Así como en las preparatorias, en la universidad encuentras todo tipo de persona, incluso más, esta desde los chicos populares deseados por cada mujer y hombre de todo el lugar, como los chicos nerds que solo buscan para molestar y obligarlos a hacer trabajos de otros, aunque también están los chicos que no son necesariamente populares pero que tienen su estilo de hacerse conocer y ser deseados, ese es el caso de JongDae.
Camisas de bandas de Rock, chaquetas de cuero y jeans rasgados y ajustado con una inconfundible aurora que dice a gritos “diversión, sexo y peligro”. Así es JongDae y a más de uno tiene a sus pies rogando por un poco de atención, incluso si es solo para una noche de sexo. Yo, soy lo contrario a él, suelo ser parte del circulo de personas de vidas normales, los que no llaman la atención, los que sacan calificaciones promedio y pasan tardes molestando con sus amigos en algún lugar apartado de la universidad. Me agrada mi vida, me agradan mis amigos, y me agrada pasar desapercibido.
-¿Y si vamos al cine? Es viernes y podemos quedarnos después en mi casa y no aquí en la universidad.
-Me parece, podríamos ver la nueva de terror que salió.
-No nada de terror, sabes que odio el terror.
-No seas niña Kyungsoo que la niña aquí soy yo.
Kyungsoo, Amber y Suho son mis tres y más cercanos amigos. Kyungsoo ha sido mi amigo de siempre, el conoce todo de mi como yo de él. A Amber y Suho los conocí en clase de orientación de primer año y desde entonces nos habíamos vuelto inseparables. Para nosotros era una costumbre, casi un ritual, salir todos los viernes. De los cuatro Suho es el único con casa en la ciudad por lo tanto cada que salimos nos quedamos con él y no en los cuartos compartidos –que lucen como pequeños aparta estudios- que la universidad proporciona a los estudiantes.
-Amber a ti no te gustan las cosas de niñas -comento Kyungsoo- ¿tu enserio eres una mujer?
-Mi anatomía sigue siendo de mujer –todos reímos- así que no te acobardes Soo ¡Hoy será noche de cine de terror!
Amber, Amber es de las pocas chicas que prefieren los jeans y zapatillas que faldas y tacones y aunque en la mayoría de veces pareciera que no tuviera ningún instinto femenino cuando quiere puede llegar a ser esa amiga a la cual pedirle consejos y ella con todo su amor los dará, he incluso puede llegar a ser igual o más romántica que las películas de amor que hemos llegado a ver.
***
Esa noche la película que terminamos viendo no tenía nada de terror pero si era sangrienta, tanto que había tenido que salirme de la sala solo para tomar el aire suficiente y no colapsar, sabía que quedaba más de media hora de película pero prefería perder el dinero de la boleta que terminar desmayándome por que veía más sangre de la que seguramente tendrá mi cuerpo. Recorrer el cine en ese momento era relajado la mayoría de las funciones ya habían empezado así que eran pocas las personas con las que me topaba.
-¿Por qué los baños siempre quedan tan apartados de las salas? –me dije a mi mismo mientras las ganas de orinar invadían todo mi cuerpo.
Al ir caminando por el pasillo donde estaban los baños era tanta mi distracción que no había escuchado los pequeños gemidos que salían del baño de hombre hasta que fue demasiado tarde. Frente a mí, con los pantalones abajo teniendo sexo con una rubia demasiado maquillada y solo una pequeña falda de prenses como única prenda en el cuerpo se encontraba JongDae, mirándome desde el espejo sus pómulos afilados, su barbilla delicada y sus labios delgados y rosas resaltaban de una manera tan sobrenatural que me dejo paralizado hasta que lo escuche gemir en voz alta y sonriendo como el gato de Cheshire, en ese momento y saliendo del shock en el que me encontraba retrocedí corriendo cada uno de los pasos que antes había dado.
Sentía mi sangre bombear hasta mi cara llenándome de vergüenza y sin importar el que odiara ver sangre en grandes cantidades regrese nuevamente a la sala y me acomode en la silla junto a una muy emocionada Amber, quería olvidar la escena antes presenciada, y no era por el hecho de que se tratara de dos personas teniendo sexo, era porque se trataba de JongDae de una persona que veía a diario en la universidad, de una persona que nunca en mi vida le había hablado pero aun así conocía, y por muy ilógico que sonara en mi cabeza me había sentido atraído hacia él en ese momento.
-¿Minnie te encuentras bien?-Pregunto Amber.
-¿Qué?.. ¡Oh! Si si estoy bien, es solo la sangre ya sabes cómo me pone- conteste cerrando mis ojos.
-Mierda lo había olvidado –Susurro –Lo siento Minnie cuando salgamos te gasto gomitas o café.
-No te preocupes.
***
Agradecí el no verlo al terminar la función, agradecí que Amber me comprara gomitas y agradecí quedarme en casa de Suho durante el fin de semana, la verdad ya no se encontraba en mis planes el volver a ver a JongDae o alguno de la universidad teniendo sexo en medio de baños públicos.
Pero no agradecía el que mi fin de semana se acabara, y era estúpido y me provocaba pegarme cachetadas para reaccionar y dejar de actuar como si me fueran a decapitar solo por ver a JongDae –el hombre más deseable de la universidad- cogiéndose a una rubia en los baños del cine. Pero las malas lenguas hablan y en mis planes a futuro no se encuentran el estar en la mira de JongDae ni en ninguna otra persona que pueda llegarme hacer la vida imposible.
-Minnie… ¡Minseok! –Me grito Kyungsoo.
-¡Yo no hice nada! –Grite
-¿Estas bien? Dios a veces me preocupa cuando te quedas en tu mundo pensando quien sabe qué cosa.
Reí por cómo me miraba, amo a Kyungsoo y él lo sabe pero por más que el trate de parecer serio conmigo sus grandes ojos me lo impiden y termino siempre riéndome así a él no le guste y termine recibiendo golpes en los brazos como en ese momento.
-Si no fueras mi amigo ya estarías muerto.
-Si, si pero así me amas o no Kyunggie –Dije mientras me abrazaba a él como un koala.
-Agradece en serio que eres mi amigo.
Volví a reírme, a pesar de ser yo el mayor es Kyungsoo el que aparenta ser siempre el mayor el que me contrala cada que sale mi niño interior y el único capaz de calmarme cada que tengo pesadillas, por eso había peleado con media universidad cuando no solo nos habían dejado en cuartos separados si no que les pareció perfecta la idea de dejarnos en bloques diferentes.
Había terminado acostumbrándome a tenerlo lejos de mi pero habían días en los cuales simplemente me hace falta y el verlo alejarse hacia su edificio despidiéndose en la puerta me hacia extrañarlo más, quizás y solo me había vuelto un poco dependiente de él para ciertas cosas. Esa noche tuve pesadillas y mi compañero de cuarto lo único que pudo hacer fue darme uno de sus té para calmarme, sirvió, pero no lo suficiente para dejarme dormir tranquilamente.
***
Mis lunes solían ser relajados, tranquilos, con pocas horas de clase y pocos trabajos que hacer a excepción de este lunes, por cosas de la vida y como solo suele pasarme a mí, me había encontrado con la rubia sobre maquillada del viernes y no sabría decir quién termino con mas vergüenza, si ella porque la vieron teniendo sexo en un baño medio desnuda o yo por haberla visto.
Me reía por mi actitud y mas porque no solo me la encontré una vez si no que estaba en dos de mis clases y era como si hubiéramos coincidido para caminar por los mismos pasillos, al final lo había asimilado un poco y dejaba que solo ella se avergonzara porque vamos, no fue a mí a quien encontraron teniendo sexo en un baño público, de hombres, en el cine.
-Odio los lunes no entiendo porque debo tener tantas clases un solo día –Dijo Amber mientras se metía a la boca un gran pedazo de pizza.
-Tienes solo tres clases, no sé de qué te quejas.
-¡Pero son clases de tres o cuatro horas! –Comento haciendo un puchero- tus clases son de dos o una hora Suho.
-Lo son, y por eso suelo ver casi cinco materias en un día.
Quiero a mis amigos pero cada que se ponen a hablar de clases mientras comemos me provoca coger alguna bandeja y pegarles con ella, comiendo mi manzana seguí viendo como Amber comenzaba a sacarle a lengua a Kyungsoo solo porque este apoyaba a Suho con respecto a las clases, negué con la cabeza llenando mas mis cachetes de manzana, masticándola y saboreándola.
-¿Te han dicho que pareces un hámster así? –Comento alguien sentándose a mi lado- Un hámster muy lindo.
El esfuerzo que me tomo el no terminar escupiendo la manzana sobre mis amigos me lo gane atorándome. A mi lado se encontraba la persona que menos quería ver, JongDae, con su sonrisa gatuna y sus ojos marrones observándome fijamente. Vi como mis amigos lanzaban miradas desconfiadas al chico sentado a mi lado y como todo aquel que quería algo con JongDae ponía sus ojos en nuestra mesa.
Y es que, el que JongDae te hablara solo podría significar dos cosas.
Quiere sexo contigo o quiere pelear contigo.