Kagami había regresado de un exhaustivo entrenamiento, cortesía de la entrenadora espartana (cof cof Riko cof cof), lo cual había hecho que ni ya estando en su apartamento se dirigiera directamente a su cama.
-Ahhh… que cansado me siento-pensó Kagami, mientras se acomodaba en las deliciosas mantitas-creo que la entrenadora se la ensaño conmigo…-pensando en todas la carreras y flexiones que había hecho estando en el club.
-ahhh…mm creo que una siestita no hará daño, después de todo mañana no hay clases- pensó Kagami al mismo tiempo de que caía a los brazos de Morfeo.
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Era un día soleado en los Estados Unidos, el viento corría y las avecillas cantaban alrededor de la cancha de baloncesto, un poco descuidada pero igual de divertida para cierto chico que tenía la cabellera pelirroja en el centro y oscuras las puntas.
Este chico había empezado a amar el deporte y jugarla con una pasión extraordinaria. Esto había sucedido a que se encontró con otro chico que le había invitado a jugar, Kagami no sabía nada como jugarlo ni en lo más mínimo, pero este chico le enseño como jugar y después de un tiempo le empezó a gustar; ese chico pelinegro se había convertido en uno de su primero y más preciado amigo. Le gustaba jugar y obviamente también le gustaba ganar.
Kagami vio cómo su amigo pelinegro estaba jugando en la cancha con el balón y él quería unírsele pero algo hizo que se detuviese, ya que vio a una figura al costado de su amigo y que estaba jugando con este.
Kagami no sabía quién era esa persona o más bien no la recordaba. Era pequeña y un poco delgada, pero no tanto como para no jugar al básquet.
- oh miren, si es Taiga- dijo el pelinegro. Kagami no sabía que se habían dado cuenta de su presencia-¿vienes a jugar un poco Tiger?- pregunto el pelinegro
-Ah sí quería jugar un poco pero veo que no hay nadie cerca- Kagami decía observando a los lados viendo que no había nadie
-No te preocupes Taiga podemos jugar baloncesto nosotros tres-
-¿nosotros tres?- Kagami decía confundido
- Sí no te acuerdas? ayer jugamos con ella-
-Te refieres a Alex?-
-No Taiga- el pelinegro dijo-Ella -señalo a la chica detrás de él.
Kagami miro a la chica, de arriba hacia abajo, examinándola, como si en algún lugar la hubiera visto. La chica era castaña tenía un hermoso vestido blanco con flores en los bordes inferiores y unas zapatillas, espera zapatillas bueno Kagami no era un estilista o algo pero pensó- las niñas no deberían llevar zapatitos lindos o lo que sea en vez de zapatillas-sin embargo más allá de eso no se acordaba de nada.
-en verdad no te acuerdas verdad?-dijo el pelinegro con voz decepcionada, él sabía que su amigo era un despistado pero no tanto.
-espera un momento está en la punta de mi lengua- dijo Kagami pensando con todo su ser.
-ahhh…no hay remedio tendrás que mostrarle “eso”-dijo el pelinegro a la chica.
La chica asintió. Kagami vio como la chica se empezaba a quitarse su cabello- ¡esperen a quitarse el cabello!- pensó Kagami al mismo tiempo que la chica también se quitaba los lentes de contacto y este quedo sorprendido.
Viendo el resultado final, la chica tenía el pelo de color naranja claro y ojos del mismo color Kagami no la reconocía al principio, pero poco a poco su memoria iba volviendo-¡AH! Túuuu-gritó Kagami como si hubiera descubierto el secreto más grande del universo.
-Al fin te diste cuenta Taiga- dijo el pelinegro
-Claro que me di cuenta como esperas que olvide a uno de mis mejores amigos- dijo Taiga con un poco de enojo
-Pero casi lo haces Taiga- esta vez la que hablo fue la chica.
-Oye no es mi culpa que empezaras a ocultar o través tu cabello, Shugo- dijo Kagami a la chica.
-Hey! Ya te dije que mi nombre no es ese… Taiga mi nombre es …- pero la chica fue interrumpida
-Ah lo se lo sé pero es que ya se me quedo, todo el tiempo te llamaba así, ¿Qué quieres que haga?- dijo Kagami
-Pero eso no es bueno taiga tienes que saber su nombre, el verdadero- dijo el pelinegro con tono de castigo
-Ya se ya se-dijo Kagami mirando a la chica
-Oi –la llamó-¿jugamos?-dijo con una sonrisa pasándole el balón que estaba en el piso
-Sí, ¿jugamos “Shugo”?-dijo esta vez el pelinegro amablemente
-En primera, les dije que ese no es mi nombre. En segunda, por supuesto juguemos Taiga, Tatsuya- dijo con alegría la no tan pequeña niña
Los tres jugaron con alegría y pasión en la cancha, terminando exhaustos y tirados en el piso. También no dándose cuenta que ya había atardecido y muy pronto iba a oscurecer.
-Woah ese fue un buen partido- dijo Kagami emocionado.
-Si, viste la encestada que hice-Dijo la chica moviendo los brazos.
-Claro fue genial!!!- dijo Kagami- estuviste como woah y después como bam, también Tatsuya hacia buenos tiros.
-Pero no tanto como los tuyos Taiga- Decía el pelinegro
-Haa pero que dices Tatsu tus tiros eran muy buenos!- decía la chica apoyando a Kagami.
-Y tus pases también Shu Shu~-dijo el chico, molestando a la chica
-Hey! Acordamos no decir más eso- dijo la chica con un puchero.
-Jejej sorry sorry-dijo el pelinegro
La chica lo veía mientras se acordó de algo-Ah! Es verdad- dijo la chica acaparando la atención de los dos chicos. La niña se levantó y se dirigió a su pequeña mochila-mm donde esta- dijo rebuscando y dejando en misterio a los dos chicos- ah! Aquí esta-dijo sacando un pequeño estuche.
Se dirigió a los dos chicos y dijo-quiero que tengan esto-mostrándoles unos brazaletes de plata a los dos chicos. El de Kagami tenía una pequeña gema en forma de estrella redonda de color rojo, mientras que el del pelinegro tenía una de color blanco.
Los dos chicos se miraron cogiendo los brazaletes.
-Porque nos das esto?-pregunto Kagami directamente
-Para que nos acordemos de los buenos momentos que hemos pasado juntos-dijo la chica con una sonrisa un poco triste.
-No, en serio, ¿porque?- dijo más serio el pelinegro.
-Yo…-la chica empezó a hablar sabiendo que no podía disuadir a sus amigos- yo…voy a viajar a Inglaterra junto con mi mamá.
-Los dos chicos se quedaron sorprendidos al escuchar la noticia. Al principio ellos se quedaron sin habla pero uno de ellos empezó a hablar.
-Y… ¿cuándo vas a viajar?-pregunto el pelinegro aun shockeado por la noticia
-Sí, Hika, ¿cuándo vas a viajar?-pregunto esta vez Kagami, viendo como la chica ponía una cara triste queriendo no decir la respuesta.
-Pasado mañana, el viaje fue programado para este jueves-dijo la chica-es por eso que quería darles esto hoy y pasar tiempo con ustedes chicos…-dijo la niña-es por eso que les di estos brazaletes, porque en verdad no quiero que olviden todo lo bueno que hemos pasado, aquí jugando y divirtiéndosenos y sniff…sniff …Y-yo ...-dijo la chica empezando a sollozar-no quiero que olviden los buenos amigos que somos…-dijo mirando a los dos chicos.
Ellos se acercaron a la chica. La niña los vio, pero antes de darse cuenta no de ellos la estaba abrazando y el otro le estaba acariciando el cabello.
-Eh?…-dijo la chica. Sorprendida.
-¿Claro que no te olvidaremos, acaso eres tonta?-dijo Kagami, mientras le desarreglaba el cabello.
-En serio creías que haríamos eso shu shu?-dijo el pelinegro, quien la abrazaba.
-Y-yo- dijo la chica no entendiendo al principio, pero al ver a sus dos amigos sonreír, estaba todo claro-no, claro que no. Tatsu, Taiga ¡siempre seremos los mejores amigos!-dijo con entusiasmo y alegría la chica.
-Obviamente Hika!-dijo Kagami poniendo se el brazalete
-Los mejores del todo el mundo-dijo amablemente el pelinegro, también poniéndose el brazalete
-Sí-dijo la chica poniéndose el suyo, el cual los chicos no habían visto. Era de color dorado con una gema de color anaranjado en forma de estrella redonda ubicada en el medio.
-Haa…tú también tenías una Hika?-dijo el pelirrojo
-Pues claro que sí, acaso eres tonto Taiga?-dijo la niña con tono burlón.
-Hey!-dijo un poco enojado taiga
-Jajajaja-mientras se reían los dos de él.
Kagami los veía feliz y también se empezó a reír con una gran sonrisa en su rostro. Él sabía que nada rompería la amistad que habían formado.
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*beep* *beep* beep*- Kagami se despertaba mientras oía el sonido de la alarma. Kagami presiono la alarma para que esta se callase.
Ahhh… que día es hoy?-decía un dormitante Kagami – ah es verdad es sábado…es SÁBADO- decía el pelirrojo mientras se levantaba apresuradamente de su cama, buscando los pantalones y las zapatillas-olvide que teníamos entrenamiento extra-decía al dirigirse apresuradamente al baño a lavarse los dientes-ahhh como lo olvide-pensaba mientras algo venía a su mente-es cierto ayer soñé algo ¿pero qué?-pensaba y pensaba hasta que…-ah! eso! era…-*ring* *ring* *ring*sonó el celular interrumpiendo sus pensamientos-ah quien será.
De Kuroko: Kagami-kun la entrenadora ya llegó y está preguntando donde estas, ven rápido o si no te meterás en problemas.
Kagami sabía a qué se refería Kuroko, los entrenamientos de la entrenadora no eran muy delicados que digamos y sus castigos eran mucho peores.
De Kagami: eso ya lo sé, dile que yo estoy en camino, ok?
De Kuroko: Esta bien, pero creo que eso no la calmará.
Kagami vio el mensaje y si Kuroko tenía razón eso no la calmaría, así que se apresuró y se dirigió a la puerta, queriendo recordar lo que habían soñado, pero nada venía a su mente-maldito Kuroko, me interrumpió-pensó-bueno, me acordaré más tarde, ahora la meta es llegar a la escuela sin que sea castigado por la entrenadora-pensó mientras corría en dirección a la estación.
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Se podía oír el sonido de los aviones en el aeropuerto de Tokio, al mismo tiempo que una chica recogía sus maletas de la estación de abordaje.
-Ahhh…al fin llegue-dijo la chica-pensaba que iba a demorar años en ese avión, bueno, mmmm, al menos ya estoy aquí-dijo sujetando y mirando un pequeño brazalete en su mano.
Al fin podremos vernos o través Taiga, Tatsu-pensaba la chica, mientras salía del aeropuerto, feliz.