Capítulo 3
Kai, no entendía la razón por la cual había salido corriendo, la estaba pasando realmente bien en aquella fiesta, todos se divertían, y el no era la excepción, aquellas fiestas, cada ves que iba mejoraban más y más; pero en ese momento sólo le importaba el hecho de saber que al chico no le pasara nada, al llegar a la playa, se metió lo más rápido que pudo por aquel hueco, pero le fue realmente difícil, la lluvia ya había cubrió un poco de ese hueco con barro, pero el no se rindió y al entrar corrió con todas sus fuerzas aquellos que parecían miles de metros hasta llegar al chico.
Al llegar, lo encontró ahí, mirando el agua realmente aterrado, se sentía tan mal no haber venido antes, no entendía porque no lo había hecho, había puesto una promesa en la caneca por su reputación, pero ahora sería diferente cuidaría de aquel chico, por lo menos el tiempo que le tuviese a su lado. Kai, se agachó y le abrazo con fuerza, se sentía tan mal haberlo dejado, no haberle dado ese rato de risa que siempre le daba, no entendía muchas cosas, estaba confundido, ¿por qué lo liberaba y ya? Pero no era tan fácil, el sabía que había vigilancia 24 horas y que inclusive sabían que mucha gente entraba era imposible hacerlo.
-Lo siento, yo... -No término de hablar cuando sintió como KyungSoo se abrazaba a el y soltaba pequeñas lágrimas.
-No importa, ya estas aquí.- Eso fue lo único que se escucho en aquellas largas horas, ninguno de los dos se atrevía a hablar se mantenían abrazados uno al otro.
KyungSoo, estaba realmente nervioso ahora, su cuerpo temblaba y su voz en poco tiempo se quebraría y le dejaría al borde de la nada, no sabía que hacer, ya era casi tiempo de morir, sabía que aquellos cuatro años no habían sido sencillos pero por lo menos este sería su último mes de vida.
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[Empieza la cuenta regresiva]
El tiempo había pasado y ahora las lluvias eran más constantes, ya casi ni Kai iba a la escuela por estar con KyungSoo, atendiendo todo lo que quisiera su pequeño, todo lo que necesitará aquel chico, ahí estaba el ayudándole y trayéndole todo, además, que no se atrevía sólo a dejarle los días de lluvia, todo era confuso, aún no entendía cuales eran sus sentimientos por el, pero ahí permanecía el quedándose en las noches a su lado fingiendo estar en casa de sus amigos haciendo trabajos, pero no era así, ni siquiera estaba en clases, estaba atendiendo algo, que al parecer, se había vuelto más importante que su estudio.
Por el lado de KyungSoo, el ya no sentía miedo, el estaba bien si Kai estaba a su lado, que lo abrazara por las noches, que sacrificara todo por el, ese era aquel a quién hace unas noches lloraba por su presencia, ahora la tenía todo el tiempo, sirviéndole abrazandole y sobre todo dándole aquel pedazo de mundo exterior o que hace años que no sentía. Eso era Kai, ese chico, ese de piel morena que le acompañaba, había cambiado su vida, había vuelto aquel encierro en algo que por lo menos, sabía que cuando muriese, moriría feliz, sabiendo que conoció a alguien, a aquel que estaba seguro de amar.
-Kai, tengo miedo de morir...- Dijo KyungSoo en una de sus cuantas noches conversando antes de dormir.
-Estaremos juntos para ese entonces.- Agrego Kai antes de cerrar sus ojos, KyungSoo, no entendió para nada aquello, ¿qué era lo que decía el chico?
Los días pasaron y ahora, Kai, si regresaba a su casa, ya no se quedaba, pues las lluvias se habían calmado y por lo menos ya era un mes desde la noticia de las fuertes lluvias,pero sabía que esto no acabaría hasta que empezara a nevar. Para este entonces, Kai, ya estaría junto a KyungSoo, o eso planeaba, o por lo menos al final del mes, eso si lo haría, quería vivir con KyungSoo, tenerlo a su lado y abrazarlo.
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[Juntos, hasta la muerte. Tu me gustas KyungSoo]
Tres días y Kai no aparecía, de nuevo lo había dejado pero esta ves, no había dado noticas de nada en un largo tiempo; KyungSoo, no sabía nada, absolutamente nada de Kai, pero eso le había dado tiempo de ensayar algunas cosas que le diría cuando lo viera, ya estaba decidió, le diría lo que sentía, su último deseo de vida era ese.
En ese momento, cuando KyungSoo se disponía a decir todo lo que quería expresarle a Kai cuando lo viese, la vos de dos hombres y la de Kai le detuvo completamente, sus ojos se cerraron con miedo, y luego, un golpe, un golpe sordo contra el piso. Un compañero, espera... ¿Kai?, KyungSoo, abrió sus ojos lentamente, y al ver al otro chico, golpeado, adolorado y ahora amarrado al poste frente a el le hizo entrar en tremenda angustia, se levantó de donde estaba asustado, y trato de alcanzarle, pero se dio cuenta de algo, además, su cadena había sido remplazada en ese momento por una real, una cadena de hierro, igual a la que sostenía el pie de Kai, pero la de el era más larga.
-K-Kai...- Dijo KyungSoo, tímido.
Pero no fue necesario preguntar más cuando Kai empezó a contar lo que había ocurrido.
-Lo hice con intención, aprovechando la época, y que casi nadie sale, opte por salir a dar un paseo en estos tres días, observando tiendas, admirando los lugares mas lujosos, preparando a algo que me costara tu mismo destino, algo que me hiciera caer aquí contigo, y así fue, los dos primeros días, me dedique a observar, las personas que pasaban, la gente que me observaba, todo aquello y aquel fino diamante que en el tercer día sería mi objetivo, ese, ese lo observe mil veces hasta lograr darme cuenta de lo valioso que era, era tres veces lo que ganaba un multimillonario en un año.
Lógicamente no fue fácil, pues el segundo día, ya me estaban observando todos, parecían saber que algo planeaba, que esto que pasaba no era en vano, así que pusieron un policía a seguirme en silencio y lógico el tercer día, cuando robe el diamante, fue cuestión de segundos para que encontraran todo el lugar destruido y aquella preciosa joya desaparecida. Pero fue menos el tiempo que tardaron en encontrarme, antes de yo llegar estaban en mi casa, esperando, listos para mandarme a un cruel destino, claro que me arriesgaba a no quedar aquí pero cuando estuvimos en la corte, trate de defenderte.
"Un juicio injusto, dejando un joven tan bello en un destino que no se merece". En ese momento se dieron cuenta que te estaba viendo y mi castigo fue más grande, me iban a mandar a otro lado pero pedí estar aquí, con asco me miraron pero lo hicieron, y bueno. Aquí estoy. Sólo quiero estar contigo este tiempo que ahora nos queda juntos a ambos este poco tiempo, porque yo, te quiero.
Aquellas palabras de Kai, lograron hacer que KyungSoo se rompiera en llanto, no sabía que pensar,si abrazarlo y besarlo o golpearlo por idiota y hacer eso sabiendo que su vida vale mucho. Pero al fina, KyungSoo, sólo sintió un par de brazos que le rodeaban y que agraciaban su pelo para darle tranquilidad, ahora todo se había hecho casi que muy enredado pero lo único que pudo hacer KyungSoo, fue abrazarse a el, las palabras no salían, pero esta no era como otras noches, ya no podía ver a Kai reír y rodar por el piso, ahora sólo estaba ahí, atado con el.
-No debiste. - Murmuro KyungSoo.
-Ya no puedes hacer nada.- Agrego Kai.
- Aún no entiendo.-
-¿He?.-
- Por que todo esto, por mi.-
-Seguí a mi corazón es todo.-
-Yo también te quiero Kai.-
No se dijo más, y aquellos labios de aquellos dos chicos se habían unido en un dulce beso, por fin, logró Kai aquella cercanía que quería con D.O, siempre lo sentía tan lejos, nunca pensó ser correspondido pero ahora había cambiado, sabía cual era el final de esta historia, pero sabía que por lo menos, moriría sabiendo que conoció a aquel que sería realmente importante para el.
Aquella noche, los dos chicos se mantuvieron abrazados el uno al otro, no decían mucho, de vez en cuando uno que otro chiste, pero siempre existía un beso que se hacía presente cuando las miradas de ambos chocaban, ambos sé sentían felices, sabían que habían conocido aquello que les hacía falta.