Matt le había dado un pañuelo y siguió jugando. L miró a Mello, éste se sentó en un sillón murmurando.

-          Yo soy L, él Near, Matt, Beyond y al que le has dado la patada es Mello.- dijo señalando a cada cual.- Aunque tú eso lo sabías ya.- dijo con el dedo pulgar en la boca.

Sinceramente, no me lo creía del todo. Beyond había terminado el tarro de mermelada. Una idea cruzó mi mente. Me acerqué a él y sujeté su cabeza entre mis manos. La acerqué a la mía y observé sus ojos. Eran de un rojo brillante, se veían muy reales. Noté que estaba un poco tenso y que todas las miradas estaban fijas en mí. Me alejé de la habitación y volví con una pequeña linterna. La encendí y la posicioné delante de su ojo izquierdo. Su pupila se contrajo al efecto de la luz, la apagué y la pupila volvió a su tamaño. Eran reales. Me olvidé de Beyond y me acerqué a Near. Dudé un poco, si soy sincera, me intimidaba un poco. Él se acercó a mí, inspeccioné su pelo blanco. No había ningún rastro de tinte, normalmente quedan restos. Lo sabía bien porque mi madre se quejaba a veces de eso. Se alejó de mí y se sentó en el suelo a jugar con un muñeco que se sacó de su pijama. Miré a Matt, esté dejó su psp y miró a su alrededor sin saber qué ocurría.

-          Oye, que no soy ningún impostor.- dijo al caer en cuenta de la situación.

-          Quítate las gafas, por favor.- dije acercándome a él.

Se las quitó y pude ver sus ojos verdes. Como a Near, comprobé si su cabello era pelirrojo natural. Como era de esperar, lo era. Miré a Mello. Se levantó del sillón, me lanzó una mirada asesina y me señaló con el dedo.

-          Ni se te ocurra ¡Soy rubio natural!- agitó su dedo en el aire. Podía ver en sus ojos la furia. Me tenía rencor por la patada. Fui hasta la cocina y le traje una tableta de chocolate.

-          Toma, en señal de paz.- dije con una sonrisa nerviosa. Observó lo que le tendí. Parecía estar luchando con su orgullo.

-          De acuerdo, te perdono.- dijo cogiéndola y empezando a devorarla.

Al único que no había inspeccionado, era a L. Pero no creí que era necesario.

-          ¿A qué conclusión has llegado?- dijo L mirándome seriamente.

-          Sois reales.- dije con un suspiro.

-          Pero… ¿Cómo he llegado aquí?- dijo Matt.- Lo último que recuerdo antes de esto es que me apuntaban con pistolas. Muy bonitas por cierto.- dijo con una sonrisa.

-          Te mataron a balazos, Matt.- dijo Mello mordiendo el chocolate. Matt palideció y tragó saliva.

-          Creo que sé cómo llegasteis aquí.- dije. Subí a mi habitación y volví a bajar con la libreta en la mano.- Aleja tu manos largas de esta libreta.- le dije a L, que me esperaba en el umbral del salón. Sonrió un momento.

-          Sabías lo que iba a hacer, no eres muy simple.- dicho esto borró la sonrisa de su rostro.

-          ¿Qué es eso?- dijo Beyond saliendo a mi encuentro.

-          Es una libreta.- dije alejándola de él.

Near dejó de jugar y se acercó también. Me senté en el sofá y todos me rodearon. Cogí un bolígrafo y escribí en la libreta. Después de dos minutos bastante lentos, apareció ante nuestros ojos una gran cesta llena de dulces.

-          ¡Alucine!- dijo Matt quitándose las gafas.

-          Es parecida a la death note, sólo que puede cumplir cualquier cosa. Menos resucitar a los muertos. Tenéis que saber que sois los personajes de un anime.- Todos tenían la mirada fija en la libreta. Estaban todos, ahí en mi casa. El sueño de cualquier fan. Ver a tus ídolos en persona. Aunque, había algo que no cuadraba. Era como si faltara alguien.

-          Kira…- dijo L con una mirada algo siniestra.

-          ¡Light no está! ¿¡Dónde está!?- dije mirando a todos lados.

-          No entraría dentro del lote.- dijo Mello, Matt fue el único que rió el chiste.

-          No, cuando lo escribí me referí a todos. Pensé en Light y también en Misa. Además, también está Beyond.- dije carcomiéndome la cabeza. No entendía nada.

-          Hay un 62% de que haya una segunda libreta.- dijo L que había empezado a comer el contenido de la cesta.

-          ¿¡Cómo!?- dijimos Matt y yo.

-          Lo que quiere decir L es que cómo ni Light ni Misa han aparecido…- dijo Near enrollándose el dedo.

-          Haya otro igual de loco que tú que tiene una libreta igual.- siguió Mello mordiendo una barra de chocolate.

-          Yo que tú me cubriría, no vaya que también haya death notes.- dijo Beyond.

Cogí el bolígrafo y escribí que la death note no existía en este mundo. Me pregunté si sería verdad que había otra libreta. Si lo era, habría que estar alerta.  Light y Misa y no descartaba que también estuviera Riuk… ¿Qué querría hacer con ellos? Esa libreta, podía ser muy peligrosa. “Esto sólo acaba de empezar.”

 

Notas finales:

Ligth: ¡¿Y conmigo qué pasa?! ¡¿Por qué no salgo aún?! (>o<)/ 

Ayla: ¡¿Qué haces aquí Ligth?! 

Ligth: ¿Es que no voy a salir nunca? ToT

Mello: deja de lloriquear ¬¬' 

Ayla: No te pongas así, sales pero todavía no. Aún deben de pasar más cosas. Y cuando salgas te emparejaré con... 

*Ligth le tapa la boca*

Ligth: ¡¡No digas eso!! O///O

Mello: *Suspiro* Hasta la próxima... 


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