"¡¿Primo?!" Key repitió con los ojos muy abiertos, dando al líder una mirada de asombro; el otro simplemente cerrando los ojos y moviendo la cabeza con fastidio.
Riéndose, el vampiro mayor se acercó al incrédulo Vidente y pasó un brazo por encima de sus hombros casualmente. "Estábamos acostumbrados a jugar juntos cuando éramos niños. Era adorable, debiste haberlo visto. "Hablaba con un toque de sarcasmo y sonrió, señalando a Minho. "... Nosotros y el perro de los barrios pobres, por supuesto."
Sacudiéndose en su silla, Onew se puso de pie con una expresión furiosa, los ojos de Minho ampliándose mientras cerraba los puños, con los labios apretados como si estuviera usando toda su fuerza para contenerse. Key no desapercibió el dolor en la mirada del soldado.
"Heech-" El vampiro de pelo borgoño sonrió cuando el líder del clan gritó, su cabeza de repente se echó hacia atrás con una fuerza alarmante, algo frío y cortante presionaba contra su yugular.
"No lo hagas." Oyó un susurro en su oído, unos labios casi tocando su lóbulo."Ya has hecho suficiente... insultar a alguien de este clan sólo te meterá en problemas." Heechul rió con dificultad, el poder quemando dentro de los ojos dorados del vidente, el sonido sólo molesto al rubio aún más e hizo a la daga acercarse más a su piel.
"Kibum..." Oyó a Onew hablar en un tono de advertencia; echó un vistazo rápido a su lado, notando las armas apuntando hacia él, cada guardia esperando la señal de su jefe para disparar.
Honestamente sorprendido consigo mismo por no tener una vista previa del riesgo como siempre, Key decidió ignorar el peligro, por una vez, apretando su agarre en el pelo del mayor; Heechul jadeó de dolor y el sonido le dió una sensación sádica de placer mientras continuaba. "... Minho puede ser un imbécil molesto, sí... pero es mi molestia personal y juro por Dios...", advirtió. "Si te atreves a insultarlo... Voy a arrancarte la lengua y me aseguraré de que nunca puedas hacerlo de nuevo." Susurró las palabras y le dio al mayor un empujón, liberándolo de su agarre.
Tropezando sin gracia con sus pies, Heechul frotó su cuello.
No podía.
Simplemente no podía dejar que ofendieran a Minho. O peor. Lastimarlo.
No sabía lo que habían significado esas palabras, pero debía de haber sido algo cruel para que Minho dejara caer su máscara de desinterés y se viera tan angustiado.
Onew también, perdió su compostura... ¡simplemente no podía dejarlo reir...!
... Pero eso no era lo único que le preocupaba.
Había algo diferente en él.
Su... control... se sentía fuera de lugar.
Se sentía mucho más impulsivo... enojado. Y sus poderes... ¿por qué le traicionaban?
Tenía al menos ocho armas apuntando hacia él... ¿por qué no lo sintió venir? ¿Por qué no lo vió?
Distraído por el sonido de la risa, Key dejó que sus pensamientos fueran expulsados, fijó su atención en el vampiro mayor una vez más.
"¡Minho! ¡Hiciste amigos!" Heechul rió mientras señalaba al vidente con una cara feliz, casi honesta. "¡No sabía que fuera realmente posible de alguien como tú!" Dejó que su diversión muriera con risas cortas, haciendo una señal a los guardias para que bajaran sus armas.
"Ah... se siente tan bien estar de vuelta." Heechul sonrió y sacó un cigarrillo y un encendedor de plata del bolsillo interior de su chaqueta. "Es siempre tan refrescante que la familia se reúna de nuevo."
"Yo no soy de la familia y nunca lo seré." Key espetó con disgusto; el otro sentándose en la silla frente al escritorio de Onew, ajustando el cigarrillo entre sus labios, aspirando.
"Eso está por verse." Dijo Heechul después de soplar el humo. "Lo que me recuerda..." Señaló con el cigarrillo al rubio. "... Tenemos que hablar un poco sobre nosotros."
"No hay un nosotros." Key no pudo evitar renegar.
Ignorando el comentario del joven, el purasangre continuó. "Voy a ir directo al grano, Kibum: el tiempo de jugar ha terminado y he venido a buscarte de nuevo. He estado aquí otras veces. Muchas, de hecho." Dejó al otro saber, Key frunció el ceño por la noticia. "Pero tú... nunca estabas en casa." Heechul se encogió de hombros mientras observaba a Onew.
"... Así que eras tú, después de todo..." Key hizo una mueca. "Pensé que era fruto de mi fatiga pero... esa noche."
Sorprendido, Heechul dejó que sus ojos se abrieran. "¿Ah, sí? Eso es inesperado. ¡Cada vez que vine me dijeron que no estabas en la mansión...! Siempre fuera en alguna... ¿cacería?" Miró a Onew de nuevo para ver si era el nombre correcto, el otro limitándose a mirar, haciendo caso omiso de la pregunta. Encogiéndose de hombros, Heechul se volvió a mirarlo una vez más. "Muchas veces sospechaba que me estaban mintiendo y pedía que registraran la casa. Y sin embargo... esa sola vez que estabas aquí se me ocurrió que no lo hicieran. "Se rió entre dientes y dio otra calada, soplando el humo antes de sonreír. "... Eso es lo que yo llamo mala suerte."
Ignorando el hecho de que Heechul se mantuvo tirando las cenizas a la alfombra; los ojos de Key cayeron sobre el líder con una mirada traicionada. "Vinieron antes a buscarme y nunca me lo dijiste! ¡¿Por qué?! "
Mirando a los ojos del vidente con una calma excepcional, Onew dio a su amigo una mirada confiada, sus palabras saliendo con suavidad. "Tenías mejores cosas que hacer... podía esperar."
Ampliando sus ojos, de repente entendiendo el significado detrás de las palabras, Minho se permitió mirar a Onew sorprendido.
Sintiendo una rabia incontrolable despertar dentro de él, Key escupió. "Mejores cosas que-"
"Tus padres se volvieron bastante... locos cuando escapaste." Heechul interrumpió, cruzando las piernas mientras dejaba caer su cuerpo en una posición más cómoda en la silla. "A mis padres no les gustó la noticia tampoco. Estaban preocupados... ".
Dando a Heechul una mirada poco impresionada, Key se burló fríamente. "Puedo imaginarlo."
"Pero decidimos dejarte tener tu diversión temporal y quedamos de acuerdo en que no era tan malo tenerte aquí por un tiempo. Encontraste un... clan lindo, se podría decir. "El mayor siguió hablando, haciendo una pausa para mirar a su alrededor, sus labios curvándose en una sonrisa, pero sus ojos mostrando algo más, repugnancia. "En mal estado pero lindo, no obstante."
Haciendo todo lo posible por calmarse, la necesidad de romper el cuello del purasangre aumentaba cada segundo, Key respiró hondo, caminando alrededor de la oficina por un momento, antes de detenerse una vez más, sus ojos chocando con los del mayor. "No viniste por nada." Le dijo, Heechul alzó sus cejas con falsa sorpresa. "Toma tus guardias y vete, no voy a volver. Pertenezco a este clan ahora. Si mis padres nunca vinieron a buscarme sabiendo dónde estaba todo este tiempo, sólo demuestra que no tenían ningún interés en mí y ni siquiera el Tribunal puede ir en contra de ese hecho".
Riéndose, Heechul negó con la cabeza, frotándose las sienes antes de mirar hacia arriba, dando al Vidente una mirada divertida. "¿Ningún interés en ti dices? ... No lo entiendes, ¿verdad? ", Preguntó, Key frunció el ceño viendo al mayor aplastar la punta de su cigarro y tirándolo al suelo sin cuidado, parándose. "Te permitieron quedarte, Kibum. Tus padres iban a llevarte de vuelta una vez que te encontraron... pero ya eras mucho más poderoso. "
Sintiendo una capa de sudor frío correr por su espalda, Key negó con la cabeza. "¿Estás diciendo que-"
"Estuvimos de acuerdo en permitir que te quedaras hasta que hubieses aprendido a dominar tus poderes por completo, sí. Esta... fue tu preparación. " Los ojos dorados miraron con horror a los negros, la distancia disminuyendo entre ellos mientras Heechul hablaba. " Sería una vergüenza para el heredero de la familia Kim tener un compañero que apenas puede controlarse a sí mismo, ¿no?"
No...
No, no era posible.
Su familia... ¿ellos lo utilizaron? ¿Ellos permitieron que se quedara con Onew a propósito...?
Todo este tiempo pensaba que estaba libre de ellos... y era una mentira...
¡Todo este tiempo lo único que querían era su poder...! ¡Dejarlo crecer afuera sólo era su idea para convertirlo en un compañero más tentador para el heredero de la familia Kim...!
"Los sabios son raros, Kibum. Extremadamente raros." Heechul le dió una mirada hambrienta, orbes negros brillando con un destello de color azul. "Sabíamos que eras un vidente, pero cuando tu padre nos dijo que eras también un sabio..." Las palabras fueron arrastradas con una sonrisa, largos dedos tocando la barbilla, tirando de él con suavidad. "No tienes idea de lo tentador que se volvió."
Mirándolo fijamente en silencio, Key se sintió entumecido.
"Hemos hecho a tu familia jurar silencio sobre este asunto. Tuvimos que hacerlo. "Heechul continuó en un tono más serio, el purasangre dando pasos por la habitación mientras hablaba, Onew y Minho observándolo en silencio, sus soldados alineados frente a la puerta de la oficina. "Si otros supieran de este poder que desarrollaste... imagínate cuántas familias querrían tu mano." Se rió.
"Por 'jurar silencio' te refieres a amenazarlos." Habló Key. No era una pregunta. Él conocía la forma en la que el purasangre trabajaba en esas situaciones.
Haciendo una mueca mientras chasqueaba con su lengua, Heechul negó con la cabeza. "Amenaza es una palabra tan dura. Prefiero utilizar 'persuadir'. "Sonrió, Key simplemente dándole una mirada hastiado.
Divertido con la expresión del rubio, el vampiro mayor rió, caminando en su dirección una vez más, con los brazos abiertos. "Kibum, seamos sinceros, tus padres nunca fueron buenos con sus finanzas o con ellos mismos. Es por eso que llegaron por primera vez a nosotros sí lo recuerdo... Tu padre tiene el terrible hábito de gastar su dinero en putas y casinos, y tu madrastra comprando a distancia ropa nueva y bolsos de Gucci y gastando más de lo que puede pagar. ... Es repugnante." El purasangre le dirigió una mirada lastimosa, decepción honesta brillando en sus ojos.
Mirando hacia abajo, Key no pasó desapercibida la mirada sorprendida de Minho al lado de Onew.
Nunca había hablado de su familia con nadie más que Onew por una sencilla razón: lo avergonzaba.
Recordaba todas las veces que se había encontrado a sus padres discutiendo en la sala, su madrastra exigiendo más dinero; acusándolo de gastar todo en cosas que la desgraciaban y sólo unos pocos años más tarde, cuando se hizo más consciente del mundo de los adultos, entendía en qué.
Pero ella no era una santa, de hecho, nunca le agradó esa mujer.
Su padre podría ser el jefe de la familia, pero era ella quien le decía qué hacer y tomaba todas las decisiones en esa casa. Teniendo a su marido encontrándose a escondidas con las demás... era devastador.
Y sus finanzas tomaron el mismo camino que sus sentimientos.
No podía defenderlos; no podía contradecir lo que Heechul había dicho. Era cierto.
"Se hacen llamar nobles pero desde la primera vez que puse un ojo sobre ellos, sólo vi basura." El mayor continuó, la cara desencajada de asco. "La sola idea de una unión entre mi familia y la tuya... realmente me hizo sentir mal."
Con el ceño fruncido, Key miró hacia arriba. "Entonces, ¿por qué aceptaste el pacto en el primer lugar?"
Dejando escapar una breve carcajada, Heechul negó con la cabeza. "¡Nosotros no lo hicimos! Tu familia tenía una terrible reputación y somos la remienda de los errores miserables en la vida de los demás. Somos los Kim, no hacemos caridad." Heechul se burló. "¡Así que cuando tu padre vino a nosotros pidiendo que te tomara como mi compañero... nos reímos!" Se volvió hacia sus hombres y rió, los soldados imitándolo de inmediato. Sacudiendo la cabeza mientras se reía entre dientes, Heechul continuó. "Quiero decir... ¡ni siquiera eres un sangre pura...! ¡Imagina el escándalo! Estábamos avergonzados simplemente de tener gente de su tipo en nuestro piso, ¡ensuciando nuestras baldosas!" Dejó escapar una risa antes de que su sonrisa se desvaneciera, ojos negros cayendo sobre los felinos. "Sin embargo... nos dijeron que habías heredado el don de tu abuelo y tuviste una nueva oportunidad..."
"Así que aceptaste el pacto." Asumió Key.
"Por supuesto que no." La respuesta hizo a las cejas del Vidente levantarse en sorpresa, una vez más, algo que no pasó desapercibido por el mayor. "Fue una oportunidad, pero no era oficial. Tu madrastra sin embargo, parecía negar ese hecho con pasión".
Con los ojos muy abiertos en estado de shock, Key miró hacia abajo, sorprendido por la revelación.
Los Kim... ¿ellos nunca aceptaron el trato por completo?
Pero... ¡él no entendía...! ¡Toda su vida su madrastra le dijo que llamara a Heechul por 'compañero' en lugar de su nombre! Puesto que él no era más que un niño pequeño, se le enseñó a verlo y tratarlo como con el que compartiría su alma algún día... y... ¿era una mentira?
Todo la presión que sintió todos esos años... para nada.
¡Los Kim nunca lo aceptaron en primer lugar...!
Mirando como el vampiro rubio se cubría la boca con una mano, Heechul ladeó la cabeza hacia un lado inocentemente. "¿Ah, sí? ¿Nunca te lo dijeron? Nunca nos comprometieron oficialmente, antes de que huyeras, ya sabes." Sonrió al ver al otro demasiado sorprendido por las palabras. Suspirando, Heechul sacudió la cabeza con simpatía, caminando para envolver un brazo alrededor de los hombros del rubio. "Kibum... eres una mezcla de sangre; tus padres están en la ruina y nunca estarán a nuestro nivel, no importa lo mucho que lo intenten... Yo siempre esperé a alguien más poderoso que tú ¿Crees que me gustaría simplemente aceptar a un compañero masculino con una sonrisa en mis labios? yo siempre había deseado una hermosa chica sexy, ¡no un niño flaco cuya nariz siempre estaba chorreando por todo el llanto y sollozos...!"
Haciendo caso omiso a los comentarios del otro, Key negó con la cabeza. "Ellos... ellos nunca me dijeron que..." Apenas podía reconocer su propia voz mientras hablaba, su voz baja y débil. Ni siquiera le importó el contacto físico que el purasangre le estaba ofreciendo, los golpes en su brazo sintiéndose irónicamente bien en ese momento.
"Entonces te escapaste." Sintió los dos últimos toques en el hombro antes de que el chico más alto se apartara, Heechul asintiendo perezosamente a sí mismo, cerrando sus manos detrás de su espalda. Allí de pie, continuó. "Y como te puedes imaginar, la acción rebelde hizo tu frágil oportunidad caer... Pero imagina nuestra sorpresa cuando tus padres vinieron a nosotros diciendo que te habían encontrado... mucho más poderoso de lo que ya eras. No sólo como un Vidente..." Se dio la vuelta con una sonrisa, "... como un sabio también."
Al darse cuenta de la mirada hambrienta de poder en los ojos del mayor, Key tragó saliva, dando inmediatamente un paso atrás cuando Heechul sonrió, cerrando la distancia entre ellos una vez más.
"Así que nos pusimos de acuerdo para que esperaran y volver a hacer el pacto. Pero esta vez... "Heechul soltó una risita, orbes negros cambiando lentamente a un azul helado." ...Esta vez somos nosotros los que estamos detrás de ti. "Key se sacudió cuando su mano fue tomada por la otra, Heechul apretándola mientras hablaba, su voz ronca. "Con tu poder mezclado con el mío... podemos hacer grandes cosas, Kibum..."
Forzando su mano fuera del alcance del otro, Key negó con la cabeza con repugnancia. "El poder... poder... ¡Eso es todo lo que te importa!"
Ojos abiertos en falsa sorpresa, Heechul hizo un puchero por un segundo. "En realidad... no." Key le dio una mirada confusa, el purasangre dejando escapar una risa suave antes de acercarse, Key dió otro paso hacia atrás, mirando como un mechón de su cabello era capturado por los largos dedos del mayor...
"Sabes... es una lástima que nacieras niño, el niño que eras..." Heechul hizo una mueca ante el recuerdo. "...Un enano feo, pero ahora..." Key miró con horror la lengua que humedecía los labios del otro, una táctica que había visto a Heechul realizar a muchas niñas durante las fiestas sociales a las que habían asistido. "Todas estas... cacerías de bestias fueron bastante fructíferas para ti."
...No.
Heechul debía estar bromeando
Heechul, el playboy... estaba coqueteándole.
Ahora las cosas terminaban por ser ridículas.
"Por favor, no esperes a que responda a tu adulación. Es asqueroso." Key no pudo evitar comentar con disgusto, el otro dejando escapar una risa sincera para su sorpresa.
"¡Oh, no, yo no soñaría con ello...! Pero ya sabes... "La risa se calmó, sustituida por su voz ronca, una gran mano agarrando la mejilla. "Como un hombre sólo puedo tenerte como mi compañero... pero si fueras una mujer... las cosas serían diferentes." Heechul sonrió, la lengua rosada corriendo por sus labios, observando descaradamente el cuerpo de Key. "Con tal poder y belleza... con gusto te tomaría como mi esposa y portadora de mis herederos
.."
Con los ojos muy abiertos con horror, Key se congeló en su lugar; el otro tomando rápidamente la oportunidad de presionarse a sí mismo más cerca, susurrando en su oído. "Imagínate ..! Tu cargando a un hijo... Mio".
Mio... Mio... Mio... Mio...
La palabra resonó en su cabeza con un efecto venenosl, penetrando a través de sus defensas y cavando profundamente en su sistema; algo que él rápidamente reconoció como el control mental del sangre pura.
Volviendolo loco por un segundo, Key trató de luchar contra la voz en su cabeza.
No... ¡¿Qué clase de broma de mal gusto era esa?!
¡No! ¡Tenía que resistir...! No podía dejar que Heechul... tuviera poder sobre... su...su... mente.
Mío...
Del mismo modo que si hubiera sido arrastrado a una dimensión diferente, Key vio oscuridad. Su cuerpo se sentía increíblemente ligero y no había ninguna oficina, sin Minho, sin Onew, sin piso, sin nada. Sólo él y la voz de Heechul, su aliento golpeando su oreja con un tono hipnótico.
Mío...
¿Heechul?
No... Se sentía... se sentía mal.
Tan mal...
Key... mio. ¡Es mío...!
Esta voz ... esa voz no era de Heechul...
¡Key! ¡Key mio!
¿Jjong...?
¡MIO!
Con los ojos muy abiertos, como si hubiera sido víctima de una poderosa descarga eléctrica, todos sus sentidos volvieron a él de inmediato.
A su alrededor, podía sentir olas de energía que rodeaban su cuerpo con una fuerza invisible, el vínculo expulsando el poder de Heechul fuera de su cuerpo.
Mirando hacia arriba, Key vio la expresión de sorpresa del purasangre, el otro lo miraba con confusión, anonadado de ver su poder siendo quebrantado tan rápidamente.
¿Cómo se atrevía...
Entrando su mente así... tratando de controlar sus emociones y pensamientos ...
Nunca había sido amigo de Heechul, pero se vio obligado a pasar tiempo con él en el pasado y sabía que el muchacho era arrogante, siempre lleno de confianza en sí mismo. Le gustaba alardear de su estatus, riqueza y poder... pero también era ridículamente estúpido.
Entrando su mente... sabía que no le quería hacer daño; esto no era más que otra de sus bromas, queriendo intimidarlo un poco más.
Cosa que... no encontró divertida en absoluto.
Fue sólo por un momento, pero lo sintió.
La vulnerabilidad de no tener el control sobre sí mismo, su cuerpo obedeciendo sólo a su nuevo huésped, su mente sólo escuchando su voz...
Toda su vida había oído que los sangre pura eran una raza superior; que tenían control aún sobre vampiros poderosos y ahora podía entender porqué. Si así lo deseaban... podían controlarlos.
El pensamiento era alarmantemente espantoso.
¡Incluso tuvo entrenamiento mental avanzado...! Pero penetrando en su mente así tan fácil... era casi vergonzoso. Espantoso.
Pero él lo protegió.
Jonghyun.
No era sólo el vínculo. La unión había activado su poder de protección, pero no había sido el vínculo el que expulsó a Heechul de él.
Era un hombre emparejado ahora. Su mente y su alma ya no pertenecían sólo a él; Jonghyun también tenía control sobre ellos. Los compartían.
Así que... como Heechul trató de tomar su control... Jonghyun sólo lo tuvo de vuelta.
Y el muchacho estaba furioso.
Era extraño.
Era el primer día después de su apareamiento y en vez de explorar ese nuevo vínculo entre ellos con calma y en paz... Heechul había tenido que arruinarlo. Tuvo que venir y alterarlo.
Se suponía que debía estar bajo tierra con Jonghyun, todavía dormido en sus brazos y dejar que él fuera el que lo despertara pero... no sucedió de esa manera.
Jonghyun había despertado solo, con su vínculo gritando por ayuda y ahora estaba allí, sintiendo que no estaba completamente bien, que estaba vulnerable y él no podía hacer nada porque estaba encerrado.
En el fondo podía oír sus gritos, sentir su furia hirviendo en sus venas.
Jonghyun estaba terriblemente a la defensiva... sintiendo la mente de su compañero siendo atacada de esa manera... en realidad no estaba feliz.
Y para ser honesto... compartía el sentimiento.
"¡No me toques!" El fuerte grito fue seguido por una explosión de energía azul; Heechul jadeando mientras se proyectaba hacia atrás, su espalda golpeando un estante al otro lado de la habitación, algunos libros cayendo sobre él por el violento impacto.
Alarmado, Onew se puso de pie en un salto, inmediatamente curioso por lo que había sucedido, Minho parecía confundido a su lado.
También afectados por la explosión, los hombres de Heechul, algunos en el suelo y otros mirando a Heechul con pánico, sus armas apuntando al vidente mientras esperaban ansiosamente las órdenes.
De pie, Heechul se echó a reír, sonriendo ante la mirada extasiada del vidente, sus ojos vagando a través de la energía azul, protegiéndolo con ondas eléctricas. "Estoy impresionado. ¡Estoy tan impresionado...! ¡Eres tan poderoso Kibum...! ¡Has crecido demasiado...! ¡... Maravilloso! "
"Heechul! ¡Basta! "El grito provenía de Onew esta vez, el sonido haciendo a los ojos dorados de Key desvanecerse a marrón de inmediato, su poder retrayéndose lentamente a su cuerpo.
Haciendo pucheros, el vampiro de pelo borgoño levantó las manos en señal de rendición. "Muy bien, muy bien... ¡No voy a hacerlo de nuevo! Aish ... un hombre ya no puede divertirse...! "Luego miró al vidente de nuevo, su mirada teniendo un nuevo interés. "Sólo déjame decirte esto: Tus padres sólo quieren lo mejor para ti. No encontrarás un mejor compañero que yo, sólo debes aceptar lo que te estoy ofreciendo ".
Apretando los puños, Key apretó los dientes con odio. "¡Tú ya-!" Abriendo los ojos, Key sintió esa voz en su garganta, sus manos estrellandose contra sus labios de forma automática.
Por instinto, sus ojos se posaron en el líder, Onew también dándole una mirada alarmada, con los ojos bien abiertos como advertencia.
Con el ceño fruncido por la sospecha, Heechul se le acercó con pasos lentos. "¿Usted ya, qué?" La pregunta vino en un tono frío, congelando al vidente mientras este lo miraba con horror, el corazón latiendo frenéticamente dentro de su pecho.
¡¿Qué había hecho...?!
¡Si Heechul se enteraba...!
"Oh... no me digas..."
¡Por favor, no...!