Capitulo 3: La pesadilla del amor.
Tuve citas con una y otra mujer, pero nada que durara más de una semana, vi que algunas estaban realmente interesadas en mí y otras que simplemente estaban aburridas, encontré todo tipo de mujer, pero nadie lograba llenar ese vacío, nadie podía alcanzar a ser tan maravillosa como él, maldición, como lo extraño, maldigo el que haya dicho que del odio al amor hay solo un paso, ¿Porqué tenía que suceder algo como eso?, pero no importaba, tenía que ser fuerte, como también dicen, si él es feliz yo también lo soy, pero maldita sea, sufro demasiado con esa felicidad. Estuve un año fuera de combate, deseaba relajarme y encontrar la novia perfecta o al menos algo que se le asemejara, pero cada vez que cerraba los ojos y tocaba el cuerpo desnudo de mi acompañante, solo lo veía a él, a su piel, a su cuerpo, a sus cabellos, a sus ojos, a su sonrisa. Durante ese año deje de ser virgen, tuve sexo muchas veces con distintas mujeres, pero ellas no eran las que me excitaban, siempre visualizaba a Goku, finalmente me rendí, parecía realmente una utopía el olvidarlo, volví a entrenar.
Estuve cuatros largos años entrenando, hasta que me llegó una invitación donde el maestro Roshi, vaya hace tiempo que no sabía algo de él, decidí ir, ahí nos reuniríamos todos, incluyendo a Goku, al fin lo podre verle de nuevo, al fin podre calmar esta desesperación.
Cuando llegue a la isla del maestro estaba feliz, ahí estaba el maestro y la tortuga, por lo visto había llegado prematuramente, por lo visto Ten Shin Han y Lunch no estarían, espere y espere, luego llego Bulma, ella había peleado con Yamcha por lo cual él no vino, ella seguía igual de hermosa que siempre, volví a esperar, estaba realmente ansioso, ¿Cómo estaría él?, ¿más alto?, ¿más apuesto?, ¿más fuerte?, ¿más delgado?, ¿más gordo?, ¿más musculoso?, ¿más alegre?, ¿más triste?, ¿más maduro? O seguiría siendo el mismo chico tierno el cual daría su vida por todos, el cual nunca ha odiado, el que nunca tiene pensamientos impuros, el que confía y tiene fe en todos, el que siempre esta alegre sin importar la situación, al que todos queremos, al que yo amo, no lo sabía y eso era lo que me carcomía, la incertidumbre. Pero de repente oímos un ruido afuera por lo que todos salimos, todo paso tan lento, en mi cabeza pasaron todos los momentos que compartí junto a él, los cinco años que no lo vi, en los cuales trate de olvidarlo pero se apoderaba más de mi mente, cinco años en los que me prepare para no sucumbir ante mis sentimientos en el momento que lo viera, cinco años en los que me sentí tan solo y miserable, cinco años en los que soñaba volver a verlo sonreír y cuando abrí la puerta ahí estaba, igual que siempre, igual que hace cinco años, con la misma vestimenta, el mismo peinado, los mismo ojos, la misma sonrisa, estaba todo, todo lo que había deseado ver desde que lo vi marchar, quería echarme a llorar de la felicidad, quería consolar el golpeteo de mi pecho, era increíble, realmente quería abrazarlo, pero me contuve. Todos lo saludamos, pero ante la conmoción de volver a verlo nos dimos cuenta de una pequeña cosa, Goku había traído a un niño, ¿Y ahora qué? ¿Acaso andaba de niñero?, se parecía a él, pero no podía ser, entonces el nos confirmo lo obvio, realmente quería que la tierra me tragara, era su hijo. El niño se llamaba Son Gohan, tal como el abuelo de Goku, era realmente adorable y bastante idéntico a Goku en cuanto a lo físico, pero era más tímido y educado, al igual que su padre este tenía una cola, por lo visto este pequeño tenia mas cerebro que Goku, lo cual me causo gracia, al final resulto que Chi Chi era de esas mujeres estrictas. Estaba todo tranquilo, todos saludándonos mutuamente, cuando a la isla llegó alguien completamente extraño, preguntaba por un tal Kakaroto, mi primer pensamiento fue algo como ¿Y qué se tomo este loco?, me acerque a él diciéndole que se marchara, no pude cometer más doloroso error, el me golpeo con algo de inmensa fuerza lo cual me echo contra la pared, mierda, de verdad me había dolido, me levante advirtiéndole a Goku de aquel sujeto, inmediatamente observamos que ese sujeto tenia cola, igual a la que una vez tuvo mi amigo, a todos se nos cayó la cara de la impresión, no podía ser, esto era jodidamente aterrador, ¿porqué él tenía una cola?, el tiempo empezó a avanzar lentamente, a cada palabra que salía de su boca mi mente comenzaba a revolverse, no entendía nada de lo que sucedía, mire a Goku y luego al sujeto, una y otra vez, sucesivamente, no me lo podía creer, era imposible, ¿¡eran hermanos!?, no se parecían en nada. Todos estábamos cada vez mas impactados por las palabras de aquel sujeto que se llamaba Raditz y decía ser hermano de Goku, este siguió hablando y mis oídos se hacían cada vez mas agudos, quería escuchar, quería saber, aunque igual tenía algo de temor, algo en mi decía que nada bueno saldría de todo esto. Raditz dijo que Goku era parte de la raza de los guerreros más fuertes del universo, los saiyayín, estos por lo vistos eran una especie de mercenarios los cuales iban acabando con la vida de los planetas, para luego venderlos, ¿¡pero cómo!? ¿¡Cómo es posible que Goku sea parte de ellos, siendo él tan amable y respetador de la vida!? , esto tenía que ser una broma, no podía ser, él siguió hablando pero y ya no escuche, estaba shockeado, ¿qué diablos sucedía?, luego algo me volvió a la realidad, un alarido de Goku, el corazón se me heló, Raditz lo había sacado de combate en un solo golpe, luego vi como este secuestraba al pequeño Gohan y advirtiendo que lo devolvería si Goku asesinaba cien personas, este día de verdad que estaba jodido. Logramos que Goku se sentara para que se recuperara, lo observe a los ojos y pude notar claramente lo que sentía, miedo, desesperación y rabia, era obvio que se sintiera así, era su hijo el que había sido secuestrado, quería decirle que todo saldría bien, pero como decirle algo de lo que no estoy seguro, deseaba ayudarlo, ¿pero cómo? Si Raditz lo derroto de un solo golpe, solo atiné a mirarlo, en tratar de darle confianza con mi mirada, realmente me preocupaba verlo así, nunca antes pude ser testigo de verlo tan desesperado, por lo visto parecía que todo estaba perdido, pero como por arte de magia arriba de nosotros apareció Picollo, el cual se ofreció a ayudar a Goku, la situación era tan grave que enemigos dejaron todas sus diferencias de lado y se unieron para enfrentar a un enemigo en común, me sentí aliviado, sabía que con él Goku tendría más posibilidades de ganar… y también de salir menos lastimado, los vi marcharse, fruncí el ceño, en mi pecho sentí un pálpito que me advertía algo, ¿pero qué cosa?
Estuvimos esperando, se me hacia eterno el tiempo, estuve todo el rato sentado y observando el reloj, vi como se movía cada aguja del reloj, algo no estaba bien, algo me lo decía, después nos dispusimos a ir, subimos en la nave de Bulma, yo observaba hacia abajo, era hermoso el mar, me puse a contar cada ave que aparecía, hacia cualquier cosa con total de distraerme de la angustia que estaba apoderada de mi mente. Cuando llegamos pude ver como el lugar estaba hecho trizas, Picollo estaba parado e intacto, bueno casi intacto ya que le faltaba un brazo, pero luego fuimos testigos de la cosa más desagradable del mundo, este se regeneró pero durante el proceso expulsó sustancias realmente desagradables, pero luego volteé y simplemente se me fue el aire, a mis piernas se les fueron las fuerzas, en mi garganta se formó un nudo, mi cuerpo enteró empezó a temblar y en mis ojos se acumularon las lágrimas más amargas de mi vida, ahí estaba Goku tendido en el suelo, completamente inerte, casi sin vida, me acerque a él corriendo, mi corazón estaba completamente acelerado, tomé con cuidado la cabeza de Goku y la recosté sobe mis piernas, su mirada estaba ida y yo, bueno yo simplemente empecé a llorar, no sabía qué hacer, la impotencia se adueñaba de mi cuerpo, no quería que esto ocurriera, ladee un poco mi vista y vi el inmenso agujero en el pecho de él, la respiración se me cortó, pude ver, pude escuchar, como borboteaba mas y mas sangre de ahí, coloque mi mano ahí como si por arte de magia desaparecería, pero no, simplemente brotaba más sangre al igual que lagrimas de mis ojos, esto tenía que ser una maldita pesadilla, por favor que alguien me despierte. Goku recobró la consciencia y comenzó a hablar, le dije que parara, tenía que parar, el necesitaba guardar sus energías para llevarlo a algún lugar que lo sanaran, el tenía que sanarse, el no iba a morir, era Goku, con él siempre ocurrían milagros y cosas maravillosas, era obvio que él iba a sobrevivir, “el va a sobrevivir” me repetí constantemente en la cabeza, luego Bulma nos enseño que Gohan estaba a salvo y pude ver como una sonrisa se formaba en el rostro de mi amigo, “por favor, no te rindas así como así, tienes que ser fuerte, por favor, por ti, por Chi Chi, por tu hijo, por mi…”, él dijo que estaba aliviado, que Chi Chi no le regañaría, el no podía hablar de esa forma, era como si se rindiera, él tenía que parar, tenía que guardar fuerzas, tenía que vivir, lo mire a los ojos, toque su pecho, sentí como cada vez respiraba más lento, “no,no,no,no,no,no,no”, como cada vez sus latidos se hacían menos frecuentas, “¡maldición no! Resiste”, como en sus ojos se apagaba esa luz tan típica de él, “¡NO!”, como se le iba la vida, él sonrió, de mi cara cayeron un montón de lagrimas las cuales no eran suficientes para sacarme toda la pena del cuerpo, esto no tenía que estar pasando, ¿porqué a él?, maldición, lo sostuve con más fuerza y le susurre “No te mueras, te amo”, él me miro y murió.
Continuara…