Un gran error
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Acto 1. La cruda verdad de las cosas: No todo es para siempre
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No todo es para siempre y, ciertamente, el amor no era la excepción, ¿Qué es lo que te hace dejar de amar a una persona? ¿Qué es lo que te hace traicionarla? ¿Qué es lo que te lleva a lastimarla de la peor manera?
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¿Qué te hace romperle el corazón a la persona que más te ama en la vida?
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Loki Laufeyson. Ahora él mismo podría llamarse a sí mismo el hombre más feliz sobre la faz de la tierra, no podría haber persona más feliz que él, de eso estaba seguro, tenía todo lo que pudiera pedir y tal vez mucho más.
El moreno de ojos verdes caminaba feliz de la vida mientras se abrazaba el vientre y daba saltos de emoción mientras su brillante sonrisa le hacía ver al mundo lo feliz que se encontraba en ese momento, su risa encantaba el habiente, contagiando a quien sea que se acercara a él, de su sonrisa, su felicidad, las personas se alejaban con una gran vibra positiva. Tranquilizaba el ambiente.
Loki acababa de recibir la mejor noticia que le pudieran haber dado… estaba esperando un hijo, un hijo de la persona que más amaba, un hijo de su querido Thor, no podía ser más feliz.
Solo pensaba en la cara que pondría el rubio al enterarse de semejante noticia, pensaba y se imaginaba aquellos ojos azules resplandeciendo de emoción, de amor y sorpresa, imaginaba en como Thor le besaría después de decirle que pronto serian padres de una hermosa creatura producto del amor que se tenían.
A pesar de que el doctor le dijo que tenía tres, casi cuatro, meses de embarazo, Loki ya se veía sosteniendo a su pequeño hijo o hija entre sus brazos, ya se veía dándole de comer, total, todo un futuro al lado de una hermosa familia, en verdad no podría estar más feliz.
Llego al edificio donde vivía con su novio, algo curioso lo saco de sus vacilaciones y fue ver el convertible de Thor en la entrada.
—“Que extraño”—. Pensó. —“Pensé que iría con Odin para arreglar no sé qué cosas”—. Se encogió de hombros restándole importancia al asunto, y de nuevo aquella resplandeciente sonrisa se formó en sus labios al tener la oportunidad de ver la reacción de Thor al revelarle la noticia sorpresa que tenía para él.
De inmediato tomo el ascensor y presiono el botón correspondiente al piso en el que vivía, el aparato comenzó su marcha y Loki de inmediato sintió unas agradables mariposas en el estómago por los nervios, la risa se le escapaba de a ratos y el cosquilleo aumentaba conforme el elevador se acercaba a su destino, un ligero tintineo le aviso que había llegado a su piso, de inmediato salió del elevador saco las llaves y abrió la puerta de su departamento.
—Thor—. Llamo a su rubio novio, al entrar encontró el departamento en total silencio, alzo una ceja extrañado. —“Pensé que Thor estaría aquí”—. Pensó para sí, termino de entrar en el departamento y dejo las llaves en la pequeña cacerola que se encontraba en la mesa a un lado de la puerta. —Thor—. Volvió a llamar, pero no hubo respuesta.
—Jajaja—. Loki alzo una ceja, unas extrañas risas se escuchaban al fondo, justamente en dirección hacia su habitación, la habitación que compartía con Thor, las risas aumentaron y vinieron acompañadas de algo más. —Ahhh… Thor—. Loki sintió la boca seca, había escuchado con claridad un gemido acompañado del nombre de su novio y no solo eso, ese gemido pertenecía a una mujer.
Con paso lento y sin hacer ruido, Loki comenzó a acercarse en la dirección de dónde venían aquellos sonidos que aumentaban cada vez más al acercarse a su habitación, de pronto los gemidos fueron acompañados de otros, más masculinos, Loki sintió sus piernas flaquear, reconocería esa voz en cualquier lugar, no dejo de caminar, quería creer que su mente le estaba jugando sucio, quería pensar que todo aquello solo podía ser producto de una horrible, horrible pesadilla.
—“No…no por favor, que no sea lo que estoy pensando”—. El moreno llego hasta la puerta de la habitación, extendió su mano para abrirla y poder ver que sucedía, vacilo un poco al escuchar el crujir de su propia cama, con más decisión empujo un poco la puerta, solo para poder ver que es lo que sucedía en la habitación.
Pronto sus ojos comenzaron a aguarse, su mano fue llevada a su boca para evitar soltar un quejido de verdadero dolor, sus piernas ya no soportaron su peso e irremediablemente cayo de rodillas al suelo tratando de no hacer ningún ruido, aunque no pensó que eso no afectaría a la pareja que se revolcaba sobre su cama, aquel par estaba demasiado concentrado en lo que hacía como para prestar atención a que alguien había llegado al departamento.
Loki se puso lentamente de pie, el estómago se le revolvió, tenía unas terribles ganas de vomitar, pero se contuvo. Lagrimas traicioneras cayeron por sus hermosos ojos, el moreno se limpió aquellos rastros de agua con el dorso de su camiseta y se encamino a la sala, solo a esperar a que aquellos descarados terminaran lo que estaban haciendo.
Tuvo su mirada en un punto cualquiera de aquella sala, viendo como toda la ilusión con la que había llegado se rompía en tan solo minutos, como la imagen de la familia se rompía frente a él en cuestión de segundos, como es que su cambio de ánimo paso de inmensamente feliz a él ser más miserable de la tierra.
Su atención se vio atraída al escuchar la puerta de la habitación ser abierta, acompañada de risas y algunas insinuaciones para nada inocentes, pronto aquellas personas llegaron a la sala, pues tenían pensado ir a la cocina, Loki se enfocó en la chica y frunció el ceño.
—“¿Qué hace ella aquí?”—. Se preguntó mentalmente, Jane Foster yacía siendo abrazada por los fuertes brazos de Thor, los cuales se enredaban en la cintura de la castaña.
Jane sonrió ante el gesto del rubio y después cayó en cuenta de que no eran los únicos ahí, la mujer sonrió ante la cara que tenía el moreno, una odiosa sonrisa burlona.
—Thor, creo que tenemos compañía—. Le dijo la mujer con voz traviesa, el rubio a escuchar eso volteo para ver a Loki, sin deshacer el abrazo que compartía con Jane.
—Loki—. Dijo el rubio sin expresar verdadera sorpresa al verlo ahí, de ser descubierto. — ¿Qué haces aquí?—. Pregunto el rubio, Loki no dijo nada, simplemente veía como el descarado de su novio le restregaba el amor que le daba a su amante.
—Eso debería preguntártelo yo, Thor—. Le dijo el moreno poniéndose de pie para enfrentar la situación, Thor frunció el ceño ante el comportamiento de Loki.
—Se lo dices tú, o se lo digo yo—. Jane hablo mientras pasaba los brazos detrás de la nuca del rubio y le plantaba un beso en los labios, importándole poco que Loki los estuviera viendo.
—Decirme ¿Qué?—. Pregunto el moreno, los ojos verdes comenzaban a llenarse de agua, pero Loki no dejaba que esta corriera libre por sus mejillas.
—Que te dejo para irme con Jane—. Le dijo el rubio sin titubear. Loki abrió los ojos de sobremanera, ¿Había escuchado bien?, claro que había escuchado bien, Thor lo estaba terminando. —Llevo dos años teniendo a Jane como amante, así que… terminamos—. Le dijo cortante a Loki
— ¿Q-que?—. Loki estaba devastado, no quería creer en las palabras que le decía Thor, el rubio frunció el ceño.
— ¿Estas sordo o qué?—. Le pregunto de manera molesta. —He dicho que lo nuestro se acabó, es más…—. Parecía que Thor quería terminar de hundir a Loki en un abismo de miseria. Y eso es lo que haría. —…no te lo había dicho antes porque ponía en riesgo varios negocios importantes, pero me hice tu novio para poder embaucar al viejo Laufey en negocios con los Odinson—. Loki al fin dejo caer aquellas lágrimas de sus ojos. —Fuiste solo una pieza que utilice a favor para que tu padre se enredara con nosotros y ahora que lo hemos logrado, no veo porque seguir con esta farsa—. Le dijo con veneno, Loki agacho su vista, los sollozos se volvían imposibles de contener al igual que las lágrimas.
—C-creí…creí que lo nuestro…—.
— ¿Era en serio?, por favor—. Dijo con tono burlón. — ¿Por qué me habría de fijar en ti, si puedo tener mejores…prospectos?—. Loki sintió como era apuñalado por cada palabra dicha por el rubio.
—P-pero… creí que me amabas…en verdad lo creí—. Dijo el moreno tan bajo que creyó que Thor no lo había escuchado, pero se equivocó.
—Si en verdad te amara, no tendría por qué tener a Jane a mi lado—. Le dijo con veneno, Loki se llevó ambas manos al rostro, tratando de parar las lágrimas que salían sin su permiso, no lo aguantaba más, no podría soportar más dolor por las palabras de Thor, tenía que…tenía que liberarse.
Con paso decidido se acercó a Thor alzo su mano y término impactándola con toda la fuerza que pudo en la mejilla del rubio, el cual ladeo la cabeza ante el golpe, Loki tenía en ceño fruncido y sus ojos yacían rojos por las lágrimas, tenía tanta rabia, tanto enojo que tenía que liberarlo. Thor frunció el ceño y regreso su mirada a Loki, el rubio de igual manera alzo su mano y la impacto en la mejilla pálida de Loki con tanta fuerza que hizo caer al moreno al suelo. El moreno se llevó una mano a la zona afectada mientras más lágrimas caían de sus ojos.
—En tu vida me vuelvas a tocar, pedazo de idiota—. Le dijo el rubio de manera molesta. — ¡Lárgate de aquí!—. Le grito tomando a Loki del brazo para sacarlo del departamento a la fuerza, el moreno trataba de zafarse del agarre a toda costa, más porque le lastimaba.
— ¡Me lastimas!—. Grito el moreno, tomando un florero de la mesa que se encontraba a un lado de la entrada e impactándolo contra la cabeza del rubio, Thor lo soltó para llevarse las manos al lugar donde le había golpeado el otro.
— ¡Pedazo de…!—. Loki vio la ira en los ojos azules de Thor, sintió miedo así que salió corriendo de aquel lugar, el elevador tardaría mucho, así que opto por las escaleras. — ¡Regresa aquí, maldito hijo de puta!—. Pudo escuchar las pesadas zancadas de Thor tan cerca de él que solo opto por correr lo más rápido que podía, sentía al rubio cada vez más cerca. Loki seguía bajando como podía los escalones de aquel edificio. — ¡Te juro que cuando te alcance te arrepentirás de esto, Loki!—. Los ojos de Loki seguían derramando lágrimas, ahora de miedo, miedo por lo que Thor seguramente le haría en cuando lo alcanzase.
Llego al primer piso, abrió la puerta de manera rápida y salió de las escaleras, llego a la recepción, aun podía sentir a Thor detrás de él, abrió la puerta de la entrada del edificio y salió corriendo a la calle, sin fijarse, el miedo había hecho que solo se concentrara en huir de la furia del rubio.
El sonido de un claxon lo hizo detenerse, pero no así el coche que había hecho el ruido, Loki no tuvo tiempo de reaccionar, e irremediablemente el coche lo arrollo, Loki termino tendido en el suelo, podía sentir claramente que se había roto una de sus costillas y posiblemente un brazo. La gente comenzó a rodearlo y entre ellos, algo alejado, pudo ver a Thor, el rubio simplemente le dio una mirada de desprecio para después alejarse del lugar.
— ¡Llamen a una ambulancia!—. Escucho que una mujer gritaba, pronto todo sonido se escuchó lejano, el dolor poco a poco se iba y la obscuridad comenzara a rodearlo, cerró lentamente sus ojos, sintiendo demasiado cansancio, solamente tenía un pensamiento en mente, y aunque no sabía porque lo tenía, este lo hizo derramar algunas lágrimas.
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“Thor…seremos padres”
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Escuchaba varios pitillos molestos de alguna maquina odiosa de hospital. Si, él lo sabía, el horrible olor a desinfectante inundaba sus fosas nasales, solo por eso sabía que estaba en un hospital, fue abriendo los ojos solo para toparse con la blancura de una gran habitación, pudo ver como de su mano salía una pequeña manguera, la cual se encargaba de brindarle un suero.
—Al fin has despertado—. Escucho que alguien hablaba, con algo de dificultad volteo su mirada solo para toparse con un castaño, Loki sonrió.
—Stark—. Dijo el moreno en un susurro, Tony tomo una silla para sentarse cerca de su moreno amigo.
— ¿Cómo te sientes, Loki?—. Pregunto preocupado, el moreno simplemente sonrió.
—Creo que…—. Loki se interrumpió a sí mismo y abrió los ojos con horror miro su vientre, de inmediato y de manera desesperada comenzó a remover las sabanas y su bata para poder ver su piel.
—Loki—. Lo llamo Tony, pero el moreno estaba tan perdido viendo aquel corte en su vientre, aquel que aún tenía un poco de sangre en los alrededores.
—D-dime que…que no es verdad—. Pidió el moreno a manera de súplica.
—Loki, yo…—.
— ¡Dime que es una maldita pesadilla!—. Tomo al castaño de los hombros y comenzó a sacudirlo con violencia. — ¡Dime que no es verdad, dime que no está muerto!—. Loki había comenzado a llorar, Tony simplemente pudo abrazar a su amigo para consolarlo.
—Lo siento tanto Loki—. Dicho esto Loki soltó un grito desgarrador y dejo salir todo el odio y rabia en ese llanto, toda la tristeza y toda la decepción.
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¿Cómo alguien tan feliz, puede acabar cargando una enorme tristeza?
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—Tu padre me mando por ti, Laufey iba en un vuelo a Londres cuando le avisaron de tu accidente—. Loki no respondía a nada de lo que le decía Tony. —No podrá venir en unos días, el clima allá está muy mal—.
—…—. Loki seguía sin decir nada, Tony trataba de sacarle aunque sea un monosílabo, algún “Si” o un “No”, lo que fuera, pero que dijera algo.
—Loki—. Volvió a llamarlo.
—Hela—. Dijo al aire, Tony ladeo la cabeza como signo de no comprender lo que su amigo decía.
— ¿Eh?—.
—Hela, así se llamaría si hubiera sido niña—. Loki miro sus manos. —O Fenrir si hubiese sido niño—. Apretó sus puños con fuerza.
—No te tortures así, Loki—. Los ojos verdes de Loki comenzaron a llenarse de lágrimas y Tony volvió a abrazarlo. —Mira Loki, no sé qué te haya traído aquí y a que se deba la pérdida de tu bebé—. Dijo el castaño mientras limpiaba las lágrimas de su amigo. —Pero debe ser bastante fuerte como para que Thor NO este aquí—. Loki desvió la mirada de la de Tony, el ceño fruncido se hizo evidente y un tremendo dolor se acomodó en el pecho del moreno. —Odin me llamo esta mañana, dijo que tenía que hablar contigo de algo muy importante y creo que Thor tiene que ver—.
—No quiero ir—. Le dijo con molestia. —No quiero volver a ver a los Odinson en lo que me quede de existencia—.Tony asintió.
—No es necesario que los veas, yo iré a arreglar todo en nombre de Laufey—. Loki asintió. —Y en vista de que tu padre está fuera de la ciudad, ¿No te molestaría quedarte conmigo y Steve en el departamento?—. Pregunto, ya casi daban de alta a Loki y el moreno no estaba en condiciones de estar solo, no con los recientes sucesos.
—Está bien—. Contesto Loki de manera apagada. —Pero lleva un poco de mi ropa, no quiero pasearme con ropa tuya o de Steve—. Tony asintió y comenzó a hacer unas llamadas.
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¿Podré olvidarte?
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La coraza que invade mi corazón
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Acto 1. End