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Story Of Life por SuperNova31

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Notas del capitulo:

Aqui les traigo!

Tal vez empiece a subir de a dos capítulos por día, una a la mañana y otro a la tarde-noche, todo si veo que dejan RW's xD

Los trabajos duros en el colegio disminuyeron con la llegada de la primavera. La nieve se derritió, los árboles se llenaron de hojas, y con esto vinieron las alergias y las fiebres.

De los ochenta estudiantes del colegio, 45 cayeron enfermos. Un gran número para tratarse del año en que estaban y el país en el que vivían, que era uno de los más avanzados en medicina. Debido a esto las clases se suspendieron, y algunos estudiantes que quedaban sanos y que tenían dónde ir, huyeron de la contagiosa fiebre, mientras que los restantes eran puestos en rígida rutina para mantener la salud.

Mientras tanto, Leeteuk se concentraba solo en los enfermos, yendo de acá para allá con un barbijo cubriéndole la mitad de la cara y ayudando a las enfermeras en la enfermería personal del colegio.

Entretanto Kyungsoo se había hecho amigo de un chico llamado Lee Jung Hwan, cuyo carácter espontáneo y original le había atraído mucho. ¿Pero que era de Kim Jun Myun? Kyungsoo no lo había olvidado, pero debido a que estaba enfermo, lo habían llevado a una de las habitaciones del último piso. Kyungsoo decidió preguntarle al profesor Leeteuk qué era lo que Suho tenía, a lo que este contestó que tenía un problema en los pulmones, y por eso estaba débil. Kyungsoo no lo pensaba así: a veces, en los días de mejor clima, veía a Junmyun bajar y dar un paseo por el jardín junto a Leeteuk.

Un día, mientras Kyungsoo se encontraba leyendo uno de los libros que había pedido prestado en la biblioteca junto a la puerta del colegio, oyó bajar al doctor Choi, que venía charlando con una de sus enfermeras personales, que hacían las veces de asistentes.

-¿Cómo esta ese chico, Kim Jun Myun?- había preguntado la enfermera.

-Muy mal.- susurró el doctor.- No podemos costearle todos los análisis que me gustaría que se hiciera, y no es tuberculosis o ninguna enfermedad que yo conozca con esos síntomas. Me parece que estamos ante algo nuevo, y con tan pocos recursos, no creo que viva mucho más.

Kyungsoo palideció, mientras sentía como su corazón se fundía con su estómago, y ambos, en una masa informe y dolorosa, bajaban al quinto subsuelo. El moreno entonces entró corriendo al edificio, olvidándose por completo de su libro, y subió como un rayo hasta la enfermería, preguntándole a la primera enfermera que encontró, dónde se encontraba Kim Jun Myun.

-Está en el cuarto del vicedirector Park Jung Soo.- respondió la mujer, con formalidad.

-¿Podré hablar con él?

-¡Oh, no! Lamento que la enfermedad sea contagiosa y se enferme usted también. Ahora váyase a jugar.

Kyungsoo apretó los labios, y estuvo el resto del día dando vueltas por el colegio. Aquella noche no puedo dormir, quería, no, necesitaba ver a Suho.

Cuando se hicieron las once, y aprovechando que todos sus compañeros estaban dormidos, Kyungsoo se levantó y con cuidado subió las escaleras hasta el cuarto de Leeteuk.

El olor a antiséptico quemó la nariz de Kyungsoo al pasar por la enfermería, que pasó rápidamente, temeroso de ser descubierto.

Al final logró avistar la puerta del cuarto de Leeteuk, levemente abierta para dejar cambiar el aire. Decidido, se asomó, observando una cama con sábanas y colchas blancas junto a la cama de Leeteuk, con un paquete de suero colgando de uno trípode y conectado a uno de los brazos de Suho, que con un respirador, parecía dormir tranquilamente.

-Suho hyung.- susurró Kyungsoo en voz baja.- ¿Estás despierto?

Junmyun abrió los ojos, respirando pesadamente e incorporándose un poco. La respiración de Suho con aquel aparato en la nariz le recordó a Kyungsoo a aquel hombre de negro del film que había visto hacía poco, Star Wars.

-¿Kyungsoo?- preguntó, con su dulce voz.

Kyungsoo de repente pensó que era todo un engaño. Que todo aquello era un montaje, porque, ¿cómo podía su hyung hablarle tan tranquilamente si estaba muriéndose?

-¿Qué haces aquí Kyungsoo? Deberías estar en la cama.

-Vine a verte. Oí que estabas muy mal, y no podía estar sin venir a ver cómo estabas.

-¿Vienes a darme el último adiós? Parece que has venido justo a tiempo.- Suho se recostó nuevamente en la cama, con un extraño jadeo. Kyungsoo entonces se dio cuenta que nada de aquello era un montaje, y que se enfrentaba a los dolores de la vida real.

-¿Dónde vas hyung?- preguntó con toda la inocencia de un niño de diez años Kyungsoo.- ¿Te vas a tu casa?

-Sí… para mi gran casa, mi última casa.

-¡No! ¡No digas eso, hyung!- Suho sonrió.

-Nunca me has llamado hyung. Me gusta cuando viene de tus labios.- Suho estiró una mano y acarició suavemente la mejilla de Kyungsoo, que atrapó aquellos suaves dedos entre sus pequeñas manitos, profundizando el roce. Entonces al mayor le dio un ataque de tos, y Kyungsoo con horror pensó que se moriría allí mismo.

-Hyung…

-Estoy bien, estoy bien.- Suho esbozó una de sus habituales y consoladoras sonrisas, acariciando levemente la mano de Kyungsoo, que apretaba las colchas de su cama con fuerza.- Kyungsoo, hace frío, te resfriarás, métete bajo las colchas conmigo…- Kyungsoo obedeció, e inmediatamente Junmyun puso un brazo sobre el menor, quedando así ambos abrazados. -Cuando muera, Kyunggie, no te pongas triste, no hay motivos para ello. Piensa que la enfermedad que tengo no es para nada dolorosa, no moriré con dolor. Piensa que todos debemos morir algún día. Además, muriendo joven, me libero de muchos problemas. Moriré joven y hermoso.- bromeó Suho, intentando reír, pero consiguiendo en su lugar que le diera otro ataque de tos.- Piensa que si hubiera vivido, no hubiera servido para nada. Me hubiera encontrado perdido y desorientado.

-¿Pero a dónde vas, hyung? ¿Podré ir a visitarte?

-No Kyunggie… creo que me voy a donde está Dios.- Kyungsoo apretó los labios, intentando en vano que las lágrimas no salieran de sus ojos.

-Hyung… ¿podré verte cuando yo muera?

-Yo vendré a buscarte, Kyunggie, y te llevaré conmigo a donde viven los ángeles, para que seamos eternamente felices juntos.- Kyungsoo abrazó a Suho, y hundió el rostro en el cuello de este.

-¡Qué bien me siento!- Kyungsoo pensó que nunca oiría voz más dulce que la de su hyung. Junmyun se quitó el respirador, dejándolo a un lado. – Me siento un poco mejor, creo que podré dormir sin esta cosa hoy. Pero no te vayas, quédate a mi lado.

-Me quedaré contigo hyung, para siempre, nadie podrá separarme de ti.

-¿Estás abrigado?

-Sí.

-Buenas noches, Kyungsoo.

-Buenas noches, hyung.

Kyungsoo sintió unos suaves labios posarse sobre los suyos. Era su primer beso, sin embargo no tenía demasiada idea de ello, así que simplemente lo devolvió con tanta dulzura como le era entregada.

Al día siguiente Kyungsoo despertó en los brazos de Leeteuk. Nadie lo regañó por haberse escapado de noche. Kyungsoo, quién ya tenía edad para que le dijeran ciertas verdades, se enteró de que Leeteuk lo había encontrado durmiendo sobre el pecho de Suho… quién había muerto.

Semanas más tarde Kyungsoo visitó la tumba de su amigo, en cuya lápida se leía con letras claras, grandes y hermosas:

¡Levántate! 

Notas finales:

Bueno, les doy la noticia de que estoy en proceso de empezar un nuevo fic. Será de terror, y si les gustan las cosas bizarras, creo que el fic les gustará.

Comenzaré a escribirlo y lo empezaré a subir cuando termine de subir este.

Las/los quiere

SuperNova

P.D:

Dejen RW's! 


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