Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

Almas en Silencio por Amii

[Reviews - 118]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

Notas del capitulo:

Hola mis querid@s lectores!!!! Me extrañaron? Extrañaron a Misha? a Noah?? Ya estan de vuelta!!???

Estoy hecha una maquina de escribir, el proximo capítulo ya esta casi listo y el que viene ya está planeado @.@!!! Así que compensenme con lindo reviews para animarme a seguir escribiendo jajajaja

Este capítulo es un poquitito más cortito que el anteriores o anteriores, pero es porque una cita no puede durar eternamente, no??? jajajaja! Ustedes comprenderán ;) 

Siempre quise escribir una capítulo que tuviera una primera y una segunda parte jajajaja así que estoy muy emocionada *-*!! Hasta hiperactiva.... me voy corriendo a seguir escribiendo! :)

A leer!!!!!!!!!!!!

“Fuimos tragados por el tiempo…”

 

Hace tanto tiempo ya que no se sentía de esa forma. Se sentía rebosante de felicidad, dicha, alegría. Todos los sinónimos que pudiera encontrar. Podía sonreír como un tonto pese al cansancio que comenzaba a sentir su cuerpo. Por momentos perdía la noción del tiempo y olvidaba donde estaba. Sus parpados le pesaban como si tuviera rocas sobre ellos, pero aún así luchaba con todas sus fuerzas por continuar contemplando a Misha.

Tenía su cabeza apoyada en el sofá y aún así la cabeza se le iba a veces cuando pestañaba durante un largo periodo de tiempo. Misha no hacía otra cosa que mirarlo y reírse de sus caras. Noah estaba casi seguro que le había tomado un par de fotos, pero las últimas veces que había intentado acusarlo, no estaba del todo seguro que salieran palabras coherentes de su boca.

—Noah, ve a dormir. — le pidió por milésima vez. La voz de Misha también sonaba cansada, pero lucía en mejor estado que Noah.

—No, aún no. — imploró acercando una de sus manos a la pierna de Misha —No quiero que esta noche se acabe. — admitió un poco avergonzado —Además tienes cosas que explicarme aún. —

Misha resopló —No va ser nuestra última cita. —

—Lo sé. — asintió efusivamente —Pero siento que si me duermo, luego despertare y me daré cuenta que no fue más que un sueño. Que tú no eres más que un sueño. Y estaré solo en mi cuarto otra vez. —

—Eso no va pasar, no seas ridículo. — puso los ojos en blanco. Se levantó del sofá y tomó a Noah entre sus brazos —Estas exhausto, si no descansas Callie pensará que hice muchas cosas contigo durante la noche. — le susurró mientras subían las escaleras.

Noah apoyó la cabeza en su hombro —Estoy tan cansado que ni siquiera puedo reírme. — en efecto intentó reír, pero solo se agitó un poco su pecho mientras lo intentaba.

Lo dejo con cierta fuerza sobre la cama. Noah no lo notó y simplemente se acomodó sobre la almohada sin quitarse los zapatos o meterse bajo las sábanas. Su cuerpo reconocía aquel lugar. Ese olor le era familiar. Sabía que había estado ahí antes, pero estaba demasiado agotado para que su cabeza recordara.

Misha le quitó los zapatos y los dejó a los pies de la cama —Sigues siendo un niño. — bromeó. Noah se dio vuelta en la cama para mirarlo.

—Sigue contándome. — le pidió Noah con sus ojos suplicantes.

—Creo que ya estas al tanto de todo. — se levantó de la cama y se quitó su sweater, quedándose solo con una camisa. Noah le perdió la vista cuando lo vio entrar a lo que imaginó era un baño.

Noah se sentó en la cama un poco aturdido —No, aun no sé ni la mitad de las cosas que debería saber de ti. — le reclamó.

Misha no dijo nada. Apareció unos minutos después —Estas cansado y probablemente mañana ni siquiera te acuerdes de lo que te dije. —

—Ven aquí. — ordenó dándole unas palmaditas al colchón. Misha se quitó los bototos antes de sentarse —No sé cómo se llamaban tus papás, no sé donde vivías cuando ellos estaban vivos. Ni si eras feliz. — le explicó —Tampoco sé cuál es tu bebida favorita, ni tu comida favorita. — comenzaba a desatinar —Ni tu color favorito. —

Misha se llevó una mano al cuello y lo movió hasta este hizo algunos sonidos —Mi mamá se llamaba Adriana y mi padre Héctor. —

Noah asintió y se acercó un poco a Misha. Lo tomó por la camisa y comenzó a desabotonarla —Tú madre tenía un lindo nombre. — admitió —Pero a tu padre no lo querías mucho, ¿verdad? — dijo asertivamente.

El cuerpo de Misha se tensó y detuvo de inmediato las manos de Noah que ya casi terminaban — ¿Por qué lo dices? —

Noah se liberó del agarre y terminó su labor antes de echar la camisa hacia atrás, dejando ver el torso y los hombros de Misha al descubierto. Se notaba que le dedicaba tiempo a su cuerpo. Estaba tan bien formado. Noah perdió sus ojos en él —Lo llamaste padre y no papá como lo hiciste con tu mamá. — le explicó —Además tu voz sonó un poco más tosca al decirlo. —

—Ya comienzas a conocerme. — le sonrió. Terminó el trabajo de Noah y se quitó por completo la camisa.

—Ahora que te veo así, no hay ninguna posibilidad que yo me vaya a quitar mi camiseta frente a ti. No haría más que avergonzarme. — dijo frustrado —Creo que ya sé porque me enamore. —

Misha se acercó hasta unos cuantos centímetros de la boca de Noah —Jamás hablamos de amarnos. — su aliento era a menta.

—Pero creo que te amaba, porque ahora creo que me estoy enamorando de ti. — lo tomó del cuello y lo beso.

—Te vas arrepentir de esto. — le advirtió contra sus labios. Se levantó un poco y recostó a Noah sobre la cama para quedarse arriba de él. Apoyándose con sus rodillas alrededor de él. Una de sus manos lo tenía sujeto por la mejilla y con la otra se estabilizaba para no caerse encima.

Noah se apartó un poco para tomar una bocanada de aire. Comenzaba a despertar, pero seguía hablando tonteras, aunque ahora era producto de los nervios — ¿Dónde vivías con tus padres, aquí? — dijo agitado.

Misha se detuvo y lo contempló desde la altura —Vivíamos en Mýkonos. Llegué a vivir acá cuando estaba solo. —

—Lo siento. — levantó un poco la cabeza y le volvió a besar.

—Antes que me vuelvas a interrumpir. — dijo contra sus labios antes de separarse —Era muy feliz con ellos. — le contó —Era un niño feliz. — dijo con cierta melancolía —Me gusta el café Irlandés y no tengo una comida favorita a menos que tu estés en el menú. — dijo con simpleza, como quien habla del clima —Y mi color favorito era el azul, hasta que te conocí y cambié al turquesa. — le sonrió con malicia.

Noah se sonrojó. Sus ojos eran de ese color — ¿Cómo puedes decir esas cosas sin siquiera avergonzarte? — le dio un empujón para apartarlo.

Misha se recostó al lado de él y contempló el techo —Siempre te avergonzabas cuando las decía y eso me hacía gracia así que me acostumbre a decirlas. —

—Muy inteligente. — se apoyó sobre uno de sus codos y observó a Misha. Recorrió su torso desnudo con uno de sus dedos. Quería sentir cada centímetro que había olvidado de él. Sus pectorales perfectamente formados al igual que el resto de su torso. Era puro músculos ese hombre. Pero lo que lo llevo al cielo fue cuando llegó al borde de los jeans de Misha y tocó sus oblicuos —No me cabe duda que tus papás se esmeraron en hacerte. —

—Que tonto. — hizo una mueca y se rio.

Jugueteó un rato con la hebilla del cinturón de Misha —Podrías tener a la chica o al chico que tú quisieras, ¿por qué yo? — preguntó un poco perdido con la mirada.

—No me dejaste muchas alternativas. — lo molesto. Puso una de sus manos en su nuca y con la otra tironeó a Noah para que se acercara más a él.

—Seguro no te gusto que te persiguiera. — apoyó su cabeza en el pecho de Misha y escuchó su respiración tan apacible.

Misha resopló —Al principio fuiste bastante molesto. — reconoció —Pero ya luego no hubo mucho que pudiera hacer. — se rió. Le besó la frente —Eres muy lindo Noah, pero tu problema es que crees que no lo eres. —

Noah se levantó para mirarlo —No, yo sé que soy lindo. O sea si no lo fuera no me habrías dado ni la hora. — dijo con confianza —Pero yo no tengo nada de eso. — le dio una mirada a su perfecto cuerpo —Yo solo soy un tipo normal. — le explicó —Y estoy esforzándome mucho por no imaginarte desnudo porque es probable que realmente me de un ataque al corazón si continuó desvistiéndote. No quiero saber por hoy lo que hay allá abajo. —

La risa de Misha se escuchó por toda la habitación. Hacía tiempo que no se reía tanto —Podrías averiguarlo hoy si quisieras. —

Noah se volvió a recostar en su pecho —No, es todo por hoy. — sentenció.

Eran cerca de las cuatro de la mañana. Los ojos de Noah pronto perdieron la batalla.

Un fuerte estruendo lo dejo prácticamente pegado en el techo. Se sentó en la cama asustado, miró a su lado pero no había nadie. Había muy poca luz por las gruesas cortinas, pero pudo distinguir un reloj sobre la mesita junto a la cama. Eran las siete de la mañana. No había podido dormir casi nada. Sus ojos aún le pesaban.

Tiró las sabanas hacia un lado y busco en la oscuridad sus zapatos, pero no pudo dar con ellos. Tampoco con la luz, así que simplemente salió del cuarto como pudo. En el pasillo había bastante luz así que no tuvo problemas para poder ubicarse, aunque a sus ojos le costó trabajo acostumbrarse a la luz.

Escuchó unos murmullos en el primer piso y una risita que él conocía, aunque tardó unos segundos en darle un rostro a ésta. Bajo con cuidado mientras se restregaba uno de sus ojos y no podía evitar dejar de bostezar.

Desde el primer escalón inspeccionó toda la primera planta. La bulla venía de la cocina. Los pudo divisar de inmediato. Damián no paraba de reír de Misha que no parecía tener su mejor rostro. Aun podía ver su torso desnudo a través del desayunador. Damián en cambio lucía impecable con su traje de policía y bien peinado. Tenía una taza entre sus manos y se volteó en cuanto Misha desvió su vista hacia Noah.

—Hola Noah. — le saludó con su alegría habitual, pero multiplicada por mil ya que era temprano y era de esas personas que eran más felices por la mañana — ¿Te despertamos? — preguntó realmente preocupado.

Noah se encogió de hombros y terminó de bajar —No importa. — los miró con curiosidad. Posó su vista en ambos para que alguno de los dos le explicara lo que estaba sucediendo. Pero Misha y Damián estaban en otro mundo en esos momentos — ¿Qué haces aquí tan temprano? — preguntó al fin.

Damián lo miró con malicia — ¿Estás celoso? — se burló. Noah apartó su mirada nervioso. Damián empezó a reír y le dio una mirada a Misha que no pudo evitar sonreír.

—Déjalo en paz. — le pidió Misha —No recuerda que haces aquí. — dijo aun con la sonrisa entre sus labios.

Damián respiró profundamente para poder parar de reír —Siempre vengo por las mañanas, al menos cuando trabajo. — le explicó —Ya estabas acostumbrado a verme por aquí. — agregó —Además, Misha necesita alguien que lo despierte casi todos los días. —

— ¿Tienes que ir a trabajar? — le preguntó a Misha.

Éste le dio un sorbo a su café —No todos tenemos receso de invierno. — se encogió de hombros con la sonrisa dibujada en sus labios aún.

Damián le imitó y le dio un largo sorbo a su té y dejó la taza en el lavado —Me siento como el mal tercio aquí, así que me voy a trabajar. — le dio un toque a Misha en su hombro. Tomó su gorra del desayunador —Todo tuyo. — le guiñó un ojo al pasar por el lado de Noah —Y tú vístete o nadie les creerá que solo durmieron. — les hizo un gesto con las cejas antes de irse.

Noah se puso en puntillas para mirar sobre el desayunador. Misha solo traía unos bóxer negros puestos —No recuerdo haberte dejado así anoche. — bromeó juguetonamente.

—Así duermo. — le explicó —Tú no quisiste quitarme los pantalones. — se encogió de hombros —Tuve que hacerlo solo. — rodeó el mueble para alcanzar a Noah —Tengo que bañarme e irme a trabajar, pero puedes quedarte todo lo que quieras. Aun es temprano y podrías dormir un rato más. — le ofreció.

—Me tomaré enserio la invitación. — lo rodeó por el cuello —Tal vez ya no podrás sacarme más de aquí. — advirtió juntando sus frentes.

Misha lo besó —No creo que a Dafne le cause mucha gracia que no vuelvas a casa. — se burló.

Noah meditó un momento —Solo por eso no me quedare. Ganaste este round. — lo soltó para que pudiera ir a bañarse.

Misha le dio la espalda camino a las escaleras. Estiró un poco sus brazos e hizo sonar su espalda mientras caminaba. No había dormido mucho y tampoco muy cómodo y eso le iba pasar la cuenta durante el día. Se detuvo después de subir unos escalones y miró a Noah —Podrías ayudarme a ahorrar un poco de agua bañándote conmigo. — le ofreció. Su mirada era coqueta.

—Sueña. — dijo Noah.

Misha volvió a bajar las escaleras. Sus ojos brillaban y su mirada demostraba suficiencia —Esa fue una terrible, espantosa, horrenda respuesta. — meneó la cabeza lamentándose —Yo acostumbro a hacer realidad mis sueños. — lo miraba con malicia y se acercaba a pasos agigantados.

Noah retrocedió acobardado, pero con una sonrisa en los labios —Ni se te ocurra. — solo se detuvo porque chocó contra uno de los muebles.

— ¿O qué? — levantó los hombros esperando la culminación de la amenaza, pero Noah se quedó en blanco — ¿Vas a llamar a Dafne? ¿A Callie? — puso sus manos en el mueble en el que choco Noah para cortarle todas sus vías de escape —Vamos a bañarnos. — lo invitó esta vez con una voz terriblemente sexy. La piel de Noah se erizó por completo, pero se mantuvo integro hasta el final y se negó otra vez —No me hagas rogarte. — le advirtió, mas Noah continuó firme —Si así lo quieres. — en un movimiento rápido, se agachó y tomó a Noah por las piernas para poder echárselo al hombro.

Noah empezó a patalear y a darle golpecitos en la espalda para que lo bajara, pero Misha solo se reía mientras subía las escaleras con él —No voy a bañarme contigo, Misha. — continuaba negándose, pero Misha ya había agotado el tiempo de la discusión, ahora era el momento para la acción.

Entró al cuarto y luego directo hacia el baño donde recién ahí lo bajo. Cerró la puerta y se quedó parado delante de ella para que Noah no arrancara —Como dije, siempre hago realidad mis sueños. — miró la ropa de Noah —Quítatela, no creo que quieras mojarla. —

—No me voy a bañar contigo. — insistió y se cruzó de brazos.

Misha se puso un poco serio —Noah, te lo advierto, quítate la ropa porque no voy a dudar en meterte con ella si es necesario y no creo que quieras explicarle a tu mamá porque tu ropa esta empapada. — pero Noah seguía empecinado. Misha se quitó su bóxer ahí frente a Noah. Éste apartó la vista y sus mejillas se sonrojaron en cuando se dio cuenta de lo que hacía.

—Misha, por favor. — pidió sin mirarlo. Misha terminó por acercarse, tomó su mentón con uno de sus dedos e hizo que lo mirara.

—No haré nada que no quieras ahí, pero vas a tener que entrar y bañarte conmigo. — le advirtió con dulzura. Noah continuó sin moverse un pelo así que Misha lo tomó de un brazo y camino hasta la ducha con él. Noah luchó un poco, pero no hubo mucho que pudiera hacer. En cuestión de segundos estaba bajo la regadera con toda su ropa puesta.

—No me parece gracioso. — dijo al ver el rostro divertido de Misha.

Misha se hecho su pelo mojado hacia atrás —Hubiera sido mejor que no te resistieras. —

La ropa comenzaba a pesarle y la verdad es que quedarse con ella puesta ya no tenía mucho sentido. Su camiseta blanca comenzaba a mostrar todo su torso flacucho y si no se quitaba esos pantalones, jamás iban a cercarse.

—Puedo ayudarte a quitártela. — se ofreció Misha con jabón por todo el cuerpo.

Noah al fin sonrió y se quitó su camiseta. Los ojos de Misha lo devoraron de inmediato —Puedo yo solo. — dijo desabrochando los botones del jeans. Se los bajo y se aseguro que los bóxer siguieran en su lugar. Pero antes de llegar a sus muslos, los pantalones comenzaron a darle problemas. Estaban demasiado mojados y no bajaban. Estaban demasiado pegados a sus piernas. Le dio una mirada fugaz a Misha y éste captó de inmediato que no podía solo.

— ¿No que podías solo? — se burlo en el momento que se agachaba para tironear de sus pantalones.

Noah refunfuñó —Solo cállate y ayúdame. — se apoyó en la espalda de Misha y levanto de a uno sus pies para que Misha pudiera quitarle los pantalones.

—Listo. — abrió la puerta de cristal de la ducha y tiró los jeans afuera —Solo queda una cosa. — miró los bóxer.

Noah se dio vuelta hacia el agua —Olvídalo. — dejo caer el agua sobre su rostro. Estaba tan tibia. Era perfecta, pero jamás lo admitiría frente a Misha.

— ¿Tú crees que te obligaría hacer algo que no quieres? — le susurró al oído. Se pegó al cuerpo de Noah y lo tomó por la cintura. Noah podía sentir un bulto cerca de su trasero, pero hizo caso omiso y siguió disfrutando del agua. Misha jugueteó con el bordillo del bóxer y comenzó a bajarlo lentamente.

Las mejillas de Noah se tornaron carmesí, pero Misha no pudo verlo. No opuso mayor resistencia a que éste terminara por desnudarlo —Me obligaste a meterme al agua. — respondió al fin.

Misha hizo una mueca —Hablo de lo realmente importante. — lo hizo girar para quedar frente a frente —No va pasar nada que tú no quieras que pase. — le reconfortó.

Noah asintió y enrolló sus brazos alrededor del cuerpo de Misha. Se apegó a su pecho y lo beso —Creo que de verdad me gustas mucho. — admitió contra sus labios.

Misha lo empujó contra los azulejos y éste se encorvó para separarse del frío que le provocaba —Si continuamos, no creo que pueda detenerme. — le advirtió contra su pecho.

—Misha… — susurró extasiado. Pero fue controlado sus deseos lentamente porque no era ni el día, ni el lugar, y tampoco la forma en que quería estar con Misha otra vez.

No recordaba la primera vez que habían estado juntos y hasta hace unas semanas, el ni siquiera tenía recuerdos de haber estado con alguien. Aunque su cuerpo parecía reconocerlo cada vez que éste se acercaba y lo acariciaba. Aun así, sentía que no debía ser la forma. Que podía llegar a ser más especial, y sabía que Misha pensaba lo mismo.

Misha se detuvo de pronto. Lo mantuvo contra los azulejos, pero se quedo a contemplar aquellos ojos turquesa. Noah lo miraba de regreso con la respiración aun agitada, sin ser capaz de poder soltar a Misha —Creo que voy a llegar tarde. — admitió con una sonrisa.

Noah se rió y lo soltó —Lo siento. Creí que querías ahorrar agua. — los dos miraron el agua correr. Era lo que menos habían hecho, ahorrar.

No tardaron en salirse del agua. Noah se sentó en la cama con una toalla en la cintura mientras observaba a Misha vestirse. Se movía por todo el lugar de una manera tan sincronizada y pudo ver paso por paso el proceso para convertirse en ese hombre guapo que arrebataba todas las miradas en la calle. Aunque sin duda prefería a un Misha vestido de forma más casual como había estado ayer, pero incluso había una forma en que le gustaba aún más, desnudo. Estaba seguro que si pudiera ir desnudo a trabajar, nadie le diría que no y su trabajo sería mucho más fácil. Conseguiría lo que su jefe le pidiera en un abrir y cerrar de ojos.

—Puedes quedarte todo lo que quieras. Podrías dormir. — le aconsejó mirando a la cama —Tu ropa aun tiene que secarse, así que estás condenado a quedarte. —

Noah se tiró hacia atrás con los brazos abierto. Ese lugar era como el paraíso de las comodidades —Creo que dormiré. — acepto. Había dormido tan poco que no le vendría nada de mal. No habría ruido, ni risas de su hermano, ni quejas de su mamá. Quería quedarse para siempre en ese lugar.

Misha puso una rodilla en el colchón y se dio impulso para llegar junto a Noah —Solo procura dejar bien cerrado cuando te vayas. — le pidió.

Noah levantó un poco la cabeza y lo besó una última vez —Patéales el trasero a todos los que interfieran en tu trabajo. — le animo.

—Gracias. — se rió —Supongo. — se bajó de la cama y tomó unas cuantas cosas de la mesita de noche. Celular, billetera, llaves y se fue.

Lejos de sentirse abandonado. Noah al fin se sentía completamente feliz. Se volvió a sentar en la cama. Medito un momento y recordó aquel cuarto que era solo para él.  Fantaseó con ir hasta allá para poder pintar un rato, pero aquella cama era tan cómoda y él había dormido tan poco.

Tomó un mando a distancia que había en la cama y corrió las cortinas con éste. Todo volvía a la oscuridad. Sonrió complacida. Se quitó la toalla y la tiro al piso. No tardó mucho en volver a quedarse dormido.

Notas finales:

Yo se lo que piensan, peor no me maten!!!!!!!!!!!! Pronto, muyyyy pronto estarán juntitos otra vez! :D!

 

Bye bye!


Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).