CAPÍTULO 8: El error de Krystal
POV’s Krystal
–No puede ser –le dije a Amber, percatándome de la hora –debo estar en casa en 20 minutos.
Me miró algo sobresaltada pero reaccionó en seguida, y ambas nos pusimos de pie rápidamente.
–Sube –señaló su bicicleta –llegaremos a tiempo.
No lo pensé demasiado, y en cuestión de segundos se hallaba conduciendo a toda prisa con dirección a mi casa.
Me di cuenta de que había empezado a temblar, estaba muy nerviosa.
–Cálmate, Krystal –debió notar mi nerviosismo porque intentó tranquilizarme, hablando serenamente –ya verás que llegaremos a tiempo.
–Ajá…
Faltaban cinco minutos para las siete de la noche y aun faltaba un poco antes de llegar a mi casa.
Dios mío, ese tipo con pantalones hasta el pecho
Cuando sale a la pista de baile sus pasos son torpes
Su hablar es muy tímido y tiembla de la ansiedad
Confundido.
Cuatro minutos…
Tres minutos…
Dos minutos…
Llegamos a mi casa, pero aun debía hallar la manera de subir rápidamente antes de que tocaran a mi puerta.
Y claro, como era de esperarse, justo en ese momento mi madre se había parado frente a mi puerta para golpearla, anunciándome que la cena estaba servida.
–Krystal –alcancé a escuchar cómo me llamaba aun estando desde la calle, pues había dejado mi ventana abierta y ella estaba gritando del otro lado de mi puerta – ¡Krystal, hija!
–¡Pss! –Miré la ventana contigua, Jessica se estaba asomando desde su propia habitación –te ayudaré, Kryst.
Sin embargo, mamá seguía llamando a mi puerta persistentemente. Nuestros corazones latieron a toda prisa, ¿Qué debíamos hacer? Necesitábamos una distracción, la que fuera para desviar la atención de mi madre mientras yo trepaba la ventana con ayuda de mi hermana.
Uno, dos, tres…
Y el timbre de nuestra casa sonó.
Seguí en mi tarea de trepar la pared.
Entretanto, mi madre bajó a la primera planta, no sin antes volver a gritar para llamarme, y abrió la puerta de entrada.
–¿Sí? –Dijo en cuanto abrió, observando detalladamente a la persona frente a ella.
–Buenas noches –la rubia hizo una reverencia frente a mi madre –soy Amber Liu, ¿está su hija Krystal en casa?
–¿Krystal? –Repitió mi madre –sí, sí está. –Se alejó un poco de la puerta y miró hacia el interior – ¡Krystal, te buscan! –Volvió a mirar a la chica, como esperando más detalles sobre su persona.
–Estamos en la misma clase –escuché la explicación de Liu.
Para ese momento ya había logrado subir hasta la habitación de mi hermana y salí de allí, fingiendo naturalidad. Bajé las escaleras y sonreí nerviosamente.
Su talento es muy bajo
Con trucos retro súper
Yo podría ser fácilmente encantada.
–Oh, Amber, eres tú –intenté actuar como si realmente me sorprendiera su presencia en mi casa.
–Sí, este… –Y la chica gangsta era también muy buena fingiendo –vengo porque… me gustaría pedirte prestado tu libro de astronomía.
–Ah, claro, sí, lo haré… –asentí con la cabeza, intentando seguirle el juego.
–La cena está lista –intervino mi madre – ¿Por qué no te quedas a cenar? –Le preguntó a Amber.
–Gracias, pero no me gustaría causar molestias…
En ese momento mi padre salió de su estudio, y se quitó las gafas justo cuando vio a la chica en el umbral de nuestra puerta.
–Buenas noches –se apresuró a saludar Liu, haciendo una nueva reverencia.
–Qué tal –contestó mi padre con simpleza – ¿tú eres…? –La instó a completar.
–Amber Liu –se volvió a presentar –vine para que Krystal me preste un libro de astronomía –explicó rápidamente aunque de la misma manera respetuosa.
Quién lo hubiera dicho… la chica gangsta era muy educada y respetuosa.
–Ya veo…
–Pero pasa, pasa –insistió mi madre.
Sin más remedio, la rubia ingresó a nuestra casa y fue conducida por mi madre hasta el comedor.
–Antes de cenar, deben lavarse las manos –increpó mi madre –Krystal, enséñale a tu invitada dónde está el cuarto de baño.
Asentí.
Entonces la guié hasta uno de los baños de la casa.
–Menudo susto el que hemos pasado –exclamó en voz baja, lavándose las manos.
–Lo sé, gracias por la ayuda, Amber –contesté, siguiéndola.
Asintió con la cabeza y al final sonrió.
–La cosa es que parece que la que se ha metido en un lío ahora soy yo.
Apenas y pude preguntarme mentalmente a qué se refería cuando vimos a Jessica parada junto a la puerta.
–¡Amber Liu! –Exclamó –me alegra tenerte en nuestra casa.
–Gracias –se limitó a decir, sin mostrar demasiada emoción como acostumbraba.
Tonto inexpresivo, me gusta su mirada
Inexpresivamente, es la garantía tonta de que nunca será descarriado
Tonto como yo, sin comprender que ha estado fuera de la situación
Demasiado fuera de la situación.
Y entonces llegó el momento de cenar. Como era de esperarse, las preguntas curiosas e inquietas de mis padres no se hicieron esperar. La pobre Amber tuvo que soportar un interrogatorio completo que seguramente se hubiera pasado del límite de no ser porque Jessica y yo estábamos ahí para ayudarle como podíamos.
–Con que fuiste tú la compañera de exposición de mi hija –aseveró mi padre.
–Así es, señor.
–Ya veo…
–¿Vives cerca?
–Algo… –Apenas y dijo.
Preguntas iban, respuestas venían… pobre Amber…
–¿Con quién vives?
–Vivo en un pequeño apartamento con una amiga.
Oh, ¿una amiga? ¿Sería Luna? Había tantas cosas de Amber que yo ignoraba…
–¿Qué hay de tus padres?
–Mi padre vive en el extranjero, señor.
–¿Y tu madre? –Indagó la mía.
–Falleció cuando yo era una niña –noté que su semblante se oscureció al responder.
–Lo lamento –espeté.
–Está bien, he aprendido a vivir con eso… –le restó importancia.
Al final terminó la cena y Amber pudo ser libre al fin de las garras de mis padres.
–Gracias por la cena de hoy, ha sido un placer –declaró Amber antes de salir de mi casa.
–No es nada –contestó mi madre.
–Que tengas una buena noche –espetó mi padre.
–¡Vuelve cuando quieras! –Exclamó Jessica.
Amber asintió con la cabeza y dio media vuelta.
–Espera, Amber –esta vez fue mi madre quien la nombró, ambas la miramos de vuelta – ¿no venías por un libro?
–Cierto… –concordó la rubia –el libro de astronomía…
–Claro, lo traeré enseguida –dije.
Rápidamente subí a mi habitación y busqué uno de mis libros, yo también tenía algunos libros de Ciencias y Química, ¿Dónde estaría el de astronomía? Al final lo encontré, y di un suspiro de alivio.
–Aquí está –dije bajando las escaleras –espero que te sirva –se lo entregué en las manos a Amber y le guiñé el ojo.
–Gracias. Nos veremos mañana, Krystal.
–Adiós, Amber.
La terrorista salió de mi casa, casi que huyendo de allí. Y para no tener que lidiar con las preguntas de mis padres, me apresuré a encerrarme en mi habitación.
Pensé en Amber Liu, y solo en Amber Liu como si definitivamente no pudiera salir de mi cabeza, y tarde me di cuenta de que había cometido el peor error de mi vida al guardar precisamente en aquel libro una pequeña nota que había escrito en alguna clase.
Mirada sin expresión tonta de la cosa que odias
Qué tontería sin comprender siempre tardía
Tonto de mí sin comprender como nunca lo has entendido
No entiendo tu enojo repentino.
BY2 –The fool
La nota era vergonzosa, más que vergonzosa.
Estaba justo en la página en la que se exponía una gran fotografía de la constelación Cassiopeia, mi favorita; y la nota decía así:
“Amber Liu, eres la sexta estrella de esta constelación, una estrella ubicada justo sobre la W. Eres una estrella fugaz, y eres también mi chica gánster.”