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Trouble Town. por MitcheKiller117

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Notas del capitulo:

Aclaraciones:


 


— Diálogos.


"Pensamientos".


"Mensajes de Texto".


Puntos a remarcar.


—Al otro lado de la línea.


Un estudio científicamente comprobado por mí, dice que la cantidad de Reviews aumenta el autoestima no solo del autor, sino también del comentarista. ¿Ya saben qué hacer?


¡A leer!


 


 


 

Capítulo III: “Tonto anti hipócritas”.

 

 

Remember to shine.

Let my love take you high. You've nothin' to lose

 

 

 

.

 

 

 

 

JongIn se fue muy temprano por la mañana a la escuela.

Había decidido hacerlo por dos razones. La primera era evitar a toda costa las preguntas de su padre sobre la tutoría de la noche anterior, la segunda era fumarse un cigarro en el gimnasio antes de clases.

Al llegar al Instituto, lo encontró casi desierto, de modo que caminó con tranquilidad hasta su casillero, dejó la mayoría de sus libros dentro y se dirigió al gimnasio.

JongIn no era demasiado rebelde, lo cierto es que solo llegaba a ser considerado problemático por su propio padre. Verdaderamente, había dejado de serlo un año atrás. La razón de que eso sucediera era que no le interesaban demasiado las clases, él prefería esperar ansioso el fin del día escolar para dirigirse al pequeño estudio de baile de la escuela y bailar hasta el cansancio.

Una de las únicas cosas que le gustaba hacer y que no estaban ni bien vistas, ni permitidas, era fumarse un cigarrillo de vez en cuando, en días que se sentía muy presionado o sentía que la vida no valía nada.

JongIn siempre había despreciado esa ciudad de mierda.

Su padre los había llevado ahí años atrás, cuando todavía estaba en la primaria y no podía oponerse a las decisiones de los mayores, cuando no tenía voz ni voto. Y ahora estaba atrapado en un lugar pequeño, donde las personas no tomaban demasiado enserio su talento, donde no podría llegar a ser grande.

Llegó al Gimnasio y no le sorprendió encontrarse con su compañero de vicio, Oh SeHun.

Al contrario de él, SeHun era ciertamente más rebelde. Hacía lo que se le venía en gana y era muy inteligente, por lo cual raras veces lo pillaban haciendo algo malo.

Lo saludó con un choque de manos y se sentó a su lado, en las gradas.

SeHun llevaba más de medio cigarrillo cuando se le unió. Su compañero y amigo desde tiempos remotos, se había teñido el cabello de muchos distintivos colores semanas atrás, llamando la atención de todos y logrando que sus padres pusieran el grito en el cielo al verlo.

A JongIn le gustaba su estilo, él lo había acompañado personalmente a Seúl para que le dejaran el pelo de esa forma. Algunas veces, ambos se daban sus escapadas y viajaban en autobús hasta la gran ciudad, soñando con escapar. A SeHun también le gustaba mucho eso del baile y era de igual forma bastante bueno en ello, ambos aspiraban a graduarse y anhelaban por lo menos llegar a estudiar Danza en la universidad del condado.

—¿Por qué tan estresado? — Le espetó SeHun con una sonrisa divertida.

JongIn suspiró. — Mi padre me consiguió un nuevo tutor.

SeHun respiró hondo y exhaló el humo del cigarro. — ¿Y? ¿Qué tal, fue sexy?

El de piel canela sonrió y negó con la cabeza, recargando los brazos sobre sus piernas abiertas y bajando la cabeza. — No cayó.

El Oh lo miró, perplejo.

Ciertamente, JongIn se encargaba de seducir a todos y cada uno de los tutores que su padre le ponía. Después, cuando ellos comenzaban a buscarlo para volver a hacerlo, los acusaba de acoso y su padre terminaba por despedirlos. Sin embargo, la tarde anterior, Do KyungSoo había sido totalmente diferente a todos.

Mantuvo siempre la vista fija en su libro de texto y jamás cayó ante sus insistentes miradas o roces de piel. JongIn terminó frustrado y enojado, ni siquiera fue capaz de echar un buen polvo y era cierto que se le habían antojado los labios de su Hyung, fue por ello que no dudó en hacérselo saber, sin embargo, el otro lo había ignorado por completo y se había dedicado a enseñarle algo llamado monio por momia o algo así, sinceramente no se acordaba y tampoco le importaba.

—¿Estas de broma, Kai?

El aludido se encogió de hombros. Los que respetaban su talento en el baile lo llamaban de esa forma.

—Entonces… ¿Dices que no pasó nada? ¿Nada de nada? — SeHun insistió, incrédulo.

Kai levantó la cabeza y le espetó. — Creo que me tocó un verdadero mojigato esta vez.

El de cabello colorido puso una mano en su hombro, intentando consolarlo. — Tranquilo, ya te lo ligarás, veras que sí.

El de piel acanelada sonrió y apartó la lechosa mano del otro de su hombro. — Claro que sí, todos caen. — Comentó, dándole una calada profunda a su cigarrillo. — Tiene unos labios preciosos, se me antojaron. Y sabes que cuando algo se me antoja, me lo como a como dé lugar.

SeHun río y asintió. — Pobrecillo, le destrozarás la boca.

Y era verdad, JongIn no solía interesarse demasiado en personas que no fuesen sus amigos. Y no lo hacía porque eso lo distraía del baile. Por supuesto que eso no evitaba que se echara sus buenos polvos con quien se le viniera en gana de vez en cuando, tenía a casi todo el mundo a su disposición y sin embargo, la mayoría de las veces terminaba follándose a sus tutores y logrando que sus padres los echaran.

Dos pájaros de un tiro.

Era por ello que SeHun parecía feliz de verlo interesado en algo o en alguien.

El más alto dirigió su vista al frente. — Hay un universitario bastante buenote. — Comentó ligeramente, posando sus ojos sobre los colchones de gimnasia.

JongIn levantó una ceja. — ¿Universitario?

No le sorprendía para nada que SeHun tuviese fantasías con alguien mayor, lo raro era que se interesara por un hombre. A SeHun le encantaban los pechos de las chicas, a decir verdad, siempre era selectivo con ellas por esa razón.

SeHun asintió y dejó caer el resto de su cigarrillo al piso, apagándolo mientras se ponía de pie. — Es muy caliente, lo veo por las mañanas.

Kai lo imitó y comenzaron a caminar a la salida del Gimnasio. — ¿Sabes cómo se llama al menos?

El de cabello colorido se encogió de hombros. — Lo voy a averiguar. — Musitó con simpleza mientras salían del lugar y emprendían su caminata por los pasillos en búsqueda de su salón de clase. — ¿Cómo se llama tu presa?

JongIn sonrió de medio lado con malicia, observando a su tutor adentrándose en una de las aulas de último año.

—KyungSoo — respondió. — Do KyungSoo.

 

 

 

 

Xx

 

 

 

 

A la hora del almuerzo, se dedicaron a hacer una especie de picnic.

Soo había llevado consigo una canasta de alimentos, Tao un mantel y ChanYeol las bebidas.

Salieron al patio compartiendo bromas silenciosas y encontraron un buen lugar donde sentarse, bajo uno de los arboles más frondosos. Siendo invierno, la cafetería estaba infestada de gente y no muchas personas se aventuraban a salir al patio, por lo cual ellos decidieron ser los valientes.

Ya acomodados, se tumbaron sobre el suelo. KyungSoo comenzó a sacar las cosas de la canasta y repartirlas. Había llevado sándwiches, ensalada, fruta y unos deliciosos pastelillos horneados por el mismo para el postre.

Tao se sentó como indio mientras devoraba su sándwich de carne. — ¿Cómo te fue ayer con tu nuevo alumno, Do Hyung?

El aludido suspiró y se recostó sobre el mantel sin importarle estar masticando todavía. — Terrible.

ChanYeol, que estaba sentado de forma tradicional, lo miró preocupado. — ¿Qué pasó, Soo?

El mayor se encogió de hombros mientras masticaba otro bocado de su sándwich. — ¡Ese chico es un dolor de cabeza! — Se quejó — No quiere aprender, se pasea por ahí en ropa interior y… y...

Sus amigos lo miraron, expectantes. Soo se cubrió el rostro con su comida, abochornado. — Y dijo que mis labios eran bonitos.

Hablar de ello le daba vergüenza, tan solo pensar en lo sucedido lo ponía de nervios. Era la primera vez que alguien se le acercaba de forma sugerente y por supuesto que también era la primera vez que alguien lo halagaba de esa forma tan casual que JongIn hacía ver natural.

Tao chilló cual chica siendo pillada desnuda, aunque ciertamente sonó algo aterrador. — ¡Do Hyung! ¡Le gustas!

ChanYeol se río y asintió. El aludido se incorporó y negó una y otra vez con la cabeza.— ¡No, no, no! ¡Nada de eso, Tao! — Exclamó. — Solo estaba jugando. Quiere hacerme sentir incómodo para que lo deje, lo sé.

El gigante lo miró mal y se cruzó de brazos, ya habiéndose terminado el primer sándwich. — ¡Yah! ¿Qué acaso nadie puede gustar de ti?

Soo negó con la cabeza, la respuesta era no pero sabía que era inútil discutir con su amigo al respecto por lo que continuó — No es eso, Channie. Es solo que no puedo gustarle a Kim JongIn, es todo.

La expresión en el rostro del de orejas grandes cambió. — ¿¡Kim JongIn!?

El Do asintió y restándole importancia probó un poco de fruta. — Sí, el hijo del profesor Kim.

ChanYeol parecía realmente sorprendido. — No sabía que ese cabrón fuese hijo de algún profesor. — Musitó. — Aléjate de él, Soo. No me gusta.

El aludido río suavemente. — ¡Yah! ¡Pero si hace un momento querías que aceptara que yo le gusto!

El gigante lo miró mal y volvió a cruzarse de brazos. — Eso era antes de saber que hablabas de Kim JongIn. A ese hijo de puta no le gusta nadie, él solo folla.

Por alguna extraña razón, KyungSoo se sintió un poco mal de escuchar eso pero asintió. Con el tiempo había aprendido que si ChanYeol decía las cosas, por algo era. — Supongo que tienes razón.

—No deben juzgar a alguien sin conocerlo. — Intervino Tao.

ChanYeol levantó una ceja. — Pero yo lo conocí, así que eso cuenta.

El gigante había formado parte de un grupo de muchachos bastante intimidantes en su segundo año, por supuesto que todos eran bastante atractivos y terminaron aprovechándose de él hasta asquearlo y lograr que les pusiera una paliza para después marcharse del grupo. Ahí había conocido a Kai y a su amigo SeHun, que eran principiantes pero no por eso menos cabrones.

Tao recordó ese pequeño detalle, de tal modo que prefirió no indagar más y continuó comiendo. A Chanyeol, que ya iba por su tercer Sándwich, no le gustaba para nada recordar aquellos tiempos.  Luego de un efímero momento de silencio incómodo, el menor de los tres intervino nuevamente.

—¡Yah! Pero, ¿A ti qué te pasó ayer? — Le espetó al más alto, mirándolo con curiosidad. — Parecías molesto en el WhatsApp.

El gigante gruñó al recordar algo y el chico Do se interesó por la conversación.

—Conocí a un mocoso anoche. — Masculló el grosero gigante, mientras les contaba su historia.

Do, que pensaba que su amigo siempre era demasiado exagerado, se lo pensó dos veces al terminar de escuchar el relato de uno de sus mejores amigos y Tao parecía severamente ofendido con los comentarios de ChanYeol.

—¡Qué grosero! — Chilló.

El narrador, sacó el insolente obsequio –cigarrillo- que el desconocido le había dado la noche anterior del bolsillo interior de su saco y se los mostró.

—Se ve menor que yo, por lo que estuve buscándolo cuando llegué pero no lo encontré. — Comentó, terminándose su último sándwich y tomando el postre — Cuando lo haga, voy a meterle esto en la puta boca.

Tao asintió, aprobándolo. KyungSoo hizo una mueca.

—No lo hagas, Channie. —Murmuró. — Es mejor si no se vuelven a encontrar.

Siendo terco como siempre, el gigante negó. — No, KyungSoo. Quiero darle una lección a ese cabrón.

Pese a ser siempre muy grosero cuando estaba molesto, ambos chicos sabían que ChanYeol no era una persona buscapleitos. Al contrario, el gigante siempre se mantenía al margen, a no ser que alguna situación le resultara demasiado grotesca, como había sido el caso de la pasada noche. ChenYeol solía ser muy prudente y respetuoso, tenía muchos valores pues se los inculcaba siempre a su hermana menor y trataba de darle un muy buen ejemplo a la pequeña Yura. Era muy raro que el gigante encontrara una excusa para utilizar su altura como una amenaza, a decir verdad, no disfrutaba de ella pues le recordaba su pasado.

El chico Do se rindió y miró a un Tao de aspecto entristecido. — ¿Y qué tal te fue anoche? — Inquirió intentando cambiar de tema— Dijiste que Kris iría a cenar a tu casa.

Esta vez fue Tao quien se recostó sobre el mantel, haciendo un triste puchero — Kris ge no fue a casa. Resulta que Chen por fin hizo un amigo y quiso invitarlo a cenar.

KyungSoo frunció el ceño. — Te dije que dejes de hacerte ideas en la cabeza antes de que las cosas ocurran pero nunca me haces caso.

Tao pataleó. — ¡No entiendo por qué SuHo nunca lleva a Kris ge a casa! ¡Siempre está hablando de él! ¿Qué le cuesta invitarlo?

ChanYeol se río. — Tal vez no quiere que conozca a semejante vergüenza de hermano que tiene.

Tao se incorporó pensativo. — Pero si Chen es buena onda, sé que es raro pero quiero decir… ¡Ya hasta tiene un amigo!

El de orejas grandes negó divertido. — Pues yo me refería a ti.

Tao lo pateó. — ¡Oye!

KyungSoo se echó a reír, teniendo cuidado de cubrir su boca, como siempre. Sus amigos comenzaron a golpearse levemente el uno al otro.

Después de todo, Do se sentía afortunado de tenerlos a ellos con él.

 

 

 

 

Xx

 

 

 

 

Esa mañana, XiuMin continuaba estando bastante nervioso.

Incluso se había olvidado de levantar la cabeza hacía LuHan y saludarlo silenciosamente como siempre. Y todo porque más temprano, cuando recién había llegado, JongDae se le había aparecido por detrás mientras metía sus libros a su casillero, y lo había abrazado sin previo aviso.

MinSeok era una persona muy nerviosa e insegura y al no estar acostumbrado a cosas como esa, acabó hundiendo su codo en el estómago del menor. Que había terminado por marcharse con un terrible dolor de panza.

De forma que el mayor había estado sintiéndose bastante culpable toda la mañana. Y todavía más nervioso que la noche anterior, haciéndose preguntas ridículas que giraban en torno al cabeza de dinosaurio que era su nuevo amigo.

¿Y si JongDae dejaba de hablarle? ¿Y si se había molestado? ¿Y si no se sentaba a almorzar con él como habían acordado? ¿Y si ya no quería ayudarlo? O peor aún, ¿Y si ya no quería su amistad? ¿Qué si ya había borrado su número de su teléfono celular? XiuMin no quería perder a JongDae, aunque estaba seguro de que ni siquiera lo tenía.

Es por ello que caminó a paso dudoso y lento hacía la cafetería en lugar de apresurarse como solía hacerlo. En el camino se topó con Yixing, un buen samaritano al que todos apodaban Lay por sus grandes logros en el baile.

Lay lo saludó e intentó animarlo por parecer tan deprimido esa mañana, mencionó incluso que se veía decrepito y luego se marchó, dejándolo a la deriva.

Minseok siempre había pensado que Yixing y el bien habían podido ser grandes amigos. Por supuesto, eso si el menor de los dos tuviese tiempo. Pero no era así, lo único de lo que Lay carecía era precisamente eso. Tiempo.

Por ello no solían frecuentarse y XiuMin pasaba la mayor parte de su tiempo solo. Lay era su único amigo desde la preparatoria, pese a ello, entrando a la universidad, Yixing se había llenado de cosas que hacer y su tiempo con él se había ido reduciendo hasta finalmente desaparecer.

Nervioso, el mayor caminó por la cafetería y tomó dos órdenes de papas y un par de hamburguesas de la barra. Tenía la intención de compartir sus alimentos con JongDae, sin embargo, luego de haberse sentado en su mesa de siempre y esperar cinco minutos, comenzó a comer como alma que se la lleva el diablo.

Cinco, diez minutos y Chen todavía no llegaba como lo había acordado.

Preocupado y molesto consigo mismo por el ridículo de llevar tanta comida, Minseok comenzó a indagar. Quizá todo había sido una mala broma después de todo, quizá Chen no quería realmente nada bueno o quizá a final de cuentas, él lo había arruinado todo golpeándolo esa mañana.

Levantó la vista al sentirse observado y se limpió discretamente las comisuras de los labios rápidamente al encontrarse con la mirada divertida de un rubio en la mesa de enfrente. Juraría que nunca lo había visto, conocía al tal Kris, que era solitario y solía sentarse allí a comer mientras escuchaba música, y luego a otro rubio que comenzó a sentarse con él, sin embargo no recordaba al nuevo.

Abochornado, volvió su mirada a la mesa y encontró su bandeja casi vacía. Había hecho tiempo record comiéndose todo eso en menos de diez minutos. Estuvo a punto de largarse a llorar por su pérdida y a vomitar al baño cuando la silla frente a él se recorrió y JongDae se sentó en ella.

El menor lo miró divertido mientras apartaba las perladas gotas de sudor de su frente.

—¿Te comiste todo eso tu solo? — Le espetó.

XiuMin sintió sus ojos aguarse y se cubrió el rostro de forma inmediata. Chen abrió la boca pero no pudo decir nada, luego se alteró al escuchar al mayor sollozar, por lo que se cambió a la silla que había ocupado el día anterior y se acercó bastante al otro, envolviéndolo con sus brazos, tratando de consolarlo.

—¿Qué pasó? ¿Qué tienes? — Para ser sinceros, JongDae jamás había estado en una situación así y eso le frustraba. —¿Qué te hicieron? — Espetó ya molesto, mirando alrededor por si encontraba algo fuera de lugar.

Minseok comenzó a negar con la cabeza y a balbucear cosas que él no entendía. JongDae hizo ademán de levantarse para buscar problemas con cualquiera que los mirara pero el mayor lo detuvo, jalándolo por el suéter.

—N-Nadie me hizo nada. — Contestó.

Chen no pudo resistirse y tomó el redondo rostro de su acompañante entre sus manos, mirándolo con ternura. Había gotas de agua salada en las pestañas de sus preciosos ojos. — ¿Entonces qué sucede?

El mayor hizo un puchero sin darse cuenta y JongDae le limpió las lágrimas con ternura, logrando que se sonrojara. — C-creí que… q-que no vendrías… — balbuceó.

Una sonrisa se trazó en la boca del castaño, que dejándose llevar por la ternura, se inclinó para besar la frente del de cabello rosa. — No seas tonto, Seokie. Estoy aquí.

Minseok se apartó, colorado hasta las orejas y sollozó por última vez, apartando las lágrimas. — L-Lo siento.

JongDae negó y se echó un poco hacía atrás, lo que menos quería era incomodar a su acompañante. — Yah, no te disculpes pero… ¿Por qué pensaste eso?

XiuMin lo miró con tristeza. — Te hice daño en la mañana.

El menor lo miró sorprendido. — ¿Eso? Realmente no me dolió. — Mintió y se encogió de hombros para restarle importancia. — Tuve que ir al baño y después me entretuve en el pasillo. — Explicó sin razón alguna.

El de cabello rosa lo miró a modo de disculpa. — Perdón, no tendrías por qué explicarme nada. Además, soy un llorón, perdón.

Chen volvió a negar. — Deja de preocuparte por eso. Solo no llores, ¿vale?

El otro asintió y esbozo una sonrisa en sus labios.

JongDae intentó suavizar la conversación. Debía dejar de involucrarse demasiado.

Debía hacerlo.

—¿Has hablado con LuHan hoy?

 

 

 

 

Xx

 

 

 

 

BaekHyun observaba entretenido la escena frente a sus ojos.

Por alguna razón, ese día SuHo no estaba todavía ahí, por lo que tenía que compartir mesa con un callado Kris. Pero eso no le importaba demasiado, no cuando había un espectáculo que saborear justo en la mesa de enfrente.

BaekHyun estaba curioso, demasiado curioso.

Incluso cuando la noche anterior, ya en el cuarto del menor, había preguntado por aquel individuo de cabello rosa, y no había obtenido respuesta alguna. De forma que su insaciable curiosidad no había hecho otra cosa más que aumentar.

Quería saber quién era él y por qué JongDae lo trataba de esa manera.

Vio como el menor depositaba un beso en la frente del desconocido y sonrió. Debía saberlo todo. Miro a Kris y extrañamente se encontró con que éste también lo miraba.

—Se llama Kim Minseok. — Pronunció el mayor, como si le leyese la mente.

Baek asintió y agachó la cabeza para susurrar. — ¿Sabes qué relación tiene con JongDae?

El rubio mayor le dedico una mirada frívola. Kris no era chismoso y si había dicho el nombre del chico que se sentaba atrás, adivinando la curiosidad del nuevo, era simplemente para evitar su pregunta y hacer menos conversación.

Molesto, el más alto se encogió de hombros.

Baek hizo un puchero al no obtener respuesta y continuó espiando a los otros.

Todavía estaba de malas por el incidente de la noche anterior, sin embargo, quería más que nada saber qué pasaba por la intrigante mente de JongDae y quién era ese tal Kim Minseok para él.

No es que BaekHyun fuese chismoso,  ¡Qué va! A él solo le gustaba estar al tanto. JoonMyun se situó en su lugar de siempre con una sonrisa, Baek adivinó que no había alcanzado a ver a su hermano acurrucándose con el chico de cabello rosa atrás, pues no parecía para nada enojado.

Jugueteó un poco con su comida y tras pasados unos minutos en silenció, decidió preguntar.

—Yah, Hyung. — Apuntó a JoonMyun con su hamburguesa y continuó hablando a medio masticar. — ¿Por qué no te gusta el chico de cabello rosa?

El aludido frunció el entrecejo y suspiró. — No es que no me guste.

Kris sonrió de medio lado. — Sí, claro. — Murmuró, sorprendiéndolos a ambos.

SuHo finalmente lo ignoró y miró a Baek fijamente. — No quiero que Chen se enamore de él, es todo.

Kris entornó los ojos y volvió a murmurar, parecía realmente incómodo y molesto. Y aunque el tono de su voz fue realmente vago y bajo, Baek alcanzó a leer en sus labios un: “Ya es tarde”.

Insaciable, el nuevo indagó. — ¿Por qué?

SuHo hizo una mueca. — No le gustara a mis padres.

Baek se cruzó de brazos, imitando al más alto en la mesa. Era realmente molesto cuando los padres interferían en las relaciones o se metían en la vida privada de sus hijos.

—¿Y eso qué? — Su voz parecía un reto.

JoonMyun lo miró mal. — Tú no eres quién para saberlo, Byun, pero JongDae ya tiene demasiados conflictos con nuestros padres. — Habló y se aclaró la garganta seca.

El menor apartó la bandeja y recargó sus brazos sobre la mesa. — Los padres valen una mierda.

SuHo suspiró. — Suficiente mal nos han hecho trayéndonos a esta estúpida ciudad. — Respondió. — No quiero que JongDae sufra más de lo que debe.

Kris también apartó la bandeja y se levantó ruidosamente, llamando la atención de muchas personas alrededor. El más alto siempre era discreto y muy pocas veces hacía ruidos que pudiesen interferir con las vidas de otros. Sin embargo, esta vez se metió las manos a los bolsillos traseros de sus pantalones y se echó a andar, fulminando a JoonMyun con la mirada

—Entonces déjalo en paz.

 

 

 

 

Xx

 

 

 

 

Yixing caminaba por los jardines de la Universidad con la mirada fija sobre sus zapatos.

Se sentía irremediablemente triste y estaba absolutamente convencido de que no había nada ni nadie sobre la faz de la tierra que pudiese mejorar su estado de ánimo en ese momento.

Con las manos en los bolsillos, suspiró.

Se había equivocado nuevamente a la hora de practicar su última coreografía, diseñada por él mismo.

Era una total vergüenza, mira que olvidar los pasos de su propia coreografía. Se llevó una mano a la frente y la estampó contra ella.

Torpe, torpe Yixing. No merecía ser llamado Lay, definitivamente no. Era un simple anterógrado, se olvidaba de todo y en los últimos días estaba más distraído de lo normal.

Todavía bajo el caprichoso hilo de sus pensamientos, no se dio cuenta de que estuvo a punto de tropezar con alguien, de no ser porque ese alguien le sujetó por los hombros y lo miró fijamente.

Era rubio y tenía el ceño fruncido. Por sus cejas especialmente negras, Yixing supo que se teñía. Quiso continuar detallando su rostro pero le fue inevitable perderse en su mirada café.

Sus ojos eran preciosos. Lay pensó en apartarse pero no pudo hacerlo, la vista era demasiado bonita y a pesar de que el individuo era un poco más bajo que él, sus miradas seguían conectadas.

Lay quiso tomarlo por el rostro e inspeccionar sus ojos para saber si eran reales.

Por supuesto que eran bastante comunes pero Yixing nunca le había prestado particular atención a algunos, por lo cual verlos tan de cerca le había resultado hipnotico, casi hechizante.

El desconocido carraspeó y se alejó, sin apartar la mirada.

Lay se avergonzó y un sonrojó surcó sus mejillas. — L-Lo siento.

El muchacho le sonrió pero al bailarín su sonrisa le pareció falsa. — No importa. — Le aseguró — Ten más cuidado.

Yixing suspiró. Esa debía ser la octava vez en la semana que alguien le decía algo como eso, confundido, el joven le dedicó una mirada indescifrable y luego la bajó, viendo los zapatos del otro.

Lay siguió el hilo de su mirada y se sorprendió de encontrar su cordón desabrochado. ¡Demonios! ¿Podía ser alguien más descuidado?

Chistó. — Joder, qué torpe.

El desconocido río. — Tranquilo, yo lo hago.

Lay no podía creerlo pero el rubio se inclinó y se dedicaba a abrocharle los cordones, como si él fuera un simple chiquillo de cinco años que no sabe cómo hacerlo. Se removió, incómodo y abochornado por su actitud distraída.

El otro terminó de hacer lo suyo y se incorporó, volviendo a mirarlo. — Estoy acostumbrado, mi hermano pequeño es muy tonto.

Yixing frunció los labios. —¿Me estás llamando tonto?

El muchacho se echó a reír. — Lo hago.

El bailarín abrió la boca pero no dijo nada. Jamás había conocido a alguien tan desvergonzado como ese tipo, ni siquiera le tenía una pizca de respeto. Lay estaba completamente seguro de que el individuo no tenía ni puta idea de quién era él.

Ofendido, se cruzó de brazos y lo miró mal. — Qué grosero.

—Soy JoonMyun. — Se presentó el rubio falso. — Mi segundo nombre es grosero. — Añadió, extendiéndole la mano, pretendiendo que él otro la tomara para saludarse.

Había una sonrisa en su boca que Yixing sintió hipócrita, por lo que rechazó su mano y se encogió de hombros. — Y yo soy Lay, el anti hipócritas. —Siseó, echándose a andar.

Lo escuchó reír a sus espaldas y eso le enfureció. Jamás en su vida alguien lo había tratado de esa forma tan descarada.

SuHo gritó desde el mismo punto en el que se había quedado parado.

—¡Qué tengas buen día, Lay el tonto anti hipócritas!

Notas finales:

¡Hola!


Ya estoy aquí, en Jueves como lo prometí.


Estoy muy agradecida por sus comentarios, primero que nada. Tengo 6 y 6 en cada capítulo y la verdad, me gustaría que siguiese siendo así. Ya los leí, sin embargo, a penas y voy a responderlos :)


Espero que les vaya gustando como se van dando las cosas. Como podrán darse cuenta, ya apareció TheHun, interesado en liarse con un universitario y eso parece ser una novedad. ¡Ni hablar del distraido unicornio y el Kim grosero Myun!


Sé que más que nada ha habido ChenMin, pero les prometo que para el próximo capítulo, las cosas se pondrán muchísimo mejor para el resto.


Me voy, porque tengo tarea por montones. Que tengan un bonito resto de la semana y nos leemos el Martes con actualización, quizá antes, ya que se atraviesa el fin de semana, recuerden que todo depende de sus comentarios :D


¡Los quiero!


XOXO.


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