Era uno de esos días “densos”, el calor lo asfixiaba, tanto así que no podía apartase de la ventana, el aire medianamente frasco que lograba atravesar el mosquitero era escaso pero ansiado.
Desde chico siempre odio los días soleados, eran y serán, según él, siempre un fastidio. Agradeció por primera vez la estúpida bola que le había regalado su abuela, ya que el ponerse bloqueador parecía no ser una de las principales preocupaciones de su cabeza, cosa que a su piel no le pasaba por delante y terminada cobrándole una colorada factura.
Abrió con pereza un poco más las cortinas, ojeo con envidia a los jóvenes que se divertían bajo el radiante sol, ya sea leyendo un libro o mojándose con globos de agua mágicos, que eran en apariencia iguales a los que usaban los muggles pero con la diferencia de que estos solo reventaban al tocar un cuerpo humano ajeno al dueño del globo. Se sintió mal por no ser como la mayoría de los chicos, amantes de sol, del calor.
Sacudió la cabeza, de ninguna manera le podría gustar eso ¡Calor! Pff como si asarse la nuca cual caldero encendido o sudar como un cerdo fuera divertido. Y su piel ¡ay Dios!, las facturas eran cada vez más extensas y duras de pagar. Recordó con dolor la última, no había podido apoyarse en el respaldo de la silla por varios días, ni hablar de las duchas, literalmente se había matado de frio, porqué el agua caliente parecía encender su piel con fuerte ardor.
Sus quejas quedaron en un lugar muy olvidado de su mente cuando pasó ÉL. Lo podía reconocer a cualquier distancia. Tenía ese andar tan típico de él, resaltaba entre los demás, aunque no era ni por asomo soberbio. Relajado, con movimiento suaves y rítmicos, como dijo antes tan suyo. Se quedo extasiado viéndole las piernas, largas, firmes, coquetas en sí. Paso de los muslos a los brazos, trago en seco, eran jodidamente hermosos, ni debiluchos ni demasiado formados, eran la combinación perfecta.
Suspiro resignado, Theodore, a diferencia suya, era Perfecto. Mordió su labio, una sonrisa blanca, sincera se hizo presente en el bello rostro del joven haciéndolo verse más hermoso aun.
Aunque sería de hipócrita decir que lo único que poseía era belleza y sensualidad, no señor además del buen aspecto el castaño gozaba de una inteligencia que rozaba la perfección de un libro. Genial, ya uso el adjetivo “perfecto” otra vez ¡es que no se cansaba de ser tan perfecto!.
Pues se ve que no, Theodore era su propia manzana prohibida, exquisita y deseable ante sus ojos, tan jodidamente imposible y llameante que su frustración crecía más y más por cada segundo que pasaba admirándolo, su autoestima, ya de por si adherido al suelo, se evaporaba al verlo, porque él no era nada y el otro era todo ¿Puede la nada tener algo con el todo? ¿O la nada seguirá siendo nada mientras el todo siga siendo todo? ¿Se podrán completar una a la otra?.
Se desplomo en el suelo, la piel caliente agradeció el frio contacto con las baldosas.
Cerró los ojos e intento calmarse, no hacía falta bajar la mirada para saber que su pene estaba orgullosamente erecto, pero masturbarse no era una opción en un día como ese, así que con un suspiro resignado tomo algunas prendas del ropero y camino hacía el baño. Tembló bajo el primer impacto de agua fría en su cuerpo, esto no se comparaba ni en lo más mínimo con el suave y refrescante contacto de las baldosas, ¡por supuesto que no! Esto era más bien un suicidio. Se masajeo la sien angustiado. ¡Las duchas frías, el verano y Nott iban a acabar con él!
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Se vistió lo más lento que pudo, aun faltaban 20 minutos para que la corriente rutina empezara otra vez. Todos los días su Theo iba a la biblioteca a las 19:15 hs, justo después de salir de la clase de transformaciones, pociones o encantamientos, materias que por obra del cielo compartían con Gryffindor, en otras palabras !más tiempo para admirarlo!, el llegaba a la biblioteca 10 minutos después que Nott para aparentar indiferencia y casualidad. La mesa en la que se sentaba estaba a una dos de la de Theo, bastante cerca para espiarlo pero no lo suficiente como para entablar una conversación "casual".
Saco su libro de adivinación, hoy era martes, le tocaba estudiar de verdad, no como los lunes y jueves. Esos días podía jurar que el 90 % de su tiempo en la biblioteca lo gastaba mirándolo sin pudor, va "sin pudor" era un decir, ya que si el chico lo descubría podría jurar que sería su fin. Es que en esos dos benditos días de la semana la casa de slytterin practicaba quidditch y no sé si vieron alguna vez uno de esos jodidos uniformes, pero se puede decir sin lugar a dudas que no dejaban nada a la imaginación. Y por lo que se entero, al mayor no le gustaba ni en lo más mínimo la idea de compartir las duchas, así que esperaba con paciencia hasta la noche y recién se iba una media hora antes de que se sirva la comida en el comedor. Esas dos oras en las que su amado llevaba "ese uniforme" puesto le sabían a gloria.
Se removió inquieto eran la 19:22 y todavía no estaba, eso era raro, muy raro, otra de las características de Theo era la puntualidad, y de los 5 meses que lo venia espiando nunca había llegado tarde, alto, un recuerdo vino a su cabeza, una vez, solo una vez había pasado eso, el día en que se peleo con Pansy. Nunca supo, ni sabe, si fueron novios, o son. No mucha gente estaba dispuesta a comentarle chismes al más estúpido de Gryffindor, resoplo, ¿quiénes se creían?, y su amiga Luna no era de gran ayuda, si él era ignorado ella ni siquiera existía. Se había enterado de la pelea gracias a un grupo de chicas, obvio todas de slytherin, que se sentaban en la mesa de al lado "a estudiar". Gracias a sus cotilleos se entero de una gran variedad de cosas respecto a Theo. Como lo de las duchas, su libro favorito, ¡Hasta el shampoo que usaba se sabían las muy chismosas!.
¡Ay Theo!, ¿qué estarás haciendo?- se preguntaba. Y como decía uno de los más grandes dichos: "hablando de roma..."
Ahí entraba él, iluminándolo todo a su paso, aunque noto algo diferente que lo distrajo de la esplendida vista de su rostro, el entrecejo se le arrugo ¿por qué Theo tenía el uniforme de quidditch puesto si hoy no entrenaba? ¿o si?, se dio una patada mental ¡obvio que si!, solo faltaban dos semanas para el clásico "gryffindor vs slytherin". ¿Cómo pudo olvidar esa fecha?.
Sus cavilaciones menguaron cuando esos brillantes ojos verdes se posaron en él, y su nariz se olvido de dejar transitar el aire a sus pulmones cuando a los ojos de le unieron una sonrisa a modo de saludo, contesto un poco torpe. Sentía las mejillas arder de vergüenza y felicidad ¡¿Pues como no?! lo había saludado a él, a !Neville!. Lástima que él era un idiota y no sabía nada del arte de la seducción, la media sonrisa que no podía borrarse de su rostro no ayudaba en nada.
Escucho el sofocante sonido de una silla al moverla. Nott ya se había sentado. Levanto la vista con disimulo fingiendo leer un cartel que se encontraba, para su suerte, cerca del castaño. Lo vio sacar unos libros de su mochila. El aire se le atoro en la garganta, Theo lo estaba mirando. ¿Se habría dado cuenta de que lo observaba?.
Suspiro con sarcasmo al recordar que había otro cartel pegado en la pared donde estaba apoyando su hombro. Más idiota no podía ser. Aunque la sonrisa en la cara del mayor no podía ser causada por las "normas de convivencia" de la biblioteca. Pues ni modo, intento concentrarse en la tarea de adivinaciones que seguía estando en blanco.
15 minutos, eso fue lo único que pudieron sus ojos soportar, después de eso volvieron a retomar lo que realmente vinieron a hacer, mirarlo.
Y joder, no se arrepintió de haberlo hecho. Se quedo anonado con la imagen que vio. Se veía tan malditamente bien. Sus ojos verde claro estaban concentrados en su totalidad en ese libro azul oscuro que tenía enfrente, una de sus manos trabajaba como soporte de su cabeza, y con la otra que quedaba libre daba vuelta las páginas. También pudo apreciar que tenía el pelo un poco desordenado y las mejillas coloradas por el reciente entrenamiento.
¿Cómo puede alguien decente seguir de pie después de semejante vista?, poso sus ojos nuevamente en su tarea e intento calmar su respiración.
Las horas iban pasando y ellos seguían ahí, cada uno inmerso en sus trabajos, y hubiera seguido así si no fuera porque la bibliotecaria, una soltera amargada que los echo sin piedad del lugar, como siempre.
Le echo una última mirada a Theo y guardo sus cosas con resignación, se consoló al ver que el otro también estaba angustiado, aunque sabía, muy a su pesar, que los motivos no eran los mismos.
Guardo sus libros en su pequeño mueblecito, y junto con algunos chicos que pasaban camino ansioso hacia el comedor, donde de seguro el ya estaría.
No tenía ánimos de hablar con Dean o Seamus, ellos no sabían nada de "sus gustos", así que como los últimos días se sentó en la mesa de ravenclaw junto a su mejor amiga Luna Lovegood.
_Neville, ¡hola!- lo saludo con esa alegría tan característica de ella, aunque todavía su voz no dejaba de sonar colgada y desorientada- ¿Como estuvo?
Sonrió, él sabía perfectamente a lo que ella se refería- Hermoso, como siempre- Luna sonrió, todavía le parecía algo raro ver a su amigo tan enamorado- ¡Hoy me saludo!, bueno no con palabras pero me sonrió lo cual es hipotéticamente lo mismo.
_Que bueno Nev, eso es una muy buena noticia.
Se sirvió un poco de pollo con ensalada, hace unos meses que estaba a régimen "¡Todo sea por gustarle!" decía siempre, pero para luna esto era una estupidez, completamente innecesaria ¡Neville era Flaco! !Muy flaco! Pero bueno, el tema no estaba en sus manos.
_Entonces ¿cuando se lo dirás?- las palabras fueron dichas en un tiempo y lugar indebido.
_¿Decirle que a quien?- la mente del castaño no estaba prestando mucha atención a su amiga, tenia mejores cosas en que concentrarse, por ejemplo por que la silla de Pansy estaba hoy más cerca que de costumbre a la de Theo.
_A Theo, que te gusta.
El pobre casi se atraganta, miro como un desquiciado para los dos lados y suspiro tranquilo al notare que nadie les prestaba atención- ¡Luna!, dilo más despacio.
_tranquilízate que nadie nos escucha- El joven resoplo, claro para ella era fácil hacer del todo una nada- anda contesta ¿cuándo?- lo apuro.
_Sabes que no puedo, me vuelvo un tonto, bueno más tonto cuando lo tengo cerca.
La chica lo empujo, odiaba que su amigo se tirara tan abajo, Neville había cambiado mucho desde la guerra, ya no quedaba nada de ese niño regordete y medio torpe que solía ser, bueno lo de torpe se fue en parte nomas, pero era tierno de ver. Ahora era un hombre con todas las letras, castaño de ojos celestes, con las curvas que un chico debe tener, rasgos definidos y buena personalidad. Era hermoso, y si no fuera porque era lesbiana de seguro que estaría locamente enamorada de él.
_Aparte ¿qué me va a decir si apenas me conoce?, me rechazaría y luna, sabes que eso no podría soportarlo.
_vos no sabes, no te adelantes a destiempo- lo regaño con ganas- encima si no haces algo corres el riesgo de que otro/a te lo robe- suspiro-cariño, las cosas no se hacen solas, si te quedas de brazos cruzados no pasara nada, recuerda que el que no arriesga no gana.
Neville se quedo pensando, ¿y si..? No, seguro no. Theo jamás lo miraría a él.
_Además, después de lo de Harry y Draco no se puede suponer nada.
_No es lo mismo- si lo era, y encima lo de ellos era más complicado, aunque a diferencia de él y Nott ellos se hablaban, las peleas son conversaciones ¿o no?- basta de mi, hablemos de vos ¿Cuando le dirás a Ginny que te gusta?
Touché, la rubia entorno los ojos- No es lo mismo- Nev arqueo las cejas- no me hagas esa cara, enserio te lo digo, no tiene nada que ver una cosa con la otra.
_¿Como que no? compartimos el gusto por alguien, Te gusta Ginny a mi Theo, es lo mismo
_Que no!- soltó ya con fastidio- Ginny es mi mejor amiga, la única que tengo, y si me deja de hablar me muero.
_Claro total si Theo se enfada conmigo a mi me da igual ¿no?
_Neville…. Por favor, para, no sigas, no es lo mismo y punto- suspiro cansada, le angustiaba hablar de ella, ya era suficiente verla diariamente y no poder hacer nada, no hacía falta que también su figura, su olor, sus ojos inunden su cabeza cuando no está presente- Le diré a Ginny que me gusta cuando tú te declares a Nott.
_Prepárate para morir virgen- Recibió un codazo por ese comentario pasado de tono. Pero de todas formas consiguió que su amiga sonriera.
Algo pareció prenderse en la cabeza de la chica dándole de nuevo ese aire alocado que tanto la caracterizaba- ¿Por qué no le pides a Draco que te haga gancho con Theo? Después de todo son amigos, aparte no podrá negarse sabiendo que a Harry le agradaría mucho que su novio “ayudara” a uno de sus amigos.
Neville miro el piso buscando los tornillos que se le habían perdido a su amiga- te has vuelto loca mujer- exclamo exaltado- ¿Draco Malfoy haciéndome un favor a mi?, repito ¿te has vuelto loca?, en primer lugar, como bien has dicho, Theo es su amigo y el hurón no va a querer que salga con alguien tan poca cosa como yo, y en segundo- la corto- bueno, técnicamente lo mismo, aria cualquier cosa por arruinarlo todo.
Luna negó con la cabeza- me sorprende que sigas pensando así de Draco, bien sabes que el cambio, ¡me ha pedido disculpas a mí!, la única persona que lo ha hecho hasta ahora- los ojos de luna brillaron en son de agradecimiento- ya no es el niño arrogante y mal agradecido que solía ser, y me da pena que sigas teniendo malos pensamientos con referencia a él.
_Yo..- Lo había dejado sin objeciones, sabia, a su pesar, que la chica tenía razón.
_Anda Neville, piénsalo, al menos sabrá lo que sientes ya que, por lo que veo, tu no se lo dirás.
_Escucha lo que voy a decir- pidió con suavidad- y que por favor quede bien claro. Lo que me pasa con Theo es un tema mío, MÍO- Repitió firme cuando vio que la chica abría la boca en modo de protesta- no quiero que nadie interfiera.
La chica entorno los ojos, ¿Por qué tenía que tener a un amigo tan terco?. Todos necesitamos ayuda a veces, ¿Por qué, a los hombres en general, les desagrada el simple hecho de pedir ayuda?. Aunque por otra parte, su lado racional, entendía a la perfección lo que sentía el chico, ya que a ella le pasaba lo mismo con Ginny. Pero no era lo mismo ¿verdad?, Ginny y ella eran amigas y cualquier movimiento inadecuado por parte de ella podría causar que su bella amistad terminara en pedazos. Aparte su amiga era, según lo que veía, 100 % heterosexual, en cambio podía jurar que Nott no lo era, no porque lo haya aclarado públicamente pero varias veces lo había cachado mirando gente, y esa gente a la cual observaba no eran precisamente del género femenino.
No tuvo el menor reparo en lo que dijo su amigo, lo único que noto fue que se fue, así que supuso vagamente que el murmullo que había escuchado era un saludo.
En su cabeza estaba comenzando una gran batalla, una parte, cabe aclarar GRAN parte de ella quería ir y pedirle ayuda a Draco y otra le repetía una y otra vez que debía respetar las decisiones de su amigo. Quiso mandar al diablo esas decisiones ¡ellas no iban a poner a Neville entre los brazos de Nott!
Pero le gustase o no, la decisión no era suya, su amigo era una persona grande que, supuestamente, sabía lo que le hacía y ella no podía bajo ningún concepto interferir en sus elecciones, sean malas o buenas.
Suspiro derrotada, se tiro hacía tras olvidándose de que estaba sentada en un banco y no en una silla, es decir, no había respaldo, por ende quedo desparramada de forma poco decorosa en el suelo del comedor, con un dolor punzante en la espalda.
Cerró los ojos abatida, las carcajadas de los alumnos no tardaron en escucharse, ¿Por qué siempre las situaciones vergonzosas le tenían que ocurrir a ella? al final de todo nunca dejaría de ser Luna lunática Lovegood y eso, aunque no lo demostrara, primero un crucius antes que mostrarse débil ante los demás, le dolía mucho.
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Mientras caminaba se permitió pensar en lo que le había sugerido su amiga ¿Pedirle ayuda a Draco, eh?, negó con efusividad, Draco había cambiado pero la oportunidad de burlarse de él era muy tentadora y el rubio todavía era novato en eso de ser amable, si Nott lo rechaza, lo que seguro pasaría, Jamás lo dejaría tranquilo. Y si en caso hipotético, el rubio tiene un Apis de “compasión” en su cuerpo, el mismo sería incapaz de mirarlo a los ojos sin recordar el amargo momento en el que había sido rechazado.
Estaba tan absorto en sus pensamientos que al doblar una esquina choco estrepitosamente con un alumno, que por lo que paso, se notaba que estaba tan distraído como él.
Los libros del otro chico cayeron al piso, Nev sin atreverse a mirar a quien había chocado se agacho a recoger los libros pero él no fue el único al que se le ocurrió esa idea por ende ambas cabezas chocaron.
_Lo siento- murmuro apenado, levanto la mirada e inmediatamente deseo no haberlo hecho. Un conjunto de emociones golpearon su pecho, vergüenza, angustia, miedo. Noto como sus músculos uno por uno se iban tensando, los ojos se le agrandaron y su respiración comenzó acelerarse. Tenía frente a él a su más anhelado deseo.
_¿Estás bien?- Theodore Nott lo miraba con preocupación. Quiso que la tierra se lo tragase en ese preciso momento, Joder porque siempre tenía que hacer el ridículo frente a él.
_yo…. Si estoy bien, lo siento- repitió con las mejillas tenidas de un rosado intenso.
_Deja de disculparte, la culpa fue de ambos- Si pensó que su corazón ya latía rápido se equivocaba, cuando el castaño le sonrió parecía querer salir de su pecho directamente.
_eh.. si- se agacho de nuevo para recoger los libros que por el choque ni había llegado a rozar con el fin de ser amable y alejarse por unos segundos de esas intensas esmeraldas que lo observaban fijamente.
Sin mirarlo le paso los libros, ambas manos se rozaron. El cuerpo de neville sufrió una sacudida extrema, un cosquilleo tenue se fue expandiendo desde su mano hasta el resto de su cuerpo dejándolo en estado “liquido”.
_Gracias Neville- Pum, PuM, PUM, las palpitaciones de su corazón se hicieron aun más rápidas, ¡el sabia su nombre!, las palabras se le quedaron atoradas en la garganta por la emoción, simplemente asintió- Bueno, ya es hora de que me valla, adiós Nev- se quedo congelado, vio como si estuviera en cámara lenta, como Theo se acercaba, Joder ¡lo iba a besar! Lástima que savia de ante mano que solo sería un beso casto en la mejilla, pero un beso era un beso. Respiro profundo, cada vez estaba más cerca y más cerca y… si, por fin sus labios tocaron su roja mejilla- Buenas noches.
_Bu-buenas Noches- repitió en transe. Cuando supuso que el castaño ya se había perdido entre los pasillos del colegio llevo su mano hasta su cachete, el cual todavía guardaba la tibieza de los finos y rojizos labios. El cosquilleo ya no era tenue, va, ya ni siquiera era un cosquilleo, era fuego, fuego en el mejor sentido de la palabra. Fuego ardiente, espeso y punzante, que se deslizaba por sus venas quemándolo, logrando que cada célula de su cuerpo se retuerza de deseo.
Nunca se imagino sentir en carne propia la lujuria en su nivel extremo, siempre pensó que quería a su lado a una cica dulce que le diera comprensión y amor, pero no, su corazón se había encaprichado con Theo, quería al chico si o si, sin juegos ni restricciones. Ser suyo, porque solo pensaba perder su virginidad con él. Si no era con Nott no sería con nadie.
Respiro hondo y conto hasta diez, ya se estaba cansando de estar “duro” todo el puto día. Camino a su cuarto imaginándose a su abuela desnuda pero justo cuando esa bizarra imaginen estaba surtiendo efecto fue remplazada por una de Theo en las mismas condiciones que estaba la señora, limpio, sin nada que cubriera su cuerpo. Y acompañada con un gutural gemido su erección volvió a incorporarse orgullosa.
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Se despertó de mal humor, apenas si podía decir que había dormido puesto que ciertos pensamientos subidos de tono lo invadieron toda la noche. Hasta pensó, solo por uno segundos, que podía maldecir a Nott de tan cansado y frustrado que se sentía. Pero después de acordarse de esos ojos verdes, esa sonrisa amigable que ofrecía siempre, ni hablar del cuerpo, desecho esos pensamientos asesinos y se visto con pereza, lo único que lo animaba era el saber que en poco tiempo lo volvería a ser. Lo amaba, y sufría por amarlo y no ser correspondido pero sin embargo, a pesar de todo el dolor, lo amaba al día siguiente con más fuerzas que antes ¿Quien iba a decir que Neville Lombotton era masoquista?
Todo lo días se hacia el mismo reproche ¿Cómo podía amar tanto a una persona sin conocerla? Pero dicha pregunta no tenia respuesta, o más bien si, cada vez lo veía ayudar a alguien con sus tareas, o hablar tan despreocupadamente con sus amigos o simplemente ser el. Era la actitud del chico lo que lo atraía por mayor firmeza.
Salió de su cuarto con un solo pensamiento revoloteando en su mente: “Potter tenia suerte, amaba y era correspondido”.