Esta es la historia de cómo se creó un romance que duro para toda la historia y seguirá viviendo, este romance es de dos personas, bueno naciones Alfred y Arthur.
Tan lejano y tan cerca, te sientas al frente mío en clases a pesar de haber tantos asientos, pero a pesar de todo sigues ahí, creo que me he enamorado, enamorado de esos ojos verdes que enloquecen a cualquiera con solo verles, si creo que me he enamorado de ti Arthur Kirkland.
Creo que hoy hablare contigo para ver si la suerte me acompaña y poder ser tu amigo, aunque si soy tu amigo lo más probable es que me terminare confesando y si lo hago y me llegases a rechazar no sé qué haría, pero si me aceptas, si aceptas que seamos novios seria la persona más feliz del mundo, y cruzaría los 7 mares para hacerte feliz.
Estoy frente tuyo y logre entablar una conversación, logre hablar con la persona que amo a pesar de que seas mayor que yo, acabas de aceptar ser mi amigo! Que felicidad! No se si es un sueño o la realidad pero quiero pensar lo segundo. Ya hace 3 meses que somos amigos, todo iba perfecto, confiabas en mí, fuimos a tu casa, almorzamos juntos, pero ahora perdí el control, luego de tantos avances no lo soporte más y me declare, te dije cuanto te amo:
-Arthur, te amo, te amo desde hace meses, incluso antes de que seamos amigos, te amo, estoy perdidamente enamorado de ti, y por supuesto también de esas sensuales cejas
Pensé que moriría te lo dije todo! Dije las palabras más vergonzosas de mi vida, pero al mismo tiempo las más sinceras que he pronunciado nunca, y así fue morí. Te reíste, escuche una risa una risa saliendo de tu boca, te reías de mí y de mis sentimientos, he muerto no tengo más razones para vivir, pero luego reviví, porque seguiste hablando, pero no hablaste para burlarte, hablaste para hacer realidad mi más grande sueño.
-Te tardaste mucho idiota, pensé que no entendías mis indirectas al sentarme cerca de ti, por poco pensé que yo me tendría que declarar.
Eso se sintió genial, tanto que me tire encima tuyo y te bese, el beso inicio siendo fue siendo cálido y delicado demostrándote que tan puros son mis sentimiento, tu me correspondiste, al darme cuenta de eso no lo soporte y lo transforme en algo más lujurioso y placentero, pero eso se detuvo, eso es triste me empujaste para que el beso pare, de nuevo me sentí mal pero al verte con un sonrojo y la respiración agitada me di cuenta que no lo hiciste porque te disgusto, al contrario, te gusto y por eso paraste porque sabias que si seguía no podrías parar, aunque yo tampoco podría hacerlo, luego me miraste pusiste tus brazos alrededor de mi cuello, nos acercamos y me dijiste:
-Te amo, te amo Alfred
-Y yo a ti.
Y así demostramos la fuerza de nuestro amor, una fuerza que nunca dejara de existir, y será así por la eternidad, tanto que aún persiste y persistirá hasta que que el fin llegue a este mundo, y ni eso yo creo que ni eso romperá el amor que sentimos mutuamente.
Fin~