Ruinas, era lo que había dejado dentro del corazón de aquel chico. Aún tenía grabados en la piel esos cálidos besos, esa piel, que ahora se le antojaba fria, y sin sentido. En su mente, aquel momento, aquellas palabras pronunciadas por el mayor, quedaron en su memoria, y cada noche la misma escena se repetía.
"En aquella habitación, dos cuerpos descansaban entrelazados, controlando y retomando la respiración que les había faltado, después de haber consumado aquel acto. Siwon miraba al mayor con amor puro y sincero, Heechul... evitaba su mirada, pensativo.
Sin previo aviso, el mayor de ellos se puso en pie, y saliendo de la cama, dejando al menor un tanto confundido.
-Hemos terminado, considera esto- dijo refiriéndose a lo sucedido hace practicamente unos minutos- Una despedida- le miró a los ojos, y deseó que no lo hubiese hecho, Heechul lo observaba con aquella mirada vacía y sin sentido, sonriendo de manera cínica, aquella sonrisa lo dejó helado en su lugar.
-pero...- intentó replicar el menor
-conocí a alguien más- contestó el mayor, no creía que debía darle explicación alguna, pero si no lo hacía, Siwon seguro se lo haría más dificil y Hangeng ya lo esperaba en el aeropuerto, rumbo a su nueva vida, el chico chino había estado enterado todo el tiempo de la situación de Heechul, pero el amor que le profesaba podía más que todo lo demás, así que le había dado la oportunidad de cerrar aquella relación. Hangeng no sabía que la "despedida" consistía en lo que Heechul consideraba una buena ronda de sexo, pero no se tenía por que enterar, a decir de Heechul, eran detalles innecesarios.
Y despues de decir aquello, siguió vistiéndose, dándole la espalda todo el tiempo, y sin decir más, se fue, dejando a un menor en un estado de shock y confusión. No quería sentir como su corazón caía en pedazos irreconocibles, sin nadie que lo ayudara a pegarlos de nuevo en su lugar"
De eso habían pasado varios dias, en los cuales se había aislado, su estado era preocupante, sobre todo para su mejor amigo, Sungmin, quien había observado desde la distancia como Siwon tocaba fondo por alguien que ,para él, nunca había valido la pena y que ahora era la mar de feliz.
La puerta de la habitación se abrió de improviso, dejando ver la figura de Sungmin, a quien no había visto en algun tiempo, no sabía cuanto, pudieron ser dias, semanas, o meses, había dejado de enterarse del tiempo, no tenía sentido para él.
-Es hora de que salgas de aqui- le anunció Sungmin
-no quiero..- dijo Siwon tajante
-No me importa lo que quieras, es hora de que salgas y sigas tu vida- dijo sujetándolo para obligarlo a levantarse, el menor no opuso resistencia -
-Yo... es que no se como...- contestó Siwon con la mirada perdida
-Yo te ayudaré entonces- afirmó Sungmin atrayendolo hacia él, y Siwon sintió por primera vez en mucho tiempo, aquella calidez en su pecho que creía perdida, tal vez había esperanza aún para él.