Capitulo 7: Al borde de la desesperación.
Sentía como mis piernas temblaban, no paraban de mecerse, se me hacia inútil moverlas, solo se quedaban ahí, manteniéndome parado y estático, mis ojos estaban abiertos como nunca antes, mierda, esto no podía estar pasando, mierda y doble mierda, sentía como en los bordes de mis ojos se acumulaban más lágrimas, la rabia carcomía cada parte de mi, cada rincón estaba profesando un temor que nunca había sentido antes, mis manos tiritaban y estaban totalmente sueltas en el aire, no podía moverme, tenía demasiado miedo, quería pelear, pero de que serviría, no soy más que un inútil, el inútil de siempre, mi boca estaba abierta esperando que llegara el grito, pero mi voz quedo atrapada en mi garganta que luchaba por no romperse, frente a mí estaban las peores bestias del universo.
Cuando llegamos a la batalla todos estábamos confiados en nuestro poder, inclusive yo que soy muy inseguro, pero no sirvió de nada, maldición, mis lagrimas caían una tras otra, buscando un nuevo camino por mi mejillas para poder llegar al suelo, estamos jodidos, Yamcha murió, ¿Cómo se lo diría a Bulma?, mierda, Ten Shin Han había muerto, mierda, Chaos había muerto, doble mierda, mi entero cuerpo comenzó a temblar aun más ante el miedo y el recuerdo de aquellos muertos, no se merecían ese final, más lagrimas caen de mis ojos nublando por completo mi vista, solo pude observar unas manchas, unas monstruosas manchas que sabía con seguridad de quienes eran, aquellas bestias saiyayín, Vegeta y Nappa.
Mis rodillas cedieron ante mi peso y caí como saco contra el suelo, sentía un ardor inmenso en los bordes de mis parpados, escocía casi tanto como cada una de mis heridas que se refregaban contra la tierra, estaba agotado, sonreí de manera irónica, tanto entrenamiento, tanta seguridad, tanto esfuerzo, para nada, lo siento Goku, de seguro te decepcione, perdóname por ser tan inútil, mis dientes tronaban al restregarlos el uno con el otro con tanta fuerza, pero es que tenía tanta rabia, todo fue inútil, no pudimos hacer nada, no pude hacer nada, no sé qué hacer, cerré los ojos con fuerza para desaparecer de esta realidad, a pesar de que ya me había desfasado hace rato de la realidad, podía escuchar de fondo gritos y golpes, era cierto, aun estaban Gohan y Piccolo, no podía abandonarlos, Goku no lo haría, los abrí y trate de levantarme, pose mis manos sobre el suelo tratando de levantar mi peso, pero estas temblaban demasiado, dejándome caer como muerto contra la tierra, trate de nuevo, pero caí, trate de nuevo y volví a caer, era definitivo, no tenía fuerzas, no podía ni siquiera mantener los ojos abiertos, solo escuchaba los susurros del exterior, escuche una carcajada inmensa y un grito que rompería hasta a mi alma, creo que él del grito fue Piccolo, abrí levemente mis ojos y vi su cuerpo en el suelo, al lado de él estaba Gohan, estamos muertos, es el fin, simplemente alargamos lo inevitable, comencé a arrastrarme hacia Gohan, necesitaba estar junto a él, sus ojos eran idénticos a los de su padre, eran tan ingenuos y esperanzadores, llegue a su lado y observe como él, con suma rabia ataco a Nappa en vano, ahora ese calvo se nos venía hacia nosotros, adiós, adiós mundo, no me gustan muchas cosas de mi vida, pero al menos lo conocí y pude sentir la dulzura de ser su amigo, perdóname Goku.
Vi una inmensa luz y sentí el aire congelando mis extremidades, mis ojos cerrados esperaban algo que nunca llego, abrí los ojos y nada, no había sucedido nada, alcé mi vista y pude sentir como las lagrimas amenazaban de nuevo en salir, pero no eran de rabia, eran de emoción y felicidad, frente a mí estaba el ser más puro de todos, él había llegado, al fin, sonreí como nunca y pude sentir la caricia de su nombre al pronunciarlo, el volteó y me sonrió, yo sonreía y el sonreía, era todo lo que necesitaba para volverme nuevamente fuerte.
Continuara…