Me recosté en la cama, esta estaba colocada en medio de la habitación, su tallado era bello, la madera de un color claro y sus soportes casi llegaban hacia el techo, era igual a una cama de un cuento de hadas donde las princesas descansan en un sueño tranquilo.
Pasé mí vista por la habitación, es amplia de hecho bastante casi el doble de mi casa en Londres, delante de la cama como a uno o dos metros, estaba un tocador, su color era negro y tenía un gran espejo bellamente decorado en las orillas, reflejaba tanto a la cama como a mí.
Del otro lado de a que tocador se encontraba un ropero de gran tamaño, sus puertas principales estaban adornadas con un metal el cual simulaba la forma de una enredadera, debajo había cuatro cajones cada uno tenía grabado un animal, el primero que se encontraba arriba a la izquierda era un pequeño conejo rodeado de lo que parecía pasto.
El segundo arriba a la derecha portaba un gato acostado en una especie de alfombra, el tercero abajo a la izquierda tenía un pájaro sino me equivoco un curvo echado sobre su nido y el ultimo el grabado era el de una serpiente enroscada sin ningún otro adorno, era un poco inusual para mi ver este tipo de decorado pero la casa parecía pertenecer a una buena familia así que no puedo decir concretamente si es raro o no.
Analizando todo esto era obvio que la habitación era de una mujer, me sentí un poco incómodo estar invadiendo el espacio de una Lady, sacudí mi cabeza sí que soy idiota eso no es lo que debe preocuparme en este momento, quise darme de cachetadas Alois idiota concéntrate.
—no debo confiarme— seguramente en el momento que aquel sujeto se dé cuenta de mi escape, intentara darme alcance, sería un poco obvio que estaría en esta casa, o tal vez no, no parece abandonada así que alguno de los dueños pudo regresar pero vamos seria mucha coincidencia hasta yo sospecharía , ¿y si pongo una barricada en la puerta?
En eso momento al voltear vi algo que me sorprendió, en la puerta grabada en ella un elefante de color blanco enorme, era impresionante cada detalle que tenia, su cabeza miraba hacia arriba con su trompa erguida, eso si debía ser anormal nunca esperaría que aquello estuviera en la mayoría de casas elegantes.
Salí de mi sorpresa y busque con que hacer aquella barricada no había más que un baúl, bueno supongo eso debería servir, intente empujarlo con todas mis fuerzas pero estaba pesado— vamos— intente de nuevo pero no pude, ni siquiera las cajas con las que trabajaba estaban tan pesadas, corrí a la puerta y le puse seguro por lo menos eso ayudara hasta que pueda mover aquella cosa.
Regrese y abrí el baúl— ¿estatuas?— aunque pequeñas eran muchas, por eso no podía moverlo, comencé a sacarlas de una, igual que los cajones todos ellas eran animales por lo menos las de arriba, conejo, gato, cuervo y serpiente, si es raro, pero más abajo encontré una de una pequeña niña, me recordaba vagamente a alguien, un hombre viejo y la más grande y la cual me costó más sacar la figura de una casa.
Son como juguetes, levante los hombros que más daba, ahora podría levantar el Baúl y después ponerle las estatuas, lo moví sin mayor dificultad, me di la vuelta y donde estaba aquel mueble había una pequeña nota, mi curiosidad me forzó a tomarla.
***
Había pocas cosas que me hacían enojar, pero lo que hizo este tipo me enfurecía— ¡le dejaste ir!— mi rostro demostraba mi completa molestia.
—Bueno lo pidió amablemente— rio, aquel sujeto quería agarrarlo del cuello y destazarlo pero sería casi imposible dada nuestras circunstancias.
Salí de aquel lugar, ese niño no podía ir muy lejos, después de todo un humano o un animal no son tan rápidos como yo, el problema era que dirección tomo.
Debía pensármelo con cuidado aunque soy rápido una equivocación y daré la señal de alerta a todos los otros, pero sobre todo le proporcionaré la oportunidad de escapar y claro que no quiero eso.
—una presa es una— relamí mis labios, no hay nada mejor que cazar lo que piensas devorar, la desesperación y la sensación de no poder escapar
—Bien pequeño, juguemos a las escondidas—
***
Ya había acomodado todas las estatuas dentro, por lo menos hará resistencia un momento, me senté y encendí una vela que se encontraba ahí, comencé a leer.
Hace poco padre y madre me trajeron a este lugar
Es hermoso, pero extraño mucho nuestra casa
En la ciudad, pero bueno supongo que pasará
Pronto esta sensación, hoy fue un día divertido
Encontré una serpiente de color blanco
Era muy bonita pero estaba atrapada
Y se lastimo decidí que debía ayudarla
La libere pero antes de que pudiera
Tomarla para que madre me ayudara salió
Deslizándose rápidamente, le conté esto a
Ella y rio, dijo que los dioses me recompensarían
Porque las serpientes son enviados de dios
Supongo que es medio verdad no lo sé…
Igual pediré a mi padre que ponga una serpiente
En el juego, sé que será divertido oír la historia
Ahora que incluye un nuevo participante.
Estaba fechado, era la nota de un diario, me levante del suelo, busque donde podría estar el libro completo de esta persona, levante varias cosas y abrí el ropero, si estoy siendo muy impertinente pero no voy a poder dormir, estoy demasiado preocupado, mi pecho se siente algo pesado así que ocupare mi mente en descubrir un misterio más de los que hay por ahí.
Moví algunas prendas que estaba ahí, toque las paredes del ropero en las novelas que mi abuelo me leía aparecían cosas ocultas en esos lugares, jo una puertita oculta quien lo diría, saque lo que había una muñeca y si, que suerte el libro o el diario de esta persona.
—Genial— por un leve momento sentí la excitación recorrerme, lo abrí y busque el lugar de la página no dilate mucho en hacerlo, comencé a leer la siguiente.
He tenido la sensación de estar siendo vigilada
Si lo sé, suena descabellado y sobre todo extraño
Pero es algo que no puedo evitar, de hecho comienzo
A asustarme, cuando he volado mi pelota,
Misteriosamente fue votada de regreso
Por alguien, por más que quise ver quien era no lo
Supe, mi padre se sintió muy preocupado
Me dijo que todo estaría bien
Pero no estoy segura, es como un presentimiento
En realidad me parecía que en cierta forma fue lo que paso conmigo, sería que… bueno era mejor seguir leyendo.
Le vi, le vi, era un joven de cabello rubio
Pero sus ojos, eso ojos me dieron
Miedo, color verde rasgados
Como los de mi gato, no me detuve
Corri dentro de la casa, tengo miedo
Esa persona no era humano, no lo era
AYUDAME, AYUDAME, AYUDAME…
Me impresiono leer eso de verdad que si, debió estar muy alterada sin duda alguna, aunque esa descripción me sonó bastante parecida a aquel hombre. Bueno…
Papá mando a poner un grabado en la puerta
De la habitación, se alteró mucho cuando
Le dije lo que vi, es bueno que mi
Padre y madre me crean, a diferencia
De los otros, según me dijo aquel grabado
Impide que las presencias malas no
Pasén eso me alegra, porque asi podre
Descansar sin miedo de que intente entrar…
Me fije en aquel grabado seria cierto, bueno por lo menos es un tipo de defensa contra, bueno lo que sea que es ese tipo, comienzo a sentirme un poco más seguro— aunque…— un escalofrió me recorrió, como dándome el aviso de algo
—Alois Kun ¿estas escondido aquí?—
Abrace con fuerza aquel diario y me encogí dentro del ropero, no, no podía ser porque…
Sabía que aquello podía pasar pero mi corazón no lo soporta, estoy paralizado del miedo.
—Vamos Alois—su voz sonaba cantarina, como si fuera cuestión de tiempo o supiera al cien por ciento que estoy aquí.
—No contestaras, está bien, entonces toca revisar cada habitación—
Me moví, y me coloque dentro del ropero, cerré ambas puertas y pedí al cielo una oportunidad de no ser encontrado o que mandara a alguien que me ayudara.
—bien una, dos, tres, por ti—