Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

Eras mi mejor amigo por 1827Forever

[Reviews - 12]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

Notas del capitulo:

KHR no me pertenece, ni sus personajes.

Todos pertenecen a Akira Amano.

Eras mi mejor amigo... Desde que nos conocimos hemos estado juntos... Yo era feliz si tú estabas a mi lado...
Solo tú.

En mi mente solo hay memorias de nosotros dos juntos, más que de mi familia, más que de mí. Siempre que
estábamos juntos no podía evitar pensar en el sentimiento de calidez que inundaba todo mi pecho, era
realmente bueno, algo que me hacía sentir bien.

Conforme pasaba el tiempo pude apreciar como ese sentimiento crecía y crecía, no me asustaba, como era
realmente inocente solía pensar que mientras más fuerte lo sintiera seríamos mejores amigos por siempre...
¡Qué equivocado estaba!... Y lo descubrí de la peor forma.

Un día lo estaba esperando fuera de la escuela porque se le había olvidado algo y me dijo que no tardaría,
el tiempo pasaba y pasaba, pero él no volvía, así que fui a buscarlo y me encontré con esa situación... Lo
encontré dentro de nuestro salón de clases con una chica, ella lo abrazaba y le decía que lo quería, que
quería estar siempre con él. En ese momento algo dentro de mí se rompió, se cayó, se quemó, no sabía con
exactitud como decirlo, pero era algo doloroso, sofocante e insoportable... Y esa sensación se intensificó el
doble al escuchar como él correspondía sus sentimientos, al ver como sonreía como lo hacía solo cuando
estábamos los dos.

Ciertamente ese fue un golpe duro, en ese momento fue que me tuve que dar cuenta que lo que sentía por él
ya no era solo amistad, sino amor, me había enamorado de él y por lento y estúpido lo perdí...

A partir de ese momento comenzamos a pasar menos tiempo juntos, yo trataba de alejarme de él para que
no me doliera tanto verlo junto a su pareja, siempre rechazaba sus propuestas para salir a divertirnos,
cuando me llamaba no le contestaba, los únicos contactos que teníamos eran en el salón de clases por
escasos segundos y los mensajes en los que le contestaba con lo justo y necesario... Siempre evadiéndole,
siempre dándole excusas, siempre deseando que mi pecho deje de doler.

-------------------------------------------------------

Habían pasado dos años y ya éramos estudiantes de preparatoria, la situación ahora era menos tensa ya
que estábamos completamente distanciados y el dolor que sentía era mucho menor. Un día él vino a mí
salón y me pidió hablar con él, le dije que si ya que no podía rechazarlo enfrente de tantas personas y
porque lo vi muy decaído, me preocupó, pero debía tener cuidado si no quería que el dolor volviera a ser tan
fuerte como antes y las lágrimas volvieran a salir sin mi permiso...

Llegamos a la azotea y ahí me contó que había terminado con su novia, el dolor volvió, mucho más fuerte,
quise irme pero al verlo llorar no pude hacer otra cosa que no fuera abrazarlo, consolarlo, decirle que todo
estaría bien.

Fue ahí que volvimos a pasar el tiempo juntos, poco a poco su sonrisa y actitud de siempre volvió y yo me
sentía muy feliz, estando a tu lado yo me sentía muy feliz.

-----------------------------------------------------

Pasaron 4 años y ya estábamos en la universidad, todo era perfecto, él volvía a ser el mismo de siempre al
igual que yo, siempre a su lado, siempre juntos. Pero eso tenía que acabar en algún momento...

Un día me decidí a decirle mis sentimientos, no importaba que no me correspondiera, podía estar tranquilo,
ya que aunque lo supiera no me odiaría, de eso estaba seguro. Lo estaba buscando por todo el campus para
decírselo pero no lo encontraba por ningún lado, justo después de que alguien me dijera dónde estaba corrí
lo más rápido que pude, me sentía pleno, muy feliz, el dolor y el ardor en mi pecho desaparecieron y me
sentía en las nubes, me sentía emocionado...

Llegué a una esquina y paré un poco para recuperar el aire, estaba agitado, una vez más tranquilo di la
vuelta a la esquina y la sonrisa se me borró, el dolor y el ardor volvieron y se encargaron de quemar todo
en mi interior, sentí que me desplomaría y las lágrimas ya mojaban por completo mi rostro... No podía ser...

Era un maldito Deja vú, pero éste era peor, él estaba ahí como me habían dicho, pero no estaba solo... El
chico más popular de la Universidad y él se estaban besando, ambos se abrazaban y besaban con pasión,
sin darse cuenta de que yo estaba ahí. Salí corriendo lo más rápido que pude, ya no me importaba nada,
quería estar solo, quería estar solo para llorar y gritar toda la tristeza y la frustración que sentía de una
buena vez...

Ni bien llegué a casa grité como nunca lo había hecho, lloré, grité, rompí y destrocé todo lo que encontré a
mi paso...

¿Por qué? ¿Por qué debo sufrir? ¿Es que acaso estoy condenado a pasar el resto de mi vida sabiendo que la
persona que amo está con alguien más?... Pues no, ya no será así, ya no quiero que sea así. Hice mis maletas
y me largué de la ciudad, no tenía otro lugar a donde ir, pero no me importaba, no volvería a verlo nunca,
ya no me importaba nada, me alejaría de él no importa lo que tuviera que hacer... Si no vuelvo a verlo
nunca me consideraré afortunado.

-------------------------------------------------------

Desde ese día ya pasaron 7 años, se podría decir que me convertí en alguien diferente, aunque aún sigo
siendo yo. Ahora tengo 28 años y trabajo como organizador de eventos, me va muy bien, lo que gano es
suficiente para vivir cómodamente ya que tengo una casa bastante grande solo para mí y no tengo muchos
gastos al vivir solo. Lo que no uso de dinero simplemente lo ahorro.

Mi apariencia física sí que ha cambiado, ahora soy más alto, tengo el cabello más largo (aunque es solo
una coleta baja hasta la cintura, lo de arriba sigue siendo tan alborotado como siempre), mis ojos ya no
son tan grandes como antes, pero siguen siendo más grandes que los de la mayoría. Hace 6 años que
descubrí que soy un Doncel, me sorprendí mucho ya que no creí que yo pudiera ser uno, pero bueno...

Mis compañeros del trabajo (mujeres y Donceles) no paran de aconsejarme que debería salir con alguien,
dicen que ya no soy tan joven como antes y que debería darme prisa en formar una familia y ser feliz, yo no
les hago caso, no tengo intención alguna de enamorarme ni de formar una familia. Ya una vez amé y todo
terminó mal para mí, no quiero que vuelva a suceder, no quiero sentir nuevamente el dolor y el ardor
quemarme por dentro, ni tampoco el saberme tan poca cosa como para que alguien siquiera se fije en mi.

Así es, aún cuando decidí dejar atrás todo pensamiento de él con frecuencia no puedo evitar el pensar en lo
injusto que fue todo. …l tuvo una novia, por eso no interferí, no me creía capaz, ¿Quién siquiera pensaría en
salir con un hombre cuando puede tener una linda mujer a su lado? ¿No hay comparación verdad?... Pero
al verlo con aquel chico todo se me vino abajo, no podía creerlo, después de todo el problema no recaía en
que ambos fuéramos hombres (aunque soy un Doncel, pero en ese momento no lo sabía). El problema recaía
en que era yo...

Después de todo era obvio, alguien tan tonto y torpe como yo no merecía salir con alguien tan apuesto y
perfecto como él...

Pero bueno, dejando eso de lado ahora mismo estoy trabajando en la organización de una cena de
compromiso, no me dijeron quien es la pareja pero aún así me estoy esforzando al máximo por mi y por
ellos, los señores Sawada...

Yo no tuve familia, desde pequeño he carecido de padre o madre, nunca tuve a alguien que me leyera un
cuento por las noches o que me acariciara la cabeza y me dijera "Ese es mi hijo"... Pero cuando huí hace 7
años a Italia conocí a los señores Nana e Iemitsu Sawada, ellos también eran de Japón pero se mudaron
aquí por un asunto familiar, la señora Nana, en cuanto me vio, me abrazó y me dijo que todo estaría bien y
yo ya no pude evitar llorar de nuevo... Ellos me adoptaron y me dieron la oportunidad de ser parte de su
familia, por primera vez tuve una familia que me felicitara por mis logros y que me regañara cuando
llegaba a comportarme mal, lo cual no pasó muchas veces porque ya tenía 21... Lamentablemente ellos
murieron hace un año y yo me quedé solo, pero ya estaba graduado gracias a dios, así que decidí
esforzarme y no dejarme caer, no desperdiciaría la oportunidad que ellos me dieron.

En un edificio del centro de Italia:

Se hallaban dos personas en un estudio bastante grande con vista a la hermosa ciudad nocturna, tenían
varios papeles con diseños, colores, arreglos florales, manteles, listas de locaciones disponibles, catering,
bandas, personal, etc.

-Ne, ne, Sawada-san- llamaba una linda chica de ojos y cabello largo azul-claro parada junto al chico.

-¿Qué?- preguntaba un hermoso Castaño de ojos color ámbar con varias hojas en sus manos, estaba
concentrado en su trabajo.

-¿Ya viste a las personas que se comprometerán en ésta cena?

-No, ¿Por qué?- no despegaba su vista de los papeles.

-Porque están aquí- sonreía divertida.

-¿En serio?- miró a su compañera.

-Sí, son una hermosa pareja. La chica tiene el cabello largo anaranjado y unos bonitos ojos, y el chico tiene
el cabello corto rubio y ojos marrones. Es tan apuesto- suspiraba.

-Hmm, ya veo- desinteresado.

-Moo Sawada-san, ¿Es que no existe algún hombre en éste mundo que te guste?- haciendo un puchero.

-Si- respuesta inmediata.

-¡¿Qué?!- totalmente incrédula y sorprendida.

-Que si- tranquilo.

-¿Quién es? ¿Cómo se llama? ¿Es apuesto? ¿Es japonés o Italiano? ¡¿Es apuesto?!- enloquecida.

-No grites- suspira-... Un antiguo amigo mío. Si. Es Japonés... Y eso ya me lo preguntaste- sonríe levemente.

-Moo~ No dices mucho. Al menos descríbemelo físicamente.

-... Es alto, tiene el cabello negro, sus ojos son de color azul-metálico, su piel es muy blanca y no suele
sonreír mucho que digamos- melancólico y con voz dolida.

-... Entiendo- no continúa preguntando al notar que se había metido en un terreno peligroso.

-Será mejor que continuemos- volviendo la vista a las hojas.

-Si- camina hacia la salida.

-Ah, espera... ¿Cómo se llaman los que van a comprometerse?- mira a la chica antes de que desaparezca por
la puerta.

-Ah... Pues son Sasagawa Kyoko y Cavallone Dino- dice y sale para hacer una copia.

En ese momento me quedé helado, no podía creerlo, él, el chico que vi junto a... …l se iba a casar pronto con
una chica... Me relajé, al parecer su relación había terminado, pero eso no podría importarme menos. En mi
futro no pueden existir esos sentimientos que solo me hacen daño...

-----------------------------------------------------

La boda sería dentro de un mes por lo que la fiesta se llevaría a cabo dentro de 3 días, dentro de 30 minutos
tendré una reunión con los novios y los padrinos de la boda, así que me estoy preparando para contestar a
cualquier duda y prepararme por si quieren hacer algún cambio de último minuto.

-Sawada-san- llama nuevamente la misma chica, su asistente.

-¿Que sucede, Bluebell?

-Tome- le da un pequeño papel doblado- Ahí están los nombres de los padrinos, puesto que el de los novios
ya los sabe no están ahí- toma sus cosa y se va.

Abro el pequeño papel e inmediatamente lo dejo caer al suelo de la impresión... ¿Por qué? ¿Por qué tenía que
aparecer? …L de todas las personas...

En el papel:

~~~Padrinos~~~

Hibari Kyoya X Haru Miura

----------------------------------------------------------------------

Logré calmarme apenas a tiempo, es obvio que al destino le gusta reírse de mí, pero ya no importa, como
dije me centraré en mi trabajo y en mi futuro. Solo tengo que permanecer como hasta ahora, como alguien
centrado en su trabajo y directo con sus pensamientos, eso es todo lo que debo hacer.

Ahora estoy frente a mi oficina, todos ellos están ahí, puedo oírlos hablando, no me sorprende que él no
emita ningún sonido, él es así, seguramente debe estar apartado de los demás pero prestando atención a los
detalles y no a la "Plática absurda de Herbívoros" según él. Entro y todos menos él me miran sonrientes, les
sonrío levemente y me siento frente a mi escritorio, me presento e inmediatamente noto como me dirige la
mirada... Pero yo no lo miro a él, solo a los novios y a la madrina que resulta ser una chica muy bonita con
su cabello marrón corto y sus ojos del mismo color.

Comenzamos una plática amena y tranquila, en todo el tiempo sentí su mirada sobre mí, él aún seguía en
su misma posición pero aún así me veía. Pude ver que tenía el seño fruncido y los puños apretados, pero eso
no me importa... Luego de que termináramos los despedí a todos y me fui a mi estudio, entré y me puse a
trabajar en los nuevos cambios que querían los novios, no eran muchos, pero si quería que todo estuviera
perfecto debía ponerme a trabajar rápidamente.

-----------------------------------------------------------

Ya eran las 12 de la noche y decidí descansar, me levanté de mi silla y comencé a tomar mis cosas para ir a
casa, al salir de mi estudio (sin que yo pudiera hacer algo) una mano cubrió mi boca y un brazo fuerte me
atrajo hacia un cuerpo igualmente fuerte que el brazo, me removí nervioso, ¿Quién era ésta persona? Podía
sentir su aliento en mi cuello, luego fueron sus labios y por último su lengua, me estremecí al contacto pero
aún así lloré, tenía miedo, habían muchas cosas en juego como para que perdiera mi vida o llegara a
quedar embarazado en caso de que me violaran. Yo no quería eso...

Lentamente fuimos entrando al estudio, mis lágrimas bajaban sin parar y la mano que cubría mi boca
callaba mis sollozos. No podía ver mucho, las luces estaban apagadas y lo único que se veía era la luz que
entraba por el gran ventanal que daba una grandiosa vista a las estrellas... Sentí nuevamente su aliento en
mi cuello, pero luego pasó al oído y la otra mano que me tenía apegado a esa persona comenzó a entrar
por mi camisa y acariciar mi piel... No podía hacer nada, al parecer iba a ser violado por ese hombre
desconocido y no podría hacer nada más que quedarme con los brazos cruzados.

Aquel hombre comenzó a lamer mi oreja y a masajear mis pezones, yo trataba de no soltar suspiros, no
quería sentir esto. Pero en un momento escuché contra mi oído:

-¿Te gusta, Tsunayoshi?

Abrí mis ojos como platos y mis sollozos pararon, ¿No podía ser cierto verdad? Ese hombre no podía ser...

-Si soy yo.

Lentamente volteé mi rostro y lo vi, era él, en verdad era él. Hibari Kyoya en verdad estaba detrás de mi...
Tocándome...

-¿Q-Qué crees que haces?- pregunté enojado aún con la mano sobre mi boca y tratando de separarme de él.

El solo sonrió de lado y continuó masajeando mis pezones, yo trataba por todos los medios el no hacer
ningún sonido, pero me era difícil, ¡Después de todo aún soy Virgen!

-Parece que lo disfrutas- se burló, ¡El muy maldito se burló!

-¡D-Detente!- me lo quité de encima y grité, no iba a permitir que me tocara- ¿Por qué estás haciendo esto?
- mis lágrimas aún no paraban de fluir.

-Porque me gustas- respondió de inmediato y con toda la calma del mudo, ¡Es un desgraciado!

-No es cierto- le rebatí de inmediato, no voy a dejar que me confunda de nuevo, no voy a sentir ese maldito
dolor de nuevo.

El solo me miró con una ceja alzada y luego con el seño fruncido, y fue ahí que en verdad pude apreciar bien
su figura bañada por la luz de la luna y las estrellas. Realmente había crecido mucho, estaba más alto que
yo obviamente, se veía muy bien de traje, su cabello Azabache ahora era más corto, pero le quedaba
perfecto, se veía muy maduro y apuesto.

-Por favor vete- le digo arreglándome mi camisa con toda la tranquilidad que me caracterizaba.

El arrugó aún más el entrecejo- No- respondió acercándose a mí y quedando ambos frente a frente, yo ya
había terminado de acomodarme mi camisa por lo que le sostuve la mirada. De ninguna manera me voy a
dejar derrotar por algo tan tonto como éste sentimiento.

-¿Por qué?- pregunto mirándolo a los ojos.

-Porque me gustas- el también me miraba, pero aún con ese rostro inexpresivo podía oír cierta súplica y
desesperación en su voz. Pero aún así...

-Y yo te digo que no es cierto.

-¿Que te hace creer que no es verdad?

-Tengo mis razones.

-¿Cuáles?- se empezaba a escuchar enojado.

-No las entenderías- yo me acomodé el cabello pero en seguida mi mano fue tomada por Kyoya y besada
con delicadeza, con eso pude darme cuenta de que él temblaba ligeramente. Pero...

-¿Tiene relación con el por qué te fuiste?- me miró profundamente y yo temblé, pero me mantuve.

-Sí.

-¿Y por qué no me lo dices?... No tienes ni idea de lo que he pasado desde que te fuiste- apretó ligeramente su
agarre sobre mi mano.

-Hm... Me lo imagino- sonreí de lado mientras me soltaba de su agarre, el solo me miró sorprendido.

Tratando de encender la luz caminé unos pocos pasos, pero sus fuertes brazos me apresaron contra su
cuerpo, dejándome sin ninguna posibilidad de escapar. De pronto sentí mi hombro húmedo y miré a Kyoya
... …l estaba llorando, no podía creerlo. En todos ésos años que estuvimos juntos ni una sola vez lo había
visto llorar... Salvo por aquella vez que había roto con su novia.

Bajé mi mirada y, temblando ligeramente, le pregunté al fin- ¿Por qué lloras?

-Te amo, Tsunayoshi- me sorprendí- Te amo tanto, fui un idiota al no haberme dado cuenta antes. Incluso
desde antes es que te amo, antes de que saliera con aquella chica en la secundaria.

Comencé a temblar sin control, al final no pude evitar soltar lágrimas.

-Por eso digo que es mentira... Si realmente me hubieras amado no habrías salido con ella, con nadie
- susurré para mí mismo, pero al parecer me escuchó.

-Si salí con ella fue porque estaba confundido y necesitaba aclarar mis dudas- me apretó más contra él, yo
me quejé un poco.

-¿Qué tipo... de dudas?- comencé a sollozar.

-Cada vez que te veía no podía evitar pensar en lo lindo que eras, siempre te seguía con la mirada, yo creí
que no era correcto pensar así de mi mejor amigo... Por eso hice lo que hice.

Apreté mis puños con fuerza, ¡El era un maldito estúpido!

-Pero lo aclaré cuando te alejaste de mi- me abrazó con ternura- Yo ya te amaba, demasiado, por eso me
dolió tanto el que ya no pasaras tiempo conmigo, que no atendieras mis llamadas y que me respondieras
los mensajes solo con lo justo y necesario.

-¿Eso es todo?- le pregunté- Si eso era todo lo que tenías para decir te puedes largar ahora mismo, no tengo
tiempo ni ganas de escuchar a un mentiroso- escupí con todo mi odio y mi furia contenida.

-¡Ya te dije que no es mentira!- me gritó.

-¡¡Si lo es!!- yo también le grité y me separé de sus brazos para verlo de frente, el me miró claramente
sorprendido.

-Tsunayoshi...

-¡¡Cállate!! ¡Si digo que mientes es porque mientes!... Me importa muy poco lo que hayas sufrido... Ya que
no se compara con lo que he tenido que pasar- mi voz sonaba dolida, mis lágrimas ahora bajaban por mi
cuello- Eras mi amigo, mi mejor amigo, pero tan estúpido fuí que no me di cuenta de que yo también te
amaba...

-...- el estaba en silencio y no dejaba de mirarme.

-Me di cuenta de esto cuando te vi con esa chica... Ese día te esperaba fuera de la escuela y como tardabas
mucho fui a buscarte, pero me encontré con ella confesándose a ti y a ti aceptándola- temblaba sin control,
ya no podía más.

Hibari solo mordió sus labios y apretó los puños con frustración e impotencia.

-Estaba realmente dolido y deprimido, no podía hacer nada, y menos si tu la habías aceptado. Pero eso no
quitaba el que fuera un cobarde y me lo guardara todo para mi... Así que al final terminé dejándolos a
ambos solos.

Tomó una gran bocanada de aire y se dejó caer al suelo. Hibari se acercó a él y le acarició con ternura la
mejilla, Tsuna solo se dejó hacer.

-Cuando terminaste con tu novia te cuidé, me quedé a tu lado, no quería que sufrieras ni que lloraras- ahora
mismo el que lloraba sin control era yo- Estuve contigo todo ese tiempo... Hasta que te vi con él- susurré lo
último.

-¿Con quién?

-Cavallone Dino- respondí inmediatamente.

Kyoya solo se me quedó viendo con los ojos abiertos de la impresión.

-Ese día yo iba a decirte que te amaba, te estaba buscando por el campus y cuando te encontré te estabas
besando con él chico más popular de la universidad... Fue lo peor, mi corazón se rompió dos veces en la
misma situación... Y lo peor de todo fue darme cuenta que nunca podría estar contigo solo por ser yo.

-¡¿Que dices?!- me toma de los hombros y yo lo miro con mis ojos llenos de lágrimas.

-Era obvio que aunque te gustaran los chicos tu nunca podrías haberte fijado en tan poca cosa como yo.
Después de todo saliste con una chica, una linda chica... Y después fue Cavallone, un chico, pero obviamente
mucho mejor que yo.

-...

-Por eso no te creo cuando me dices que me amas- bajo la cabeza y seco mis lágrimas- Porque las cosa son
así y nunca cambiarán, no importa cuánto lo deseé.

Nos quedamos en silencio durante un rato, ni siquiera nos levantamos, nos quedamos en la misma posición
... Hasta que Kyoya me tomó del mentón y me acercó a él para besarme, para tomar mi primer beso. Yo
traté de alejarme pero él solo me abrazó con fuerza y no pude hacer nada más que intentar resistirme a
corresponder el beso tan asfixiante que me estaba dando...

Ya me lo había imaginado pero el poder sentirlo era otra cosa muy distinta a la imaginación, aunque no me
guste Kyoya sabía besar muy bien, sus labios se movían con maestría sobre los míos, su lengua pasaba
todas mis defensas y tentaba a la mía para que danzaran juntas... Cosa que terminaron haciendo ya que no
pude seguirme resistiendo. Yo también participé en el beso, él solo me recostó y se puso sobre mí para volver
a acariciar mi piel bajo mi ropa, yo suspiraba, estaba en otro mundo.

Trataba de mantenerme consiente pero él se encargaba de distraerme mientras se deshacía de toda mi ropa,
una ver terminó nos separamos y el comenzó a lamer mis pezones, yo solo gemía, me sentía demasiado
bien pero en mi interior todo estaba hecho un desastre. No quería, de veras que no quería, pero al mismo
tiempo lo deseaba demasiado, deseaba que fuera Kyoya, solo él, el que se quedara con mi Virginidad.

Tan centrado en mis pensamientos estaba que no noté los 2 dedos que ya había en mi interior, él los movía
sin parar, buscando ensanchar mi entrada. En un momento alcé la vista y lo vi, él estaba completamente
desnudo, y por lo que vi después yo también... Entré en pánico, intenté quitármelo de encima pero él me
sostuvo mis muñecas con una sola mano mientras metía el tercer dedo.

Di un grito de dolor, me dolía, no sabía qué hacer... Aún no sabía lo que quería y estaba a punto de ser
tomado por Kyoya, ¡¿Qué diablos es lo que deseo?!

Kyoya quitó los dedos y se acomodó entre mis piernas, tenía miedo, era mi primera vez, me iba a doler
mucho y de eso no había duda alguna.

-Tsunayoshi... ¿Me odias?- Kyoya me miró, en sus ojos pude ver arrepentimiento y tristeza, mucha tristeza.

Abrí los ojos sorprendido... Yo...

-Yo...- no sabía que decir... En todos éstos años solo quería alejarme para no volver a sufrir, pero nunca me
pregunté a mi mismo si odiaba a Kyoya.

-Perdóname... Perdóname por no haberme dado cuenta antes... Perdóname por haberte lastimado y
orillado a no volver a amar a nadie... Perdóname por desearte tanto en éstos momentos... Perdóname...
Pero no puedo dejar de amarte- lloró, Kyoya volvió a llorar.

-... Si...- Kyoya me miró y volteé mi cabeza a otro lado- Si realmente te odiara el dolor en mi pecho se
hubiera desvanecido hace mucho tiempo... Ya no estaría sufriendo...- comencé a sollozar de nuevo- Si tan
solo pudiera dejar de amarte... Las cosas no serían tan difíciles como lo son.

Me quedé sollozando unos momentos, lo amo, aún lo amo, por eso es que sufro tanto... De un momento a
otro Kyoya se me abalanzó y me besó como si no hubiera mañana, el beso era demasiado fuerte, casi no
pude permanecer consiente pero pude sentir como de una sola vez me hacía suyo.

-¡Ahhahahhh!- gemí, realmente me había dolido, después de todo era mi primera vez.

-Tsunayoshi...- me miró incrédulo, creo que se dio cuenta- ¿Es tu primera vez?

-Ah, ah, ah, ¡Claro que sí!- respiraba con dificultad y muy avergonzado- N-No te muevas aún... Deja que...
me acostumbre... Por favor- solté lágrimas.

-No tengas miedo- me acarició la mejilla izquierda- Te esperaré todo el tiempo que sea necesario.

Y así comenzó a besarme de nuevo, yo al principio estaba renuente, pero al final yo también comencé a
besarlo y abrazarlo por el cuello... Sentí que sonrió en medio del beso, no lo ví porque estaba con los ojos
cerrados, pero no pude evitar avergonzarme por esa sonrisa. Me acariciaba, por todas partes pasaba sus
manos buscando que me distrajera y me acostumbrara más rápido a su miembro... El cuál aunque me
avergüence decirlo es muy grande.

Después de estar un rato así el dolor pasó a ser un entumecimiento, así que moví mis caderas para
comprobar que todo estaba bien, pero con lo que no contaba era que Kyoya comenzaría a moverse lenta y
constantemente dentro de mí.

-¡Ah! Kyoya... ¡Ah!- cubría mi boca con mi puño izquierdo.

-Hm... Estás... muy estrecho- me sonrojé, su cara de placer era demasiado para mí.

-N-No digas... eso- comenzaba a hablar entrecortado.

Kyoya aumentó el ritmo y cambió las posiciones, él estaba sentado en el suelo y yo sentado sobre sus
piernas, con su miembro duro muy dentro de mí y moviéndose sin parar.

-¡Ah! Ya no... ¡Ya no más... Kyoya!... ¡Me vengo!- gritaba sin parar, quería que se detuviera y saliera de mi,
no podía dejar que terminara dentro de mí.

-Tan lindo- me sonrió de lado.

Yo me sonrojé y cerré los ojos, me sentía demasiado bien pero debía parar, todo debía parar. No teníamos
protección y no podía quedar embarazado... No porque no quisiera, sino porque aún no estoy seguro de
nada.

Sé que lo amo, pero aún no pierdo el miedo a que me lastimen. No quiero verme en la situación de verme
abandonado con un niño dentro de mí... No sabría qué hacer, ni siquiera sé como cuidar un niño.

-K-Kyoya...- el me miró- Por favor... sal... ¡No termines dentro!- suplicaba.

Kyoya se detuvo y me miró fijamente- ¿Por qué?

-P-Porque...- temblé, tenía miedo- Soy un Doncel... Y tengo miedo- lloré.

-Entonces mayor razón para que lo haga- sonrió macabramente.

-¿Eh?... ¡AH!- volvió a ponerse sobre mí y a embestirme más fuerte.

Cada vez podía sentirlo más profundo, él estaba cada vez más dentro de mí, me besaba con pasión y
estimulaba mi miembro con su mano. En un momento grité demasiado fuerte, no sabía que había pasado,
el miembro de Kyoya llegó a tocar una parte que hizo que viera todo negro y sintiera varias descargas en
mi bajo viéntre.

-Es aquí- sonrió de lado.

-¡Ah! ¡Ah! ¡Ah! ¡Ah!- ya no me importaba nada, gemía sin parar y solo quería sentir un placer aún mayor.
Era increíble, repentinamente todos mis miedos se fueron y me comporté como nunca pensé que lo haría
- ¡¡Kyoya!!- con toda mi fuerza cambié las posiciones, dejé a Kyoya debajo de mi y comencé a moverme yo
solo, de arriba a abajo, metiendo y sacando el miembro de Kyoya cada vez más rápido y profundo
mientras acariciaba mis pezones.

-Hm- escuché, miré a Kyoya y estaba con una sonrisa de satisfacción que quise borrarle a golpes. Pero esto
no se quedaría así... Apreté mi entrada lo más que pude y comencé a moverme más lento, para hacerlo tuve
que apoyar mis manos en su pecho para sostenerme, teniendo así una vista perfecta de su rostro
- Tsunayoshi...- ahora él estaba desesperado, la presión y la lentitud con la que me movía sobre su miembro
le eran una tortura, cosa que me sacó una sonrisa burlesca ya que se merecía el castigo por idiota- ¡Tch!

-¡Ahhh!- me tomó de las caderas e hizo más rápido el vaivén, pero no me iba a dejar ganar, apreté mucho
más mi entrada y él se descontroló, lo pude ver en su rostro.

Volvió a sentarse y me abrazó posesivamente mientras me besaba con lujuria, yo también lo hice, no me
quedaría atrás. Lo abracé por el cuello y por las caderas, seguimos así, besándonos y dándole placer al
otro. Era mi primea vez pero me sentía demasiado bien, no sé cuánto tiempo estuvimos en esa posición
pero yo ya no podía más, él tocaba muchas veces y muy rápido esa parte que me hacía ver todo negro y
masajeaba mi miembro... Simplemente ya no podía más.

Lentamente dejé de moverme y me separé del beso gritando del placer, me vine y nos manché a ambos con
mi esencia. Creo que por haberme venido mi interior se apretó más por eso Kyoya terminó al instante
dentro de mí.

Eso era demasiado, la semilla de Kyoya era muy caliente, sentía que me quemaba por dentro, pero de una
manera muy buena... Ambos caímos al suelo muy agitados, yo estaba sobre Kyoya y él me abrazaba con
suavidad. Estaba tan cansado que no podía deshacer el agarre, o tal vez no quería hacerlo, no lo sabía...
Pero aún así estaba demasiado cansado para pensar.

-Tsunayoshi no te duermas aquí- me decía Kyoya.

-Tengo sueño.

-Si lo tienes duerme cuando llegues a tu casa, dime donde vives y yo te llevaré- me acarició el cabello con
ternura.

-... Si- me dejé acariciar.

Con cuidado salió de mí y me ayudó a vestirme, en ningún momento se alejó de mi y en ningún momento
dejó de darme besos, en los labios, las mejillas, los parpados, la frente, el cuello, los hombros y todo lugar
por donde pudiera besarme... El se vistió luego y me cargó hasta su auto, yo estaba muy cómodo entre sus
brazos.

Llegamos a mi casa y entramos, casi dormido le dije donde estaba mi habitación y después de cerrar la
puerta subió al segundo piso. Entró a mi habitación y me recostó en la cama, me puso el pijama y él, sin
que pudiera darme cuenta ya que estaba dormido, se desvistió y se recostó a mi lado, abrazándome para
dormir.

-Te amo, Tsunayoshi- a pesar de que estaba dormido pude escuchar eso e inevitablemente sonreí de
felicidad.

-----------------------------------------------------------

Pasaron dos meses, Cavallone se casó y curiosamente ahora vive a unas cuantas casas de la mía. Kyoya no
volvió a Japón, parecerá extraño pero ahora prácticamente vive conmigo, es una locura... Después de esa
noche lo hicimos en algunas ocasiones, era realmente placentero, y extrañamente no tenía ningún signo de
embarazo por lo que no me preocupé.

Ahora mismo me encuentro en mi casa, en mi jardín, tomando el Té, decidí tomarme unas vacaciones
porque estaba algo cansado, así que estoy aprovechando y relajándome.

-Te vez hermoso- escuché detrás de mí, no me sorprendí, ya sabía quién era.

-Gracias- yo estaba recargado en el sillón frente a la mesa del jardín donde había Té y muchos bocadillos
dulces, últimamente se me antojan mucho los dulces, debe ser porque el azúcar me da energía.

-¿Te sientes bien?- Kyoya se acercó a mí y me besó en los labios, lento, muy lento. Se sentía muy bien.

-Si- respondí aún en la misma posición y con los ojos cerrados, comenzaba a tener mucho sueño.

Nos quedamos un rato en silencio, él acercó el otro sillón y se sentó cerca de mi. Tomó mi mano con
suavidad y acarició mi cabello y mi rostro con mucho amor, con completa ternura... Aún con mis ojos
cerrados pude jurar que sonreía sinceramente, lo que me hizo muy feliz y por lo tanto yo también sonreí.

-¿Estás cansado?- me preguntó en voz baja.

-Un poco.

-¿Desde cuándo?

-Hace como dos meses... Pero solo ahora pude tomar un descanso.

-... Entiendo- se giró y miró toda la mesa de dulces- ¿Por qué tantos dulces?

-No lo sé, últimamente se me han antojado mucho- respondí abriendo ligeramente los ojos.

-...- se me quedó viendo profundamente.

-¿Kyoya?- lo miré un tanto dudoso con mis ojos entrecerrados.

-Tsunayoshi... ¿No has considerado la posibilidad de que podrías estar embarazado?

-...- guardé silencio, la verdad es que si pienso en todo eso es posible, pero también podría ser que no- Pues
no... Puede ser que sea como tú dices... Pero no tengo todos los síntomas, además haría falta un análisis
para comprobarlo.

-Te amo Tsunayoshi, y quiero estar contigo- besó mi frente- Desde que te encontré he sido muy feliz, tanto
como cuando éramos niños... Y nada me haría más feliz que formar una familia contigo- pegó nuestras
frentes.

Solté varias lágrimas, todo mi interior temblaba, yo también quería, quería estar con él, quería formar una
familia con él... Solo con él.

-Yo también te amo Kyoya- se separó de mí y me miró entre sorprendido y feliz, y es que desde que nos
volvimos a encontrar no le había dicho ni una sola vez que lo amaba.

Me besó nuevamente, ésta vez fue más profundo y yo también participé, estaba feliz, estábamos felices. Nos
separamos y nos sonreímos.

-Llamaré a alguien para hacer los análisis- aún tomando mi mano sacó su celular y empezó a marcarle a
alguién.

-Pero podemos ir al hospital, no está muy lejos- respondí tranquilo, estaba muy relajado y el sueño quería
apoderarse de mí.

-No. Prefiero que lo haga alguien de confianza, además tendríamos que esperar por varios días los
resultados... Con él solo bastarán unas cuantas horas- vi como Kyoya comenzaba a hablar con esa
persona, pero eso fue todo, el sueño me venció y me quedé dormido.

----------------------------------------------------------------

Cuando me desperté me encontré en mi habitación, con la luz encendida, estaba solo, no veía a Kyoya por
ninguna parte. Traté de levantarme pero al hacerlo un mareo me hizo volver a recostarme, respiré varias
veces tratando de que se me pasara y unos momentos después ya estaba mejor. En eso la puerta se abre.

-Qué bueno que despertaste- era Kyoya, inmediatamente se acercó a mi pero pude notar que sonreía de
lado y en sus ojos había un brillo especial.

-¿Qué hora es?- pregunté tratando de sentarme, Kyoya me ayudó y me acarició con suavidad mi mejilla
luego de haberse sentado a mi lado.

-Son las 9 de la noche- me besó la frente.

-¿Por qué estás tan feliz?- lo miré y él bajó su mano y acarició mi vientre.

-Fue positivo- lo miré alzando una ceja- Luego de que te durmieras llegó Shamal, un doctor de mi
confianza, y te sacó algo de sangre para analizarla- sonreía- Un par de horas después me dio los
resultados y fueron positivos... Estás esperando un hijo mío.

Me quedé mudo...

-Tsunayoshi, vamos a ser padres- abrazó al Castaño.

-...

-¿Tsunayoshi?

El Azabache se separó del Castaño y lo besó, con lo que el menor se despertó y miró al mayor incrédulo.

-Kyoya... yo... tú... nosotros... un bebé... padres...- no podía dar coherencia a lo que intentaba decir.

Kyoya solo sonrió con ternura y posó uno de sus dedos en mis labios, haciéndome callar y llamando mi
atención.

-Está confirmado, dentro de ti hay un pequeño bebé que es parte de los dos. Ambos vamos a ser padres,
vamos a formar una familia juntos, nosotros dos y nuestro hijo, y posiblemente los que vengan después de
éste- hablaba con total calma y en su voz podía distinguirse claramente que estaba feliz.

Yo hice un puchero, ¿Como podía tomárselo con tanta calma? No es justo.

-¿De cuánto estoy?- pregunté aún con el puchero.

-De dos meses- me sonríe divertido- No has cambiado nada, te sigues viendo lindo cuando haces eso.

Empezé a llorar, eso es mentira.

-No es cierto... Ya estoy viejo... No soy lindo... Y no puedo ser madre de un bebé... Tengo miedo- me escondí
bajo las sábanas.

-...- Kyoya no dijo nada, solo se metió bajo las sábanas y me abrazó por la espalda.

-... ¿Q-Que haces?- me sonrojé, pero aún seguía triste.

-Piensa lo que quieras, pero aún eres lindo... Y más que eso- comenzó a acariciar mis caderas- Te volviste
más hermoso, más sexy... Y más gruñón- se rió de mi, ¡Ahora si lo mato!

-¡¡C-Cállate!!- traté de levantarme, pero no me dejó- ¡Suéltame!

-No- me giró y volvió a abrazarme, me avergoncé, pero también lo abracé.

-Tengo miedo- temblaba.

-Yo estaré contigo, no pasarás por esto solo. No temas- me besó... Y yo correspondí.

Nos besamos varias veces hasta que nos quedamos dormidos.

--------------------------------------------------------------

Los siguientes nueve meses pasaron tranquilos, me divertí bastante. Cada que tenía un antojo mandaba a
Kyoya a buscar lo que quería, casi siempre en las noches, y siempre se me antojaban cosas distintas. Sufría
cambios de humor, pero era divertido ver a Kyoya tratando de no molestarme o hacerme llorar o enojar, él
siempre estaba sobre mí para que no hiciera esfuerzos, me trataba como un cristal. Siempre íbamos juntos a
todos lados, a mis revisiones, a comprar la ropa y los muebles para el cuarto del bebé, a pasear para
respirar aire fresco y ejercitarme, etc... Le hice prometer a Kyoya que Cavallone nunca se acercara, que no
pisara nuestra casa, que no conociera a mi hijo, que nunca se acercara. Yo aún guardaba rencor por lo que
pasó, a él no lo podía perdonar, no dejaría que se nos acercara... Y Kyoya estuvo de acuerdo conmigo...
Cuando nació nuestro pequeño fuimos muy felices, era el fiel reflejo de Kyoya, su piel era blanca y su cabello
era negro, pero los ojos los sacó de mi, eran color miel. Lo llamamos Issei Hibari, que significa "Toda una
vida", porque eso queremos, estar juntos el resto de nuestras vidas.

Yo ya era feliz, no podía pedir nada más, tenía a mi mejor amigo y esposo, y a nuestro pequeño bebé. Me
alegro haber rebasado los límites de la amistad con mi mejor amigo... De lo contrario quién sabe si
hubiéramos estado juntos de ésta manera.

FIN.

Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).