-yamasaki-sempai puedo... ¿Puedo hablar con usted?
Pregunta sumamente nervioso, metiendo sus manos en sus pantaloncillos y agachando su cuello para encorvarse, el chico de ojos turquesa le responde de manera afirmativa y monótona, salen de su habitación y lo acompaña hacia los pasillos donde no había nadie pues todos estaban en clases.
Solo tenía una oportunidad, así que debía aprovechar.
-¿cómo va su relación con el capitán rin?
Pregunta rápidamente al dejar de titubear de los nervios.
Sousuke lo mira confuso y a la vez con enfado.
-ah... No es que me quiera meter
Responde intentando alivianar la situación y aclarando de inmediato antes de entrar en problemas. Agitando sus manos de apuración.
-es solo que quería pedirle consejos, sobre Nitori-sempai
Obteniendo de nueva cuenta confusión, y era lo menos quería, suponía que podía hablar normal con el, lo creía por parecer un ejemplo a seguir, Sousuke era un chico genial y se notaba que tenia loco a su capitán, y eso que ni el lo sabia.
Su problema era que...
-¿Qué sucede Mikoshiba... ¿No te gustaban las niñas?
Sousuke detiene sus pensamientos sonriéndole con picardía, comprendiendo de qué iba todo eso.
-¡ah! ¡Claro que me gustan!
Se excusa algo animado al ser entendido, el otro solo cruza sus brazos en forma de respuesta
-entonces que hay con Nitori
Y por fin lo tiene, y en ese justo momento todo cae de recordar lo que quería decir.
-Nitori-sempai... Me gus...ta
Se sincera no muy convencido, entonces comienza una especie de baile con su pie, rotándolo de lado a lado en un mismo punto.
Soltando un suspiro
-me gusta pero... No se que hacer para que me haga caso.
Mira hacia el fondo de los pasillos, perdiendo su mirada como si recordara algo.
-y tu quieres que te ayude
Afirma Sousuke cerrando sus ojos de lo cansado que se escuchaba todo eso.
-a usted le va bien con el capitán yo solo...
Y agacha su mirada algo depresivo, logrando causar lastima al otro chico.
-bueno pero al menos dame mas detalles
Al fin de cuentas el mayor percibía que algo había que los hacia parecer iguales.
Casi mismas situaciones.
-¡si!
Responde animado recobrando sus fuerzas e ímpetu.
...
Y ahí comienza el gran suceso que a Sousuke intrigo y canso nuevamente.
Como el hecho de que hacia dos semanas atrás, cuando entraba a los dormitorios después de un agotador entrenamiento de natación se encontrara con Nitori solo con bóxers y obtuviera un grito de susto al ser descubierto. No había sido precisamente un buen inicio, en realidad fue después de eso...
-¿Momotaro no te enseñaron a tocar?
Grito su sempai sumamente ofendido, por su reacción, él también se había alterado al ser contagiado por el susto sin embargo al analizar que ambos eran hombres retomo la compostura.
-no hay de que preocuparse Nitori-sempai, ¡somos hombres!
Quiso animarlo chocando su mano con su espalda y…
Gravísimo error, primeramente la piel del chico era tan suave que su mano resbaló como si se tratara de seda, recibiendo un chillido de queja ante el dolor que le causo.
Seguido de un par de sonrojos de vergüenza que le parecieron lindos para que vinieran de un chico, cuando se detuvo a meditar en lo que pensó se incomodo y era que seguramente estaba demasiado excitado del entrenamiento que había tenido así que prosiguió su rutina metiéndose a bañar.
Cada que salía de su baño se topaba a Nitori entretenido escribiendo en su diario, como si fuera lo más importante para el y en serio que ya le comían las ganas por ver de qué se trataba.
Aunque en ese día...
Nitori termino con semblante triste al finalizar de escribir, como si algo lo pusiera sumamente pensativo y preocupado. El no era un chismoso ni entrometido pero si un observador y al menos como kohai se preocupaba por el.
Y aquella ocasión...
Nunca olvidara como vio derramar lágrimas al chico.
Y nunca olvidaría como su corazón comenzó a latir con extrañeza.
Y quiso ignorarlo al adentrarse a la habitación haciendo ruido para que lo alertara.
Su sempai solo cerró su cuaderno y lo ignoro por completo.
-ne Nitori-sempai ¿le pasa algo?
Preguntó una vez acabado de secar su cabello, sosteniendo la toalla en su cabeza. Con sus orbes temblando de la preocupación.
Pero el más chico solo se recostó en su cama y movió su cuerpo dándole la espalda.
-no es nada
Preocupándolo todavía más.
Levantó su ceja de extrañeza al comportarse tan vulnerable con él, como sea intentó volver a la realidad encaminándose para apagar las luces.
Estaba tan sumiso en sus pensamientos que al apagarlas y querer subir a la litera, resbaló descuidadamente de las escaleras cayendo de golpe al suelo
-¡agh!
Grito adolorido
-¡¿Qué sucede?!
Le respondió su compañero quien asustado se levanto de inmediato.
Y no fue solo eso, el golpe habría sido suficiente de no ser por su torpe sempai que al querer ponerse de pie enredo sus pies y cayo por consecuente en cima de el.
Teniendo su cuerpo sobre el suyo, a escasos centímetros, con su rostro muy cerca pudiendo verlo bien y...
Todo empezó desde allí...
Al ser la luz que entraba por su ventana, iluminando a ambos y el dándose cuenta del encanto irreconocible que percibía de Nitori.
Con sus mejillas sonrojadas, sus ojos temblorosos y sus labios...
Ah… Sus labios brillantes, seductores a su mirar.