A la mañana siguiente, Kyungsoo no bajó hasta la hora del desayuno.
-¿Estás levantado?- preguntó Yifan, apenas lo oyó entrar y saludar.- ¡Anoche creí que eras un sueño! Ahora sé que es verdad. No te irás, ¿verdad?- Kyungsoo rio al ver al más alto actuar como un niño pequeño.
-Creí haberte dicho que no me iría nunca más.
-Kyungsoo, no quiero que te quedes a hacerme de ayudante. Si te quedas porque sientes pena por mí, entonces vete.
-¡Yifan! ¿Sabes por qué me quedo? Me quedo porque te amo. ¿Lo oyes? Te amo.- dijo Kyungsoo, sentándose a la mesa.- Y aunque me eches mil veces, no pienso hacerte caso. Me quedaré contigo para siempre.
-¿Me amas como a un hermano mayor? ¿Como a un padre?
-No. Te amo en serio.- Kyungsoo se llevó un bocado de comida a la boca, mientras Yifan esbozaba una sonrisa y Minseok dejaba escapar una leve carcajada.
Por la tarde, Kyugsoo y Yifan salieron a dar un paseo por el jardín de la casa.
-¿Aprendiste mucho en Japón?- Kyungsoo esbozó una sonrisa al ver que habían comenzado las preguntas.
-Mucho, sí.
-¿Te costó entrar en la universidad?
-Fui el primer puesto en el examen de admisión y el primer puesto de mi clase desde que ingresé hasta que me gradué.
-Eres un nerd. Un gnomo ñoño.- Kyungsoo rio.
-¿Cómo eras tú en la escuela?
-Popular, por su puesto.
-¿Eras inteligente?
-El primero de mi clase.
-Entonces tú también eras un nerd.
-No lo era. Yo era y soy, alto y guapo. Tú en cambio, eres bajito, como un nerd.
-¡Ya deja de meterte conmigo!- rio Kyungsoo, golpeando leve el hombro de Yifan que soltó una carcajada también. Era la primera vez que Kyungsoo lo oía reír de esa forma. Fue simplemente hermoso.
-Me contaste sobre un amigo tuyo, Kim JongIn. ¿Eran cercanos?
-Sí. Muy cercanos. ¿Por qué hablas en pasado? Sigue siendo mi mejor amigo.
-Creí que yo era tu mejor amigo.
-Tú eres mi novio, no mi mejor amigo.
-Yo quiero ser tu novio y tu mejor amigo.
-¿No puedo tener mejores amigos?
-¿Es más guapo que yo?- Kyungsoo simuló examinar el rostro de Yifan.
-Sí, bastante.
-Entonces no.- respondió Yifan, tajantemente, haciendo a Kyungsoo reír.- ¿Te ríes de mis celos? ¿Lo haces a propósito? ¡Mal hobbit! ¡Regresa a tu comarca!
-Y tú regrésate a tu nube, gigantón.
-Soy alto y esbelto, no gigante.- Kyungsoo rio, haciendo reír también a Yifan. -¿Prometes no dejarme nunca?- preguntó Yifan de repente.
-No voy a dejarte nunca. No tengo intenciones de hacerlo.
-¿Te quedarás con un ciego, que no puede hacer nada?
-No me importa tu ceguera.
-¿No te importa que tengas que ayudarme en todo, estar a mi servicio constantemente?
-No me importa.
-¿No te importa no poder trabajar por tener que estar conmigo?
-Tengo el dinero suficiente para no tener que trabajar por el resto de mi vida.
-¿Y eso?
-Un tío mío murió y me dejó su herencia. Tengo 202 millones de dólares en el banco.
-300 millones, soy más rico que tú.- Yifan la mostró la lengua y Kyungsoo rio.- ¿Te cuento algo?
-¿Qué cosa?
-Hace un par de noches, pensaba en ti. Pensaba en ti todas las noches, pero hace un par de noches lo hice con más ganas. Me largué a llorar en la ventana y grité tu nombre. Estoy seguro que grité lo bastante fuerte como para que mi voz llegara a la villa. Y escuché tu voz, claramente con el viento, que gritaba “¿Dónde estás? ¡Ya voy! ¡Espérame!”.- Kyungsoo miró a Yifan boquiabierto.
-Hace un par de noches escuché como gritabas mi nombre, y corrí y grité lo que oíste.- Yifan alzó la cejas, sorprendido.- Por eso vine a verte. Necesitaba verte.
Se quedaron unos segundos en silencio.
-¿Jongin te pidió matrimonio?- Preguntó Yifan. ¿A caso era brujo?
-Lo hizo, ciertamente. Pero tú le ganas.
-¿Quieres casarte conmigo?
-Sí, sí quiero.
-Kyungsoo… quédate a mi lado. No soy nadie sin ti. Sentí alivio cuando Kiwook me dejó plantado, pero cuando vi que tú ya no estabas, me sentí morir. Y ahora, que tú estás conmigo de nuevo, no sabes lo feliz que me haces. Perdóname por no poder verte, aunque sea lo que más deseo en el mundo.
-Yo seré tus ojos de aquí en adelante, Yifan.
-Tres años más tarde-
Kyungsoo, con el vientre ya bastante notable, se comía las uñas en la sala de espera del quirófano. A su lado, Tao, de 14 años y ya casi tan alto como Kyungsoo, le tomaba una mano a modo tranquilizante.
-Hyung, verás que todo sale bien.- le dijo en coreano, sonriendo para al mayor. Kyungsoo le devolvió la sonrisa y pasó una mano por los cabellos del menor, en gesto maternal.
Minutos más tarde salía el doctor. Se acercó a ellos, quitándose el barbijo.
-El trasplante de córnea ha sido un éxito. Dentro de un par de horas, cuando se le pase totalmente el efecto de la anestesia, le quitaremos las vendas.- Kyungsoo no pudo disimular su alegría y abrazó a Tao, también contento.
Meses más tarde Kyungsoo daba a luz a un niño, que Yifan pudo ver con claridad.
-Gracias a Dios se parece a mí.- dijo, tomando al pequeño en brazos.
-¿Me estás queriendo decir algo?- Kyungsoo golpeó el hombro del más alto, un poco molesto.
-Sí, feo.- respondió el castaño, riendo.
-¡Eres malo! Ah, qué cruel… ¿Cómo es que me casé contigo? - Yifan sonrió y depositó un beso sobre los labios de Kyungsoo.
-Porque me amas. Y yo te amo y siempre te amaré. Eres la criatura más hermosa que ha pisado el planeta, tenlo en cuenta.- Kyungsoo sonrió.- ¿Quieres tener otro hijo pronto? Pero esta vez, niña.
-¡Yifan!