Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

"El Fantasma en mi Habitación" { HunHan y mención de otras OTP'S } por Lady Grey

[Reviews - 3]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

Notas del fanfic:

Xiao Luhan     

Primavera del 2013, Seúl.

 

>> ¿Qué se siente estar al borde de la muerte? Tal vez sea como ir caminando y de pronto tropezar, lo raro es que la piedra no siente nada, ¿No? Claro.. No tienen sentimientos.. Tal vez no sienta nada al morir, o bien, eso pretendo. <<

Notas del capitulo:

¡Hola! espero que hayan estado bien ;; acá su favorita Lady Grey viene con una nueva creación que espero les guste n.n

Nos leemos en notas finales.~

-Luhan, ¿puedo pasar?

-Claro, adelante.- La doctora frecuentaba las visitas lo más temprano posible, antes de que me tomaran las muestras de sangre, las de cada día.

-¿Cómo te has sentido?

-Da más cómo me sienta, no me salva de morir.

-Luhan, podemos encontrar una solución.

-¡¿Cómo puede tener agallas de preguntarme cómo me siento, si sé que moriré pronto?!-La doctora guardó silencio. Sabía que tenía razón, y por más que lo deseara, no pasaría de ese pensamiento. Mi madre trataba de animarme a continuar con mi vida, pero era tan aferrado a la realidad... que a veces, no sabía en quién creer. Podría morir asfixiado, acuchillado, envenenado, colgado, incinerado, mutilado, como fuera... no me importaba, estaba demasiado consciente de que algún día habría de morir.

La doctora no retomaba conversación, por lo que me preocupé, cortando aquel molesto silencio.

-¿Cómo va todo, doctora Park?

-Mi hijo quiere conocerte, le he hablado de ti.

-Ah, ya veo.

-¿Te molesta la idea?

-No, claro que no.- Minseok era un chico de mi edad, sólo que él no tenía problemas respiratorios. No era que la idea me molestara, pero me sentía extraño. Tenía tiempo sin conocer personas, aparte de Tiffany, una chica en cuidados intensivos. Muy guapa, pero no me gustaba.. al menos no de “esa manera.”

-¿Extrañas la escuela, Luhan?

-Un poco, no tenía muchos amigos... salvo Kyungsoo y Chanyeol.-

-Ah, los chicos que te visitan entre semana.

-Así es.- Do Kyungsoo y Park Chanyeol, mis amigos de toda la vida. Solía no ir mucho al pre-escolar por mis repentinas recaídas de asma, por lo que mis padres me mantenían en cama. En ese tiempo, éramos compañeros solamente, no hablábamos mucho ni nos relacionábamos, ya que a los tres nos gustaba el espacio personal; pero empezaron a frecuentar las visitas a casa. Kyungsoo tenía 6, Chanyeol 5 y yo tenía 7. Del pre-escolar llegó la educación básica primaria, solamente hice dos años y medio, a mi madre le agradaron los chicos, por lo que empezó a relacionarse con sus madres. Llegó a pensar que podríamos llevarnos muy bien, ya que yo venía de China, y los chicos eran Coreanos.

Pasaban los años, y Kyungsoo junto con Chanyeol, no dejaban de preocuparse por mí. No pude ni siquiera sobrevivir a la universidad, ya que el asma aumentó de forma paulatina, ya no podía quedarme en casa con el respirador artificial y el tanque de oxígeno, tenía que quedarme en un hospital. Y así fue como terminé aquí.

-¿Puedo decirle a Minseok que puede venir mañana?

-No hay problema.

-Luhan, te noto distante. ¿Está todo bien?

-¿Qué con esas intenciones de hacerse la buena conmigo?

-Sólo quiero que recuperes tu vida.- Era cierto, a pesar de estar vivo me sentía como un muerto. No podía moverme de mi cama ni salir de ella. ¿Qué sentido tendría seguir viviendo? A pesar de querer continuar con mi vida, estaba indeciso. No sabía realmente si quería seguir viviendo o.. morir lo más pronto posible. Odiaba esta enfermedad, odiaba que me extrajeran sangre de mis venas, odiaba la comida del hospital, odiaba sentirme un alma encadenada a este lugar; pero por otra parte, anhelaba salir de aquí, que este maldito asma terminara, volver a casa, tener una novia, yo qué sé… sólo quería salir de aquí. Había pasado Noche de Brujas, Acción de Gracias, Navidad, Año Nuevo, el Cumpleaños de Chanyeol, la recién Primavera llegada, todas aquellas festividades en cama, no se me permitía quitarme el respirador de mis fosas nasales.

-Usted no sabe lo que es estar en cama por casi tres años.

-Tal vez no, pero lo sentí a través de un chico. Era de tu edad, pero su situación era mucho más complicada que la tuya.- No sabía porqué, pero quería saber más. Servía para que me olvidaría de los corajes que sacaba con la doctora, pero escuchar una historia no me haría mal. La doctora Park notó el interés, y sin decir alguna palabra, se sentó al lado de mi cama. Bajó la mirada al suelo, como devolviendo la cinta a través de los años, suspiró bajito y de nuevo volvió la mirada hacia mí.

-Llevaba mis primeros 4 años trabajando para este hospital, mi especialización en ese entonces, era Médico Auxiliar. Alrededor de las 3:45 pm, llegó un chico con inicios de cáncer pulmonar; era Viernes, no había muchos médicos disponibles. Tuve que atenderlo aunque eso me costara mi puesto, el chico no podía respirar y las cardio no lo hacían responder. Le tomé radiografías a pesar de saber que tenía cáncer, algo me decía que era algo más lo que tenía y lamentablemente, así fue. Los resultados reflejaban que Sehun tenía el cáncer más avanzado.- No sé si era por la impresión que daba el relato, o era yo pero empecé a sentirme triste por el chico. Podía imaginarme sus últimos momentos, tal vez era un chico de mediana edad, o era un niño. Entonces pensé un poco: sí Sehun llegó a este hospital hace 4 años, yo para ese entonces tenía trece años; pude haberlo conocido, haberme hecho su amigo, y empecé a lamentarme aquello. ¡Pero por dios, no le conocí nunca y estaba sintiéndome mal por él! Pude haber querido conocer a ese chico, a Sehun.

La doctora Park guardó silencio un momento, su mandíbula la apretaba con esmero, como si los espasmos quisiesen apoderarse de ella y luchara de forma discreta contra ello. No parecía un recuerdo amargo de su vida, pero sí parecía algo conmovedor para ella; tal vez fue su primer paciente o fue lo primero que había hecho por alguien. Una lágrima corrió por su mejilla y con el puño la secó al paso que se derramaba la otra. Rápidamente un charco de lágrimas se apreció en mis sábanas y parte de su bata.

-Esta habitación, fue donde él murió… era un chico muy fuerte, a él no le importaba morir, sólo quería dejar de sufrir; sus últimas palabras, fueron que lo ayudara a morir sin sentir que dejaba sola a su madre.

-Oh, yo lo siento. De verdad no quería hacerle sentir mal.

-No te preocupes, sirve de que tengas presente que morir no te saca de sufrimiento. Lo que aprendí de Sehun, fue que hasta en el último momento, debes mantenerte fuerte; sea lo que sea, no debes rendirte ante lo que el destino te tiene preparado.- Tal vez yo no era como el difunto Sehun, pero algo me hizo aceptar que tenía que dejar de ser tan pesimista con el tema de mi asma. Sí, moriría algún día, pero dejaría de pensar que sólo por tener una enfermedad terminal, no me permitiría seguir disfrutando de mis posibles horas, días, minutos o segundos de mi vida. Yo no era un “santo” que se pueda decir, Kyungsoo y Chanyeol desde chavales solíamos ver porno barato a escondidas de mi madre y masturbarnos al terminar de ver las cintas en mi habitación. Tal vez era la razón por la que no podía respirar bien, por esos ataques nerviosos al corazón de que alguien entrara en mi habitación pero no podía negar que, una que otra vez.. Kyungsoo me ponía mucho cuando lo veía agarrársela y frotársela con ganas.

Alguna vez, tuvimos un secreto…

-Luhan, he pensado cosas.

-¿De qué tipo?-

-Creo que soy gay.- Aquello no me lo veía venir, fue como una bomba explotando en territorio ajeno. No podía dejar escapar esta oportunidad, y tal vez Kyungsoo me odiaría por aprovecharme, pero… tenía una ganas de “experimentar” sí es que así se le podía llamar. Su respiración entrecortada la podía escuchar a través de la bocina de mi celular, me lo imaginaba sonrojado, jadeando y mordiéndose el labio con saña.

-Kyungsoo ¿puedes venir a mi casa?-

-Claro, me sentiré más tranquilo hablando de esto con alguien.-“Te sentirás tranquilo después de lo que voy a hacerte” pensé.La llamada terminó y llevé mi celular a mi pecho, que se aceleraba como loco. Tenía unas ansias tan grandes de que Kyungsoo llegara; lo haría que mandara a la mierda aquello de estar seguro o consciente, haría que perdiera el control. No era que estuviera loco, pero que la carne te llame es algo muy tentador, y me rendí ante aquellos pensamientos.

-¿Quién?-

-Kyungsoo, señora Xiao.

-¡Oh, cariño! Adelante, Luhan está en su habitación.- Escuchar cómo escalón por escalón era pisoteado me ponía el pulso en modo turbo, traté de calmar mi respiración acelerada cuando Kyungsoo tocó a la puerta.

-¡Eeeh, Luhan! He llegado.-

-¡Claro, entra!- Se le notaba nervioso, justo como lo imaginaba durante la llamada. Entró en mi habitación y se sentó en mi cama, al lado mío. Tenía unas ganas de comerme sus labios, pero me contuve. Después de todo, era de mis mejores amigos.

-Verás... Luhan. ¡Ya no puedo con esto, sí no lo hablo contigo, siento que me volveré loco!

-Anda, cuéntame Kyungsoo. ¿Qué te ha estado ocurriendo?

-Pues… ¿recuerdas la última vez después del porno? Me he estado sintiendo extraño, he tenido que recurrir a ver cintas de porno gay; cuando las veo… yo... me mojo.- El chico sí que tenía una impresión muy fuerte a la homosexualidad, y que con esa boca tan inocente describiera lo que sentía, después de no ser un tanto textual, si no verbal.. se me secaba la boca de sólo imaginármelo. Jugueteaba con sus manos, no paraba de balancearlas o tocarse los dedos, me estaba poniendo ansioso, y eso me estaba poniendo de mal humor.

-Y... ¿cómo te sientes con eso?

-No me da asco, ni me da vergüenza reconocerlo... sólo que yo... mejor olvídalo.

-¡Venga, no me ocultes cosas!

-Luhan... sabes que eres mi mejor amigo, ¿verdad?- Aquellas palabras me estaban conduciendo a lo que yo pensaba.

-Dime Kyungsoo.

-C-Creo que me atraes, un poco.- Era todo lo que necesitaba para hacernos entrar en calor, y no necesariamente en lenguaje climático. Giré la cabeza, dirigiendo mi mirada hacia Kyungsoo, mirándole fijamente. Poco a poco, empecé a acercarme.

-¡Lu-Luhan!, ¿qué haces?-

-Voy a hacer que entres en confianza, Dodito.- Y estampé mis labios con los suyos. Era mi primera vez besando a un chico, pero no me sentía inexperto ante eso, sabía cómo llevar el control de la situación. El problema era mi amigo, que no me correspondía. Me separé de sus labios, y Kyungsoo me miraba confundido.

-Luhan, ¿por qué…?

-Te he estado deseando en secreto, me pones mucho.- No tenía esperanza de avanzar con lo que yo quería, así que fui directo al grano. Kyungsoo me miró con cara estuperfacta, pero notaba en su mirada que también quería lo mismo que yo, sólo que era muy tímido. Y no era que eso me molestara, si no que me estaba calentando como nunca.

Volví a acercarme a Kyungsoo, besando gentilmente su boca. Me estaba volviendo loco, sus labios eran suaves y dulces, quería morderlos y chuparlos, eran miles de sentimientos en tan perversos pensamientos. Kyungsoo cerró los ojos por inercia, temblaba de un modo exagerado, como si se muriese de frío. Dejé de besarle los labios, separándome un poco. Hice que me mirara a los ojos, estaba hecho un tomate, tan avergonzado, tan tímido. Le di un pico rápido, al parecer correspondido, sentí sus labios apretarse a los míos, dejando un resto de saliva en mi labio inferior.

-Eres... tan lindo.- No era que yo fuera un cursi de primera, pero tenía que darle alas para que se dejara llevar. Era un truco que yo siempre usaba con chicas, de las pocas chicas que llegué a conocer, no me sentía raro ni estúpido haciendo aquello, pero tenía que ayudar a mi amigo con sus “necesidades.”

-Tú también lo eres.

-Entonces... ¿quieres probar?- Le di un lametón en el cuello, que lo hizo suspirar. Pronto empecé a chupar y morder aquella zona sensible. No tenía mucho acceso, así que me fui deshaciendo de los botones de su suéter, hasta dejar su clavícula al descubierto.

-¡Mgh! ¡Lu-Luhan!-

-Tú... uhm... me vuelves loco.- Me dediqué a darle atención en aquella parte de su piel, no podía negar que era tentadora y deliciosa, empecé a dejar leves besos hasta llegar a sus labios y tomarlos nuevamente, parecía que el chico había agarrado confianza, porque rodeó mi cuello con sus brazos y empezó a profundizar el beso. Su saliva y la mía se mezclaban, traer la cánula en mis fosas nasales no me impedía besarlo, aunque me robara el aliento. Empezó a bajar sus manos por mi espalda hasta el borde de mi camisón, tirando de él hacia arriba; mis manos se enredaban en sus cabellos castaños bastamente cortos, pero en sí su cabello era muy sedoso. Al momento que llegó hasta mis axilas, me separé un poco para que pudiera tirar de ella y arrojarla por alguna parte de mi habitación, pero la cánula se enredó entre mi camisón.

-Oh, diablos. Había olvidado ese detalle.

-No importa, déjame lo hago. Sólo espérame un momento.- Me tomó unos 5 segundos re-colocármela, sí que me afectaría sí no la traía puesta, aún cuando hacía mis guarradas y con mi mejor amigo. A Kyungsoo pareció preocuparle, porque pegó un bote al momento que se enredó entre mi ropa. Cuando notó la cánula, dejó de besarme y se cubrió el cuello con parte del suéter.

-Ya está, ¿mejor?

-No quiero que te pase algo por mi culpa.

-Está bien, no va a pasarme nada. Aún si me llega a ocurrir, no te detengas.

-Pero Luhan…

-He dicho que no te detengas, ¿vale?- Antes de que dijera algo más, le di un beso más largo. En pocos minutos, esto de besar ya me estaba gustando. Empezamos a besarnos nuevamente, esto iba para más, fui deslizando mi mano por su cuello y su pecho, su respiración era entrecortada al igual que la mía; fui descendiendo en su clavícula, besando más abajo, desabrochando más botones, hasta dejar su torso desnudo. Kyungsoo no era musculoso ni mucho menos debilucho, estaba de lo que se pueda decir, normal. Tenía una piel tan clara y suave, sin rastro de vello al igual que la mía, sólo que era un poco más delgado y los músculos se me notaban muy poco en los brazos. Lo recosté en la cama, quedando arriba suyo, nos miramos por un momento, sin gesticulaciones, sin palabras. Era un silencio agradable, y las miradas que nos dedicábamos eran que estábamos en confianza de hacerlo, y que claramente, quedaría en nuestras memorias.

Junté nuestros labios nuevamente, buscando saborear de la boca de Kyungsoo. Me fui inclinando hacia enfrente, con la mitad de mi cuerpo apoyado en la cama, tratando de no aplastarlo. Acaricié con mi lengua su labio superior, que tembló en respuesta, pero fue suficiente para que fuera introduciendo mi lengua en su boca. Sus labios se cerraron sobre los míos y su lengua se enredó con la mía, era una sensación agradable; su boca era cálida pero su lengua muy torpe. Le tomé por las mejillas para acompasar el ritmo, Kyungsoo se cohibió y me tomó por las caderas. Me sentía poseído en ese momento, pero por alguna razón yo quería ser quien dejara a Kyungsoo rogándome, era un tanto orgulloso en el aspecto de “dar y recibir.” Lo de ser chulo me iba como anillo al dedo, y no me importaba figurarme en ese aspecto con uno de mis amigos; hacía como que Kyungsoo era la chica y yo seguía siendo el chico dominante en el sexo, porque eso era lo que estaba por ocurrir: me iba a follar a mi mejor amigo, y me importaba poco que fuera un chico. Dejé de besarle la boca con amago y empecé a repartir besos por todo su pecho, a cada roce era un suspiro, pero en el momento donde llegué a uno de sus rosados botones y lo acaricié con mi pulgar, se estremeció.

-Mgh, ¡ah, Luhan!

-Te mueves demasiado.

-Pero... ahg… me haces cosquillas ahí y… se siente agradable... umgh.- Kyungsoo tomó la sábana entre sus manos y empezó a retorcerla de placer al momento que empezaba a chupar su pezón, este se oscureció más de lo normal y pude hasta sentirlo endurecerse, con el otro pasó lo mismo y fui bajando un poco más hasta detenerme en su vientre. Empecé a dar pequeñas mordidas, sentía su estómago contraerse ante mi roce y di un lento lametón empapándolo de saliva. Fui bajando más lentamente hasta encontrarme con el botón de sus vaqueros.

-¿Quieres que yo lo haga o... quieres hacerlo tú?

-¡Ha-Hazlo tú!- Sus palabras me hacían creer difícilmente que mi mejor amigo, de ahora 17 años, pensara en mí como un individuo con el que se pueda jugar a la seducción, y no podía negarlo: ese juego me estaba gustando mucho. El deshacerme de sus vaqueros me divertía de alguna forma, porque Kyungsoo era tan penoso como si hablarles a chicas se tratase, normalmente salía corriendo o se sonrojaba más de lo normal. Siempre era la burla de su aula, por su increíble cambio de parecer: primero, los chicos y yo conocíamos que hablarle a chicas no era su fuerte, y después, iba por ahí encubriéndose como un “semental sin control.” Conocer a Kyungsoo, sus puntos débiles, sus fortalezas, sus debilidades; ahora cambiando que no se volvía tan loco por un par de pechos, si no por una polla dura y erecta. “¿Qué tiene de caliente una verga en el culo?”  “¿Tanto le gusta que le den con un palo y no dejar inválida a cualquier tía?”  “Vaaaaleee, debo admitir que sus labios son adictivos, que deseo morderlos, chuparlos e incluso... meter algo grande ahí que toque su garganta...” “¡Venga, Luhan! ¡Tú no eres un tío maricón, no te gusta chupar penes, sólo vaginas! ” En ese momento, empecé a dudar de mi sexualidad, todo había pasado tan rápido, que sin darme cuenta lo tenía bajo mío, contoneando las caderas de arriba-abajo.

-¡Ahhhhhh, Luhan! ¡Muévete más!

-Yo… umgh... siento que... voy a explotar…

-¡LUHAN, MALDITA SEA! ¡CÓRRETE DE UNA JODIDA VEZ!

-¡Espera, que ya estoy!

-¡Joder, hazlo que me vengo!- Después de pasar por un shock emocional, mi pene derramó su esencia en el culo de mi mejor amigo, sintiéndome liberado y agotado. Caí sobre su pecho sintiendo las gotitas de sudor a chorro por mis cabellos rubios, resbalando por mi pecho, cuello y espalda. Kyungsoo se veía hermoso con el cabello castaño revuelto, con la respiración entrecortada y los labios hinchados, su torso estaba cubierto por una fina capa de sudor, y desde luego tenía un gran dolor de trasero. Me preocupaba que no pudiese caminar en semanas o quisiera un rollo serio conmigo, pero tenía que aclarar eso: “¿Y sí tengo un rollo convenenciero con mi mejor amigo?”  La respuesta tenía que analizarla por mucho tiempo, pero había pensado en que probar con cosas diferentes tampoco era tan malo.

Después del sexo, hablamos del tema. Kyungsoo había dejado de ser virgen debido a mí, ambos fuimos sinceros hablando al respecto; sólo era atracción física, no había nada más. Seguiríamos siendo los amigos de siempre, amigos con derecho a roce.

-Kyungsoo… esto... sí algún día te sientes con ganas…

-Vale, entiendo lo que quieres decir. Será nuestro secreto.

-Te lo diré de una vez: nada de rollos serios, esto es por placer.

-Está bien, nada de sentimientos, sólo sexo convenenciero.

-Veo que entiendes.

-¿Tengo que firmar algo para que quede saldado?

-No. ¡Deja esa mamada, esto no es 50 Sombras!

-Jajaja, vale. No te enojes, mi amorcito.

-¡Déjate de mariconadas!- Aquel día, estuvimos hablando y en veces, nos besábamos. Parecíamos una auténtica pareja gay, pero no lo éramos, me parecía muy normal tener “muestras afectivas” con Kyungsoo. Pasó el tiempo y mi asma se complicó, pero no dejábamos de tener nuestra aventura; todo iba bien, hasta que ese día llegó. Casual, después del sexo, hablábamos como siempre.

-¿Luhan?

-Dime.

-Ya no puedo seguir viéndote a escondidas.

-¿Por?

-Jongin me ha pedido ser su novio.- No sabía si enojarme o cortarme las venas, pero algo me hacía descarrilarme de enojo con aquella noticia. Sabía que el enano tenía un admirador secreto en la universidad, siempre dejaba notas en su lócker, con las sílabas “J.K.” le tomó 3 meses descubrir que el tío-bueno-follón-enciende-calentón, era quien las enviaba. Admito que estaba un poco celoso, porque Jongin era el típico brabucón-estudiante que le valía una mierda el mundo, y Kyungsoo era el típico chico-fantasma de quien todos se reían, por lo tanto; no me cuadraba. Eso de “experimentar” con Kyungsoo fue algo único para mí; me encantaban sus besos, me gustaba tocarlo, embestirlo, hacerlo gemir, su carita inocente... me estaba sintiendo fatal de sólo pensarlo.

-Kyungsoo, no sé qué decir.

-Luhan, durante este tiempo ¿te he gustado?

-No me gustas, sólo que... no puedo dejar de hacer esto contigo. Siento que lo necesito, que te necesito.

-Puedes conocer a más personas Luhan ¡yo también merezco ser feliz de verdad!

-¡¿A qué viene eso?!

-Enamórate de verdad, no sólo consideres felicidad tener rollos sexuales, ¡conoce el amor verdadero!

-¡Eso no existe!

-Espera por la persona indicada, y ya verás.- Sus últimas palabras para abandonar mi cama y colocarse la ropa. No estaba de humor, así que hice lo mismo, esperé a que saliera del cuarto de baño, esa era la despedida. Pasaron 20 minutos y Kyungsoo tenía puesta nuevamente la ropa, salimos de mi habitación y como siempre, yo arrastraba mi tanque de oxígeno con poco cuidado. Al llegar a la puerta, nos besamos por última vez. Era un beso dulce y amargo al mismo tiempo, su dulzura y mi amargura se dejaban llevar solas, extrañaría su compañía. Y vaya, en poco tiempo ya me había convertido en el típico corazón de pollo. Me mordió el labio inferior, separó su boca de la mía y se llevó la mano al pecho, tratando de incorporar su respiración.

-Fue un placer ser tu derecho a rose, sabes que nunca dejaremos de ser amigos pese a eso.

-Deseo lo mejor para ti y Jongin, que seáis muy felices.

-Se agradece, igual para ti. Espero encuentres a tu personita especial.-Lo último que me ofreció, fue una sonrisa. Salió por la puerta y yo sólo le veía irse, torturándome por su ausencia. Tendría que aprender a vivir con ello después de todo, pero habría de escuchar a mi amigo a pesar de todo: “Encontrar el amor ¿qué tiene de guay estar como un estúpido perdido, gastando el dinero en chocolates y perdiendo la razón? ” Era muy pesimista con la mayoría de las cosas, ¡Vaya, el asma no me era suficiente! y ahora algo salido del fango como el famoso amor... tal vez intentarlo, no me haría mal, tal vez dejaría de sentirme solo, tal vez... encontraría alguien a quién querer de verdad, eran muchas preguntas, pero sí no intentaba al menos probar, no las resolvería.

Ahora empezaría un nuevo propósito: Buscar la felicidad en una persona que yo considere especial.

 

 

 

 

 

 

 

 

Notas finales:

El One-shot tendrá continuación, no se preocupen~~ y en cuanto a 'Muñeco' ya lo he de continuar, la escuela me ha consumido pero no me he olvidado de un Fanfic de mis tantos favoritos, sobre todo porque es ChanBaek<333

Quiero agradecer a Baby Poketh por betearme el cap ;; gracias por soportarlo, sé que no te parece el HanSoo por ser Ukes. . soportaste muy bien xDDD

¡Nos leemos muy pronto^^!


Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).