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One More Night por MidNightFlower

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Notas del capitulo:

Aqui esta el nuevo capitulo! wuju! espero que lo disfruten casi tanto como yo lo hice al escribirlo *-* 

mil gracias a gemma, kaorugloomy y a Aby black por sus comentarios no se que haria sin ellos que me motivan y alegran el dia :3 tambien aqui agradeciendo a las personas que se toman la molestia de seguir leyendo esta historia ;)

Bueno ya no los entretengo mas y a leer se ha dicho +w+

 

Los siguientes días le supieron a gloria al salvador del mundo mágico; poder pasar las noches al lado del hermoso dragón de ojos grises, observando su singular belleza, verlo respirar acompasadamente, sintiendo su calor corporal cerca , recorriendo cada centímetro de la piel nívea del rubio, sedosa al tacto, tan sensible que rápidamente se retorcía de placer bajo de él, justificaba la mentirilla piadosa que le había dicho a Molly, amigos e hijos de que tenía que recabar información de un conocido acerca de un caso naciente que es información clasificada haciendo que tuviera que trabajar hasta muy adentrada la noche…


Definitivamente despertar por las mañanas pegado a él era más que satisfactorio, aunque se moría de ganas de  saltar al siguiente nivel, poseerlo por completo, profanar esa delicada entrada tan tentadora que le hervía la sangre tanto que sus dedos inconscientemente se veían atraídos a ella jugando a acariciarla lentamente para sentir la reacción. Aunque ya se había dicho que no lo iba a hacer aplicando todo su autocontrol adquirido en la academia de aurores, no lo iba a hacer hasta que el ojiplata le rogara por ello.


Durante esos gloriosos cinco días se desprendió totalmente de sus obligaciones como “esposo” y como padre, siendo presa de la intoxicante esencia de un amor sin par, más allá de la comprensión humana, simplemente fluía como el rio aumentando con cada día hasta desembocar gustoso en el mar. Tal vez siempre había estado ahí un sentimiento oculto dedicado exclusivamente al rubio, pero había estado tan envuelto en todos esos enredos y problemáticas que no se había dado cuenta. Todos esos problemas, riñas, peleas los mantuvieron unidos, constantemente buscándose el uno al otro…


Al abrir sus ojos grises sintió mucho calor, unos fuertes brazos y piernas se aferraban a su cuerpo como si de lazo del diablo se tratase. Por unos momentos sonrió, pero al recordarse de quien eran esas extremidades y el dichoso acuerdo que él había proferido, intentó zafarse.


-Buenos días, Malfoy- dijo con voz adormilada el del complejo de héroe- ya tan temprano y tienes mucha energía- se aferró aun más a él -Malfoy… quédate…- dijo con un hilo de voz provocando que su corazón dieran un brinco, se dio varios golpes mentales, esa reacción no era bienvenida


-No- dijo secamente- ayer te dije que los fines de semana son intocables, tengo que recoger a mi hijo- hizo un puchero y lo soltó. El rubio suspiró y se metió a dar un baño. El azabache rendido se recostó bocarriba de la cama y se preguntaba qué era lo que podía hacer para poder entrar en ese corazón de hielo del Slytherin. Esos pocos días que le habían dedicado a su “relación” casi no habían podido hablar teniendo las manos y boca muy ocupados…


Ya listos salieron del hotel que Malfoy consideró impensable que pudiera soportar su imponente presencia, pero fue la única opción viable si quería un poco de intimidad con Potter sin las habladurías del mundo mágico.


El ojiverde pidió que su siguiente encuentro fuera a media semana, porque no podía él tampoco descuidar a su familia. El rubio no tuvo objeciones, era obvio que Potter estaba clavado por su hermosura, aparte ¿Quién podía resistirse a él? Era lógico que tarde o temprano pasara, seguramente eran los genes Malfoy, así que esa pausa fue bien recibida, le daría tiempo de pensar. No podía dejarse arrastrar; tenia principios y no quería tener que ver nada con el ilustre personaje, si de por si Astoria ya lo tenía agarrado de donde más le dolía, no quería darle más motivo para hacerle daño.


Si Harry quería conquistar al rubio, sabía que debía irse a lo grande. Buscó el restaurante más elegante, caro y accesible en cuanto a localización en el mundo muggle, volvería a tratar de verse lo mejor posible, se miró en el espejo y vio que su cabello igual de indomable ya casi llegaba a sus hombros “necesito un corte” si iba a hacerlo, tenía que hacerlo bien.


Como habían acordado, Harry lo esperó en el lugar de la primera cita, Draco se le quedó viendo detenidamente, estaba elegante y ardiente con esa camisa azul claro que delineaba su musculatura y esos pantalones rectos tan deliciosamente ajustados. Se mordió el labio apartando los pensamientos como humo; se saludaron con un asentimiento de cabeza y Potter con una sonrisa tomó la mano del rubio, lo guió para aparecerse en el lugar especial.


Draco se sintió un poco desubicado y con la vista busco donde estaba. Vio una tienda que le resultó familiar y soltando la mano del azabache se puso a caminar para cruzar la calle. Harry estuvo a punto de detenerlo, pero prefirió seguirlo cuando entró al lugar. El agradable aroma de chocolate abrumó sus fosas nasales cuando abrió la puerta. Chocolates de todos tamaños y colores acomodados en muchas vitrinas y cajas apiladas una sobre otra en anaqueles. El rubio parecía conocer ese lugar porque desenvolviéndose con elegancia recorrió el lugar y pidió una caja de chocolates belgas que el mismo escogió.


-¿Ya nos vamos?- preguntó el rubio con una sonrisa disimulada. Harry asintió y lo llevó al restaurante BBB**Draco ocultó la emoción que le provocaba ese distinguido lugar, había escuchado de él y ahora que lo veía consideró que era el único lugar en Inglaterra que podía hacerle competencia al comedor de Malfoy Manor.


-¿Estás seguro, Potter? ¿Ese lugar no es muy caro para tu bolcillo?- dijo sarcástico a lo que el azabache negó.


-Claro que no, Malfoy, ser yo, tiene sus ventajas- Harry se refería a que tenía un buen trabajo y casi nunca gastaba más de la cuenta por ello en su cuenta había dinero de sobra si le apetecía un capricho. Aunque al parecer el rubio lo malentendió.


-Claro, el héroe del mundo mágico debe ser reconocido en todos lados- soltó un bufido.


-Malfoy, por favor, no quiero discutir esta noche- dijo tomándolo por los hombros provocando que el rubio se estremeciera. Lo aparto levemente para poder tomar el asiento en la mesa que el mesero les había indicado.


Harry ordenó una codorniz asada con higos caramelizados y salsa de zarzamoras mientras que Draco pidió pato crujiente con arroz de jazmín, miel y glaseado picante y de tomar un  Chateau Batailley del 2007


Charlaron un poco mientras comían, Harry platico acerca de su trabajo y lo extrañamente tranquilas que estaban las calles, claro mejor para él y sus compañeros, aunque la mayor parte del tiempo eran trabajadores aburridos de escritorio más que guardianes de la justicia. Harry preguntó a Draco el porqué de su decisión de estudiar medimagia. Draco solo se alzó de hombros excusándose que siempre fue un excelente alumno en especial con la materia de pociones y aunque la herbología nunca fue de sus favoritas, le viene fácil.


Como postre, Draco pidió un brownie de chocolate con salsa de amaretto y Harry se dedicó a contemplarlo. Cuando probó lo de su plato la felicidad asaltó su rostro, parecía un niño pequeño, tan inocente y puro. Le sorprendió esa extraña faceta de la serpiente preguntándose si alguien más lo había visto así; le molestó mucho pensar que alguno de sus amantes había visto ese lado de él;  a Harry lo asaltó la frenética necesidad de poseerlo; quería descartar esas ideas lo antes posible.


Alargó la mano hasta tocar la del rubio que al instante regresó a verlo. Deseo en su expresión y una pasión latente que rápidamente se lo transmitió haciendo que el rubor subiera a sus mejillas  y sonriera sínico.


-¿Ya no aguantas la presión en tus pantalones, San Potter?- Preguntó al poner el ultimo bocado en su boca con tal lentitud, saboreando queriendo hacer enloquecer a Harry quien levantó la mano al no aguantar más llamando al mesero.


El rubio lo guió a la salida y se aproximó a besar sus labios para encenderlo más. El recepcionista del hotel se tomo su tiempo en registrarlos y darles su llave, momento en el que ambos se comían con las miradas furtivas que se dedicaban de tan evidente lujuria que hasta el joven pecoso tras el mostrador se ruborizó.


Al llegar a la habitación y lanzar un Muffiato, Harry sin contenerse le quito el listón negro del cabello platinado dejándolo libre y ansioso comenzó a deslizar sus manos de la base de la nuca para sentir su sedosidad, dándole también facilidad para acercarlo y poder besar sus dulces labios.


Una unión impetuosa, arrebatada, necesitada de demostrar aquello que ninguno de los dos podría pronunciar a viva voz; el moreno queriendo profundizar el beso introdujo su lengua en esa húmeda cavidad que lo volvía loco, el rubio lo recibió animadamente enrollándose candentemente como si hubiera sido amantes de toda la vida.


Draco jalando el cabello azabache lo separó para poder respirar, sus jadeos desenfrenados, la exquisitez de sus labios enrojecidos por la presión y esos orbes deleitantes que refulgían como la luna le demandaban que se abalanzara nuevamente sobre él.


“Solo cuatro condenados días han pasado desde nuestro encuentro y me he vuelto un lobo hambriento y enloquecido” pensó al momento que le arrancaba la camisa de seda verde apresurándose a su cuello para lamerlo, sacándole un nuevo gemido. Sonrió desvergonzado al ver la respuesta sensual del rubio. Se deshizo de su camisa aventándola lejos para continuar un camino de besos húmedos a lo largo de la blanca piel que temblaba bajo su contacto. Vencido, el rubio se sentó en la cama.


Las manos ásperas del auror sobre los delicados pezones rosados provocaron gimoteos más fuertes y siguió bajando hasta llegar a los pantalones que presuroso, quitó el cinturón para sentir el duro miembro que ansiaba que lo tocaran y sin miramientos se lo llevó a la boca.


-¡Ahh...!- exhaló al sentir ese singular placer -Eres… un… pervertido…- dijo arrastrando su voz respirando entrecortadamente.


-Tu sacaste al león de su jaula, Malfoy, tienes que atenerte a las consecuencias- dijo sin dejar ni un solo de segundo repasar con sus manos de arriba abajo con cadenciosa tortura y volvió a introducirlo en su boca, Draco gritó aferrándose con ambas manos al cabello de Harry quien tomó eso como una señal para acelerar su tarea metiendo y sacando, acariciando lo que no podía entrar más adentro hasta que con un estallido de éxtasis colmó su boca; que el azabache no dudó en tomar la esencia de su hermoso acompañante que se desplomó unos segundos en la cama temblando de placer. El azabache se levantó y vio que Draco estiraba sus brazos hacia él y su corazón le latió con fuerza.


-No te detengas… por favor… tómame… Harrry- el sonido de su nombre pronunciado por esa deleitante voz embriagada de excitación activó algo en si interior, era lo que había estado esperando y desprendiéndose de la ultima prenda que le quedaba en el cuerpo se recargó en el rubio para volver a besarlo quien abrió sus piernas para recibirlo lo más cerca que pudieran, sentir el calor; piel con piel rosándose mientras su brazos incansables se aferraban uno con el otro.


Harry lamio sus dedos seductoramente y tocó la rosada entrada que tanto lo llamaba e imploraba que la habitara. Con toda su paciencia detuvo a la bestia que añoraba abalanzarse sobre Draco, porque temía lastimarlo; introdujo un dedo con sumo cuidado, era tan caliente que el cuerpo níveo se tensó ante la intromisión. Su sexo volvió a erguirse y buscó jadeante los labios del moreno. No tardó para que introdujera el segundo dedo, dilatándolo tan lentamente que rogaba que se apresurara. Con el tercer dedo aumentó la intensidad de su movimiento tocando ese delicioso punto que hizo que se arqueara de placer.


-No puedo contenerme… perdóname…- dijo tomando sus piernas para ponerlas en sus hombros y su duro miembro fue introduciéndolo en la estrecha cavidad haciendo que ambos soltaran un gemido placentero cuando entró por completo. Las embestidas fueron tortuosamente lentas que subieron de intensidad con cada golpe en ese punto que hacía que el rubio viera estrellas. Harry nuevamente lo atrajo para segur besándolo.


-Draco…- gruño el azabache. El ojiplata se afianzó de su cuello para poder soportarlo, dolía pero se sentía tan jodidamente bien, esa delgada línea entre esos dos lo excitaba aun mas haciendo que su mente se nublara, el azabache toco su miembro sobándolo a la par de las embestidas sacando gritos más fuertes causando que alcanzara la cumbre más rápido derramándose en la mano del azabache.


Con la liberación del rubio, sus paredes se comenzaron a constreñir tan deliciosamente sobre el miembro del azabache que hizo que su clímax llegara también corriéndose dentro del él, con un gruñido saco su sexo y se recostó encima del aun jadeante Malfoy que cerraba los ojos sorprendido por el placer que acababa de sentir; ambos cansados y sudorosos, realizaron un hechizo de limpieza y se quedaron dormidos en esa posición.


Draco se levantó muy temprano para asearse y estar listo para su trabajo, cuando Harry se despertó el rubio ya estaba bañado, perfumado con su deleitante colonia de lavanda y tomando leyendo un libro.


-Buenos días- dijo sin despegar la vista de su lectura, el moreno contestó el saludo y se metió a bañar. “fue maravilloso” se dijo recargándose en la tina con una sonrisa en sus labios.


-Veo que ya pediste el desayuno- exclamó Harry sentándose en la pequeña mesa tomando una rebanada de pan tostado.


-Claro, tengo que ir a trabajar, ¿a caso tu no?- el azabache asintió dándole otra mordida a su pan y acercándose la tetera con té. El rubio con sus finos modales tomaba la taza con ambas manos y le daba un sorbo delicado como si le diera un tierno beso, era hermoso verlo.


-¿Aun no puedes creer que te acostaste con el maravilloso Draco Malfoy?- preguntó arqueando la ceja al momento que sacaba su caja de chocolates y la abría. Inspeccionó el contenido y agarró el que le pareció mejor, echándoselo a la boca.


- Es increíble que con tanto chocolate que comes no engordes, o ¿haces ejercicio?-


-Potter, Potter, Potter; mi cuerpo, a diferencia del tuyo está diseñado para ser bello sin importar lo que coma, por ello no necesito hacer ejercicio que me haría sudar- hizo una muestra de desagrado y se llevó otro chocolate a la boca.


-Eso no te importó en la noche- dijo pícaro dándole un sorbo al té.


-Es diferente- dijo acercándole la caja del chocolate que el azabache negó educadamente- ¿Qué no te gusta el chocolate?-


-No mucho-


-Sera porque no has probado los chocolates belga- dijo levantándose, echándose uno a la boca y le plantó un beso delicioso sabor caramelo, almendra, chocolate oscuro…- ¿Sabroso no?- dijo lamiéndose los labios.


-En definitiva, delicioso- y no se refería al chocolate.


Se prepararon para salir y Harry se peleaba con su cabello que no se aplacaba. Draco movió en negativa su cabeza y se acercó poniendo las manos desde su nuca hacia arriba haciendo que un espasmo lo recorriera.


-Me gusta como se ve así… recién follado- el azabache dejo escapar una risa.


-Tienes una boca muy vulgar para ser un aristócrata-


-Pero aun así te gusta- dijo dándole un beso corto. Realmente había sido una noche fenomenal.


 

Notas finales:

No se ustedes pero este es mi capitulo favorito hasta ahora ojojojo

espero sus comentarios y criticas! todo se acepta ;) 

nos vemos el proximo miercoles wii <3


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