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Cuelga tú. por MitcheKiller117

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Notas del capitulo:

Aclaraciones:

Considero esto una especie de continuación en tiempo posterior de mi otra historia ChenMin, “Bollito” y sin embargo, pueden disfrutar la lectura sin necesidad de leerla.

Xx — Cambio de escena.

—     Diálogos.

—     Al otro lado de la línea.

“” — Otros puntos de interés.

.

¡A leer!

 

Xx

 

El constante ring del teléfono de casa lo despertó de sus sueños.

Hubo un golpe sordo contra el suelo y pasos apresurados saliendo de su misma habitación.

JongDae abrió los ojos y frunció el ceño al mismo tiempo. Una mueca se pronunció sobre sus perfectamente delineados labios y se removió incomodo en la cama.

El sonido perduró durante unos instantes y después cesó.

Chen suspiró y se incorporó sobre la cama llevándose una almohada al rostro y cubriéndoselo con frustración, dejando escapar un ruidoso gemido contra la suave cobertura.

Hubo más pasos el pasillo y después la puerta se abrió, dejando entrar a un ruidoso LuHan. Chen apartó la almohada y se concentró en mirarlo mal pero su compañero no le hizo caso y se tumbó sobre su cama, haciéndola rechinar.

—Yo también te extraño, bebé. — La voz de LuHan era empalagosa.

El menor pataleó e hizo un puchero intentando llamar la atención de su Hyung, fracasando.

—Sí — Respondió. — No — añadió, Chen levantó una ceja ante su tono sugerente. — Estoy solo.

La quijada del menor cayó hasta el suelo y se dejó caer en el, arrastrándose cual aterrador gusano de película de terror hasta quedar a pocos centímetros de la cama de su compañero de habitación, levantando el trasero. ¿¡Acaso él era invisible!?

LuHan ni se inmutó y se recostó sobre la cama muy cómodamente antes de ronronear. — Yo también extraño que nos toquemos.

Chen puso los ojos en blanco y luego los rodó al mismo tiempo que un carraspeo escapaba de sus labios. Solo entonces el mayor giró la cabeza y lo miró con profundidad, un segundo más tarde se escandalizó y le lanzó una almohada.

—¡Yah! ¡JongDae! ¿Qué haces espiándome? — Gritó, tal cual una chica siendo pillada desnuda.

El menor se apartó la almohada que le había caído en el rostro y sonrío de forma tétrica. LuHan palideció.

—Hunnie~, un gusano con cara de camello bastante aterrador entró a mi habitación. — Susurró contra el teléfono inalámbrico y Chen entornó los ojos, exasperado.

—¡Este es mi cuarto! ¡Estuve aquí todo el tiempo!

El mayor tragó saliva e hizo ademán de restarle importancia. —Yah, JongDae, dale un poco de privacidad a tu Hyung.

El dongsaeng frunció los labios y se empujó con sus rodillas para arrastrarse hacia la puerta. LuHan lo miró aterrado.

—¡Yah! ¡Puedes usar tus piernas! ¡Deja de ser tan aterrador!

El menor lo miró con desprecio y las ojeras bien marcadas. LuHan era tan ruidoso y escandaloso, siempre recibiendo llamadas de SeHun por la noche y gimiendo incontrolablemente mientras se tocaba escuchando su voz, era todo un caso. Un caso que lo dejaba sin poder dormir.

Continuó arrastrándose y al salir se tumbó en medio del pasillo, a la deriva. No mucho tiempo después el mayor fue a cerrar la puerta, asegurándola. Chen suspiró, imaginándose las cosas pervertidas que los otros harían y se quedó ahí, quieto.

Cerró los ojos y esperó.

No supo cuando tiempo con exactitud estuvo así, solo supo que volvió a abrir los ojos al escuchar aquello que tanto le molestaba. LuHan continuaba hablando al otro lado de la puerta, con voz melosa y acaramelada aunque exhausta.

—Yo también te amo, Hunnie~. — Casi gritó. — Okay, buenas noches.

Hubo una pausa. JongDae frunció el entrecejo y respiró con profundidad.

—¿Qué haces? —La voz de LuHan vibró, divertida. — Claro que no, cuelga tú~.

Chen se llevó las manos al cabello e intentó inhalar y exhalar para tranquilizarse.

—No, Hunnie. Cuelga tú~

Inhalar.

—¡Que cuelgues tú!

Exhalar.

—Hunnie~, cuelga tú.

JongDae se jaló el pelo con desesperación y comenzó a patalear frustrado justo cuando la puerta del departamento se abrió y al final del pasillo apareció la silueta de un divertido Tao.

—¡Kris gege, Chen está haciendo berrinche otra vez! — Alertó y continuó con su camino hasta la cocina, dejando las bolsas de compra sobre la barra.

El aludido también pasó por ahí, miró al menor de forma severa y siguió al Maknae de EXO-M hasta la cocina, ignorándolo por completo. Lay fue el siguiente en aparecer al fondo del pasillo y lo miró con lastima y un puchero en los labios.

—¿Qué pasó?

Para Chen, esa voz fue como música para sus oídos. Así que mientras escuchaba de nuevo a LuHan decir “Cuelga tú”, se puso de pie a toda velocidad y corrió hasta el final del pasillo, encontrando su objetivo, tomándolo por las caderas y empujándolo hasta caer sobre un sofá en la sala de estar.

Aspiró su aroma, llenándose los pulmones con su dulce fragancia y rozó su nariz interminables veces. Era tan perfecto estar así, tomándolo por las caderas, aferrándolo a su cuerpo con fuerza, encajando como dos piezas de un rompecabezas.

A JongDae le encanta su Hyung.

Para JongDae no hay nadie como su Hyung.

Así que dramatiza, como siempre, y comienza a sollozar en su cuello. Sorbiendo lágrimas invisibles mientras acaricia la piel del mayor, que respira con dificultad.

—¿Q-Q-Qué sucede, Chen?

Ah, su nombre. Su nombre pronunciado por esos labios carnosos y rosados. El aludido no pudo evitar incorporarse y devorarlos con la mirada, eran simplemente irresistibles.

—¡J-JongDae!

XiuMin lo apartó de un empujón e intentó incorporarse en el sofá pero Chen volvió a acurrucarse en su pecho y a fingir un sollozo como todo el buen actor que era. Rendido, su Hyung comenzó a acariciarle el cabello buscando poder consolarlo.

—¡Minnie! — Chilló el menor. — ¡LuHan Hyung es malo conmigo!

Kris carraspeó desde la barra, observando la escena con una ceja arriba. —Lo dejó fuera de su habitación otra vez. — Corroboró, dejando el vaso de vidrio transparente con agua a medio llenar sobre el mueble de madera.

Tao lo abrazó por la cintura desde atrás y puso su mentón sobre su cuello. — Pobre JongDae. —Comentó con un puchero.

El mayor de todos prolongó sus caricias en el cabello castaño de Chen que hacía pucheros y se guardaba sus ronroneos para que el otro no se apartara. Francamente, le importaba un comino que LuHan estuviese teniendo conversaciones morbosas por teléfono con SeHun mientras se masturbaba en un momento como ese.

Minseok siempre lograba que se le olvidara todo con su sola presencia.

—Yah, ¿qué voy a hacer con Lu-Ge? — Inquirió el mayor sin esperar respuesta alguna y apartó a JongDae de su pecho, incorporándose y posteriormente poniéndose de pie.

Chen hizo un puchero, odiaba ser alejado de esa forma. —¡Seokie consuélame! —Exclamó cual chiquillo, aferrándose al estómago de su Hyung.

El de mejillas regordetas y por si fuera poco rosadas se crispó nuevamente por los nervios. —Y-Yah… Chen iré a hablar con Lu-Ge~

Molesto por la forma cariñosa en que su Hyung seguía llamando a LuHan, el menor se apartó y se cruzó de brazos. —No quiero que tus oídos puros escuchen tales conversaciones subidas de tono. — Advirtió.

—¿Qué conversaciones subidas de tono?

LuHan apareció por el pasillo y al llegar a la sala coloco el teléfono sobre su estuche para recargarlo. JongDae lo miró mal.

—¡Pues las tuyas! — Obvió, sacándole la lengua.

XiuMin suspiró, desde días atrás, cuando volvieron de Corea, Chen había adoptado la actitud niño-tétrico. ¿Y por qué esa extraña combinación? Nadie lo sabía. Simplemente el menor andaba de un lado a otro pareciendo un fantasma, con abundantes ojeras el cabello revuelto y la palidez a flor de piel. Sin embargo, se comportaba como un crío malcriado.

LuHan también le sacó la lengua. — Pues tú no tendrías por qué escucharlas.

Chen viró los ojos. — ¡Las tienes en mi habitación, sucio LuHan!

El mayor viró también. — ¡Pues dame privacidad cuando las tenga!

JongDae frunció el ceño y lo señaló. — ¡Lo hacen en las noches también! ¡Al menos vete al baño!

—¡Calma los dos! — Minseok intervino antes de que alguien saliera lastimado. Ya LuHan había tomado una pera del frutero y se veía con intenciones de lanzarla.

Kris, Tao y Lay disfrutaban del espectáculo, seguros tras la barra de la cocina.

—¡Minnie! ~— LuHan hizo uno de sus mejores e irresistibles pucheros. — Dile a Chen que deje de molestarme.

El mayor entornó los ojos. — Lu-Ge~, por favor deja dormir a JongDae por las noches. — Rogó, devolviéndole el gesto, inflando los cachetes. — Y no lo saques del cuarto, esa también es su habitación.

LuHan frunció las cejas pero suspiró y dejó caer los hombros. — Yah, está bien. —Musitó — Volveré al porno con audífonos.

Minseok sonrió victorioso, caminó hasta él, le quitó la pera de las manos y se la llevó a la boca para morderla. JongDae lo miró mal pero él se encogió de hombros y caminó hasta la habitación que compartía con Lay.

—Ah~, estoy tan cansado.

Chen se tiró sobre el sofá, molesto. Tampoco era que no pudiese escuchar los gemidos del porno que veía LuHan, sin embargo, lo que más le molestaba era no tener la atención de Minseok. El resto de los chicos se dedicó a preparar la cena.

 

Xx

 

Minseok parpadeó varias veces el sábado de esa misma semana.

Intentaba poder distinguir algo entre la penumbra de la habitación y se resignó un minuto después al no conseguirlo. Un suspiro se escapó de sus labios, aunque no pudiese ver nada claramente había sentido un peso adicional sobre su cama y al ser de sueño tan ligero no había podido evitar despertase. El mayor de todos siempre dormía dándole la espalda a la pared y justo ahora ese bulto junto a él se acurrucó contra su cuerpo, llenándolo con una sensación de calidez plena.

El intruso recargó su cara contra la parte descubierta de su piel en pecho, las clavículas. Su respiración chocando contra su piel desnuda lo hizo estremecer y respirar profundo, embriagándose con el aroma incomparablemente masculino de su acompañante. Cuando éste lo rodeo con sus brazos por la cintura y lo aferro más a su cuerpo, Minseok se dejó hacer y lo envolvió también en un cálido abrazo.

—JongDae… ¿Qué haces acá?

El menor se revolvió incomodo, había fallado deliberadamente al intentar colarse en las cobijas del mayor sin ser descubierto. Sin embargo se encontró muy feliz de que su Hyung pudiese reconocerlo incluso en la oscuridad, por lo que pronunció su sonrisa gatuna sobre las clavículas del otro.

—No podía dormir, Seokie~

XiuMin rodó los ojos aunque no podía ser visto. JongDae siempre estaba siendo un desvergonzado y le ponía un montón de apodos en lugar de referirse a él con respeto pero pese a ello él siempre se sentía muy cómodo a su lado.

Chen irradiaba seguridad, y era tanta su masculinidad que Minseok se ocultó muchas veces tras ella, siendo inseguro y ridículamente femenino como su personalidad.

Guardó silencio y cerró los ojos, perdiéndose en la fragancia del menor y disfrutando del precioso momento a oscuras pues, solo así se atrevía a mantenerse mucho tiempo aferrado a Chen, que aprovechó la situación y dejó un casto beso sobre el cuello de su Hyung, haciéndolo estremecer.

—Buenas noches, Seokie~

Por supuesto que era mentira el que no podía dormir. Ya culparía a LuHan después, aunque ciertamente los gemidos del mayor habían logrado despertarlo en medio de la noche y no se le había ocurrido mejor idea que ir a meterse con su adorado Hyung.

Minseok era tan dulce y suave como él no lo era, Chen siempre buscaba complementarse con él. Tomándolo de las manos y saboreando los exquisitos y casi nulos momentos que compartían juntos y a solas.

En algún momento de sus pensamientos, ambos cayeron profundamente dormidos en los brazos del otro.

Si despertaron fue meramente por un carraspeo.

Minseok abrió los ojos y los entrecerró al instante, siendo molestado por la luz solar. Había olvidado correr las cortinas la noche anterior por lo cual los rayos se habrían paso a través del lugar y no le permitirían seguir durmiendo. Molesto, intentó girarse para cubrirse la cara pero solo logró removerse.

Abrió bien los ojos y se incorporó de golpe. JongDae todavía lo abrazaba por la cintura y sus piernas estaban entrelazadas como una sola. El mayor observó a Lay, mirándolos con picardía parado junto a la cama.

—Buenos días. — Canturreó alegremente el unicornio anterógrado. — ¿No hicieron muchas cositas anoche, verdad? Yo no he escuchado nada.

Minseok no supo si eso fue una afirmación o el bailarían había utilizado un tono de confidencialidad. De todas formas se dedicó a negar repetitivamente con la cabeza y a sonreír a modo de disculpa.

—¡No! Lo que pasa es que JongDae no podía dormir y…

El mayor se vio interrumpido por la puerta abriéndose de golpe.

—¡XIUMIN! ¡Yixing, ha ocurrido una catástrofe! — LuHan entró corriendo a la habitación utilizando sólo ropa interior, seguido por Kris y Tao con aspecto de haber tenido una noche dura y estar recién levantados. — ¡Es JongDae! ¡No está!  — Entre sollozos, el rubio se agachó y comenzó a buscar bajo la cama como si el aludido fuese un ratoncito que se había escapado de su jaula. — ¡Se fue, baozi! ¡Chen nos dejó!

LuHan se tiró al suelo y comenzó a patalear. — ¡Tráiganlo de vuelta! — continuó chillando. — ¡Ya no hablaré con SeHunnie! ¡Díganle a Chen que regrese!

Kris puso los ojos en blanco y suspiró, se veía molesto, seguramente porque el mayor había interrumpido su precioso sueño por una tontería.

—Yah, LuHan. El cara de camello está ahí, cállate.

El aludido estiró el cuello y miró la cama de su Baozi que Kris apuntaba. Inmediatamente se lanzó sobre esta y comenzó a llenar de besos el bulto que hacía Chen sobre el colchón.

JongDae se removió y pateó al mayor para que se alejara. — ¡Dejen dormir!

Kris bufó y fue a jalarle los pies para sacarlo de la cama, si él había sido despertado y por ello había iniciado el día con el pie izquierdo, entonces todos debían ser tratados de la misma forma.

—¡Levántate holgazán!

Chen se agarró con fuerza a la cabecera de la cama de su Hyung, evitando así que YiFan pudiese sacarlo de la cama.

—¡No quiero! — Pataleó, logrando zafar sus pies del agarré del Wu. Hizo un puchero. — ¡Es domingo y es nuestro día libre!

Tao lo miró mal. — Para JongDae, has estado haciendo demasiado Aegyo últimamente, ¿qué no se supone que tú eres un macho?

Lay asintió repetitivamente, apoyando al panda y Chen frunció las cejas. — Sí, soy un macho.

LuHan se puso de rodillas sobre la cama e interrumpió el súper discurso que el chicho dinosaurio estaba a punto de dar sobre la madurez y lo que ser un macho extremadamente significaba. — ¡Yo también soy un macho!

Kris puso los ojos en blanco. — Esto no es mi estilo. — Bufó, siendo conducido por sus pies fuera de la habitación.

—¡Kris ge! ¡Salgamos a que me compres Gucci! — Tao corrió tras él y se colgó de su brazo mientras salían.

—Yah, te compré ayer.

Tao se llevó un dedo a la boca, haciendo un gesto bastante obsceno y solo eso bastó para que su Gege asintiera muchas veces, llevándoselo de ahí.

LuHan, que había continuado insistiendo en su hombría, fue arrastrado por Lay habitación afuera. — Vayamos a comprar una nueva cámara para los video chats.

El unicornio claramente había olvidado que ayer SuHo le había enviado una.

Chen, que estuvo a punto de continuar molesto por haber sido despertado tan temprano un domingo libre, miró a su Hyung y sonrío de forma pervertida.

Todos habían dicho que iban a salir. Era el momento perfecto para atacar, ejecutar sus elaborados planes y quedarse con la inocencia de Minseok. Se frotó las manos con malicia y XiuMin se ocultó bajo las mantas, horrorizado.

JongDae se bajó rápidamente de la cama y caminó hasta la puerta, asomó la cabeza y vio a Kris salir con Tao del departamento, siendo seguidos por Lay en pijama y LuHan, que apenas y se había puesto ropa.

Cuando apenas hubieron cerrado la puerta, Chen corrió a su habitación, tomó de su escritorio un cartel con la frase “No molestar” escrita en él y cinta previamente colocada en la parte posterior, y volvió al cuarto del mayor, pegando el cartel en la puerta y cerrándola tras de sí.

Minseok estaba levantándose de la cama cuando el menor aseguró la puerta.

Levantó una ceja y lo miró confundido. — ¿Qué haces, JongDae?

El aludido se encogió de hombros y una sonrisa gatuna apareció pintada en sus labios. Avanzó hasta encontrarse frente a su Hyung con los pasos más sexys que recordaba y abrió las piernas del mayor para colarse entre ellas.

—Hoy follamos.

Minseok levantó el rostro y lo miró horrorizado. — ¿¡Qué!?

JongDae aprovechó y le cogió el mentón para después inclinarse y besar sus labios. Sabían muy bien, a cereza. Minseok lo apartó de un empujón y se echó para atrás.

Mala idea.

Siempre aprovechando, el menor se subió sobre la cama y se colocó sobre él, poniendo sus brazos y piernas a sus costados, acorralándolo.

JongDae le sonrió con lascivia. — Vamos, Seokie~. Amanecí con ganas. —Musitó con la voz ronca, restregando su entrepierna con la de su Hyung.

Minseok se sonrojó no solo por sus palabras, sino al verificar que realmente el menor tenía una erección, erección que frotaba tentativamente contra su débil y sumiso miembro.

—P-Para JongDae. — Murmuró, aunque sus caderas lo contradijeron, comenzando a moverse y a frotarse de esa forma contra el menor.

—Tus labios hablan pero tu cuerpo pide otra cosa. — El aludido se inclinó y rozó también sus torsos, disfrutando la placentera sensación que recorría su cuerpo en ese momento mientras colaba una de sus traviesas manos entre los botones del pijama del mayor, acariciando su piel desnuda bajo ésta.

XiuMin gimió y se cubrió la boca, apenado. Chen apartó su mano y dejó un casto beso en sus labios.

—Tranquilo, Seokie. Ya lo hemos hecho una vez.

Al recordar, el mayor intentó apartar la mirada ciertamente abochornado pero JongDae lo obligó a sostenérsela. — Bollito precioso~, te gustará.

Pese a todos los sucesos que ambos perfectamente recordaban de aquella larga noche de fiesta, Minseok estaba completamente seguro de que a final de cuentas no lo habían “hecho” pues en ningún momento  el pene de JongDae había entrado en contacto con su entrada.

Gimió al sentir la rosada y húmeda lengua del menor recorrer la piel de su pecho y aferró las manos a las sabanas bajo él. Chen le desabotonaba la camisa del pijama y se deshacía de ella con destreza, lanzándola a algún lugar que no era digno de su atención mientras succionaba la delicada piel de los botones de su Hyung.

Estando al cien por ciento en sus cabales, a XiuMin se le dificultaba ser parte de tan morbosa escena, sobre todo cuando JongDae metió una mano en sus pantalones y descubrió que había olvidado ponerse ropa interior la noche anterior.

La sonrisa gatuna y maliciosa que le ofreció el menor, lo enloquecía.

—Seokie pervertido. — Canturreó Chen, agachando la cabeza y liberando el pedazo de carne altamente sensible del mayor, ya erecto.

Lo sujetó entre sus manos y después recorrió su falo con la punta de su lengua. XiuMin no pudo evitar jadear enloquecido y el menor introdujo el miembro a su boca. Le gustaba, la llamarada de sensaciones que encendieron el cuerpo de Minseok en ese momento fue indescriptible.

Arqueó la espalda, sintiendo los dientes de Chen pellizcar levemente la capa de piel sobre su pene y después continuar succionando, ayudándose con su mano para masturbarlo con agilidad mientras él se ocupaba de no dejar descuidado el glande.

Las piernas del mayor temblaban cual gelatina. A JongDae le ponía verlo así, por lo que comenzó a acariciar su propia erección sobre la ropa interior que llevaba encima. Encontraría muy apropiado dormir en bóxer a partir de ese momento.

Alejó el miembro de Minseok se su boca y subió por su abdomen repartiendo infinidad de besos hasta llegar a sus labios y besarlos para hacerlo conocer su propio sabor dulce. El mayor se estremeció pero profundizó el beso rodeando el cuello del menor con sus brazos.

JongDae se las arregló para quitarse los calzoncillos sin romper el beso y se impulsó hacía el frente, rozando sus erecciones una vez que la suya se sintió golpeada por la brisa.

Estaba tan duro que dolía.

Metió un par de dedos dentro de su propia boca y los chupó de forma intensa bajo la atenta mirada de un avergonzado pero lujurioso XiuMin.

—Vamos a hacerlo. — Pese a ser una afirmación, la voz de Chen sonaba más bien como una petición.

Minseok asintió y volvió a besarlo, aprovechando que el menor se había sacado los dedos de la boca y ahora los dirigía a su rosada entrada. Gimió con fuerza al sentir un dedo del otro adentrarse en su interior. Agradecía que el lubricante fuese la cálida saliva de su amante y no un frio lubricante.

JongDae introdujo otros dos dedos de golpe y comenzó a simular embestidas con su cuerpo mientras lo hacía. XiuMin flexionó las piernas y las ató en las caderas del menor, haciendo la simulación más profunda en lo que sus labios se encargaban de succionar el cuello de Chen.

Al sentirlo ya dilato, el de sonrisa gatuna retiró ambos dedos y se acomodó para dejar la punta de su miembro en la entrada del mayor. XiuMin gimió al sentirlo tan exuberante y caluroso. JongDae lo tomó por las caderas y se clavó en su interior lo más rápido que le fue posible.

Un gritó se ahogó en los labios del mayor que mordió con fuerza el cuello de su acompañante, logrando que éste dejara escapar un gruñido.

Chen contrajo las caderas, casi sacando su miembro de su interior y después volvió a penetrarlo hasta el fondo. Repitió la acción un montón de veces más y Minseok sintió un tirón en las piernas que lo hizo estirarlas, retorciendo los dedos de sus pies. Se sentía profundamente delicioso.

El menor cambió un poco de posición, tomando las piernas del mayor para colocarlas sobre sus hombros. Tomó entre sus manos la cabecera de la cama y se sujetó con fuerza, comenzando a penetrar de esta forma a XiuMin con todas sus fuerzas, ayudándose de tener de donde sujetarse.

Era demasiado erótico poder ver el rostro de Minseok fundido por el deseo, sus húmedos labios pidiendo por más, las perladas gotas de sudor bajando por su cuerpo y además desde su lugar, disfrutar de la imagen de su pene entrando y saliendo en su interior. Le fue inevitable jadear ante la excitación y sintió su verga contraerse, emocionada.

Era la situación más excitante en la que había estado y le encantaba que fuera con su Hyung.

El mayor comenzó a masturbarse en la misma posición y Chen se relamió los labios, extasiado con tanta perfección. Las paredes internas del mayor se contrajeron, haciéndolo todavía más estrecho de lo que ya era y el menor aceleró los movimientos de su pelvis, haciéndolos exquisitamente circulares para profundizar más.

Minseok no tardó demasiado en venirse, bañándose el vientre y las piernas con toda su esencia y Chen lo embistió un par de veces más, terminando en su interior.

Con la sonrisa gatuna todavía pronunciada, Chen se limpió el sudor de la frente y se dejó caer sobre Minseok con los brazos a los costados, teniendo cuidado de no aplastarlo. Su Hyung lo recibió con los brazos abiertos y lo dejó acurrucarse en su pecho, solo entonces, JongDae salió de su interior y con las pocas fuerzas que le quedaban levantó el rostro y le besó.

XiuMin le correspondió al instante.

—Seokie, te quiero~.

El aludido asintió y volvió a besarlo. — yo también te quiero, JongDae.

Los ojos de Chen brillaron mientras entrelazaba sus manos. — Sé mi novio. — Pidió.

Las mejillas del ya de por sí acalorado Hyung, se tornaron totalmente rojas ante su proposición, las palabras se escaparon de su boca, por lo cual no pudo hacer otra cosa más que asentir energéticamente.

—Me encantas, Seokie~. — El menor comenzó a lamer sus clavículas.

Minseok puso los ojos en blanco, no obstante, sonrió. Si su adorado dinosaurio quería otra ronda.

Otra ronda tendrían.

Xx

 

Y nuevamente el constante ring del teléfono lo despertó.

Frunció el ceño, estando todavía molesto y se revolvió sobre su cama. Otra vez podía escuchar pasos saliendo de la habitación y dirigiéndose a la sala.

Demonios.

Disfrutó de los pocos segundos de tranquilidad que le quedaban antes de ser invadido por LuHan y sus molestas charlas telefónicas con SeHun. La puerta del cuarto volvió a abrirse y el mayor entró por ella con un mal gesto, JongDae lo observó atentamente caminar hacia él.

—Es para ti. — Su Hyung estaba evidentemente de malas.

Chen parpadeó varias veces antes de coger el teléfono inalámbrico que el rubio le ofrecía. Y se lo llevó al oído lentamente cuando lo hizo.

—¿Aló?

¡JongDae! ~ —La voz de Minseok inundó sus oídos y una sonrisa se pronunció rápidamente sobre sus labios mientras se sentaba de piernas cruzadas en su cama.

—¡Te extraño, te extraño, te extraño! — Exclamó el menor emocionado y comenzando a dar botes sobre su trasero. — ¡Seokie!~ ¿Me extrañas?

La risa del mayor era música para sus oídos. — Claro que te extraño, tonto~

—¡Yo más, siempre yo más! — Chen no pudo evitar hacer un puchero, a sabiendas de que el otro no podía verlo añadió — Estoy haciendo un puchero justo ahora.

Y aunque el menor no pudiese verlo, XiuMin también lo hacía. — Yah, y me lo dices cuando no puedo verte. Me siento envidioso de quien esté cerca de ti.

Las mejillas de Chen se tiñeron de rojo y se dejó caer acostado sobre la cama, removiéndose como quinceañera con chambelán nuevo.

—¡Seokie!~ ¡Yo soy el de las cursilerías!

Ño~

Chen suspiró y dejó que su corazón latiera acelerado como el loco adolescente enamorado que se sentía en esos momentos. — Yah, ¿Te están tratando bien allá?

Muy bien, JongDae. —Respondió — incluso Chanyeol me ha dejado dormir en su cama.

Chen gruñó. — ¡Yah! ¿Pero tu solo, no es así?

El mayor volvió a reír. — Por supuesto, jamás engañaría a mi Chennie~. — Aseguró y al aludido le dieron ganas de tomar el siguiente vuelo a Corea para apretar las mejillas de su ahora novio. — Además, Baek me mataría y lo sabes.

—¡Ya quiero verte, Seokie!~

Yo también, JongDae.

LuHan miraba la escena con los ojos en blanco y se preguntaba si así de fastidioso resultaba para Chen observarlo a él hablar con SeHun.

—Se hace tarde, ¿tienes actividades mañana?

Minseok dijo que sí con tristeza y comenzó a despedirse. —Lo siento, te extraño mucho JongDae. Espero vengas pronto.

Chen, que todavía tenía algunas actividades que cubrir en China sonrió. — Lo haré, Seokie, espérame. Suerte mañana, que pases buenas noches mi amor.

Por supuesto que él no supo la reacción que causó en el otro con esas palabras, el corazón del mayor estuvo a punto de detenerse y después comenzó a acelerarse, no era normal pero realmente estaba encantado con sus palabras.

Buenas noches, bebé. — alcanzó a pronunciar Minseok.

Chen sonrió y esperó.

LuHan levantó una ceja.

JongDae estuvo a punto de apartar el teléfono pero al escuchar la respiración del otro todavía en la línea se detuvo en seco.

—¿Qué haces, Seokie? — Inquirió dubitativo.

Esperaba que colgaras. — El aludido respondió con simpleza e incluso se encogió de hombros.

—Yah, no bromees. — Canturreó Chen. — Anda, cuelga ya.

LuHan sonrió, observando atentamente y con un dedo hizo ademán de silencio a Lay, que se había recargado en el marco de la puerta.

No, cuelga tú JongDae.

El nombrado río, risueño. — No, Seokie. Cuelga tú.

Cuelga tú.

LuHan suspiró y se cruzó de brazos.

—Cuelga tú, amorcín.

Cuelga tú, bebesín.

—Cuelga tú, cachetón.

Cuelga tú, camellón.

—Cuelga tú, bombón.

Cuelga tú, macho man.

—Cuelga tú, tontín.

Cuelga tú, mensín.

—Cuelga tú, estupidín.

Cuelga tú, idiotín.

—Yah, Min… — JongDae sonaba ya irritado.

Que cuelgues tú, JongDae, joder.

El aludido frunció el ceño, molesto. — ¡Cuelga tú, Minseok!

—¡Chen!

—¡XiuMin!

LuHan estalló en carcajadas, seguido por Lay, aunque éste no entendía mucho de lo que estaba sucediendo.

Un pitido llegó a oídos de Chen, que por un segundo pensó que finalmente y ya enojado, su pareja había colgado. Sin embargo, miró el teléfono con enojo y lo encontró totalmente apagado.

—¡Yah! ¡Se quedó sin batería!

LuHan, entre risas lo miró travieso. — Oh, sí~. Se queda así a menudo.

JongDae se jaló el cabello con desesperación. — ¡Seokie pensará que le he colgado! ¡Carajo!

El menor se puso a correr en círculos en la habitación mientras sacaba su móvil y tecleaba el número de su novio de forma desesperada.

—¿Minnie?

¡Tú, cabrón!

Y LuHan se derrumbó sobre su cama, entre risas.

Al parecer ahora Chen lo comprendía.

Notas finales:

 

¡Hola!

Ya volví. Como ya dije, esto tiene que ver con mi otra historia, “Bollito”. Quise hacer esto por dos razones:

1.       Se me dio la gana.

2.       Quería escribir un poco más ChenMin pero más bien visto por JongDae.

3. ¡Tenía que haber lemon! ¡Ya saben el pollo dentro de la jaula!

Como sea. Decidí que sí escribiré y publicaré mi Fic largo de EXO. Sin embargo, empezaré a publicar cuando ya tenga al menos cinco capítulos hechos, creo será la próxima semana. Habrá de todas las parejas, pero sobre todo ChenMin y BaekYeol, por si les interesa. Ah~ y sí continuaré “Boys Day” con 2Min y SuLay, solo ténganme paciencia(?

Quiero volver a mencionar por aquí a Ein. Es que fdlkjslgfdj no sé, se me hace inevitable dedicarte mis ChenMin(? Espero y te guste y lo leas y así b25;.

En fin :c Me voy sha. ¡Dejen un comentario! O no :c ¿O sí? Yah, plz~

XOXO.


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