Entre abriendo las puertas de la cafetería más que furioso, haciendo que todos me miraran y guardaran silencia. Los murmullos de las personas, al ver mi cara sabáin perfectamente a quien buscaba. Jung Ho Seok, Según algunas chicas, había vuelto a decir una de sus muchas mentiras, donde yo me veía involucrado.
-J-Hope dijo, que el ya había estado una vez en su cama y los volvería a estar dentro de poco.- Habia dicho una amiga suya rubia teñida, YoonA, refiréndose a mi.
Un chico delgado, moreno y con el miedo en los huesos, me indicó con la cabeza, haciéndome girar, y ver a J-hope en unas de las mesas con sus amigos y amigas. Reía, mientras toqueteaba la pierna de una de las chicas.
Apreté los puños y caminé a paso rápido hasta la mesa de los "populares".
Jimin al verme dejó de reir. Luego todos lo hicieron, y segundos después J-hope cayó, mientras abría los ojos y me encontraba fulminándolo con la mirada.
-Suguiero que te levantes, si es que quieres defenderte.- Hablé miestras levantaba una de mis cejas. J-hope rió sarcástico y se levantó, haciendo que todos en su mesa se giraran sin dejar de mirarnos.
-¿Qué te pasa ahora? - Me preguntó J-hope
-Tu lo debes saber perfectamente.- Me acerqué a él con la intención de arrañarle en la cara, pero él fue más rápido y me tomó de las manos, pegándome a su cuerpo.
-¡Qué gatita más salvaje!
-¡Ya estoy cansado! No tienes por que inventar cosas estúpidas sobre mí.- Le dije gritando.
-¿De que hablas?
-De lo que tú haz dicho a todos. ¡En ningún momento me he acostado contigo! Y no pienso hacerlo ¡NUNCA!
-Eso dicen todas.
-¡¿Todos?! Yo no soy como los demás.- J-hope me apretó más a su cuerpo, y eso me hizo gemir. Su respiración chocaba con la mía, y sus ojos cafés penetraban los míos.
-Eso crees. Pero ninguna se resiste a mi encant.- Dijo con una sonrisa picarona en los labios.
-¡Eres una mierda!
-Al que deseas.- Me respondió.
-¡Eres repugnante!- Comencé a forcejear, tratando de salir de su agarre. Todas las personas en la cafetería estaban pendientes de nosotros, y de lo pegados que estábamos. Todos, hasta las personas de la cafetería.
-¡SUÉLTAME IMBECIL!
J-hope acercó su cara a mi, tratando de besarme, giré la cara evitando sus labios. De su boca salió un "mejor", y succionó una parte de mi cuello, dejando una gran marca. El roce de sus labios en mi cuello fue algo ardiente y exitante. Sentí como si estos me quemaran, y algo dentro de mi se movió. Sentí como se me formaba una erección. Abrí los ojos y me tapé la entrepierna.
Todos miraban boquiabiertos la escena. J-hope aún seguía perdido en mi cuello, y esta vez había buscado otra parte de mi cuello. Trague saliva y subí la rodilla, hasta darle un golpe en su miembro.
-¡Vete a la mierda, hijo de puta!- Y salí de ahí, dejando a J-hope en el suelo. Podía sentir las miradas fijas en mi, pero no importaba, solo quería olvidar lo sucedido.
Una voz dentro de mí decía "Te gustó, aceptalo". Mi cuerpo aún estaba caliente por dentro, y las manos y las piernas me temblaban. Mi respiración era agitada. ¿Coraje? ¿Exitación? ¡No! Exitación no podía ser. ¿Quién podía sentir exitación por la persona a la cual aborrecía con toda su alma? "Uno nunca sabe"¿Nunca sabe? Lo único que sabía en esos momentos era el odio y la ira, mezclada con algo de exitación hacia... J-hope.
Y según creía nada iba a cambiarlo, según creía...