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Escape a la libertad por Azuraki

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Notas del fanfic:

Hi, hi! Soy Azuraki y este es mí primer fanfic. La idea simplemente surgió y aquí está. No hay mucho que decir, sólo que es como un Shonen ai y espero que sea de su agrado.

Los personajes de Naruto no me pertenecen.

Recuerdo cuando éramos jóvenes, no teníamos una meta fija, creíamos que podíamos hacer lo que queramos en la vida. La verdad no teníamos muchas responsabilidades, no nos importaba ser alguien o hacer algo de nuestras vidas pero cuando el deber llama, hay que responder ¿No?

Por andar mal de dinero, nos vimos forzados a inscribirnos en la guerra, no era el mejor camino que digamos, pero era lo que había, un camino no tan fácil… pero algo era algo.

Aún recuerdo aquel día lleno de dolor, sufrimiento, desesperación y miedo. En la arena lo único que vi fue miedo. No era un juego estar ahí, nunca lo fue. Ver de cerca la muerte no es tan divertido como dicen por ahí.

Fue en ese entonces que te vi desaparecer entre las tormentas de arena. Entre disparos y gritos, llantos y sangre. Siempre trate de encontrarte pero mis intentos fueron en vano.

Una vez acabada la guerra, nada era igual. Las personas, la sociedad, el mundo. Cada vez las cosas eran peores, para arreglar los asuntos pendientes siempre recurrían a las guerras. Ese momento que desee encontrarte, personas que conocía habían muerto y  sigo creyendo que es por mi culpa. Debí ayudarlos antes de ir a buscarte.

Los directivos y mayores te dieron por desaparecido en combate. Despareciste y jamás volviste, pero por alguna razón sigo con esa esperanza de volver a verte una vez más. Eras más que un compañero, eras mi amigo de infancia, el único en quien confiaba.

Mi nombre es Sasuke Uchiha, un combatiente del cuartel de Konoha y tengo 24 años. Han pasado 6 años desde la última guerra, la última vez que te vi.

Por suerte la ciudad anda en completa paz y tranquilidad. Las cosas han cambiado bastante, una revolución. Ya no hay necesidad de recurrir a la sangre para discutir cosas, a menos que sea algo fuerte. No tenía porque volver a las batallas, no por ahora.

 

Y aquí estoy, siendo acompañado por una secretaria a la oficina de mi jefe. Por alguna razón me llamó.

 

¡Sasuke, bienvenido a mi oficina! ¡Ven, pasa, pasa!— Jiraiya siempre estuvo feliz de verme, algunos solían decir que yo… bueno, no es por presumir, decían que yo era su consentido. Tal vez por el simple hecho de que hacía muy bien mi trabajo. El siempre me recibía con los brazos abiertos, muy empalagoso para mi gusto.

—Siéntate, Sasuke. ¿Quieres un vaso de vino? Decía esto mientras me servía un vaso de vino con una gran sonrisa en su rostro. Me acerqué al asiento y me acomodé a mi gusto.

—Si, por favor. — Tomé el vaso y di unos cuantos sorbos preparando mi garganta para hablar, el estar en la oficina del jefe era por algo importante.

¿Por qué me ha llamado? Agregué sin rodeos diciéndole con un tono de seriedad para que sepa que no tenía tiempo que desperdiciar.

—Muy bien… Te necesito para que seas guardia en una Organización secreta. He hablado de ti con los agentes y quieren reclutarte. — Tomó el vaso de vino y bebió de ella, mientras me observaba con una ceja alzada esperando mi respuesta. Honestamente prefería ir a ese lugar, estaría apartado de lo que estaba viviendo aquí y me dejarían en paz en el cuartel.

—Muy bien, jefe. Dígame como llegar allí y cumpliré mi labor. — Estaba completamente seguro de lo que iba a hacer. Me gustaba experimentar cosas nuevas.

—Hijo, esto no será como un juego de armas en donde tienes que matar al enemigo. Estarás allí para impedir que personas no aptas entren o salgan ¿Entendido? Allá son muy estrictos Sasuke. Sin más solo asentí con la cabeza diciéndole que ya había entendido bien las cosas. En realidad, nada en la vida es un juego. Eso lo sabía perfectamente gracias a la horrible experiencia que pasé en la arena.

¡Fantástico! Bueno, te presentare a alguien que te ayudara en tu nueva misión. Es un hombre que trabaja en ese lugar, te será de buena ayuda. — Mientras mi jefe decía estas palabras, la puerta se abría, noté como se veía un mechón gris, entonces apareció un sujeto; tenía una extraña apariencia, me intrigaba bastante. Casi la mayoría de su rostro tapado con una máscara a excepción de su ojo izquierdo, ¿Por qué era?

 —Muy bien, Sasuke ¡Te presento a Hatake Kakashi! Sonreía con una mirada formidable mientras exclamaba la presentación de ese tal Kakashi que, siendo honesto, dama algo de escalofríos.  —. El te dirá todo lo que vas a hacer ahí adentro, todo lo que debes saber lo aprenderás de él, ¿entendido?

Me di vuelta y me presenté de la forma más cordial ante la persona que acababa de ingresar.

—Saludos, señor. Mi nombre es Sas…— Pero antes de terminar siquiera la oración, este me interrumpió.

 —Sasuke Uchiha, clase 1 del cuartel Konoha, lo sé. Todos hablan de ti, dicen que eres un héroe, el mejor de tu clase. Mucho gusto y por favor, dime Kakashi—A pesar de su máscara, pude notar que me estaba sonriendo. Parecía carismático, aunque algo misterioso.

 

Íbamos en una camioneta por un camino que jamás había visto, todo era tan extraño. Sabía que donde me estaba metiendo podía ser peligroso, pero el deber es un deber y había que cumplirlo. Estuvimos como dos horas de pleno viaje. Lo único que hacía yo era contemplar lo que parecía ser un completo desierto, no había mucho, pero era lo único que podía hacer estando en la camioneta junto con un desconocido.

—Todos te admiran, debe sentirse genial, ¿no? Muchos querrían estar en tu lugar. Kakashi rompió el silencio con algo que parecía ser un halago.

Al oír esas palabras mi mente empezó a recordar todas esas guerras, aquellas almas que arrebate de sus cuerpos, la matanza, la carnicería que hacía.

— ¿Sasuke?

Reaccioné cuando me llamó por mi nombre, había salido de mis propios pensamientos. Volteé rápidamente, con una mirada mostrando mi desacuerdo.

—No veo que sea halagador ser admirado por asesinar personas que podrían ser inocentes… Y aunque en su mayoría no lo son, no es agradable. Yo no elegí estar aquí. — El de risos grises tenía una media sonrisa, como si esa fuera la respuesta que estaba esperando por parte de mí. Decidí ignorar esa expresión y mirar al frente.

—Pero todos en tu ciudad te aman, de no ser por ti, ¿Quién sabe qué hubiera pasado en ese lugar? Argumentó en contra.

 Simplemente lo miré con una seriedad otra vez, la verdad es que no me gustaba lo que hacía… El plan era alistarse a la guerra para poder sustentarme yo solo en la vida, ese era el plan que tenía junto con Naruto. Y cuando se fue, no le encontré más sentido a ello. Menos mal que se me otorgó una mejor misión. En la actualidad, usaba las misiones para distraer mi mente de ese incidente…

Permanecí en silencio durante tres horas. Mi acompañante había entendido que no tenía más ganas de conversar. Luego de unos pocos minutos, habíamos llegado a nuestro destino, un extraño lugar.

—Bueno, bueno. Entremos— Dijo Kakashi mientras caminaba directo al enorme portón de metal. Yo fui detrás de él. Alrededor había muros y al lado de la entrada había dos guardias. El paisaje que lo rodeaba era completamente verde, perfecto para escapar de la ciudad y quedarse en un lugar pacifico.

¡Señor, su licencia! — Exigió un guardia. Yo no tenía una, ¿Iba a volver 3 horas más para obtener una? Debía ser una broma, no me habían dicho nada sobre ello.

Aquí están— Kakashi sonreía mientras mostraba dos tarjetas, obviamente una era mía. Vaya, ese hombre tenía todo preparado antes de que yo reclamase siquiera algo.

El guardia nos dejó pasar, abrieron el portón y pudimos cruzar. Yo seguía detrás de Kakashi, pero se me presentaron preguntas y tuve que acelerar el paso para poder estar a su nivel y cuestionarlo.

—No me dijeron nada de esto, ¿Qué es este lugar? ¿Qué hacen aquí? — Le pregunté.Él estaba en frente mío y solo levanto su mano haciendo una seña, su mensaje era obvio.

 —Ten paciencia chico, esto apenas comienza—Solo me quedé en silencio y lo seguí. A pesar de que me molesto el hecho de que no me haya respondido, no podía decir mucho.

Caminamos así  por unos quince minutos, el lugar era inmenso. Había médicos y científicos, guardias y enfermeros. Era como un gran hospital, nada más que este era más aterrador. Kakashi mostraba las tarjetas a cada guardia que pasábamos, era algo estresante, puesto que, había millones de puestos de guardias por doquier.

—Por aquí están las oficinas— Kakashi iba señalando todos los lugares, aunque para ser sincero conmigo mismo, iba a ser imposible recordar todos esos sectores en un día.  —. Aquella esquina de allá son los ba….

 Nos detuvimos al ver como una mujer salía corriendo desesperada de un corredor. Estaba empadada de sangre, su aspecto era horrible; parecía que no había comido hace varios días, era tan deplorable.

— ¡Por favor, ayúdenme! Gritó la mujer. Al verla tan destrozada no pude evitar acercarme a ella para ayudarla, pero antes de hacer siquiera un paso, Kakashi me tomó del brazo con fuerza.

—Sigamos nuestro camino Sasuke—Su voz estaba tensa.

— ¡¿Qué haces?! ¡Debemos ayudarla, suéltame! — Grité desesperado. Tenía que hacer algo después de todo. El rostro le cambio, y aunque no podía verlo completamente, me daba cuenta de su expresión.

—No puedes hacer nada Sasuke. Pronto vendrán por ella, actúa natural… ¡Y sígueme!

 Estaba realmente molesto. Pero no podía dejar a esa señora en ese estado, ¿Por qué no podía ayudarla? ¿Por qué nadie la ayudaba? Saqué su mano de mi brazo y me dirigí hacia ella con intensiones de darle una mano.

— ¡Sasuke! ¡Si no quieres problemas, aléjate de ella! Kakashi se preparaba para darme un golpe en la cara, cuando de repente  escuché unos pasos de los pasillos, eran enfermeros.

— Tsk. — Me resigné y recuperé la compostura, ¿Cómo iban a dejar así a las personas? ¿Qué clase de lugar era este?

Mire a Kakashi y cuando estaba a punto de acercarme a él, escuché un electrochoque. Sin dudarlo me volteé y vi como maltrataban a aquella mujer. No pude evitar ir hacia uno de esos “enfermeros” a darle unos cuantos golpes. Sabía que debía controlarme pero eran personas que necesitaban ayuda y estos malditos los trataban como perros sin domesticar. Es lo que siempre me hacía enojar de los seres humanos. Cuando llegaba para pegar a ese hombre, sentí un fuerte golpe detrás de mi cuello. Veía a Kakashi detrás de mí viéndome con una mirada tan tranquila.  Estaba cayendo al suelo, no podía hacer nada, no tenia control de mi cuerpo. Escuche unas palabras de Kakashi antes de caer: “Te han advertido Sasuke, esto no es un juego. Esto apenas comienza”.  Caía mientras escuchaba suplicar a la fugitiva y sin más, caí en un desmayo profundo.

¿Hacia dónde estoy corriendo? ¿Qué es esto?

— ¡Sasuke-kun!

¿Qué…? ¿Quién es?

— ¡Sasuke, vámonos de aquí, esto va a arder!

¿Qué cosa? ¿Dónde estoy? ¿Eh?

Sonidos de gritos, de llamas. Algo se estaba incendiando. ¿Quiénes me hablaban? ¿Dónde estoy? De repente abrí mis ojos, y vi un lugar en ruinas quemándose.

— ¡Sasuke- kun!

— ¡Corre Sasuke, corre! ¡Ellos nos están esperando!

Esa voz... Apenas veía un mechón dorado, ¡¿Quién eres?! ¿Ellos?

“Sasuke, Sasuke, Sasuke, Sasuke “Era lo único que escuchaba…

¡Basta! ¡DEJENME EN PAZ!

¿Qué hago aquí? Se escuchaba un eco entre todo la oscuridad que me rodeaba.

 

—Sasuke, Sasuke. Despierta ya…

 Abrí mis ojos lentamente, había sido todo un sueño… Vi a mí alrededor y encuentro esos mechones grises y esa cara enmascarada nuevamente.

—KakashiDi prácticamente un salto del susto y me levanté de la camilla — ¡Tu! ¿Qué le sucedió a aquella señora?

—Tranquilo, paso a una mejor vida. Ya no servía. — Y esas palabras me colmaron.

— ¿Qué estás diciendo…? ¿Quién era ella? ¡¿La mataron?! ¡Respóndeme!

—Era un conejillo de indias, Sasuke. De todas formas iba a morir infectada de algo.

— ¿Infectada? ¿Usan a las personas para hacer experimentos?

—Sasuke, no tendrás casi nada que ver con esta gente, solo vas a cuidar que nadie salga y nadie que no corresponda entre. Es fácil.

 Estaba en un laboratorio, era un lugar donde hacían experimentos, no con ratas sino con personas. Lo había visto en varias películas pero jamás creí que fuera real. ¡Debía ser una broma! ¡¿Es que acaso menosprecian la vida?!

—Cambia esa actitud de héroe, ya no serás eso aquí. Esas personas no tienen futuro. Al tocar a esa mujer pudiste contagiarte de algo mortal, ¡esto no es juego, pudiste haber muerto! El ambiente se volvió tenso, un frio rodeaba mi cuerpo. No podía hacer más nada. Ya estaba aquí, no iba a echarme para atrás.

Sentí como el coraje dominaba mi mente, tenía que luchar conmigo mismo para contenerme.

—Muy bien, lo hare. Dime qué debo hacer— Estaba un tanto decepcionado de esto.

—Como te dije, cuida de que nadie salga, ya sabes a quienes me refiero. Y cuando alguien quiera entrar simplemente pides la identificación y ya. No es gran cosa. Excepto por los sujetos que son usados como experimentos, tienes que tener gran cuidado para no infectarte.

— ¿Y si una persona se resiste? — Creo que ya sabía bien la respuesta. Por lo que vi, a esas personas si no hacen caso lo torturan. No es que estaba de humor pero el estar aquí y ver estas cosas hacían bajar demasiado mi autoestima.

—Sasuke— Dio un suspiro y me observó detenidamente —Sólo tienes pocas opciones para esa situación.

 Me quede viéndole intrigado. Aun sabiendo su respuesta tenía que estar seguro.

—La primera opción es que si pides identificación si esta tal persona no tiene, no le permitas salir y ya.

—Muy bien ¿Qué hay de las demás opciones? Me crucé de brazos con una ceja alzada mientras lo miraba.

—Te la dejare fácil, los detienes a la fuerza o los matas. — La expresión de su cara era completamente sínica. Sin más palabras se dirigió hacia la puerta y sin voltear agregó  —. Buena suerte, novato.

Mis ojos quedaron en blanco, quedé mirando hacia la nada, pensativo de lo que había dicho aquel hombre.

En la guerra asesinaba personas para proteger a mí gente, a mí familia. Pero estas personas ¿Hacen algún mal? Solo las usaban para sus experimentos, estaban indefensos. No había razón para recurrir a la muerte.

¿Resulta que tendré que volver a ver correr la sangre? Esto no es lo que quería en mí vida. Esto no era un juego.

Cuando el deber llama, hay que responder ¿No?”

Notas finales:

¿Y qué tal? Espero les haya gustado, estare al tanto de dudas, sugerencias y opiniones. Sayonara!


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