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Story Of Life por SuperNova31

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Notas del capitulo:

Como regalo de año nuevo actualizaré hoy y mañana~ 

Kyungsoo reservó una habitación en uno de los pocos hoteles de la villa de Gaepo, en las cercanías de la mansión Wu.

Había planeado todo el viaje de forma repentina, por lo que apenas llevaba consigo un poco de efectivo, una maleta y su tarjeta de débito. No había dado muchas explicaciones a la familia de Jongin, pero cuando este le llamó para preguntarle qué era eso del viaje, Kyungsoo le contó toda la verdad. Jongin, que sabía que tarde o temprano pasaría, prometió no enojarse.

-Volveré pronto, lo prometo. Es que necesito verlo, necesito saber cómo está.

-Nunca has dejado de amarlo, y lo sé.- Kyungsoo abrió la boca para hablar, pero aunque no se veían, Jongin lo conocía demasiado bien, así que siguió.- Déjame hablar, déjame decirte todo lo que quiero decirte. Nunca has dejado de amarlo. No te engañes Kyungsoo, deja de engañarte, engañarte te hace mal. Sé que me quieres, lo sé, pero no me quieres tanto como a él. No te preocupes. Yo estaré bien. No Kyungsoo, no llores. No tienes por qué llorar, has sido sincero conmigo y nunca me has ocultado nada. ¿Sabes cuántas personas hay como tú? Muy pocas, demasiado pocas, y por eso me alegro de haberte conocido, me alegro de que me hayas dejado estar a tu lado este tiempo, aunque haya sido corto.

-Pero… estoy seguro que él ya está casado.

-Si escuchaste lo que escuchaste la otra noche, es porque él te ha estado esperando. Y si te buscó como lo hizo, algo debe haber sucedido.

-¿Qué hago si lo que me encuentro no me gusta?

-Volverás a mi lado, yo te consolaré y encontraremos una solución para el problema, juntos.

-Te amo Jongin.

-Pero no es el mismo amor del que yo hablo. Tú me quieres como a un hermano, has estado malinterpretando tu amor todo este tiempo. Pero yo te quiero igual, porque eres una maravilla de persona.

-Tú también lo eres, y como no te imaginas.

-No. No lo soy. Yo quería ocultar lo que sabía, ocultar lo que sentías y retenerte a mi lado. Pero veo que lo suyo es más fuerte. Ahora ve. Ve a verlo. Ve en busca de tu verdadera felicidad, Kyungsoo.- Jongin colgó el teléfono con la voz rota.

Kyungsoo se quedó con el móvil en las manos por unos minutos, mientras que dejaba que las lágrimas de culpa y de miedo le cayeran por las mejillas.

Al día siguiente pidió un taxi que lo condujo hasta el camino de tierra que tanto conocía. Mientras avanzaba por el camino, una mezcla de emociones se azotaba su corazón. ¿Estaría Yifan muy cambiado? ¿Estaría enojado porque se había ido? ¿Y Tao? ¿Y Minseok? ¿Y si no quería recibirlo? ¿Y si se alegraba de volverlo a ver? Sin embargo, cuando llegó a las cercanías de la casa fue muy distinto lo que vio. En vez de ver una feliz mansión, había negras ruinas, escombros y cenizas. A Kyungsoo se le hizo un nudo en la garganta. ¿Qué había sucedido allí?

Volvió casi corriendo sobre sus pasos, llegó a la carretera principal y corrió camino abajo, en donde sabía que empezaba la villa y había una tienda de artesanías. Al entrar al lugar lo primero que hizo fue dirigirse a la dueña, no sin antes acomodarse un poco la ropa y el cabello.

-Disculpe, ¿no vive la familia Wu por aquí cerca?

-Vivía. Vivía por el camino de tierra que hay a dos kilómetros de aquí, pero hace un par de meses una terrible tragedia azotó la casa.

-¿Qué sucedió?

La mujer, que parecía gustar de las historias, invitó a Kyungsoo a sentarse al mostrador.

-Es todo un suceso, ¿sabe? Se dice que el joven Wu, el hijo del señor Wu y quién heredó todas las tierras estaba a punto de casarse. ¡Usted viera qué guapo el novio! Si hasta parecía muñeco. Resulta ser que el día de la boda, el novio se fue con otro, y dejó plantado al joven en el altar. Dicen que el joven Wu no estaba muy apenado, ya que en realidad estaba enamorado del profesor particular del niño del que era tutor. Dicen que el muchacho, que ni siquiera apenas tenía veinte años, parecía un pequeño ángel, con los cabellos muy negros y la piel blanca como la nieve, pero que al enterarse de que el joven Wu iba a casarse, no aguantó el dolor y se fue en silencio, durante la noche. Esta fue la pérdida que de verdad afectó al joven Wu, que lo buscó por toda Corea sin éxito. Dicen que el joven profesor se había ido del país para no ser encontrado. ¿Por qué no podían ser simplemente felices juntos? Dicen que por la posición social, tan distinta entre ambos.

-¿Qué pasó en el incendio? ¿Puede decirme qué pasó en el incendio?- preguntó Kyungsoo con ansiedad.

-Luego de que sus dos chicos lo dejaran, el joven Wu se convirtió en una persona huraña, y se encerró en la mansión. Dicen que cayó en los vicios, y que por dejar el cigarro encendido, la casa se prendió fuego. Otros dicen que el señor Wu tenía un hermano loco encerrado en la casa, y que este se soltó de su encierro y prendió fuego todo.

-¿Hubieron muertes?

-Fue un gran héroe aquella noche. Yo vi todo, ciertamente. Llegué para ver como las llamas se comían la enorme mansión sin piedad. Los bomberos tardaban y gracias al joven, que no paró hasta que todos los empleados estuvieran fuera, no hubo muertes.

-¿Y al señor Wu? ¿Qué le pasó?

-Lamentablemente no le fue tan bien como a sus empleados. Lo rescataron vivo de debajo de los escombros. Mientras intentaba bajar las escaleras después de volver al segundo piso a buscar no sé qué cosa, las escaleras se cayeron, y él con ellas. Se dio un golpe tan fuerte en la cabeza que quedó ciego. Pobre muchacho, no tiene ni 35 y ya ciego por un infortunio.- Kyungsoo no pudo evitar suspirar con cierto alivio. Las cosas podrían haber sido mucho peor.- Muchos bienes materiales se perdieron aquella noche, muy pocos muebles se salvaron.

-¿Y el señor Wu? ¿Dónde vive ahora?

-Después del incendio y de que quedara ciego, su carácter se endureció aún más si es posible. Dejó de ser amable y atento con todos y se retiró a una de sus casas más alejadas en el campo. Despidió a todos los empleados y se quedó solo con su asistente.

-¿Dónde queda esa casa? ¿Sabe de alguien que pueda llevarme hasta allá?

La mujer anotó para Kyungsoo algunas indicaciones en un trozo de papel, y luego llamó a un taxi para que lo llevara. Kyungsoo agradeció la amabilidad y compró un pequeño cascanueces de madera, bellamente pintado y tallado.

El viaje en taxi no fue muy largo, pero debido a las emociones, a Kyungsoo le pareció una eternidad.

Al final el taxi lo dejó a la entrada de un camino de piedras, cerrado por un portón de rejas negras con la W en plateado al frente. Kyungsoo bajó del taxi y pagó una suma mayor a la acordada, debido a que era una zona apartada y agradeció la amabilidad del taxista por llevarlo hasta allí. Como era una vieja casa de campo, no había portero automático, por lo que Kyungsoo abrió la puerta y comenzó a caminar hacia la casa.

La casa no era tan grande como la mansión, pero era amplia y parecía limpia y cálida. Estaba rodeada de árboles, los cuales Kyungsoo reconoció en su mayoría como frutales, y en el jardín había un lindo estanque. La puerta de la casa se abrió y Kyungsoo paró en seco. Yifan apareció en la puerta de la casa, llevaba el cabello un poco más largo, pero del mismo color castaño claro. Estiró la mano hacia fuera, como para comprobar si llovía. Al instante, Minseok apareció a sus espaldas. Kyungsoo quedaba oculto por los árboles gracias a la pequeña curva que daba el camino hasta la casa, así que pudo ver la escena sin ser descubierto.

-¿Quieres dar un paseo?- le preguntó Minseok.

-Déjame solo.- bufó Yifan con brusquedad.

Minseok entró a la casa nuevamente, mientras que Yifan se quedó en la puerta por unos momentos, para luego entrar también.

Kyungsoo tardó unos minutos en armarse de valor, luego se acercó a la casa y llamó a la puerta. Al abrir, Minseok abrió los ojos como platos.

-¿Eres tú? ¿Do Kyungsoo? ¿Eres tú?- Minseok abrazó a Kyungsoo con afecto.- ¿Qué haces aquí? ¿Qué ha sido de ti? ¡Dios mío! ¡Ha pasado tanto!- Minseok condujo a Kyungsoo hasta la cocina.

Kyungsoo le contó todo lo que había vivido desde que había dejado la mansión Wu sin omitir casi detalles. Minseok hizo lo mismo relatando los hechos desde que Kyungsoo se había ido.

-Se ha vuelto un gruñón como no tienes idea.- Minseok chequeó su reloj de pulsera.- Es hora del té.- dijo, poniéndose de pi. Cuando finalizó, puso todo en una bandeja, dispuesto a llevársela a Yifan.

-Deja, yo lo hago.- dijo Kyungsoo, tomando la bandeja y dirigiéndose a la sala por donde le indicaba Minseok. Al entrar encontró a Yifan sentado en un sillón junto a la ventana

-¿Es mi té?- preguntó Yifan.- Ponlo en mi mano Minseok.- estiró la mano y Kyungsoo, con cuidado, se lo puso en ella.- ¿Minseok?

-No, no soy Minseok.- Yifan quedó en estupefacción por unos segundos.

-¿Quién eres?- susurró.- ¿Qué quieres?

-No quiero nada. Vine a verte.

-¿Y Minseok?

-No te preocupes, él sabe que estoy aquí.

-Esa voz… ¿quién eres? ¿Eres un fantasma?

-¿Tan rápido me olvidaste? Yo que no me olvidé de ti ni por un segundo.

-¿Kyungsoo? ¿Eres tú Kyungsoo?- Yifan se paró. La voz de le quebró desesperado.- ¿Eres tú? ¿En verdad eres tú?

-¡Soy yo, sunbae! ¡Sí soy yo!- Kyungsoo abrazó a Yifan, quien lo estrechó con fuerza entre sus brazos.

-¿De verdad eres tú? ¿Mi duendecillo de la suerte vuelve a mi lado?- Kyungsoo vio como dos lágrimas caían de las mejillas de Yifan.- Te irás pronto, ¿verdad? Me dejarás de nuevo, ¿verdad?

-Vengo para quedarme a tu lado. No me iré nunca. Nunca, nunca jamás.- Kyungsoo estiró los brazos y quitó aquellas lágrimas del camino.

-¿De verdad eres tú? ¿En serio eres tú? He soñado tantas veces con este momento que esto ya me parece otro sueño.- Yifan tomó el rostro de Kyungsoo entre sus dos enormes manos. Aunque se había quedado ciego, su belleza e imponencia no habían disminuido ni un poco.

-Este soy yo, de verdad.- Kyungsoo se puso en puntas de pie y depositó un beso sobre la frente de Yifan, otro en cada mejilla y otro en la nariz.- Soy yo, volviendo a tu lado para no irme jamás.

-¡Kyungsoo! ¡Mi Kyungsoo!- Yifan estrechó nuevamente entre sus brazos al menor.

Aquella noche Kyungsoo se quedó toda la noche junto al sillón de Yifan, que no le soltó la mano ni por un momento.

-¿Y Tao, sunbae?

-Lo mandé a un internado. Luego de que te fuiste no me podía hacer cargo de él, así que lo mandé a la escuela. No te preocupes, él y Yixing la eligieron, así que no tienes que golpearme.- Kyungsoo rió.- ¿Qué hay de ti?

-Ya soy profesor de literatura, sunbae. Me gradué el año pasado.

-Me hubiera gustado ir a verte.

-No fue gran cosa.

-¿Qué hora es?

-Es un poco tarde.

-Has viajado mucho, ve a dormir. ¿En dónde te estás quedando?

-En un hotel de la villa.

-¿Tienes tu equipaje allá?

-Sí.

-Le diré a Minseok que mande a traerlo y que te lleve a la habitación de Tao por hoy, hasta que te preparemos una.

-Está bien.- sonrió Kyungsoo. 

Notas finales:

Dejen RW's! 


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