CAPÍTULO 3: El escándalo de la KryBer.
POV’s Krystal.
Llegué a mi hogar, e intenté hacer a un lado aquellos pensamientos de Amber Liu para volver a ser la misma de siempre frente a mi familia.
–¡Hermanita! –Tan característico de ella, Jessica me abrazó con una enorme sonrisa en el rostro – ¿Cómo te fue?
–Bien, gracias –le devolví el gesto. – ¿Y a ti?
–También –asintió con la cabeza.
–Me alegra.
–¿Quieres comer algo?
–En realidad no, ya estoy llena.
–¿Comiste afuera?
Oh, oh… diablos… ¡mi bocota y yo!
–Este… –quise remediarlo –es solo que no tengo hambre…
–Oh, ya veo…
A la hora de la cena nos reunimos como cada noche y hablamos de lo que nos había sucedido en el día, así hacíamos siempre. Sin embargo, durante aquella semana, yo estuve tan sumida en mis propios pensamientos que no hablé sino cuando se me preguntaba algo, cada uno de mis pensamientos estaba con ella, la rubia de mirada penetrante.
No tenemos Por qué tener solo una parte del día
No tenemos que preocuparnos por tomar un taxi
No tenemos que preocuparnos por nuestros padres,
Incluso cuando bebemos hasta tarde.
–Mañana es tu exposición de Historia, ¿verdad? –La voz de mi padre llamó mi atención.
–Sí, señor –contesté.
–Bien, ¿cómo vas con eso?
–Bastante bien, padre, mañana daré lo mejor de mí.
–Me alegra escuchar eso, hija.
–Vete temprano a la cama hoy –me dijo mi madre –si duermes más, podrás recordar mejor las cosas que dirás mañana.
–De acuerdo, muchas gracias.
Esta vez, antes de dormir, me senté en la cama y miré por la ventana mientras abrazaba el conejito rosado que conservaba desde que era una niña. Era inevitable pensar en Amber Liu, y ahora estaba sumida en todos mis pensamientos.
Vamos a conocer y a hablar
Sobre nuestra historia de amor,
Que calienta el teléfono cada noche
Dejemos de ser novios…
A la mañana siguiente, cuando llegué a clases, me di cuenta de que definitivamente todo el mundo me estaba mirando con curiosidad. ¿Qué les estaba pasando a todos? No tenía ni la más remota idea, pero lo primero sería concentrarme en mi exposición, ya vería luego lo que sucedía.
Al llegar al aula de clases, Victoria y Sulli corrieron a mí desesperadamente, sin ocultar que tenían algo que decirme, sin embargo la profesora Han también había llegado, por lo que nuestra charla no pudo ser.
Así inició la clase de Historia, y con ello, las exposiciones de toda la clase. Podía sentir cómo mis compañeros seguían mirándome a hurtadillas y hablando en voz baja, seguramente sobre mí, ¿Qué demonios pasaba? Mis preguntas se quedaron en el aire cuando la señorita Han nos dio paso a Amber y a mí para exponer sobre el tema. Ella y yo nos paramos al frente de la clase.
–Amber Liu y Krystal Jung, la “KryBer”… –dijo una de mis compañeras con un tono de… ¿sarcasmo? – ¡Qué sorpresa!
Todos mis compañeros comenzaron a reír estrepitosamente y yo no pude comprender por qué aquello parecía divertirles tanto.
Cásate conmigo, mi nena
Cásate conmigo, mi señorita
Porque eres la única para mí,
Porque eres mi todo.
–¿Tienes algo más que agregar, Kim Seohyun? –Indagó Amber, mirándola fijamente.
La chica le miró de vuelta, evidentemente aterrada, y al final negó con la cabeza.
–Gracias –retomó la rubia –bien, empecemos. La guerra fría es el término usado para referirse al enfrentamiento…
Nadie lo habría adivinado, pero Amber era una excelente expositora, y yo, bueno, yo definitivamente no me quedaba atrás, así que al final nuestra exposición salió más que bien.
–¿Alguien tiene preguntas? –Indagué en cuanto dimos por terminada la presentación.
Varios murmullos se escucharon alrededor de la clase, hasta que en el fondo, una chica peli-castaña levantó la mano, mirándonos como divertida.
–Adelante, Sunye –le di la palabra.
–Ustedes dos… ¿están saliendo en secreto o lo de ayer fue espontáneo?
–¿Disculpa…? –Apenas y dije.
Todos estallaron en estruendosas carcajadas y vi cómo mis amigas me miraban apenadas, ¿Qué demonios estaba sucediendo?
Amber parecía tan confundida como yo ante la actitud de todos hacia nosotros, pero a ella le bastó mirar con desdén a toda la clase para que se quedaran inmóviles de inmediato.
–¿Alguien inteligente tiene una pregunta respecto a lo que mi compañera y yo acabamos de exponer? –La voz de la rubia resonó en todo el salón, se notaba molesta. Nadie contestó. –Bien, entonces eso es todo –terminó mirando a la señorita Han.
–De acuerdo –ella asintió con la cabeza –ya se pueden sentar.
Apenas unos cuantos minutos después acabó la clase, y finalmente pude salir con mis dos amigas para que me aclararan aunque fuera un poco lo que sucedía.
Cásate conmigo, mi nena
Cásate conmigo, mi señorita
Porque eres la única para mí,
Porque eres mi amor.
–¿Qué hacías ayer con Amber Liu en una heladería? –Increpó Victoria.
–¿Realmente era una cita? –Continuó Sulli.
–¿Qué? –Fruncí el ceño – ¿Cómo saben ustedes que ayer estábamos…?
–¿Entonces es cierto? –Me interrumpió Victoria.
–¡Todo el mundo lo sabe! –Exclamó Sulli.
–¿Cómo se enteraron? –Indagué.
Con un gesto de molestia, ambas sacaron sus celulares y a través de la conexión a internet me mostraron unas fotografías de cierto portal, esparcidas en toda la red… eran unas fotografías en las que Amber y yo estábamos sonriéndonos mutuamente, fotos en las que ella limpiaba la comisura de mis labios, fotos en las que parecíamos charlar como… como una pareja de enamorados. El portal había sido llamado “KryBer in love”, y no imaginaba ni remotamente quién, o quizás, quiénes estaban detrás de todo eso.
¿Por qué decirnos “adiós”?
¿Por qué preocuparnos para ir dormir?
¿Por qué comer comida “Latenight” solo?
–No… no es lo que piensan –intenté explicarme –la verdad es que…
Pero no pude terminar lo que pretendía decir porque repentinamente sentí cómo alguien llegaba rápidamente junto a mí y me tomaba del brazo, era Jessica.
–¿Te importaría ahora? –Se limitó a decir.
Asentí con la cabeza y la seguí hasta unas bancas apartadas, alrededor del campus, desde donde se veía gran parte de la prepa. Nos sentamos, y entonces me miró con la curiosidad que tanto la caracterizaba.
–¿Es cierto lo que todos dicen, Krys? Lo tuyo con esa chica Amber… lo de la KryBer…
Abrí los ojos a más no poder, no podía ser, realmente el rumor se había regado por doquier.
–No es lo que piensas, ella y yo solo estábamos comiendo algo después de haber estudiado durante toda la semana.
Frunció el ceño, luego puso un gesto de confusión y al final hizo un puchero demasiado infantil para mi gusto.
–Entonces ustedes dos… ¿no están juntas? –Negué lentamente con la cabeza – ¡¿POR QUÉ NO?!
Esta vez fui yo quien la miró con confusión, ¿Qué acababa de decir?
–¿Disculpa? –Logré expresar.
–Harían una bonita pareja –declaró de la nada.
–¿Hablas en serio?
–¡Por supuesto! ¿Te has fijado en que esa chica parece un príncipe?
Mi incredulidad no podía ser mayor, ¿me estaba hablando en serio?
–Así que en realidad es una princesa que parece príncipe, como los de los cuentos de hadas que llegan a rescatarte en sus caballos blancos –retomó mi loca hermana mayor –y tú eres la muñequita de porcelana… una muñeca en manos de una princesa, –juntó las manos y sus ojos brillaron cuando se imaginó quién sabe qué cosas – ¡¿Te imaginas lo increíble que sería?!
Yo haré todas las cosas difíciles por ti
Haré todo lo posible para que te sientas feliz.
Al final, entrecerré los ojos y fruncí los labios.
–¡Estás loca, Jessica Jung! –Exclamé.
Entreabrió los labios y me miró sorprendida.
– ¿Cómo te atreves a tratarme así? –Hizo un nuevo puchero y se cruzó de brazos, como una niña pequeña haciendo un berrinche –eres tan mala –negó con la cabeza.
Mi hermana mayor tenía una diferencia más conmigo: ella había encontrado el amor en su mejor amiga hacía un par de años, y por lo que veía estaba completamente enamorada de Taeyeon e iban en serio. Jessica siempre fue enamoradiza, pero aquella linda castaña la traía loca.
Cásate conmigo, mi nena
Cásate conmigo, mi señorita
Porque eres la única para mí,
Porque eres mi todo.
Como sea, me estoy desviando del tema.
Justo en ese momento sonó la campana.
–Sí, sí, lo que sea –me puse de pie –debemos ir a nuestras clases –la miré con seriedad –será mejor que llegue pronto o me ganaré un buen regaño del maestro Hyun Bin.
–Está bien, está bien –se rindió al fin –pero será mejor que corras ¡o el monstruo de los besos te atrapará!
–¿Qué? –Fruncí el ceño de nuevo –no estarás diciendo que… –pero cuando vi que se preparaba para correr tras de mí supe que no bromeaba –pero si eso es tan infantil, Sica… ¡ashh! –Hice una mueca, y lo único que pude hacer fue correr como loca para escapar de mi hermana.
Al final acabaron todas las clases del día, y antes de irme, noté que Amber caminaba tranquilamente por el campus. Al principio lo pensé un poco, pero al final me decidí, y me le acerqué lentamente, intentando no ser demasiado brusca para no asustarla.
Cásate conmigo, mi nena
Cásate conmigo, mi señorita
Porque eres la única para mí,
Porque eres mi amor.
Cásate conmigo.
–Hola –dije con una sonrisa, intentando parecer lo más normal posible.
–Hola, Jung. –Contestó, sin detenerse, por lo que caminé a su lado.
–Buen trabajo el de hoy. –Dije.
–Gracias, igualmente.
Asentí con la cabeza y apreté los labios, sin saber qué mas decir.
–Lo siento, no quise meterte en un rollo, no pensé que alguien fuera a fotografiarnos ni nada por el estilo.
–Oh… no, no, descuida, sé que no fue tu culpa en absoluto.
–¿No te molesta que esas fotos circulen por ahí?
Su pregunta me hizo pensarlo unos segundos, pero al final negué.
–En realidad… soy yo quien se siente apenada, no quiero que te sientas incómoda por mi culpa –dije tímidamente –lamento los malos entendidos –la miré con sincera preocupación.
Arrugó ligeramente la frente y frunció un poco los labios, al final parecía sorprendida ante mis repentinas palabras que probablemente no esperaba, y desvié la mirada ante la suya, siempre tan sagaz y fija.
Cásate, Cásate, Cásate conmigo.
(Oh, oh, oh)
El silencio que sobrevino los segundos siguientes nos envolvió, sin llegar a ser incómodo aunque algo extraño.
–Sí, fui yo. –Dijo de la nada.
–¿Huh? –Levanté la mirada para verla.
–Yo escribí la nota.
–¿Cuál nota?
–La de detención.
Oh, sí, ya lo había olvidado, qué despistada soy.
Lo que en realidad me sorprendió fue su repentina confesión.
–Ah… ¡Lo sabía! –Sonreí divertida – Pero… ¿Por qué lo hiciste?
Se encogió de hombros.
–Te veías indefensa y frágil, asustada… –contestó, era bien sabido que ella no carecía de sinceridad en absoluto, siempre diciendo exactamente lo que pensaba… –me pareció divertido asustarte más –sonrió maliciosa y burlonamente, esa chica malvada… –al final, lo que te dije era cierto, esa clase de lugares no son para gente como tú.
–Tú vas allá seguido y no te ha pasado nada –refuté.
–Tú y yo somos diferentes en muchas formas y lo sabes.
Oh, vaya, ese comentario agudo me venció.
Ven a mí, nena. Ven a mí, señorita.
Porque eres todo lo que necesito,
Porque todo lo que necesito está contigo.
–De cualquier forma, buen trabajo –remató.
–Gracias por todo, Amber.
Asintió con la cabeza y plegó los labios hacia afuera. Luego puso sus dedos anular e índice junto a su sien derecha y los alejó rápidamente, como el saludo militar, justo antes de despedirse.
–Y una cosa más –se giró y me miró, expectante –a partir de ahora, solo dime Krystal, ¿te parece?
Sonrió ladinamente.
–Entendido, pero… sólo si tú me llamas sólo Amber, ¿hay trato?
–C-claro –demonios, seguía balbuceando.
–Bien –sonrió de lado –cuídate entonces, Krystal.
Una vez más dio media vuelta y empezó a alejarse mientras el sol se ocultaba.
–A-a-adiós, Amber… –Dije casi en un murmullo que arrastró el viento.
La chica gangsta me tenía atrapada, atrapada en sus sonrisas y su voz profunda, esa chica hermosa de actitud complicada se había adueñado de mi mente.
¿Qué sucedería a partir de ese momento? No lo sabía, porque estaba cayendo lentamente en el hechizo de Amber Liu, y ciertamente no podía pensar con claridad.
Cásate conmigo, mi nena
Cásate conmigo, mi señorita
Porque eres la única para mí,
Porque eres mi todo.
FT ISLAND –Marry me