“Inhala y exhala”, Por favor solo “Inhala y exhala”. Se masajeo la sien intentando bajar así su frustración. Su amigo la ponía de pelos, el estaba tan nervioso que, sin poder evitarlo, le pasaba a su amiga gran parte de la tensión que contraía su pecho. Y Luna, combinando sus problemas con los de Neville estaba en un estado de super-hiper-nervios, o como Ginny decía “estaba que trepaba las paredes”
_Neville, tranquilízate por favor- miro con el seño fruncido como él leía una y otra vez el lX capitulo de Pociones- deja de atormentarte, el te lo va a explicar, ¿para qué querrías su ayuda si tú mismo pretendes entenderlo? Suelta el libro de una vez.
_¡Que no Luna!, Tengo que estudiar….- dejo de hablar intentando retener la información que estaba leyendo, pensando al mismo tiempo que jamás sería capaz de aprender pociones por sí mismo.
_No, no tienes que estudiar- se tiro para adelante, ella estaba en la cama de enfrente que por la falta de espacio en el cuarto de los chicos estaba, por poco, pegada a la de Neville, y empujo levemente el libro asía abaja tapando con sus delicadas manos las paginas- tienes que entender, cosa que es muy diferente.
_Lo que vos tenes que entender es que yo no quiero quedar demasiado patético frente a él
_¿Y a caso no fue él el que te pidió ayuda primero porque no entendía herbología?
_si pero… es diferente, el no me ha hecho preguntas mientras explicaba, me dejo hablar, simplemente asentía y yo sabía que él iba entendiendo, pero yo…. Al menos me lo tendrá que explicar más de tres veces.
_así que no preguntaba nada ¿eh?, ¿Sabes una cosa Nev? Apuesto a que eso solo ha sido una escusa para hablarte
_ya estas delirando Luna
_¡¡que no Hombre!!, apuesto mi cabeza. Al tener una buena relación con la profe ella me ha dejado ver las notas de los alumnos mayores, yo quería ver tu nota pero mientras buscaba me tope con la suya ¿Y te digo qué? No es ningún burro.
La cara de Neville se coloreo, pero no quiso dar por sentado lo que le dijo su amiga, ya que esta varias veces veía cosas donde no las había, aparte ¿Por qué Theo querría hablar con alguien como él? Era iluso tener en consideración esa esperanza así que la desecho y dirigió su mirada de nuevo al desmejorado libro.
_Para por favor
_Luna….- susurro cansado sin despegar la vista del libro- ya te dije que debo estudiar
_¿Por qué?
_¿Me estas tomando el pelo verdad?, te lo dije hace unos momentos- suspiro pero de todas formas se lo volvió a explicar, quizás si se lo decía varias veces ella entendería y lo dejaría en paz - no quiero quedar como un estúpido que no entiende nada
_Pero no entiendes nada- aventuro mientras sonreía juguetona
_¿me estás diciendo estúpido?- su sonrisa se ancho, por fin su amigo la miraba a ella y no a ese mugriento libro
_Pues sí, un poco, he de admitir que últimamente se me pasa mucho por la cabeza, me temo que necesitaras una buena dosis de Theo.
El chico se tiro para atrás en su cama, el libro cayó al piso por la rapidez del movimiento pero los jóvenes ni cuenta se dieron estaban muy concentrados en los diálogos que compartían.
_Soy todo tuyo entonces, inyéctame las veces que sea necesario doctora, no vaya a ser que pierda los últimos tornillos que me quedan en la cabeza- Puso cara de enfermo y Luna no aguanto más y estallo, riéndose sin poder contenerse, con las manos en la barriga y lagrimas en los ojos. Las caras de Neville eran mortales, hacían reír hasta a la persona más fría, aunque lo que más la ponía feliz era el alivio, por fin el ambiente se ponía menos tenso.
Las suaves y limpias carcajadas endulzaron los oídos de Neville. La primera vez que vio a luna, leyendo “el quisquilloso”, al revés por cierto, pensó de ella muchas cosas malas, pero también llamo su atención en gran medida, ese día, y algunos más, no pudo sacarle la vista de encima, no porque le gustara. Había algo en ella que no lo dejaba voltear la cabeza. Y la verdad, lo que veía, no era muy bonito que digamos, noto que la rubia no tenia amigas, todas pasaban de ella o en otro caso la molestaban, así que no eran muchas sonrisas las que se formaban en esos labios y eso extrañamente lo entristecía “amistad a primera vista, le decía ella a veces”, por eso ahora, cuando la escuchaba sonreír con libertad Neville disfrutaba de cada sonido de alegría transmitido por la chica.
_Hagamos algo, caminemos un poco para despejarnos, después te darás una ducha y juntos veremos cómo arreglarte un poco sin que se note demasiado, ya sabes el peinado, el perfume cosas sin importancia pero que juntas dan un buen aspecto
El asintió, la cabeza le martilleaba, realmente necesitaba despejarse, sentía como que tenía una alarma en la cabeza que no lo dejaba en paz, cada tres segundos le preguntaba “¿te acurdas de…..?,¿ya hiciste lo de…?” Y la verdad no, no se acordaba un pomo lo que había leído tantas veces, ¿Cómo podía retener información tan aburrida? Un aplauso para le gente como Nott que pueden estudiar lo que sea.
Caminaron de la mano, como hacían siempre, vieja costumbre de sobrevivientes que a ninguno de los dos le molestaba, hablaron de cosas triviales, cambiando de tema cuando en la conversación cosas importantes salían a relucir, era un acuerdo de silencio mutuo, si por casualidad a alguno se le escapaba el nombre de la persona que le gustaba al otro la misma persona que hablo cambiaba el tema algo así como “Me quiero comprar la gorra que uso Ginny ayer, por cierto ¿no era lindo el pantalón de Dean? Ese chico es genial ¿no te parece?”.
Cuando el sol dejo atrás su fervor resplandor, quedando solo una débil luz, volvieron a la torre de Gryffindor donde Luna volvió a colarse, por suerte la Dama gorda se concentraba tanto en su canto que no le daba mucha importancia a todo lo que pasaba a su alrededor.
Ella lo espero en su cuarto mientras él se bañaba, aunque ni piensen por un segundo que se quedo acostada en la cama sin hacer nada, no señor, con los hechizos que le había enseñado Ginny recorto o agrando el uniforme de Neville a su gusto.
Neville salió del baño con una bata y Luna espero afuera para darle la privacidad necesaria para cambiarse dejándole el retocado uniforme a los pies de la cama.
Cuando volvió a entrar la mandíbula se le cayó al suelo, sabía que su amigo era hermoso pero nunca pensó que llegaría a verse tan sexi.
_¿Qué hiciste Luna?, ¿vos tenes algo que ver con que el pantalón me apreté más?- el no parecía notar lo eficientes que eran los cambios, pero la chica sí, seguía sin poder sacarle los ojos de encima, su amigo tenia la camisa en la mano y la examinaba con suma atención, arriba del pantalón nada- Joder, ¿la camisa también me la achicaste?
Tras recobrar el aliento la rubia parpadeo, estaba muy bien su amigo, demasiado bien, y mira que ella era lesbiana.
_no hay tiempo para quejarse, cúbrete rápido- imploro, si no lo hacia la tarea de concentrarse iba a ser más difícil de lo normal.
Estando ya todo el uniforme en su cuerpo la ravenclaw se encargo de mejorar su aspecto, “un pelo por aquí la otra parte por allá”, “que perfume suave o perfume fuerte” y un montón de cosas más de las cuales Nev jamás se había puesto a pensar. Luego de media hora la rubia sonrió satisfecha del resultado, y Neville… bueno era hombre si ella lo hubiese retenido un minuto más se hubiera puesto a gritar. Aunque inevitablemente después de ver los resultados no pudo más que agradecer a su amiga.
_No hay porqué querido, sé que soy la mejor gracias.
“Lo eres”
La beso en el cachete, a modo de agradecimiento y también de despedida, y bajo camino a la biblioteca, noto la miraba de varias chicas y eso lo puso nervioso y feliz.
Respiro hondo antes de entrar al lugar, cientos de libros lo saludaron, de pronto las palabras callaron, la profesora “Pince” se ocupaba de eso, solo podías hablar hasta cierto volumen, si te sobrepasabas venia a regañarte, lo que lograba que la gente, como él y Nott en unos momentos, tuviesen que acercarse más de lo necesario para escucharse entre sí sin armar alboroto. Cosa que para algunos era una maldición pero para otros….
Obviamente él era uno de los “otros”, partidario de los que veían ese “método para escucharse mejor” como una bendición, la forma perfecta de mantenerse cerca sin despertar sospechas.
Inspecciono el lugar y se sobresaltó al ver que Nott no estaba en su acostumbrado lugar, si no que en la otra silla que él no ocupaba de la mesa que él acostumbraba, se trago las ganas de gritar de felicidad que lo invadieron al notar que Theo lo esperaba.
Iban a estudiar juntos hoy, para eso se había arreglado, pero pensó que él tendría que ir a pedir su ayuda.
Se acerco a paso desconfiado, a dos por hora, lento, o como ustedes quieran llamarlo. El punto es que tardo más de lo necesario en llegar hasta él.
Pero por más cortos y lentos que fueron sus pasos inevitablemente llego a su lugar, se sentó como quien no quiere la cosa intentando guardarse para si los nervios, se volteo asía él y se guardo ese “te acordaste” que quería salir de sus labios, en cambio lo saludo con cortesía, sin poder evitar de todos modos que una pequeña sonrisa de felicidad se formara en su rostro.
Theo respondió el saludo acercándose por el motivo anterior más a su asiento, quedando literalmente pegados, su perfume inundo su cabeza y lo atonto unos minutos, tal fue su sonrojo que Nott levanto una ceja, con la sonrisa todavía en la cara.
Neville, sin contestar la pregunta muda, obviamente no le iba a decir “discúlpame Theo he callado unos momentos porque su perfume me aflojo el alma”- Bueno, empecemos- saco el patético libro de su mochila y lo puso en el medio de ambos.
El slytherin le pregunto “por donde empezamos” a lo que él respondió “por el principio”. Y era la verdad pura, aunque se mato todo el día estudiando seguía sin entender ni siquiera por cuánto tiempo se mesclaban las pociones del nivel 1.
Por suerte a Nott le gustaba esa materia, por lo que había escuchado de las “niñatas chusmas”-las mismas que hoy lo veían con ojos asesinos- pociones era la materia preferida de él, la que se desenvolvía sin ningún problema, y eso fue un golpe de suerte ya que las veces que tuvo que explicárselo a Nev hubiesen causado irritación en otra persona, pero en él no.
Por ejemplo Theo decía una vez “Cuando voz pones ojo de sapo en una poción donde le habías agregado posteriormente un pelo de veela, inmediatamente seguido le tenes que echar polvo de unicornio porque sino la poción explotara”. Bueno, la primera vez que lo explicaba el estaba perdido en sus ojos, la segunda- mirando el libro con intenciones de despejarse- se quedaba perdido en su voz y su aroma, y la tercera, quizás recién ahí lo entendía.
Era inevitable no perderse en su voz, hablaba con una pasión semejante a la que él tenía con herbologia, como acariciando cada palabra referida al tema, se encontró así mismo haciendo preguntas e interesado en las respuestas cuando antes ni podías nombrar “caldero” sin que se empiece a fastidiar.
Poco a poco en su cabeza fue formándose un esquema, cada cosa tenía un lugar y un sentido, ya no eran solo ingredientes asquerosos que no guardaban similitud entre sí o palabras del latín antiguo que eran jodidamente difíciles de aprender, bueno esas palabras seguían siendo complicadas pero al menos ya les encontraba un sentido, “revolver tres veces hacia la derecha y ocho hacia la izquierda” ya no sonaba raro para él, era obvio.
Pero lastimosamente todo lo que Nev no entendía era mucho, años se podría decir, así que quedaron en encontrarse el día siguiente para continuar. Theo se tuvo que ir más temprano de lo previsto porque una muy nerviosa Pansy Parkinson entro a la biblioteca argumentando que necesitaba su ayuda. Nott le pidió disculpas, llegaron al acuerdo de que mañana seguirían, y metió todos sus libros a su mochila sin mirar a un ritmo apurado.
Se quedo mirando como se iban deseando que las horas pasen rápido para encontrarse nuevamente. Espero el tiempo necesario para no quedar tan obvio- es decir, para que nadie se de cuenta de que solo estaba ahí por él- y guardo sus cosas cuando creyó que era el momento justo. Antes de irse volteó sonriendo al ver sus sillas juntas, pero la sonrisa duro poco, su concentración se dirigió a ese pequeño librito de lo que parecía ser cuero negro que estaba tirado, de una forma que hubiera disgustado a la profesora “Pince”, bajo la silla de Nott.
Con disimulo tomo el libro, “Theodore Nott” se leía en la tapa escrito con una letra muy bella del color de las estrellas. Casi le da un ataque cardiaco al caer en cuenta de que ese pequeño librillo que tenía entre sus manos era el diario íntimo del susodicho. Lo guardo con rapidez en su mochila y salió todo tembloroso asía su cuarto.
Ya en su cama se dedico a observarlo mejor y a cada vistazo que le daba le parecía más hermoso, las manos le picaban de deseo, de ganas de abrirlo y enterarse que pasaba en su cabeza. Era su oportunidad de conocerlo más a fondo, pero no podía. Bueno literalmente si podía, pero no debía.
Fue al comedor con la intención de devolvérselo, el plan era el siguiente: Esperaría que Theo terminara de comer y lo seguiría sin que se de cuenta, cuando sea el momento justo pasaría por la esquina contraria, chocarían y él le diría “oye, te has dejado esto tirado” y se lo devolvería como quien no quiere la cosa. Pero su plan fracaso desde el principió, Theo no fue a cenar y le pareció inapropiado dejar semejante cosa intima en manos de Draco o cualquier otro slytherin.
Así que resignado volvió al cuarto con el diario pesándole en el bolsillo, no era tanto el diario “como objeto” lo que le pesaba sino el saber lo que haría con el diario. Abriría sus páginas y lo leería descaradamente sin el consentimiento de su dueño. Pero no podía evitarlo las ganas eran tantas que sus manos cobraron vida propia abriéndolo, y sus ojos no pudieron más que mirar esa hermosa caligrafía y dejar que su cerebro procesara la información.
Sus ojos se ancaron y su respiración quedo atorada en su garganta frente a la intensidad que tuvo para él el primer párrafo escrito.
“Querido Diario: Esta es la primera vez que mancho tus paginas con tinta, con la blanca intención de contarte lo que siento a pesar de que te tengo conmigo desde la infancia. Recuerdo cuando mi madre te entrego a mí el día de mi cumpleaños “escribe ahí todo lo que no te quepa en el cuerpo” dijo ella y yo, con solo 7 años de edad, no entendí lo que quiso decir hasta hoy. Hoy que mis sentimientos doblan mi corazón y no encuentro consuelo en las palabras de mis amigos, porque ellos no entienden lo que siento, y eso es algo normal ya que el amor es algo propio, solo entendible frente a los ojos de quien lo siente. Y bueno, como ya abras notado yo guardo un gran secreto, a mí…..me gusta Neville Longbotton, un niño que apenas si sabe que existo”