“Te miro y me invaden suspiros, que tienen ya tu nombre tatuado sin fin..”
Miré a mí alrededor. Estábamos empezando a llamar la atención. Bueno, tenía su foco en mí ahora. Era mi momento. Asentí con la cabeza hacia el pasillo y ambos nos alejamos de la cabina. Volveríamos y conseguiríamos algunos de los cómics de Soo. Los necesitaba para su colección.
Estábamos lejos de miradas indiscretas y di un paso tan cerca de MyungSoo como pude, en su espacio personal. Tuve que mirar hacia él, pero no importaba. Lamí mis labios. No podía ser un cobarde más en esto. Era momento de “vida o muerte.”
—Te amo, MyungSoo.
Lo dije y lo puse ahí. Sin vuelta atrás, no es que yo quisiera.
—Te amo, WooHyun. De eso no tengo la menor duda. ¿Qué te pasa?
Soo parecía muy preocupado y no sabía cómo hacer que se sintiese bien. Le tomé la cara con las manos y acaricié sus labios con el pulgar. Eran suaves y llenos. Quería probarlos. Mi eje estaba duro por pensar en eso y cerré los ojos. Dios, esto era difícil y casi me daba miedo de que él se riera de mí o creyese que le estaba gastando una broma.
—Así no, MyungSoo-ah. Estoy enamorado de ti..Al igual que... tú y yo como pareja. - Contuve la respiración y esperé su respuesta.
No le tomó mucho tiempo.
—¿Una pareja de qué? Eres jodidamente heterosexual. Deja de burlarte de mí. Nunca has sido tan cruel antes. ¿Por qué empiezas ahora?
El juego de la "doble personalidad" de MyungSoo se hizo presente y mi amigo desapareció, para dejar frente a mí a 'L' quien trató de alejarme. Solté el aire que había estado conteniendo, yo no esperaba esta reacción, la ira. Pero ‘L’ no iba a ningún lado en ese momento, le había clavado en la pared. Yo podía ser más bajo, pero era más fuerte e iba a escucharme.
—Yo... ¡Maldita sea, MyungSoo, no se trata de heterosexuales y homosexuales. Se trata de ti y de mí. Pienso en ti todo el tiempo y fantaseo con nosotros. Todo comenzó hace un tiempo, pero lo rechacé porque no estaba seguro de qué hacer al respecto. He intentado... Mierda, ¿sabes que lo he intentado... con todas las mujer que había estado en mis brazos, pero no me ayuda en la noche ... Justo antes de irme a dormir, estás ahí, llenando cada uno de mis pensamientos.
Era como si el aire hubiese escapado del cuerpo de MyungSoo, se apoyó en la pared y tuve que sostenerlo. Era cierto. Yo había tratado de engañarme durante mucho tiempo, pero no funcionó.
—Hace poco decías una y otra vez que eras hetero delante de Key. ¿Por qué ahora? — Se veía herido y no podía permitir eso.
—No podía mentir más. Mierda, esta mañana le dije a Key que era hetero. Maldicion, yo no creo que sea gay, a menos que sea sólo contigo. Traté en los bares y…
No tuve la oportunidad de terminar la frase. MyungSoo agarró la parte delantera de mi camisa en la mano y me atrajo aún más cerca. Sus ojos estaban muy, muy negro.
—¿Qué? ¿Bares gay? No lo has hecho...
“L” nuevamente, y parecía que iba a vomitar. Su mirada buscaba en la mía una respuesta. Ese no era su color. Yo sabía lo que iba a preguntar.
—¿Con otros? No. Los hombres no me gustan. A menos que seas tú. Cuando estás cerca, no puedo controlar mi cuerpo. Sólo quiero estar contigo.
Miró hacia abajo entre nosotros y, por supuesto, yo estaba duro como una roca. No es como si realmente pudiese ocultarlo estando tan cerca.
—Te jactaste conmigo la semana pasada acerca de una chica —Soltó la camisa y la alisó hacia abajo.
Dios, sus manos me estaban tocando y yo tenía problemas para respirar, y mucho más para pensar.
—Eso no fue como te insinué que había ido. Todavía me estaba mintiendo a mí mismo hasta esta mañana. Estuve con esa chica porque estaba tratando de sacarte de mi cabeza. No podía... no... Mierda, no eras tú, ¿de acuerdo? El equipo funcionaba y el cuerpo estaba a medio camino dispuesto, pero no fue así. Así que exagere acerca de esa chica.
Me dio la espalda, puso espacio entre nosotros y se pasó la mano por la cara.
—Somos amigos, Namu. No podemos...
—¿Crees que no lo sé? ¿Por qué crees que me ha llevado tanto tiempo hablar contigo? Por miedo a perderte. Pero podemos hacer esto. Yo lo sé.
—No sabes nada. — murmuro mientras se apartaba de mí y pateó la pared.
Me moví a consolarlo, envolví mis brazos alrededor de él y cerré los ojos, abrazándolo apretado. Nunca pensé que sería fácil. Me lancé hacia adelante como siempre lo he hecho, pero esto era algo bueno y nada podría convencerme de lo contrario. Estábamos hechos el uno para otro.
—Yo sé lo que siento.
—¿En serio? ¿Estás tan seguro? ¿Qué vas a hacer cuando estemos en público? ¿Qué hay de tus padres? ¿Tienes planes de decírselo? Y tus amigos, ¿qué van a pensar?
—No me importa.
—Eso lo dices ahora, pero una vez que las cosas se pongan difíciles podrás decir que fue un experimento y dónde quedo yo?
—Wow, tienes una gran opinión de mí, ¿verdad?
Él me había lastimado, incluso si no lo pretendía, así que lo dejé ir.
—No quise decir...
—Yo te quería como amigo mucho antes de que me enamorase de ti. Y me conoces mejor que eso. Me pongo de pie por ti todo el tiempo y esto no es un experimento para mí y no pretendo otra cosa. ¿De verdad crees que pondría en peligro nuestra amistad por un capricho?
Me moví al otro lado del pasillo y se golpeó la cabeza contra la pared. Esto no iba como lo había planificado en absoluto. A esta hora se suponía que íbamos a estar uno encima del otro perdiendo el tiempo antes de conseguir algo de comer y explorar un poco más. A continuación, volveríamos a mi apartamento y tendríamos un poco de diversión.
Ahora parecía que lo había jodido de una forma que no había pensado que fuera posible. Eso me pasaba por ir a toda máquina y no pensar en las consecuencias. Estaba seguro de que nada podía salir mal. Eso era el amor, ¿verdad? Se suponía que iba a conquistar todo.