DongWoo Siempre le había dicho que estar enamorado de SungGyu era un caso perdido, que este le veía solamente cómo un amigo y si no hacía algo, siempre lo vería del mismo modo, pero WooHyun era demasiado tímido con aquel sentimiento, era muy cobarde y prefería tenerlo siempre cómo amigo que cómo enemigo y lleva pensando de ese modo más de 10 años ya.
–No, es una fiesta… Cómo es su cumpleaños nos invitó a todos, además que la va a hacer en una disco.
–Vamos, Namu… También irán los demás, SooYeon quiere que vayas también. Le caes bien. –Y ahí estaba su amigo de los ojos rasgados suplicando que vaya al cumpleaños de su novia. Ah, ¿Y qué podía hacer? No tenía razones para que ella le cayera mal, era un encanto, un verdadero encanto, a todo el mundo le gustaba, y su amigo se veía muy encantado por ella.
–Vale, vale. ¿A que hora es? ¿Ira gente guapa? –SungGyu enarcó su ceja, lo miró con curiosidad, porque, además de todo esto… Este mismo personaje era muy celoso con WooHyun.
Y WooHyun sentía que moría cada vez que él se comportaba así.
Y quizá Kim si tiene la culpa, quizá él si alimentó esa ilusión, ese gusto que se convirtió en amor. Quizás, no se dio cuenta… o quizás, lo hizo adrede.
–¿Crees que pueda ligar hoy? –SungJong se hacía presente con su pregunta al llegar junto a Nam y DongWoo uniéndosele una que otra chica que eran sus amigas y que los saludaban de pasada.
Había bastante gente a sus alrededores, una que otra aventura de los jóvenes, caras conocidas, otras no, pero aunque la música fuera bastante buena y Nam WooHyun supiera ocultar sus sentimientos, aun así se le podía notar diferente, si uno se daba cuenta realmente en él podría notar como seguía por todos lados a feliz pareja de novios.
–Tks.
–¿Sucede algo? No te ves de muy buen humor –WooHyun miró a su hablante– Soy Hoya. ¿Eres amigo de SooYeon? Ah, te puedo entender… también me ha obligado a venir y no tengo muchos ánimos en realidad…
–No soy su amigo. –Y quizá su voz sonó muy envenenada de ese pequeño rencor que le tenía a ella, no era que la odiara, no, Nam era incapaz de odiar de alguien, solamente le tenía una enorme y envidia, porque ella tenía a su SungGyu cómo quisiera…
–Oh. ¿Entonces? – Inquirió con curiosidad.
–Soy amigo de su novio, SungGyu.
–¿Amigo? Pareces más que eso, es más… –Y quizá fue su mirada la que hizo a Hoya callar lo que quería decir.
–¿Quieres bailar? – Fue la mejor pregunta para salir de ese momento incomodo, realmente se sorprendía si era bastante obvio con todo el mundo.
Con un suspiro y una sonrisa fingida, sacó al pelinegro a bailar, era más bajo que él… era guapo, por lo menos podría tener una noche divertida en ese lugar, después de todo, no era justo que él estuviera así mientras la pareja es tan feliz paseándose por todos lados.
Con el ánimo más alto ahora, se comenzó a mover al ritmo de la música Electro House, pero joder, estaba más maravillado al ver a su recién conocido, ¡Se movía espectacular!
–¡Bailas muy bien! – Sonrió ampliadamente aplaudiéndole los movimientos, Hoya realmente era encantador, aunque no sabía si restarle un punto por su comentario de hace un rato pero era su culpa por derrochar amargura cuando le hablaban de ellos
–Gracias. ¡También lo haces! –Su sonrisa era amplia, era hermosa, ese simple gesto, lo maravillo.
–Soo-Ah. Dame unos minutos que iré a ver a mis amigos, no los he saludado y llegaron hace un rato.
–Anda, mándale mis saludos, luego iré con ustedes. –Su sonrisa era angelical, era una chica buena, todos lo sabían, incluso él, pero… Para él era difícil.
Camino por entre la gente, vio a lo lejos a DongWoo junto a SungJong bebiendo y de inmediato sonrió, pero… son tres, no dos… ¿Dónde está? Con el ceño ligeramente fruncido, llegó hasta donde los jóvenes, los saludo del mismo modo amable, con cariño, los conocía hace bastante también.
–¿WooHyun dónde está? Quiero verlo al idiota. –Trato de hacerse sonar lo más calmado y si se podía notar un poco su desesperación, no estaba consiente.
–Se fue a bailar con alguien, era muy guapo. Bajito, cabello negro. – SungJong a veces era algo Idiota, no se daba cuenta de nada, sabía que el joven Kim celaba a Nam, pero siempre ha pensado que era por la confianza que se tenían, que se conocían hace mucho ya. Rió ligeramente al ver el rostro de su amigo y siguió su mirada hacía donde la tenía, los tres miraban al mismo lugar.
WooHyun Bailando con un extraño, bastante amoroso. El castaño era rápido en sus conquistas, podía ser muy coqueto, cómo podía ser muy odioso, pero no ahora, no perdería esa oportunidad.
Los tres jóvenes conocían esa sonrisa, esa mirada. Sabían que era encantador cuando quería, DongWoo estaba totalmente divertido al igual que SungJong, pero SungGyu estaba echando humitos ya que ni siquiera se dieron cuenta cuando este salió endiablado hacía la pista.
No quería quitar su mirada de esos dos, pero fue un descuido cuando se le cruzaron en frente y que este mismo se movía, que pudo ver a escena, claramente WooHyun no perdía el tiempo.
Estaban ahí los dos intercambiando salivas, sus lenguas, sus labios rozándose, las manos del joven sobre el rostro del más bajo y el pelinegro que apoyaba sus manos sobre su cadera apegandolo más a su cuerpo.
Mierda.
Fue en ese momento que desvió su mirada, chasqueo su lengua y salió hacía otro lugar.
–Maldito Nam WooHyun.
No es que hubieran pasando muchas horas, pero dentro de las 3 de las madrugada, llegando casi a las 4, WooHyun planeaba retirarse con su nuevo amigo, debían tener un lugar más privado porque casi y se ponen a follar ahí mismo en la pista de baile, así que no.
Acercándose a la puerta de salida reían los dos de las bromas que se decían, de ese coqueteo que provocaban que les parecía bastante encantador y seductor. Pero, justo en ese momento que el castaño pondría un píes afuera, apareció SooYeon llorando, saliendo disparada por la puerta que hasta lo había empujado, y sus miradas de dudas aparecieron. Nunca la habían visto llorar. Y no era la instancia para que lo hiciera.
A menos que SungGyu le hubiera pedido matrimonio y de la emoción haya salid corriendo del recinto.
–Joder… Iré a verla, espérame aquí… Es mi amiga. – El más bajo comentó, el castaño se quedó detenido en la puerta, todo eso era extraño, ¿Y SungGyu? Ni siquiera ha venido tras ella.
Todo era extraño.
–¿Le pasó algo malo? ¿Eh? Hoya, dime…–Nam sonaba algo preocupado, después de todo, no le deseaba mal a la chica, sólo era en sus pensamientos, esos momentos de rabia que tenía.
–Dijo que… Ah. SungGyu, que SungGyu la engañó.
–¿¡Qué!? No me jodas, no puede ser… Él no sería capaz…
–Dice que los vió en el baño, yo me iré con ella, necesita ayuda… Te parece si nos vemos otro día. –Hoya era un bueno chico, estaba realmente preocupado, pero también dispuesto a que se conocieran más.
–Iré a buscar a este Idiota y le preguntaré que sucedió. Nos veremos luego, cuídate. – Fue un beso suave, corto, uno de despedida entre novios cuando se alejan el uno del otro en el metro, cuando caminan hacía lados diferentes para ir a sus casad. Había sido demasiado dulce para el gusto de Nam.
Luego de eso fue en busca de su amigo, estaba algo enojado porque, había perdido su cita de la noche y además, SungGyu se había atrevido a engañar a SooYeon con otra persona y no con él. Un doble enojo.
Les preguntó a los conocido, pero nadie lo había visto, algunos sí, pero no sabía más, hasta que alguien le dijo que estaba en el baño. Fue cuando corrió, casi, para llegar, tenía que enfrentarle. Siempre había notado que si quería a la chica de verdad y no era justo que la engañara. Aunque él no era un santo.
Empujando la puerta de un golpe, se dio paso dentro del lavado y ahí lo vio, vamos, se esperaba cualquier cosa menos esa escena…
SungGyu besándose con alguien, tocándose por todos lados.
Y no hubiera echo mucho si su ajeno hubiera sido una chica…
Era un hombre, y más encima. CON SU MISMO CORTE DE CABELLO Y COLOR.
No fue para más, su rabia estaba por las nubes, se sentía traicionado por él, su corazón dolía, pero más allá de sufrir por la escena se acercó hacía los dos, tomo a SungGyu por el hombro y lo corrió haciéndolo a un lado para tomar al otro tipo que se veía claramente confundido por el cuello de su camisa, y a los segundos ya tenía su puño puesto en su rostro, le empujo hacía las puertas de cada cubículo que termino entrando a uno, ahí mismo, con el ceño fruncido, le tomo de la muñeca a su amigo y lo arrastro de ahí. Siempre había tenido fuera, pero más ahora.
Y había algo que WooHyun no notó, que nunca había notado. SungGyu estaba enojado con él, pero también agradecido de que estuviera feliz, hasta había sonreído cuando este le jalo del lugar y le pegó al otro tipo. ¿Estaba loco, cierto?
–¡Eres un Idiota! ¿Cierto? –Los dos se encontraban solos, en el apartamento del castaño. El viaje había sido callado pero se notaba esta tensión en el aire. – ¡La engañaste con un tipo! Ni siquiera con una de sus amigas… ¡Un hombre! ¿Estás loco? SungGyu. ¡Dime que te pasó!
El nombrado estaba embobado, había bebido demás y esa podía ser su razón. Según la cabeza de Namu.
–Quiero dormir, iré a la cama. – Fue lo único que salieron de sus labios. Se giró en sus pies y se fue directo a la habitación de Nam. Dormían juntos cuando estaban borrachos u éste se quedaba.
–¿Qué? Te atreves… Joder. Hijo de puta…–Salió por detrás de él, lo retuvo en el pasillo, pero este continuó su camino como si estuviera programado para llegar a la habitación. – SungGyu-Ah. Deja de jugar, dime porque lo hiciste… ¿¡Por qué un hombre, eh!? ¿¡Por qué él!? ¡No me ignores! Mierda, me estoy enfadando más… ¡Deja de jugar conmigo! –Quizá estaba gritando muchos o estaba siendo demasiado insistente porque su amigo ya estaba cabreado, se le podía ver al momento que apretó sus manos y se giro nuevamente hacía él.
–¿Quieres saber, eh? ¿Qué quieres saber? ¿Por qué él y… no tú? ¿¡Eso quieres saber!? –Había sido cruel. WooHyun lo sentía, era eso realmente lo que quería saber, pero no debía porque gritárselo… porque sacar conclusiones cuando el ni siquiera había dicho algo. Su cara era como si estuviera espantando, sus labios separados sin poder formular palabra alguna…
–Yo… ah… no…
–¡Dilo! Te enoja saber… te enfurece saber que me besé con otro hombre y no fuiste tú…–Su voz sonaba gruesa, claramente quería hacerle sentir mal, pero Nam no estaba para aguantarlo, su mano se alzó y golpeo su mejilla.
Ese sonido del golpe. Nunca antes le había golpeado.
Y eso fue algo para desatar más esa molestia que había tenido guardada cuando vio a Namu con ese tipo, sus manos agarraron las muñecas ajenas, lo acorralo contra la muralla y con ansiedad, demostrando exasperación, junto sus labios a los suyos… Presiono los propios entre los ajenos, los movió con brusquedad, coló su lengua dentro de su boca a la fuerza, recorriendo la del castaño, sintiendo esa saliva, la humedad y la calidez.
Puede que Namu pudiera haber estado de lo mas contento recibiendo un beso de él, pero no era, no en esa situación que lo hacía a la fuerza, que le quitaba el aliento y el orgullo. No podía estar feliz cuando lo había humillado… Porque le sacó los sus sentimientos en cara y eso le dolió, no estaba para nada feliz y fue esa furía en su interior que le dio las fuerza para empujarlo, para limpiarse la boca con su puño, recupero el aire y le miró a los ojos, esos finos ojos que amaba, pero que ahora no quería ver…
–Eres un bastardo, SungGyu. Púdrete.
Y por esta noche un corazón roto se sumó.
SooYeon lloraba esa infidelidad por parte de su novio.
WooHyun sufría la humillación de su amor.
Y SungGyu, que sentía que moría por dentro porque nunca antes su amigo le había dicho algo tan fuerte, algo que sonara tan sincero cómo esas palabras.
–Namu… Yo…
–Me voy, puedes quedarte si quieres… Mañana no te quiero ver aquí. –Sonó frío, demasiado para el gusto de cualquiera, y se marchó de la habitación.