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Story Of Life por SuperNova31

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Notas del capitulo:

Sé que tardé en subir, pero entre que no me dejaban RW y entre que estoy terminando trimestre, me olvidé D: 

Y entre que estoy editando mis fics para subir a la web xD

Yifan, por orden del médico, se fue a dormir temprano aquella noche. A la mañana siguiente tuvo que ponerse al día con los negocios de la casa. Kyungsoo ahora sabía que era dueño de una empresa en Seúl y volvía de un viaje de negocios en Japón. Toda la mansión estaba placenteramente bulliciosa, algo que Kyungsoo disfrutaba.

Tao, por su parte, había suspendido sus lecciones, y se pasó dando vueltas a los alrededores de la habitación de Yifan, ansioso de saber que contenía la caja que había traído el hombre consigo, sospechando que serían regalos de su amigo “Kris gege”.

-Esa caja debe tener regalos para mí, ¡y quizá para ti también! Porque él me ha preguntado tu nombre. Yo se lo dije, y le dije como te veías, porque también me lo preguntó.

Pronto llegó Minseok.

-Kyungsoo-ssi, Yifan-ssi dice que le gustaría almorzar contigo. Ha estado tan ocupado toda la mañana que no ha podido verte.

-¿Dentro de cuánto será el almuerzo?

-Dentro de media hora. Kyungsoo, deberías cambiarte la ropa.

-¿Cambiarme… de ropa?- Kyungsoo se miró el habitual conjunto negro.

-Es que siempre vistes de negro, como si no quisieras que te vean. Es una ocasión especial.- Minseok comenzó a ver la ropa en el armario de Kyungsoo, notando que toda la ropa del moreno, que en realidad no era mucha, o era negra o era de colores oscuros.- ¿En serio?- Minseok rió leve. Sacó del armario una camiseta negra, un saco de lana azul oscuro con motas blancas y un pantalón de corderoy azul.- Necesitas verte más alegre, no tan serio.- Minseok le acomodó el cabello, y luego le tomó la mano comenzando a caminar hacia el comedor.

Kyungsoo se ocultaba tras Minseok cuando este abrió la puerta del comedor. Se habían abierto los ventanales para dejar entrar la luz y la suave brisa del verano. Yifan se encontraba casi echado sobre un sofá, cercano a las ventas, y con una pierna, que debía ser la herida, sobre una silla. A su lado estaba Tao, jugando con el enorme perro blanco al que había llamado Min.  Kyungsoo reconoció al motociclista con el cabello castaño claro, las pobladas cejas, la mandíbula bien marcada, los ojos oscuros y los labios bien formados. Era bastante guapo e imponente.

Al entrar Kyungsoo y Minseok no alzó la cabeza.

-Aquí esta Do Kyungsoo, doongsaeng.- Minseok trataba con familiaridad a Yifan, pero con su habitual y respetuoso tono.

Yifan saludó sin apartar los ojos de Tao y Min.

-Toma asiento, Kyungsoo.- dijo en tono forzado, como si hubiera sido obligado a invitar a Kyungsoo a almorzar.

Kyungsoo se sentó. Yifan permaneció como una estatua. Minseok, con su habitual amabilidad, le preguntó sobre su pierna.

-Xiumin, tráenos el almuerzo.- fue la respuesta del castaño.

Minseok llamó a uno de los empleados, y cuando trajeron la bandeja con el almuerzo, se apresuró a ordenar los platos y los cubiertos. Yifan no se movió.

-¿Puedes alcanzarle a Yifan-ssi su tazón de arroz? Tao puede dejarlo caer.- le dijo Minseok a Kyungsoo. Kyungsoo obedeció, sirviendo arroz en un tazón más pequeño y alcanzándoselo a Yifan.

Cuando el castaño tomó el tazón de las manos de Kyungsoo, Tao exclamó en chino:

-¿No es verdad, gege, que hay un regalo para Kyungsoo gege en su equipaje?

-¿Qué es eso de regalos?- preguntó Yifan, mirando a Tao con el ceño fruncido.- ¿O acaso esperabas uno?- dirigió sus ojos negros a Kyungsoo, que se sonrojó levemente.- ¿Te gustan los regalos?

-No recibo regalos con frecuencia en realidad, no se mucho sobre el tema. Generalmente se tiene como agradable recibirlos.

-¿Generalmente? ¿Qué sabes sobre regalos?

-Bueno… un regalo puede significar muchas cosas ¿no?, y dependen también del momento en que se los entrega.

-No eres como Tao. Tao me pidió un regalo desde la primera vez que me vio.

-No tengo derecho para pedirle un regalo, señor. Tao exige porque lo conoce de hace tiempo, y está acostumbrado a que usted siempre le dé algo. A cambio yo soy un completo extraño, no tengo derecho a esperar obsequios.

-No seas tan formal. Puedes llamarme por mi nombre, si quieres. He visto a Tao, te ha tomado cariño y tú a él. Ha avanzado mucho en su enseñanza, a pesar de que no tiene ningún talento que resalte.

-Sunbae, con lo que acabas de decir acabas de darme mi regalo. Nada le complace más a un maestro como que elogien a sus alumnos.

-Mm…-dijo Yifan, y siguió comiendo en silencio.

Luego de que terminaran de almorzar y de que se llevaran los platos y demás cosas, se trasladaron a la galería, a disfrutar de la suave brisa de verano, mientras Tao correteaba por el césped junto a Min.

-Has vivido en mi casa tres meses.- le dijo Yifan a Kyungsoo, sin mirarlo.

-Sí, sunbae.

-Y viniste de…

-Del Internado Ahn ChangHo.

-Ah. Un internado de caridad. ¿Cuánto tiempo estuviste ahí?

-Ocho años.

-¡Ocho años! Con razón pareces de otro mundo, si la educación de esa escuela, aunque de caridad, es excelente. Ya te recuerdo. Anoche, cuanto te encontré en el camino, aunque no creo en esas cosas, me preguntaba si mi moto no estaba embrujada. Es raro que se resbale de esa forma por una frenada tan leve. ¿Quiénes son tus padres?

-No tengo.

-¿Te acuerdas de ellos?

-No, sunbae.

-Me lo imaginé. ¿Eras esperado por tu gente cuando nos encontramos?

-¿Por quién, sunbae?

-Por los duendes. Era una noche de luna propia para ellos. ¿Interrumpí uno de sus encuentros cuando me hiciste caer de la motocicleta?

-Los duendes abandonaron Corea hace cien años.- contestó Kyungsoo, con la misma seriedad con que le hablaba Yifan.- Y no he encontrado rastros de ellos ni en el campo ni en el camino.

Minseok, sentado junto a ellos, los miraba con las cejas levantadas, asombrado por la extraña conversación que mantenían.

-Si no conociste a tus padres, tienes que tener parientes. Tíos, tías…

-No, no he visto a ninguno jamás.

-¿Y tu casa?

-No he tenido casa.

-¿Quién te dijo que vinieras aquí?

-Publiqué un aviso en el periódico y Minseok sunbae me contactó.

-Sí.- dijo el castaño.- Y agradezco haberlo hecho. Kyungsoo-ssi se ha hecho buen amigo mío y de Tao también. Además que es de un gran profesor.

-No te molestes en pintármelo, Xiumin.- replicó Yifan.- Las adulaciones no me entran. Yo juzgaré. Él ha comenzado por hacerme caer de mi moto.

-¿Disculpa?- preguntó Minseok.

-Tengo que agradecerle este golpe.

Minseok parecía confundido.

-Kyungsoo, ¿has visto alguna vez la ciudad?

-He vivido en Seúl, pero nunca salía del internado.

-¿Has visto mucho mundo?

-Ningún otro que no sean los campos del internado, cercados por cuatro muros de ladrillo.

-¿Has leído mucho?

-Todo libro que caía en mis manos.

-Has vivido como una monja. No es para menos, ¿no es una escuela religiosa Ahn Changho? Kim Hyun Joong creo que era el encargado, ¿verdad?

-Así es.

-Y ustedes, de seguro lo adoraban como a un dios.

-¡No, en absoluto!

-¿No?

-No me gustaba el señor Kim Hun Joong, y no era el único. Es un hombre mezquino e hipócrita. Nos cortó el cabello a todos, y me castigó por tener la piel blanca. Además compraba los materiales más baratos para nosotros, por economía.

-Era una falsa economía.- dijo Minseok.

-¿Eso nada más?- dijo Yifan, dirigiendo su mirada a Kyungsoo.

-Además nos mataba de hambre.

-¿Qué edad tenías cuando ingresaste a Ahn ChangHo?

-Diez años. Pero pasé dos años más estudiando en la universidad, fuera del internado.

-Entonces tienes 20.- Kyungsoo asintió.- ¿Ya ves? Soy muy bueno en matemáticas. ¿Qué aprendiste en Ahn ChangHo? ¿Sabes tocar algún instrumento?

-El piano, un poco.

-Bien. Ve a la sala, deja la puerta abierta, y toca algo. A ver qué tal tocas.

Kyungsoo, obedeciendo las órdenes, se dirigió a la sala y se puso a tocar “Hammerklavier”.

-¡Bastante!- gritó Yifan a los pocos minutos.-  Tocas un poquito, eso creo, como cualquier estudiante, quizá un poco mejor que algunos, pero no lo suficientemente bien. -Kyungsoo cerró el piano y volvió a su lugar junto a Yifan.- Tao me mostró esta mañana un dibujo que hiciste para él, ¿dibujas?

-No mucho, pero creo que lo hago bastante bien.- contestó Kyungsoo.

-Eres orgulloso. Supongo que tienes una carpeta de dibujos, quiero verla. Y veré si son todos tuyos, tengo muy buen ojo.

-No diré nada y podrás juzgar por ti mismo.

Kyungsoo le trajo la carpeta de su habitación.

-Acerca una mesa.- le dijo Yifan, y Kyungsoo así lo hizo. Tao y Minseok se acercaron para ver también los dibujos y pinturas.- No me estorben.- les dijo.- Vean los dibujos que vaya poniendo sobre la mesa.

Yifan examinó los dibujos uno a uno, dejando tres sobre su regazo.

-Minseok, guarda esas pinturas en el portafolio, mientras tanto, tú contesta mis preguntas. ¿De verdad has dibujado todo esto tú?

-Sí, sunbae.

-¿Cuándo has tenido tiempo para dibujar? Esto requiere mucho tiempo.

-Hice todo eso en las dos últimas vacaciones que pasé en el internado. No tenía otra cosa qué hacer.

-¿De dónde los copiaste?

-Los saqué de mi cabeza.

-¿Hay en esa cabeza algunas otras cosas guardadas?

-Algo debe haber. Algo mejor que eso.

Yifan miró las tres acuarelas que había elegido con detenimiento.

-¿Estás satisfecho con estos dibujos?

-No. Siempre imagino algo mejor a lo que sale.

-Para un estudiante tus dibujos tienen carácter.- Yifan dejó las pinturas sobre la mesa. A todo esto, la noche ya había caído, y las luces de las galerías alumbraban ahora a Tao y Min, que estaban sentados en el suelo, observando las luciérnagas en el jardín.- Son las nueve.- dijo Yifan con rudeza.- ¿Por qué dejas que Tao se quede tanto tiempo despierto? Llévalo a la cama.

Tao se acercó a darle un beso en la mejilla, y él lo recibió con la misma indiferencia que si hubiera recibido al perro.

-Buenas noches.- dijo luego, señalando la puerta, dando a entender que estaba cansado de la compañía.

Kyungsoo y Minseok hicieron una inclinación de modo de despedida y se retiraron.

-¿Qué te pareció?- le preguntó Minseok, mientras subían las escaleras.

-Rudo, enojón y mandón.

-Así le parece a los extraños, pero yo estoy tan acostumbrado a su forma de ser, que ya ni me fijo en ello. Tiene su lado bueno… Cosas malas le han pasado, y de ahí su forma de ser.

-¿Qué le ha pasado?

-Problemas con su familia sobre todo.

-¿Tiene familia?

-La tenía. Su hermano mayor murió hace pocos años.

-¿Su hermano mayor?

-Sí. Wu Yi Fan no era dueño de la empresa. Está a la cabeza hace solo nueve años.

-Nueve años es mucho tiempo. ¿Quería tanto a su hermano que todavía lo extraña?

-No. Al contrario. Se odiaban. Su hermano puso a su padre en su contra, y Yifan-ssi, que nació y en aquel entonces vivía en Estados Unidos, fue enviado aquí, sin nada más que lo que tenía puesto. Su hermano quería quedarse con toda la herencia, incluyendo la parte de Yifan. No sé qué pasó durante ese periódo de tiempo, pero el carácter de Yifan se endureció. Él no olvida fácilmente. Rompió lazos totalmente con su familia, y vivió durante muchos años yendo de aquí para allá. Cuando su hermano murió, no dejó testamento y tampoco hijos o esposa, así que toda su fortuna fue para Yifan. Así quedó dueño de esta mansión, de algunas otras propiedades en Estados Unidos y China, y de las empresas Wu. Con toda la historia detrás no es extraño que no le guste esta casa.

-¿Entonces huye de ella?

-Quizá solo le tiene miedo.

Kyungsoo deseó que Minseok le contara más, pero Minseok parecía no querer hablar sobre el tema, así que Kyungsoo no insistió. 

Notas finales:

Bueno, dejen sus RWs :D 

Y dejen RW's!!


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