Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

One More Night por MidNightFlower

[Reviews - 104]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

Notas del capitulo:

buenas tardes tengan todos ustedes mis hermosas personitas!! ;P

ya estoy aqui con el siguiente cap!! yey! el penultimo... capi... ohh dios me prometi no llorar... (tengo que recervar lagrimas para el ultimo, lo se, pero no crei que llegaria tan lejos con este fic... sniff*sniff*)

quiero agradecer a todas las personitas que me leen! yey!~ pero principalmente a: gemma, kaorugloomy, CrIsTaL0305, Annie, Fadua, sexypanda-sabor a mermelada, JAJAHA y elizabeth!! wow esto es epicooo!! nunca habia recivido tantos rr juntos para este fic!! mil gracias! no se que haria sin ustedes! *O* los adorooo!! 

weno espero que disfruten este capi!! +w+ sin mas que decir! a leer se ha dicho!! yey!

Dando varias respiraciones sopesó la mejor opción que tenia para poder encontrar a su rubio, ¿en su casa? ¿Con su moreno amigo? ¿San Mungo? Tenía que recorrer esos lugares, cueste lo que cueste, sabía que la única oportunidad para ser verdaderamente feliz, era a su lado, pero por ese estúpido descuido tal vez retrocedió más de diez pasos en su relación. “maldición, Draco… ¿Dónde estás?”


Buscó en Malfoy Manor y aunque agradeció infinitamente que sus chimeneas siguieran conectadas, no había rastro alguno del hermoso dragón platinado; irritado recorrió el callejón Diagon y Hogsmeade en la espera de encontrarlo, pero sabía que era imposible que estuviera en un lugar público, podía llamarlo una corazonada ya que si seguía afligido como lo había visto no daría show “¿donde, donde estas…?” pensó jalando su negro cabello con desesperación.


Lo más lógico era ir a San Mungo, seguro ahí encontraría a Zabini, que aunque no quería tatar con él, le haría hablar, seguro y daría alguna pista de donde podría estar.


-Wow, al parecer al gatito se le perdió algo…- dijo risueño el ex -Slytherin al ver al salvador del mundo mágico con mirada consternada y paso acelerado, atravesar las puertas del hospital –lamento informarte, pero Draqui pidió otro día de descanso… pero supongo que algo le hiciste verdad león, ¿o me equivoco? De lo contrario no estarías en un lugar que no sea entre sus piernas- dijo sardónico el moreno cruzándose de brazos.


-Eso a ti no te importa Zabini, vine buscando a Draco y eres al único que conozco que sabría donde lo puedo encontrar…-


- ¿Y así piensas pedir ayuda? No, no Potter, tienes que esforzarte más…-


-Solo dime de una maldita vez si tienes alguna idea de donde podría estar, eres su mejor amigo…-


-¿En  su casa tal vez? ¿Ahogando sus penas con chocolate en alguna cafetería? qué se yo, simplemente me mandó una carta en la mañana asegurándome que no podía venir…- dijo con mirada inocente, que el auror solo lo miró duramente con los ojos entrecerrados; si las miradas pudieran matar el moreno ya hubiera conocido al menos dos veces al creador ese día.


-Está bien, si no quieres ayudarme, bien- dijo exasperado, su humor estaba desbordándose entre sus manos, aunque sabía que si quería encontrar al rubio debía mantener los estribos, pero se le hacía tan difícil…


-Espera, espera, Potter, cálmate- dijo poniendo ambos brazos sobre los hombros del auror- ya hablando en serio, ¿Qué le hiciste? Porque algo debiste de haberle hecho para que se te haya escapado… -


-Soy un tonto, ¿ok?- el moreno estuvo tentado a contestarle que eso era más que obvio pero se ahorró su comentario- malinterpretó una escena que vio, con mi ahora ex – esposa… es necesario que lo encuentre… por favor- “aunque mandarlo a freír espárragos sería muy divertido” se dijo con media sonrisa, pero si Draco estaba lloriqueando en algún lugar, tenía que hacer algo por él…


-Pues… como te había dicho, no tengo la menor idea, pero- dijo apaciguando la tempestad en la mirada verde- siempre que algo le pasa, Draqui siempre va a al mismo lugar, es como su jardín secreto o algo así, aunque tal vez no es un jardín como tal, puesto que siempre que regresaba, tenía un aroma salado como a mar… ¿te suena?- dijo alzándose de hombros, dándole a entender que era lo único que le revelaría, aunque posiblemente no lo sabía o era muy bueno manteniendo sus secretos.


Como un haz de luz posándose sobre su cabeza, el golpe de un recuerdo en su mente, le condujo con prontitud su respuesta. “claro, ¿porque no pensé en eso?” dijo para sí.


-Gracias, Zabinni, ya tengo una idea de donde puede estar-


-Si todo resulta bien, tenemos mucho de qué hablar, gatito…- dijo con un toque malicioso estrechando la mano del azabache que se veía más calmado de cuando llegó, “realmente sería interesante charlar con quien logró conquistarte Dragón…” dijo pensativo el moreno regresando sus pasos a su consultorio, deseándole con todas sus fuerzas que le fuera bien en su afrenta.


***************************************************************


La suntuosa casa frente a la playa era imponente y majestuosa, pero el precioso paisaje de la bahía de Brighton que se izaba ante sus ojos, lo era más. Las aguas cristalinas de un mar embravecido que golpeaban la costa con su imponente furia para después retroceder y formar un amplio oleaje con brillante espuma marina.


Aunque el agua salada llenaba de lleno sus fosas nasales, invitándolo a probar esas frescas aguas, no podía detenerse a seguir observando ese pedazo de paraíso exótico, tenía que buscarlo y comenzó a caminar con trabajo sobre la arena; en definitiva sus zapatos no estaba hechos para algo así, porque con cada paso, un poco más de arena se colaba haciéndole sentir incómodo.


Caminó un poco más hasta que sus ojos encontraron lo que estaba buscando. Un precioso hombre rubio sentado en la cálida arena bajo una palmera, con los ojos entreabiertos y sus piernas sujetadas con ambas manos en actitud protectora, su largo cabello platinado centellaba con los rayos del sol; se movían ondeantes y desafiantes contra el viento que solo quería tocarlos.


Sin embargo esa mirada gris se veía realmente dolido, demasiado desgarrador el saberse actor de ello que debería de ser castigado por hacer llorar a alguien tan hermoso. Al sentirse observado, Draco miró con sorpresa de quien se trataba, pero al encontrarse con ese par de gemas esmeraldas no hizo más que fruncir sus labios y levantarse al momento, alejándose a grandes zancadas.


-Estúpido Potter, ¿qué parte de desaparece de mi vista no entiendes?- dijo sin regresarlo a ver siquiera.


-Tenemos que hablar Draco, necesito… esto… tengo que aclarar el malentendido-


-¡Tú y yo no tenemos nada que aclarar, maldito! Suéltame de una vez- se sentía mínimo y tonto por permitirse ver tan vulnerable frente a semejante personaje.


-Sé que yo también estaría confundido si hubiera visto que lo que viste, pero tiene una explicación-


-¡No me interesa, ya no me interesa! Suéltame de una vez desquiciado, que no respondo-


-Adelante, golpéame, cruciame, haz lo que te plazca pero escúchame aunque sea un poco- era más de lo que su corazón podía aguantar, y como si un gran peso se instalara en su cuerpo, se desplomó en la arena quedando de rodillas al momento que fuertes espasmos se apoderaba de él sin poder siquiera aguantar las ganas de llorar.


-¿Que ganabas con enamorarme, Potter? ¿Burlarte de mí? ¿Vengarte de lo que hice en la escuela? Dímelo de una maldita vez…- dijo siendo callado por sus sollozos cada vez más incontrolables que el auror no dudo en abrazar. Se sentía peor que escoria al hacerlo llorar y se puso a su altura para mirarlo fijamente a los ojos.


-Draco, mírame, jamás haría algo así, créeme cuando te digo que te amo, cuantas veces te lo he dicho y te diré hasta que te canses de mí, yo no amo a nadie más que a ti, lo que viste fue mi divorcio y despedida, nada más….-


-¿Qué?-sentía como si sus sentidos estuvieran dispersos y no hubiera podido escuchar correctamente lo que le decía.


-Lo que escuchaste, te había dicho que Ginny y yo nos estábamos separando, pues ahí está, mira- dijo alargándole un papel con sus firmas y los sellos del ministerio. Se quedó atónito, no era posible, pero ahí estaba, todo en orden, frente al ahora libre jodido niño que vivió…


-Pero, es imposible…-


-¡Por dios Draco, te estuve buscando como loco por todos lados, por eso tarde tanto! ¡Incluso estuve a punto de sufrir desparticion, jJamás había estado aquí!-


-Pero entonces… ¿porque sonreías como un idiota? ¿porque la besaste, maldito imbécil?-


-Porque estaba pensando en ti y pensé que ya que teníamos todo solucionado, podíamos tener una relación más intima, como vivir juntos, dar a conocer nuestra relación, casarnos y no pude evitar sonreír, incluso Ginny se dio cuenta de ello… y con respecto al beso, yo no la bese, fue simplemente una despedida, de dos personas que no se quisieron lo suficiente durante todos esos años de convivencia, pero que tenían un testimonio de que lo intentaron, pero aun así, quieren salir a delante con sus propios medios…- dijo sin dejar de abrazarlo.


-¿No me estas engañando, Potter? Porque si es así, te juro que yo…- lo calló con un beso suave y gentil como esos rayos del sol sobre sus cabezas.


-¿Sabes lo que me duele, Draco? Que no confíes en mi… ¿realmente piensas que mis sentimientos son tan vacíos y superficiales? Entonces creo que no me he esforzado lo suficiente para demostrarte la veracidad y locura de mis sentimientos por ti…-


-No es eso, pero, es que yo…. Ya no quiero sufrir más… yo… estoy harto de que me quieran manipular por mis sentimientos…. El señor tenebroso con mis padres, Astoria con mi hijo, tú con mi corazón…-


-Jamás te dañaría Draco… preferiría maldecirme mil veces antes de lastimarte… te amo, te amo… lo repetiré hasta que con el calor de mi cuerpo entre en tu cabeza y se quede marcado al rojo vivo…-


-Que cursi me resultaste… Harry- dijo jalándolo un poco para rosar sus labios, probar su sabor familiar- pero si crees que me disculpare por mi actitud, estas muy equivocado- la mirada verde transformada en lujuria liquida se inclinó sobre el níveo cuerpo para tenerlo a su merced.


-No lo esperaba, niño mimado…-


-Idiota santurrón de pacotillas…-


-¿Santurrón yo? Jaja, contigo así bajo de mí, soy el peor pecador que no teme a quemarme en las llamas del infierno por todo lo que hare con tu cuerpo…- dijo besándolo con más pasión, avasallante necesidad de reafirmación de sentimientos. Tenían que poner al descubierto lo que sus corazones venían sintiendo desde hacía tiempo que negaban o ignoraban, pero que ahora era aprémiate demostrarlo entre caricias, jadeos y suspiros que se dedicarían en exclusividad el uno al otro.


-Tienes razón, jodido pervertido…- dijo abrazándolo con urgencia sintiendo el calor de su piel sobre la suya, la hermosa sensación, realmente amaba a ese hombre, por Merlin, ¿Por qué solo con él su corazón latía desbocado en su pecho que temía que de un momento a otro se detuviera y que todo lo que sentía no podía mantenerlo dentro ya que se derramaba en una efervescente cascada por todo su cuerpo?


-Pero aun así me amas…-


-Por su puesto…- dijo entre sonrisas sin dejar de besar los deliciosos labios que jamás se cansaría de probar- aunque si vuelves a besar a esa comadrejita, o a cualquier otra persona, no la cuentas Potty… no me gusta compartir…- dijo desafiante con su penetrante mirada gris.


Harry no pudo evitar ampliar su risa, adoraba a su amante “tan lindo” pensó acariciando su delicada mejilla enrojecida por su tarde en el sol.


-¿Por qué besaría a alguien más teniendo a la persona más hermosa a mi lado con los labios mas deliciosos e hipnotizantes que me hicieron adicto desde el momento que los probé?-


Ni tardo ni perezoso, comenzaron a besarse con fogosidad. Hambrientos en ese deseo de no parar, de reafirmar todo aquello que su corazón siente y al parecer aun no ha traspasado la última barrera de su compañero, pero oh como darían su mayor esfuerzo para romperla en mil pedazos y poder al fin darse todo por completo sin el temor de que lo malentiendan o que teman porque su amor no es sincero.


La cálida arena se pegaba a sus cuerpos más ardientes que la tarde en su apogeo, se dedicaron mil caricias todas cargadas de espasmódicos y anhelantes suspiros, jadeos y sollozos que como el fuego quemaba, ardía y transformaba todo alrededor; solo existían ellos dos. La cadencia de la fricción de sus cuerpos solo servía para avivar mas la llama de su amor, sentir sus inflamados miembros tocarse con la ropa dolía, pero sus labios no se podían despegar, ni sus manos podían dejar de explorar centímetro a centímetro la piel de su amante.


EL oxigeno se hizo apremiante y las endemoniadas prendas estorbaban. Harry con un hábil movimiento se separó de un acalorado Draco que estaba más rojo que nunca; aglomerando la sangre del héroe del mundo mágico en todos los puntos estratégicos de su cuerpo y sin perder tiempo cargó al rubio entre sus brazos haciéndole soltar un chillido.


-¡Harry!- exclamó al verse elevado por los fuertes brazos de su azabache que se veía radiante con su frente perlada  sonrisa tan lleno de sí mismo- ¿Qué te crees que haces?-


-Cargando a mi adorable dragón para nuestra segunda luna de miel...- dijo juguetón volviendo a apresar los deliciosos labios que le llamaban. El rubio se dejó invadir por esos placenteros sentimientos, rodeando el cuello de su amante con fervor y ambos se dirigieron a la amplia casa frente al mar.


Ni tiempo le dio de ver ni explorar el recinto elegante en el que entraron, sus ojos solamente veían a Draco con su infinita pasión desbordante por esos enervantes ojos grises; la sombra difusa de lo que había en el lugar le indicaba donde dirigirse sin recibir ningún golpe.


La cama en la que recostó al rubio era tan amplia, con un fuerte dosel de madera oscura con sedosas cortinas blancas finamente acomodadas.


-¿Vas a quedarte ahí contemplando o vas a hacer algo, Potter?- dijo pasando sus manos por la tela que aun recubría su inflamado miembro mientras mordía su labio inferior disfrutando la expresión de erótica locura de su amante.


-¿Ya tan pronto y quieres poner las manos a la obra, no quieres seguir disfrutando?-


-¿Esto no se llama sexo de reconciliación para saltarse a la parte de follar hasta ya no recordar tu nombre?- Harry no pudo evitar reír con esas palabras pronunciadas con tanta seguridad de su ojigris que dulcemente le extendía los brazos para seguir besándolo y clavando sus finos dedos en ese alborotado cabello como la noche.


-Esa boquita, Malfoy- dijo acariciando cada palabra como si estuviera hablando en parsel- ¿estamos ansiosos?- dijo comenzando a moverse fingiendo envestidas aun con la ropa puesta.


-Maldito… seas… joder- las palabras salían entrecortadas por su sorpresa y excitación. Ese anhelo que le quemaba por dentro- Harry… no… mghhh- se aferró a sus hombros con las uñas, tratando inútilmente de reprimir sus gemidos.


-Déjame oírte Draco…- susurró en su oído sin dejar su tarea de rosar sus erecciones una y otra vez con vehemente fogosidad, adoraba tenerlo así, embriagado con su pasión, sediento por su amor le fascinaba.


Cuando sintió que estaban tan deliciosamente cerca del clímax, se detuvo, ya no podía detener el deseo de besar esa piel, tan suya que le imploraba ser tocada por sus manos. Draco tomó esa acción como una señal para quitarse finalmente su playera holgada y ayudarle al auror, que le dedicó un gruñido de satisfacción.


Esa pálida piel ligeramente enrojecida por la gran cantidad de tiempo ante la exposición solar, la besó y recorrió con su lengua en la espera de sanarla. Sabia tan fresca y deliciosa como solamente sabia esa piel, aunque con un suave sabor salado, solamente había una palabra para describirlo “enervante” fue lo primero que se le vino a la mente.


-Déjame hacerlo…- dijo el rubio incorporándose desabrochando los raidos pantalones con una mano, sin dejar de acariciar con la otra esos fuertes pectorales de su insufrible, terco y tan adorado auror.


-No… déjame hacerte disfrutar, Draco…-


-Pero…-


Con sumo cuidado, Harry lo volteó dejándolo boca abajo repartiendo húmedos besos por su columna vertebral, con tal delicadeza. El rubio solo atinaba a entregarse a esas placenteras sensaciones, abriendo y cerrando sus puños sobre las satinadas sábanas blancas.


El azabache dejándose llevar por el momento acomodó las rodillas se su amante sobre la mullida cama; este simplemente se dejaba hacer aturdido por todo lo que le estaba dando, pero soltó un chillido cuando las ásperas manos del azabache apresaron sus nalgas, examinaba su redondez, esa deliciosa piel expuesta solo para él, se le hacía agua la boca, cuantas ganas tenia de morderlo, enrojecer nuevamente esa piel tan sensible “ya será para otra ocasión” se dijo con sardónica sonrisa y comenzó a moverlas, sin dejar de presionar, se sentían tan increíblemente suaves y eso sumándole los jadeos de su amante que se retorcía bajo su agarre, sentía la imperiosa necesidad de hundirse en él con rapidez.


Bajando deliciosamente las manos hasta sus muslos sin dejar de sentir y apretar, mandando más sensaciones de fervor, que el rubio tampoco aguantaba y queriendo voltearse para facilitarle la tarea, el auror se lo impidió sujetándolo por las largas piernas.


-¿Harry?- preguntó el rubio con una nota de suspenso y delirio que no sabía cual atender, pero su raciocinio seguía aturdido y luchar no era una opción.


El ojiverde volvió a subir sus manos y abrió sin recato sus glúteos dejando al descubierto su entrada sonrosada que comenzó a lamer para dilatarla- no… Harry… no me gusta…- como si hubiera activado algo en su interior se detuvo; ese rostro que lo buscaba, con lagrimas que se anegaban en sus ojos le produjeron el efecto contrario que no dudó en embestirlo de una buena vez sacándole un sonoro grito de placer.


<…-Harry… ahh.. no en esta posición…- pero el auror aun enceguecido por ese precioso gemido le dio nuevamente una estocada, la sensibilidad del ojiplata le hacía perderse, esa cálida entrada constriñendo su sexo tan deliciosamente, hacia que varios sonidos guturales manaran de su boca “joder… es tan estrecho…” pensó mordiéndose el labio inferior.


-Pero parece que te gusta…- dijo sin dejar de moverse.


-Es que… mghh… se siente… raro…- dijo dejándose invadir por el inminente deseo- y… así no puedo besarte…- su miembro creció aun mas en el interior, le excitaba de tal forma que fuera tan endemoniadamente lindo cuando menos lo esperaba.


-Te amo, Draco...- exclamó besando el cuello que estaba expuesto para él, y entregado por completo comenzó a jalar esos sedosos cabellos rubios al ritmo de las frenéticas embestidas que poco a poco fueron correspondidas por el ojiplata.


-Ohh Harry… es demasiado…-


-Me encantas…entrégame todo de ti Draco…- susurró en su oreja mordiendo el lóbulo de su oreja. El rubio movía las caderas profundizando el acto, haciéndole llegar más rápido a la culminante cima, seguido muy de cerca por el azabache. Deliciosos espasmos recorrían sus cuerpos afianzados uno sobre el otro, que Harry aun no quería soltarlo, pero que con lentitud salió de él. Draco se retorció en la cama volteándose para encararlo.


-Estúpido Harry, te dije que no y aun así seguiste- su cara enrojecida brillaba con la tenue capa de sudores mesclados y en sus ojos aun estaba impregnado el pacer que había recibido.


-No pensé que te gustara tanto besarme…- dijo juguetón recostándose sobre él. Aun jadeaban y estaba radiante.


-Cállate, idiota…- dijo jugueteando con su cabello.


-Pero creo que tienes razón… prefiero esta posición…- dijo mordisqueando los labios de su amor.


-Es mi favorita…- dijo correspondiéndole sin dejar de sonreír en cada beso. Sintiendo como el moreno volvía a abrirse paso por su cuerpo- ahh…-ahogó su placer en la boca ajena.


-La mía también… así puedo ver cada expresión que haces…- le besó la frente entrando y saliendo lentamente- todas tus facetas me encantan… dulce… atrevida…obscena, tan hermosa… te amo…-


-Ahh, Harry también te amo…- dijo entrelazando sus manos  con fuerza- mas…-


-Tenemos todo el tiempo del mundo, mi amor, así que ¿Cuál es la prisa?- esas brillantes esmeraldas le miraban fervientemente, convenciéndole al instante ¿realmente habría un mañana para ellos? ¿Despertar junto a el por la mañanas todos los días era posible? Era lo que más quería creer y si su Harry lo aseguraba, no podía negarlo, se amaban y nunca le haría daño, era demasiado de lo que podía asimilar…


Sus bocas se unieron con dulzura, sus lenguas ansiosas, degustándose en pasional danza de su calor, la afición de su sentir y en deseo que los inundaba en agonizante arrebato de delirio en su constante devoción por el otro, derritiéndose en el candoroso orgasmo hasta caer rendidos.


Ya con sus respiraciones mas acompasadas, el moreno atrajo a su rubio hasta recostarlo sobre su pecho. Por nada del mundo cambiaria ese instante; amaba tenerlo así entre sus brazos.


-Realmente me alegra no haber huido…-


-¿De qué hablas?- preguntó Draco recargando su cabeza entre sus manos para tener mejor acceso de la mirada verde.


-De la primera vez que nos vimos, pensé en diversos planes para salir de ahí, pero cortaste mis salidas…- dijo entre risas sin dejar de acariciar esa sonrojada mejilla- y también agradezco haberme dado esa oportunidad para pensar en lo que me hacías sentir…-


-Entonces es el milagro de una noche más…- dijo el rubio sin apartar la vista de su auror-vaya que soy fenomenal, ebrio o sobrio te tengo calado hasta los huesos…- dijo en tono tan fresco como jamás pensó escucharlo.


-Ten lo por seguro- dijo besándolo nuevamente, en definitiva ese pedazo de cielo era lo más dulce que nunca esperó recibir.


 

Notas finales:

aww me encantó como quedo!! despues de tanto quebrarme la cabeza pensando en la mejor manera de acomodarlo por fin pude completarlo de una manera que me complacio mucho!! aww (no puedo dejar de suspirar!!)

nos vemos el miercoles para el ultimo capi que sera mas bien un epilogo! (por dios! tengo algo por los epilogos que me vuelven loca lolz) les manos muchos besitos!! seeU soon!~*


Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).