1.- "Las pisadas tras la puerta... ¿quién te vigila al dormir?"
Los pasos que resonaban por el pasillo eran apresurados, y la fuerza con que eran dados denotaban una gran necesidad de llegar a su destino, pues al parecer se oían agitados, preocupados, y obedientes a una orden dada.
Una figura encapuchada cruzó el umbral de una alta puerta de roble barnizado sin siquiera tocar, tal como le habían dicho. Bajo sus ropas se adivinaba la forma de dos alas, las cuales mantenía ocultas mientras no fuera necesario mostrarlas. Su cabello color ébano se agitó con la brisa fría que salió del jardin al que daba aquella puerta. Era amplio, con vegetación de bosque y animales de las zonas frías, pues todo el hjardín desde los altos árboles hasta el manantial que allí había, se hallaban en un eterno invierno. Y enmedio de esa escena, se podía ver una delgada figura vestida con ropajes aún más blancos que la nieve, cubiertos por un sobre todo negro. Su cabello caía en castcada sobre sus hombros y espalda, y se movió ligeramente al voltear a ver al recién llegado.
-Prince-dijo la princesa Ariel observandolo-. ¿Has regresado de tu misión? Tardaste poco.
El aludido agachó el rostro un momento a modo de respeto antes de hablar:
-Así es, su alteza. He vuelto lo más pronto que me ha sido posible-de sus labios brotaban nubecillas de vaho al hablar, aunque no le afectaba la baja temperatura gracias a sus capacidades.
-Dime, ¿qué noticias me traes desde el poderío de los "Tres Reyes"?
-Pocas noticias, pero tal vez de importancia. El clan no acepta más dragones de los que poseen los tres reyes, razón por la cual GedWing ha sido rechazado de su misión de unirse en encubierto. Trata de razonar lo más posible, pero no ceden ni creo que lo hagan. Por ahora estamos en un...descanso, viendo qué hacer. GedWing me ha dicho que pronto regresará a dar un informe más detallado.
-Comprendo. ¿Has dicho esto ya a Kael?
-No, he venido ante usted primero como lo ha solicitado.
-Bien, ahora debes ir a contarlo a Kael y avisarle de la llegada de GedWing. Él no deberá tardar mucho. Anda.
-Así lo haré.
Salió de aquel recinto, dirigiendo sus pasos ahora a otros pasillos, entrando en corredores diferentes y pasando al estudio de Kael.
Al entrar lo halló sentado en un largo diván, con una copa con fino vino que había materializado en su mano, y a la cual daba pequeños tragos de cuando en cuando.
Su mirada de iris casi blanco, seria, escrutadora, pero serena, se clavó en Prince fijamente.
-Bienvenido de nuevo, joven Prince-dijo con voz serena, sin dejar de verlo-. Dime, ¿qué tal fue tu misión?
Prince repitió lo dicho a la princesa, a lo cual Kael asintió en silencio, cerrando los ojos y escuchando con atención. Cuando hubo terminado el reporte, abrió los ojos lentamente y se puso en pie.
-Apenas llegue GedWing avísame y ven con nosotros. Debemos escuchar lo que sabe, y ver qué hacemos. Avisa a la princesa que si puede venir a escuchar también.
-Sí-Prince dio la vuelta para marcharse, aunque al dar apenas un par de pasos escucha e su mente la voz de Kael hablarle:
-"¿Sabes? un poco de vino te sentaría bien. Tus mejillas delatan el frío del jardín, y no quisiera que te pasara nada"
Prince sonrió y respondió en voz apenas audible, consciente de que era escuchado.
-Lo tendré en cuenta...Kael. Lo tendré en cuenta.
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El choque continuo de espadas, leves explosiones, luces brillantes y diferentes ataques chocando entre sí reinaban en el amplio campo en el cual Dohko, Zham, Camii, Kira y Ryu entrenaban sus habilidades como aprendices que eran.
Era ya casi un todos vs todos, pero finalmente ayudaba en su labor de aprendizaje. Se interrumpieron al ver llegar una gran dragona azul, la cuál una vez en tierra, dejo desmontar de un salto a su jinete, que quitándose el casco de su armadura, que solo dejaba a a la vista su largo cabello rubio, miró a los presentes, sonriendo de lado.
-¡Vaya! Es temprano y no esperaba hallarlos a todos entrenando juntos.
-Bueno, queremos mejorar, así que nos vendrá bien algo de relajo en grupo-bromeó Dohko, agitando su cabellera castaña para quitarse un poco el polvo que habían levantado las alas de Silver, la dragona del caballero.
-Eso está bien. Me agrada su determinación. Ahora debo ir a ver a la princesa Ariel y a Kael. Esperan mis noticias.
-¿Qué tal "Los Tres Reyes"?-inquirió Ryu, deshaciéndose con un remolino de llamas de su armadura plateada, quedando en ropa cómoda e informal.
-Un conflicto, eso es lo que es ese lugar. Un conflicto y una fuente de problemas- bufó Zham, al tiempo que su mirada azul y gris se clavaba en un punto en el horizonte, en dirección hacia donde quedaba aquel lugar-. No entiendo eso de querer unirse un poco. Sería mejor deshacernos de ellos y ya.
-Pero las órdenes que tenemos son otras, Zham-le corrigió el caballero, viéndolo-. Así que nada de hacerse el valiente e ir a armar jaleo, ¿entendido todos?
-Así será, maestro-dijeron al unísono, para verlo alejarse y entrar al templo. Silver, sin embargo se quedó con los aprendices, quienes tras limpiarse del polvo, activar sus capacidades de sanación y guardar sus armas, se marcharon al templo algunos, a la región draconiana otros, y Ryu a encontrarse con su joven dragó plata, Ryunosuke que la esperaba al inicio de un gran bosque, pues le había prometido cazarían un rato, sin uso de sus poderes más que un arco, flechas y sus sentidos. Silver los siguió.
-Has mejorado bastante-dijo Silver a Ryu, al tiempo que el muchacho montaba en Ryunosuke, materializando con unas llamaradas un arco y un carcaj a la espalda con numerosas flechas de las cuales, en el extremo opuesto a la punta, colgaba una pluma de fénix de brillantes tonos dorados-. Tu fuerza se ha incrementado bastante desde el primer día que llegaste al clan.
-Si es así, es gracias a sus entrenamientos-le sonrió el chico de blanquinegro cabello y ojos lilas-. No se llega a ser lo que ustedes sin maestros como GedWing.
-Tienes razón, pero aún así me sorprende. Tú y Dohko son los aprendices de él que más me han llamado la atención. Tienen potencial, madera para convertirse en fuertes caballeros. Y sus compañeros no se quedan atrás. Llegará el momento en que se vuelvan inquisidores.
En eso se quedaron quietos por completo, mudos y escuchando. A lo lejos, sus agudos sentidos captaron el andar de un jabalí. Ryunosuke comenzó a avanzar poco a poco, lo más silencioso que le permitía el suelo lleno de hojas y ramas.
-Huele a uno grande-comentó el dragón plata, relamiéndose por anticipado-. Vamos padre, atrápalo. Lo dividimos entre los tres y alcanzará bien, al menos como bocadillo. Además desahogaras la ansiedad de pensar en la subida de rangos.
Ryu rió por la bajo al oír a su dragón, al igual que Silver.
Entonces a lo lejos apareció el jabalí. Efectivamente uno grande, adulto, del tamaño perfecto para el aprendiz y los dos dragones. El animal no había notado su presencia aún. Ryu tensó el arco, apuntando, y disparó.
Por un instante solo se escuchó la flecha cortando el aire, el chillido del jabalí al clavársele e el costado, y luego reinó el silencio.
Los tres se acercaron, comprobando la muerte del animal, al cual pronto despacharon entre los tres tras encender una pequeña hoguera.
-Sí, nos mandarán a misiones para subir los rangos-murmuró Ryu tras pasar un bocado de carne asada, pensativo-. Aunque me impacienta…también me asusta un poco.
-Tranquilo, no tendrás problema alguno-aseguró Silver-, y en cuanto a cuándo, recuerda que "todo a su tiempo". No te preocupes por adelantado, y menos a la hora de comer, o te indigestarás.
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-¡Eh, Saku!-la voz resonó en el pasillo principal, haciendo que el caballero GedWing volteara, reconociendo la voz-. ¿Es que siempre llegas sin saludar?-bromeó.
-¡Vamos vamos, Axl! ¡No seas sentido por una vez que no te salude al llegar, ni siquiera sabía que andabas aquí!-GedWing esperó a que aquel que era su amigo, vestido en su armadura azul, alcanzara su posición para avanzar los dos juntos camino a la habitación de Kael-. ¿No andabas acaso en la villa del Este, conquistando mujeres con tus trucos en el juego?
-Ja, búrlate. Pero tengo más mujeres tras de mí que todos tus aprendices juntos-dijo con una carcajada-. Pero vamos, cuenta. ¿Qué tal las negociaciones con la reina Ariadna?
-Igual que las últimas veces-suspiró el caballero-. Igual que las últimas veces por completo. No entenderá razones. Sigue firme en su decisión: "No se permiten más dragones…
-"Que los tres que poseen los reyes", lo sé-terminó Axl, con una mueca de desagrado-. Menuda reinita viene a ser.
-También quisiera decirle sus verdades, Axl, pero debemos esperar antes de causar una guerra sin antes agotar nuestras opciones. Ya he tenido que frenar a Silver para que no se les lance encima, no quiero tener que hacerlo contigo también.
-Me calmo, me calmo-dijo Axl, con fingido tono de rendido-. Ahora ve a contarle a Kael. Con suerte y decide patearles el trasero.
Y se marchó, dejándolo ante la puerta tras la que estaba quien lo esperaba.
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La noche llegó, y con ella el silencio que reinaba junto con la tranquilidad y la quietud en todo el templo. Los dragones se hallaban dormidos, las puertas de las alcobas cerradas, y dormidos todos los habitantes del templo, salvo la guardia nocturna habitual.
En una de las habitaciones dormía un joven de cabello castaño. Dohko estaba sumido en un profundo sueño, aunque manteniendo alerta siempre su sexto sentido, lo que le permitía un sueño seguro. Y fue ese mismo sentido el que lo despertó, haciéndolo abrir sus ojos, e incorporarse, para clavar su mirada color esmeralda en el filo de debajo de la puerta. No perdió detalle de la sombra que provocaban un par de pies que se hallaban inmóviles fuera de su habitación, sombras gracias a las lámparas de fuego de dragón que iluminaban los pasillos.
Estuvo a punto de levantarse de su lecho, y ya había extendido la mano hacia su arma más cercana, cuando se detuvo. No conocía la presencia, pero por alguna razón no lo incitaba a atacar.
Se quedó un buen rato inmóvil y silencioso, viendo, hasta que aquella persona se marchó, sin prisas, sino caminando y dejando el sonido de unas pisadas suaves alejándose.
Dohko, confundido, se acostó boca arriba.
¿Quién diablos le vigilaba en la noche? Peor aún…¿era apenas la primera vez que sucedía?
Continuará ~*~*~