Habíamos llegado a un bar, donde se encontraban varios amigos de Yoshiki, cuando entramos nos sentamos en unos sillones color vino, con una pequeña mesa de cristal como centro, de inmediato un camarero se acerco a tomar nuestra orden, Yoshiki pidió dos botellas de vino y copas para todos sus acompañantes, el lugar era muy elegante, que me hacía sentir incomodo, no porque nunca hubiera entrado a un lugar así, si no por mi aspecto en esos momentos, ere pésimo, llevaba puesta ropa deportiva ya que fue lo primero que encontré antes de salir corriendo de mi camerino, ya que no creí que con las botas y mi traje de “vampiro” pudiera correr lo suficiente para llegar a tiempo a mi destino, a parte de mi olor a sudor, en mis ojos había unas grandes ojeras que por suerte ocultaban los lentes de sol, si a esto le sumamos las burlas de sus amigas que envés de parar habían incrementado todo indicaba que me había convertido en su bufón del día lo cual comenzaba a irritarme bastante.
Yoshiki se paseaba por el lugar saludando a más de uno, yo estaba solitario en el sillón, jugando con mi copa de vino que se encontraba en mi mano, de pronto llego yoshiki con dos de sus amigas del brazo se sentaron a lado mío uno de ellas le dijo – parece que al mendigo que adoptaste no le gustan las cosas finas hubieras pedido algo corriente para dárselo a él, como por ejemplo un hueso- los tres rieron me contuve una vez más porque era más que evidente que ya se les había subido el alcohol a la cabeza, lo que colmo mi paciencia fue escuchar como entre ellos planeaban jugarme un broma mandando a una de las chicas a coquetearme, con instrucciones directas del mismo Yoshiki; cuando ella se acercó a mí y en un muy mal japonés me dirigió el saludo, yo me levante bruscamente de mi lugar, dirigi hacia ellos con una voz determinante con un muy buen ingles les dije – Ya basta de juegos, solo trataba de ser educado, pero personas como ustedes no lo merecen y en cuanto a usted Don Princesa- dirigiéndome a ese hombre que tanto idolatraba- no se crea el centro del universo, mi visita en este país es por un concierto propio no para venir a verlo a usted, le recuerdo que no es más que un anciano, que trata de rescatar el éxito que alguna vez tuvo, fue una gran moda pero actualmente es algo muy anticuado.- Con estas palabras medí la media vuelta y Salí del lugar.
Debí de estar muy molesto ya que olvide por completo que no sabía dónde estaba, no sabía cómo regresar a mi hotel, podría pedir un taxi y con suerte encontraría uno que supiera inglés, también recordaba lo que le había dicho a Yoshiki quería darme de topes en la pared tan solo al pensar en eso, como era posible que lo que había soñado durante tantos años terminara así, tenía ganas de volver al bar para pedirle una disculpa, pero a estas alturas mi orgullo no me lo permitiría no mientras estuviera rodeado de esas mujeres, pero al parecer eso no iba ser necesario ya que sin darme cuenta él se encontraba delante de mí bastante molesto estaba solo ya que no se veían cerca ningún amigo suyo, a pesar de la oscuridad de la madrugada se le notaba lo borracho, me quede sorprendido al verlo que no dije nada sin embargo el en una actitud agresiva me empujo con ambas manos, no fue algo para tirarme ya que el ya no tenía las suficiente fuerza para hacerlo mientras lo hacía me dijo gritando- ¡Quién te crees que eres para hablarme de esa forma! ¡No eres nadie!- yo tan solo susurre un lo siento que al parecer le sorprendió ya que se que do inmóvil por un momento yo también estaba sorprendido por mi reacción a cualquier otra persona la hubiera golpeado en ese momento por esa actitud tan desposta pero al parecer mi admiración por este hombre era más grande que orgullo.
Un sujeto que pertenecía al personal de seguridad del bar se nos acercó y nos pido amablemente que nos calmáramos o nos retiráramos de las cercanías del establecimiento, a pesar de que aquel hombre estaba en la mejor disposición al ebrio de Yoshiki no le agrado respondió en un tono alto - ¡De que se trata esto! ¡Ya cualquiera cree tener la autoridad para tratarme de esa forma!- terminado de decir esto Yoshiki le solo un golpe al sujeto, lo cual había sido una muy mala idea de su parte, cualquiera en sus 5 sentidos habría notado la diferencia de masa muscular, la altura era un hombre realmente imponente no por nada trabajaba en seguridad, a este no le hiso para nada gracia su comportamiento, cuando estaba a punto de responder el golpe con otro de mayor fuerza tuve tiempo de reaccionar y detener su puño antes de que llegara a tocar a Yoshiki aunque lo detuve mi muñeca quedo adolorida, vaya que era fuerte este sujeto. – Disculpe a mi amigo está ya muy tomado me encargare de llevarlo lejos de aquí- le dije al sujeto mientras soltaba su mano. El acepto no muy convencido pero nos advirtió que no volviéramos al lugar.
Le sugería a Yoshiki que le marcara a una de sus amigas para que lo llevara de vuelta a su hotel este se negó y me pido que fuera yo el que lo llevara en tono burlón decía - Esta princesa le ordena a su lacayo que lo lleve devuelta a su palacio- Sin más remedio deje que él para un taxi al entrar le dijo al conductor en un quizás no excelente pero si buen francés la ubicación de su hotel, en mis adentros solo pensaba como era posible que aun en su estado pudiera coordinar otros idiomas y recordar a la perfección la dirección donde debíamos ir. Llegamos al hotel pude haberlo dejado en la puerta de este pero quería estar seguro que llegaría a su habitación ya que a pesar de todo, yo apreciaba a este hombre y no quería que nada malo le pasara.
En el elevador estábamos solos y un poco antes de llegar se recargo en mi hombro, alcanzo a decirme al oído- a las princesas se les lleva en los brazos a su cama- yo accedí de inmediato y lo cargue entre mis brazos más que hacerlo por su petición lo hacía porque no sabía cuánto tiempo soportaría estar de pie era evidente que ya no podía sostenerse de lo borracho que se encontraba. Cuando llegamos a la puerta de su habitación como puede saque las llaves de su pantalón sin soltarlo de mis brazos abrí la puerta me dirigí a su cama pero al momento de dejarlo recostado y querer apartarme de él, este me sujeto del cuello con ambas manos para acercar su rostro al mío, dibujo una perversa mueca en su boca y me beso.
Su sabor era de alcohol aunque no acostumbrara a beber me pareció exquisito sentí su lengua entrar en mi boca tan escurridiza devorando cada rincón de mi boca, parecía hambrienta, insaciable, a partir de ese momento deje de ser consiente de mis acciones, sabía que él lo estaba haciendo por los efectos del alcohol ¿pero yo? Me está aprovechando de su estado, quizás podría recuperar algo de mi orgullo, se notaba claramente que ninguno de los dos era inexperto a pesar de ser hombres ambos sabíamos lo que hacíamos, después de ese beso que nos dejó sin aliento me subí encima de él separando sus piernas para abrirle paso a mi cuerpo, esta vez fui yo quien tomo sus labios por sorpresa pero en lugar de un beso fue una mordida en su labio inferior fue algo brusca que de su labio escurriendo un hilo de sangre que llego hasta su barbilla y antes de que llegara a su cuello, con la punta de mi lengua lo lamí regresando de nuevo a su labio inferior el cual comencé a chupar, él respondía a mis actos con suaves gemidos, mi mano se deslizo por debajo de su playera buscando sus pezones, mientras la otra presionaba sus nalgas haciendo que su cuerpo se pegara más al mío, mis dedos en su pecho se movían de forma circular estimulando su areola dando como resultado que esta se pusiera erecta en poco tiempo, mis labios se alejaban de su boca para bajar por su cuello y subir de nuevo pero ahora hacia su oído mordiéndolo suavemente, deje que mi ya acelerada respiración entrara por su oído y con mis manos le quite su gabardina continua con su playera, entre sus piernas se podía ver como su pene comenzaba a endurecerse, me quede quieto por un momento me separe un poco para poder observarlo, la vista era fabulosa Yoshiki debajo de mi totalmente excitado, sin playera, sus pezones están ya levantados y sus labios estaban hinchados de las mordidas que le había proporcionado.
Entre gemidos dijo con una voz suave –No te detengas- como si esto fuera una orden continúe con mi labor le quite sus botas, después comencé desabrochándole su pantalón con mi rostro colocado en su entre piernas sus manos se deslizaban por mi cabellos antes de bajar su pantalón lo despoje de su cinturón el cual utilice para amarrar su manos en la cabecera de la cama, no ponía nada de resistencia y dejaba que yo hiciera con él lo que quisiera, lo despoje finalmente de su pantalón y junto con el su ropa interior de una sola vez, su miembro estaba en lo más alto comencé a masturbarlo pero no por mucho tiempo, empecé a quitarme yo la ropa, mientras observaba la mirada de Yoshiki que no me quitaba la vista de encima fue rápido estaba ansioso de volver a juagar con su piel, no me había percatado de lo excitado que estaba, hasta que en mi desnudes note mi pene hinchado casi adolorido de la ansiedad que tenía, no iba a poder contenerlo por mucho tiempo, dirigí mi cuerpo a la boca de Yoshiki y aunque al principio se resistía un poco, no tardo en dejar entrar mi miembro en su boca, el seguía de bajo mío con las muñecas atadas yo sostenía su cabello con fuerza haciendo que su cabeza se moviera para darle placer a mi sexo erecto. Después coloque mis testículos en su boca masturbándome el recorría su lengua ese parte mi cuerpo. Me aparte de él y me coloque encima suyo poniendo sus piernas sobre mis hombros coloque la punta de mi pene en su orificio ya dilatado sabía que no había estimulado mucho esa zona, él también lo sabía dándome una mirada de desaprobación a lo que estaba a punto de hacer, pero no me importo entre de golpe en él, quería sentirlo seco, apretado, el arqueo la columna y dio un grito de dolor, no me contuve por esto; comencé a embestirlo para nada era lento todo lo contrario mis movimientos eran rápidos y fuertes, mi mano empezó a masturbarlo para recompensar el dolor que le había provocado, estaba demasiado excitado que no tardó mucho en venirse ensuciando mi mano y parte nuestros abdómenes, yo aún estaba moviéndome dentro, lleve mi mano que había ensuciado hacia su boca, comenzó a lamer su propio semen, ya no podía más su ano empezaba apretarse lo que consiguió que terminara dentro. Retire mi pene de su orificio me recosté a su lado, afloje el cinturón que mantenía inmóviles sus manos, estaba tan cansado que lo último que lo último que recuerdo antes de caer profundamente dormido es buscando las sabanas para cubrir nuestros cuerpos desnudos.