Draco sonrió mientras pensaba en su oh tan genial plan. El estaba aburrido, nada había pasado desde que San Potter había derrotado a Lord Voldemort. El se estremeció de manera imperceptible. No importaba si pensaba o decía su nombre siempre se estremecía ante el nombre del Lord. Draco dudaba de que algún día dejara de hacer eso, pero igual no le importaba.
Mandaría al caño sus pensamientos de pasar desapercibido su octavo año en Hogwarts. El no estaba hecho para ser alguien común y corriente. Draco Malfoy no era una persona que podía pasar desapercibida incluso aunque lo quisiera. Y, diablos, el no quería ser alguien corriente.
Empezó a jugar con su pluma. Las clases de Binns siempre serian aburridas, no importaba cuanto tiempo pasara. Hoy le tocaba anotar lo que decía a Pansy, ella era una de los pocos amigos que le queda. Mañana le tocaría copiar a Draco. De ese modo lo habían arreglado.
Empezó a observar las pocas personas que había en el salón. Eran pocas las personas que habían pasado MHB de Historia de la Magia. Eran tan solo diez personas incluyendo a Draco. Entre ellas estaba la sabelotodo de Granger. Era obvio que ella iba a conseguir la MHB, ella básicamente se devoraba los libros. El no entendía por qué Potter pensaba que esa cosa que llamaba chica era mejor que él, un Malfoy. Draco era lo mejor de lo mejor.
Esa era una de las razones por las cuales pensaba que un poco de disturbio era lo mejor que le podía pasar a esta escuela de porquería. Además Draco sabía el modo perfecto para que este año no sea aburrido.
Se relamió los labios de tan solo pensarlo. Oh sí.
Empezó a prepara sus cosas, ya que la campana tocaría dentro de unos instantes nomas. Después de esto le tocaría Pociones con Griffindor y luego podía hacer lo que quisiera.
Segundos después toco la campana y Draco se fue sin esperar a Pansy. No le importa, Pansy lo perdonaría, ya que ella sabía lo que planeaba. Pansy siempre fue una persona de mente abierta, no importaba lo que opinaran los demás. Ella estuvo de acuerdo con las ideas de Draco.
Draco bajo rápidamente a las mazmorras, obviamente, que sin dejar de ser elegante. Los Malfoy siempre están pulcros y elegantes en todo momento. Cuando Pansy llego le hizo una seña para que se acercara. Tenían que discutir que ganarían cada uno con lo que estaban por hacer. Aunque se tratara de los amigos, un Slytherin nunca hacia algo si no lo beneficiaba.
Agh, nunca entendería como podía ser que su amiga ahora tuviera tan mal gusto, aunque tendría que admitir que él no se quedaba muy atrás. A veces pensaba que el mundo confabulaba contra su santa persona.
-¿Qué puedo hacer por ti, Pansy?- dijo Draco mientras sonreía.
-Sacar unas fotos en el momento indicado, Draco.
Draco empezó a reírse. Pansy era una completa pervertida, pero así la prefería.
-Acepto.
Su padre seguramente se estaría revolcando en su celda en este momento si supiera lo que iba a hacer, pero no le importa.
En ese instante llegó el Trio Dorado, eran los únicos Griffindor que estaba en Pociones. Potter no estaba mal, ya casi no quedaba rastro del niño que Draco conoció en el Callejón Diagon, aunque sus ojos de alguna manera aun tenían cierto rastro de inocencia. Delicioso disturbio.
Pansy al lado de Draco también estaba analizando a su presa, ellos tenían gustos distintos y a la vez muy parecidos. Tal vez no fuera la persona más linda, pero era una persona muy interesante y a Pansy le gustaba eso demasiado para dejarlo pasar.
Bueno, de gusto nada estaba escrito.
Draco empezó a sonreír mas pronunciadamente mientras se imaginaba la cara de Potter cuando se diera cuenta de lo que le estaba por suceder. El tenia una sonrisa celestial, no entendía por qué los demás le rehuían cuando el sonreía.
Draco y Pansy esperaron mientras llegaban los demás estudiantes. Draco ya se estaba exasperando cuando por fin el profesor Slughorn decidió hacer acto de presencia y los dejo pasar.
“Hasta que por fin llego, Snape jamás sería tan impuntual” pensó Draco.
Draco como siempre decidió sentarse en la parte trasera, ya que así podría observar a Potter. Mientra que el trio dorado decidió sentarse en la parte delante, después de todo Slughorn siempre instaba a sus favoritos de sentarse en la parte delantera y aunque Slughorn aun recordaba bien el nombre de Ron, Harry y Hermione seguían siendo los favoritos.
Draco bufo ante el solo pensamiento de que alguien pensara que unos griffindor fueran mejor que él. Era inaudito.
El profesor empezó a hablar sobre los beneficios de sangre de Dragon y su utilización en el arte de las pociones. No habia pasado ni diez minutos y a Draco ya le estaban dando ganas de destrozar todo. El era bueno en pociones, les gustaba mucho la clase, pero tanta habladuría ya lo estaba cansando. Draco prefería la práctica sobre la teoría, la práctica siempre era mil veces más interesante.
Para matar el aburrimiento empezó observar Potter, que estaba prácticamente recostado en la mesa. Esa posición le permitió vislumbrar la tenue curvatura de su trasero. Draco tiempo tras seguramente se hubiera reprendido ante la sola idea, pero habían cambiado muchas cosas desde entonces. Principalmente porque ahora Draco no le tenía mucha importación a la pureza de sangre y todo lo demás que le enseñaron desde pequeño. Además de que aun que Draco no lo admitiera, sentía una atracción por el actual Harry Potter, ya que había tenido unos interesantes cambios.
Draco tenía curiosidad sobre como seria estar con Potter. Se preguntaba a que sabrían sus labios y si tenían algún talento. Ya que si a Draco le gusta, a él le gustaría repetir el plato y tal vez un poco más. Quería satisfacerse hasta llenarse.
Lo que Draco no sabía es que un Griffindor nunca será un mero interés, en especial si ese Griffindor es Harry Potter
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Draco estaba caminando en el pasillo del séptimo piso, donde sería su reunión con Potter. Pansy minutos antes le había mandado una carta a Potter donde lo citaba para algo, Draco no sabia que había escrito Pansy, pero no le dio importancia.
Dejo a un lado sus pensamientos cuando escucho los pasos presurosos de Potter.
Si alguien estuviera observando en ese mismo momento a Draco se hubiera dado cuenta la gran semejanza que tenia con un depredador que estaba a segundos de capturar a su presa.
Cuando Harry paso cerca de donde estaba situado Draco, el estiro el brazo y tiro de brazo de Harry. Sin darle tiempo a Harry de pensar lo estaba sucediendo lo hizo entrar en un salón en desuso y cerró la puerta con un hechizo.
-Suéltame, Malfoy- dijo Harry mientras tiraba manotazos para que lo soltara.
Draco muy a gusto con la situación lo soltó.
-¿Qué diantres haces aquí? La letra que leí era de una chica- dijo Harry enojo.
Draco solamente lo observaba sin decirle algo. Le gustaba la apariencia que tenia Potter estando enojado parecía un león enjaulado. Le excitaba sus emociones, le excitaba la idea de que él fuera la persona que las provocara.
-Respóndeme, maldita sea- dijo Harry mirándolo.
Draco titubeo unos instantes y luego por fin hablo.
-Es verdad que la letra no es mía, pero yo fui el que te cito, Potter. Por lo cual no te sirve intentar espera a otra persona, ya que no existe.
-¿Qué diablos quieres?
-Primero cuida tus modales, Potter. Segundo, he tenido cierta curiosidad desde hace mucho y quiero saciarla- dijo Draco mirándolo fijamente a los ojos y remarcaba la palabra “saciarla”
Harry bufo y miro con el ceño fruncido. Si miraban sus ojos seguramente notarían un pequeño rastro de miedo en ellos. Sabia Draco no lo dañaría, el ya no lo molestaba, pero no estaba como con estar en la misma habitación que el.
Draco aprovecho mientras Harry estaba distraído para acercársele. Estaba a solo centímetros de él. Harry despertó de sus ensoñaciones al sentí un aliento que revotaba en su cara.
Malfoy estaba a tan solo unos centímetros de él.
-¿No tiene curiosidad de saber de qué se trata le pregunto?- dijo Draco acercando todavía más su rostro al de Harry.
Harry estaba mudo, no podia articular ninguna palabra, por lo cual negó con la cabeza.
-Lastima-dijo Draco y elimino las distancias para besarlo.
Harry intento empujarlo, pero Draco lo agarro fuertemente y se aseguro de no soltarlo. Fueron unos instantes mágicos, en los cuales Draco saboreaba lentamente los labios de Harry. El sabor no se parecía a ninguno OTRO, eran un sabor agradable y muy, pero muy adicto.
Draco empezó a descender una de sus manos hasta posarla en una de las nalgas de Harry para después apretarla suavemente.
Harry en los brazo de Draco soltó un sonido que se asemejaba bastante a un gemido.
Draco sonrió mientras lo seguía besando.
Unos segundos después finalizo el beso con una suave mordida en el labio inferior de Harry.
Se alejo unos centímetros para inspeccionar su obra de arte.
Ante el, Potter, estaba intentando recupera la respiración. Sus labios estaban entreabiertos, rojos, hinchados y preparados para una segunda ronda. Su ojo estaba vidrioso y desenfocado. Se podía ver como se hinchaba y reducía su pecho con cada inhalación y exhalación que daba.
La palabra que lo resumía todo era: follable.
Pero Draco no se podía dar ese gusto en ese mismo momento, aunque su cuerpo se lo pedía gritos. Intentaría conformarse con otro beso. Por ahora.
Agarro otra vez firmemente el rostro de Harry y le mordí fuertemente el labio instándolo a que habría era su boca. Harry obedientemente abrió su boca para dejar que entra la lengua de Draco. Draco explora la boca de Harry sin dejar ningún lugar sin recorrer. El jamás se cansaría de ese sabor. Fue un beso morboso y con mucha saliva de por medio.
Draco termino el beso y limpio con su lengua el hilito de saliva que le caía a Harry por la barbilla.
¿Cómo sea probarlo todo?
Draco se alejo de Harry, lanzo el contra hechizo y se fue satisfecho de cumplir su deseo del cuarto.
Tal vez otro día poblaría las mieles de su cuerpo.
*******
Al dia siguiente en los carteles de eventos de todas las casas aparecieron colgadas unas fotos. Una era de unos chicos besándose en un aula y otra era una de dos chicas en una cama también besándose. Los rostros no se vislumbraban, ya que estaban borrosos. Los que hizo que todos pusieran el grito en el cielo no fue porque se trataba de un chico y un chico o una mujer y una mujer. Lo que pasaba era que en ambas imágenes una persona usaba el uniforme de griffindor y otra el uniforme de slytherin.
Tanto Draco como Pansy estaba felices desayunando en el Gran Comedor, que estaba casi vacío. Mientras tanto un par de leones, un chico y una chica, estaban prácticamente hechos un desastre e iban de camino al Gran Comedor. Aunque Ambos se había quedado despierto toda la noche por situaciones y reacciones similares pero no iguales.
Se sentaron en el lugar en el que acostumbraban a sentarse sin despegar la mirada del suelo.
Se podían observa como dos aviones de papel empezaron hacer círculos alrededor de las dos personas hasta caer en sus plato.
Los dos lo los desenvolvieron apesadumbrados dichos aviones hasta que quedaron unas notas en la mano.
“Sé que te encanto lo que hicimos. Espero repetirlo próximamente. ¿O prefieres dejarlo? La oferta caducara pronto” decian ambas notas
Ambos sabían quienes eran sus remitentes y les estaban dando a elegir. Podrían volver a ser los mismos de antes, seguir ignorándolos y tener una vida feliz, casarse y tener hijo. Pero sabían que no lo harían.
Ya habían probado lo prohibido y se había vuelto adictos.
Harry y Hermione dirigieron su mirada a la mesa de Slytherin, Draco y Pansy los miraban fijamente.
Ambos Slytherin levantaron una ceja interrogante.
Los dos Griffindor solamente asintieron una vez y quedaron mirando su plato, ya no tenían apetito.
¿Quién sabe? Tal vez para fin de año habría dos parejas oficiales en Hogwarts.
Un Griffindor no es un ligo de una noche, es una pareja perfecta para un Slytherin.
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