CAPÍTULO 6: My everything
POV’s Luna
Ser amiga de Amber era lo más increíble de la vida. Nunca se sabía cómo reaccionaría ni lo que haría, pues ciertamente siempre se tomaba todo muy deportivamente y no le tomaba demasiada importancia a nada. Ella era un año menor que yo, pero como yo había sido algo así como una niña genio, había acabado la prepa el año pasado y ahora me dedicaba a trabajar en la tienda de zapatos del Centro Comercial cada día mientras que, debido a que aun estudiaba y aún estaba en el penúltimo año, Amber me acompañaba solo los fines de semana. Sí, ya sé lo que están pensando, “Esa chica nerd”, pero así era yo, conscientemente o no.
Debo decir que la vez en la que aquellas tres extrañas chicas llegaron imprevistamente al almacén, percibí que Amber no era la misma despreocupada e inconmovible de siempre, pues, al final, terminé notando que algo, o mejor, alguien llamaba en especial su interés. ¿Podría ser aquella chica de largos cabellos rubios? Quizás, pero es que ciertamente no pude prestar demasiada atención porque esas otras dos chicas no dejaban de jalonearme y buscar mi completa atención. Oh, sí, fueran quienes fueran, esas chicas eran extrañas.
Pero desde la última vez no las había vuelto a ver, y aun más extraño que ellas, resultó el hecho de que yo quería volverlas a ver…
1, 2, 3, 4! Yeah Yeah NoizeBank sí uh
Deslumbras como el cielo, tu rostro es dulce como la limonada
Cuando sonríes, eres como un ángel, ay sí
Honestamente, confiésamelo, me gustas, me siento atraído por ti
Sientes lo mismo que yo, sí uh
POV’s Krystal
–Toma, agradécele a tu hermana de mi parte.
Y ahí estaba Amber Liu, extendiéndome la sombrilla de Jessica.
–Bien, le diré.
–Gracias –asintió con la cabeza.
Dio media vuelta con intención de irse pero la detuve.
–¿Qué pasa?
–Yo… –no estaba segura de qué decir.
Me miró expectante. Pero yo aun no era capaz de terminar mi frase.
–Tengo hambre, ¿quieres venir por algo de comer? –Indagó con su típica preocupación.
–Me encantaría –solté casi sin pensar.
Y pensar en que se estaba haciendo costumbre el ir y venir juntas de un lado a otro me hacía muy feliz, me encantaba estar con ella; entonces me di cuenta de que había empezado a sonreír más y era más casual y abierta conmigo, algo estaba cambiando en nuestra relación, era como si pudiera ver al fin el lado desconocido de Amber Liu.
Uno por uno, me lleno de ti
Sonreí cuando vi tu sonrisa deslumbrante y me di cuenta
Caminábamos en silencio por el campus de la prepa después de haber ido a comer, cuando nos encontramos con Sulli y Victoria. Las chicas nos miraron con algo de curiosidad, y Amber se limitó a devolverles un silencioso e inexpresivo atisbo.
–Amber… –empezó Victoria –antes que nada, queremos disculparnos por la manera en la que hablamos antes de ti…
–Krystal tiene razón, no te conocemos lo suficiente y no tenemos derecho a hablar precipitadamente de ti –completó Sulli.
Me sentí muy feliz escuchar hablar a mis amigas de esa manera, parecía que al fin estaban aprendiendo a no juzgar a la gente porque sí.
–¿Aceptas nuestras disculpas más sinceras?
Liu se encogió de hombros.
–Claro, no hay lío.
Inevitablemente sonreí, la chica des complicada era sencilla y nada rencorosa, y eso me encantaba.
Quiero ser todo en ti y a tu lado
Debido a que ya te convertiste en mi todo
Hey chica eres mi todo
Voy a darte todo, brillo sobre ti
Hey chica eres mi todo
Voy a darte todo, sueño contigo.
Una vez estábamos en la clase de Literatura, y repasé con la mirada el asiento de Amber una vez más. No se había presentado en lo que llevábamos del día, y eso no me gustó; ya que, por alguna bizarra razón, sentía la necesidad de verla aunque fuera solo un poco.
De repente, un texto llegó a mi celular, y disimuladamente lo miré sin que el profesor lo notara. ¡Era de ella! Me apresuré a leerlo, y solo decía “Mira por la ventana”. No dudé en hacer lo que pedía, y entonces la pude ver en la primera planta, recostada despreocupadamente sobre una de las columnas de cimientos que allí había. ¿Esperaba acaso que la fuera a encontrar? No estaba segura, pero simplemente le mentí al profesor diciéndole que no me sentía bien y que iría a la enfermería, cuando en realidad, me sentía más que bien ahora que veía la rubia nuevamente.
Yo, escucha, quieres las cosas buenas, te voy a dar todo
Y haré que tu corazón cante dulce como un violín
No hay ningún cuestionamiento, tu sabes que tenemos una cosa
Y con el amor tan verdadero lo que no es un pecado.
Bajé cuidadosamente de no ser vista por nadie hasta la primera planta, y me le acerqué, quien me miró inexpresiva como siempre al verme frente a ella.
–Las clases son aburridas, ¿no es así?
¿Era en serio? ¿Realmente me estaba preguntando eso?
Asentí en silencio con la cabeza.
–Pues bien, ¿Qué te parece si en lugar de entrar a clases, hoy vamos a recorrer la cuidad?
–¿Recorrer la cuidad? –La miré con incredulidad – ¿Hablas en serio?
–Sí, por qué no… –se encogió de hombros.
Me quedé en silencio, intentando meditarlo un poco.
–¿Qué te pasa? ¿No quieres? –Me miró inquisitiva –si no quieres está bien, no te voy a obligar…
–¡No! –La detuve –está bien –moví la cabeza afirmativamente –vamos.
Sonrió ladinamente, y de la nada me tomó de la mano para comenzar a correr como locas hasta una parte apartada del campus desde donde saltamos el muro para salir de la preparatoria a hurtadillas.
Acababa de romper una regla. Había escapado de clases…
Pero Amber Liu lo valía, sin duda lo valía.
Aquel día fuimos a todas partes, al centro comercial, a la hermosa fuente del centro de la cuidad, y al final, incluso a la feria, donde subimos a la montaña rusa, a los carros chocones y también a la rueda de la fortuna, desde donde todo, absolutamente todo se podía ver. Pero en las alturas, incluso lo más grande se veía infinitamente pequeño, como si se tratara de una colonia de hormigas.
–No respondiste mi pregunta, Amber –espeté repentinamente, justo cuando una vez más el silencio se había interpuesto entre nosotras, sin poder ocultar más mi curiosidad.
–¿Qué?
–No me dijiste qué es lo que más te gusta.
–Ah… sí.
–¿Qué es? –Insistí.
–Hmm –se llevó una mano al mentón, con una pose pensativa, miró hacia el firmamento que ahora se levantaba imponente frente a nosotras, ladeó la cabeza y después de pensarlo, me miró – la luna.
–¿La luna? –Repetí, entre incrédula y curiosa.
–La luna es el astro más hermoso de todos, y aunque no tiene luz propia, es perfecta tal y como es, es mi astro favorito porque es diferente a los demás y pase lo que pase, siempre está ahí.
Una pequeña risita se me escapó al escuchar su analogía, era tan linda…
Chica, ¿dónde debemos salir hoy?
¿Sientes lo mismo que yo? Sólo voy a pensar en ti
En verdad, chica, siempre seré la propagación de la felicidad en tus mejillas, nena
–De acuerdo, supongo que después de todo, ambas somos amantes de la astrología –comentó.
Ambas reímos esta vez. Fue entonces cuando caí en cuenta de que ya era de noche, ¡había pasado todo el día con Amber Liu y mis padres me matarían! ¿Qué excusa podría darles?
–Es tarde –me limité a decir, poniéndome de pie justo cuando la rueda se detuvo para dejarnos salir –me tengo que ir…
Llegué a sentir que ella tampoco se había percatado de la hora, porque se mostró tan sorprendida como yo.
–Lo siento, es mi culpa… ¿puedo llevarte a casa?
–No, no es necesario –apuré el paso –gracias por lo de hoy, de verdad me divertí… ¡adiós!
Comencé a correr hasta donde las piernas me daban y finalmente llegué a casa, donde todos me miraron reprobatoriamente.
–¿Quieres explicarnos dónde estabas? –El primero en hablar fue mi padre, quien se notaba más que molesto, y claro, preocupado.
–¡Te estuvimos llamando todo el día! –Continuó mi madre. –Y no estabas ni con Victoria ni con Sulli…
–Te busqué para que regresáramos juntos pero no estabas por ninguna parte –remató Jessica.
–Lo lamento… –Busqué rápidamente una excusa al menos creíble para mi comportamiento –sucede que… Super Junior hizo una repentina firma de autógrafos en el café de la SMENT y quise ir a verlos. Mi celular se descargó en algún momento y olvidé llamarles. –Bajé la mirada –lo siento…
Lo de la batería era cierto.
Todos parecieron relajarse un poco al escucharme.
–Hay muchos peligros en la calle, no es bueno que nades tú sola por ahí –afirmó mi padre.
–No seas desconsiderada y dinos dónde estás –continuó mi hermana.
–Lo siento, no volverá a suceder…
–Afortunadamente estás bien –mi madre me abrazó un poco, y luego nadie más objetó nada.
–Me iré a dormir –rematé, haciendo una reverencia sin atreverme a mirar a ninguno de los tres –buenas noches…
Al llegar hasta mi habitación solté un suspiro de alivio, había salido bien librada esa vez, pero no podía fiarme y seguir así.
Me acosté bajo las mantas de mi cama y entonces leí el nuevo mensaje de texto que Amber me acababa de enviar.
“Lo lamento, Krystal, por mi culpa, probablemente conseguiste un gran regaño. Descansa. Nos veremos mañana.”
Al leer eso, sentí un cosquilleo por todo el cuerpo y mi corazón empezó a latir a toda prisa. El saberla de esa manera me hacía sentir tan maravillosamente… Esa chica mala y peligrosa, esa malvada gáster, esa cosa salvaje… esa chica peligrosa era ahora la causante de mis suspiros, ¿Cómo se metió en mi corazón tan profundamente? No tenía idea, pero me gustaba, y nada más me importaba estando a su lado, donde me sentía completa.
Ella se estaba convirtiendo en mi todo…
Si sólo todo lo que respiraras, escucharas y hablaras fuera sobre mí
Yo creo, yo sueño contigo, estoy pensando en días deslumbrantes
Oh cierro mis ojos, oh te veo
Sé que en este momento tú eres la única
Henry Lau –My everything