Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

My Turn To Cry [KAISOO] por Claudiselle

[Reviews - 1]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

Notas del fanfic:

¡Hola! Aquí Claudi reportándose, nuevamente con un Kaisoo. Esta vez no es un oneshot, sino una historia que se divide en varias partes. ¿Cuántas? Pronto lo sabrán. Sin más, espero que disfrutes la primera parte del fic.

JONGIN

¿Confusión? No, nada de eso. Pero sí duda. Un amigo de años y el amor de mi vida. Me presiona el pecho. ¿Qué estoy haciendo? Los quiero a ambos, pero… de manera distinta, y aunque eso sé, me mata no entender a quién quiero más. Taemin llega con un vaso de agua. Me tranquiliza ver su sonrisa. Calmada, segura. ¿Por qué solo tú me brindas lo que más quiero? Sigo esperándolo. ¿Por qué no él?

 

KYUNGSOO

Intento no darles importancia, pero me es imposible. Desvío la mirada y me meto en el camerín. Aunque odio estar encerrado, le echo llave a la puerta. No sé qué me pasa. Él no es nada mío, y aun así debo lidiar con estos sentimientos. Cada vez que los veo juntos se me revuelve el estómago y un nudo se forma en mi garganta. ¿Lo estoy perdiendo? No. No se puede perder algo que nunca fue tuyo. Me siento frente al espejo y observo mi rostro. Estoy demacrado, o al menos así me veo. “Qué deprimente, D.O Kyungsoo”, susurro para mi mismo. No quiero pensar que todo es su culpa. No puedo pensar eso. Respiro profundo y tiro la cabeza para atrás. Siento que mis ojos se humedecen. Forcejeo para no dejar caer una sola lágrima. Alguien toca la puerta, es Chanyeol. Lo dejo pasar, y el verlos nuevamente en poses comprometedoras me cabrea. Me cabrea mucho. Doy un portazo y mi compañero pregunta qué me pasa. Le digo que no me siento bien. No quiero ir al escenario. No quiero mostrar una careta a todas esas personas que esperan por vernos. No quiero salir del camerín, porque sé que si lo hago, estaré obligado a verlos.

 

JONGIN

Sus ojos. Esos ojos que se clavan como espinas. Definitivamente nos ha visto. Trato de pensar que no, hasta que escucho el portazo. Soy un imbécil. “¿¡Qué estás haciendo Kim Jongin!? En verdad, ¿¡qué tienes en la cabeza!? ¡Te lo está diciendo! ¡Créetelo!”, esas palabras resuenan en mi mente, una y otra vez, y aunque quiero, no puedo creerlo. Siento la mano de Taemin. Él entrelaza sus dedos con los míos. Le sonrío, aunque creo que se ha dado cuenta que es una sonrisa llena de tristeza. Me pregunta si estoy bien, y yo asiento, ensayando mi mejor expresión. Lo ha creído. Suspiro. No me escucha, pues el ruido ha desmoronado toda clase de conversación. Es hora de salir al escenario. Vuelvo la mirada hacia su camerín, y me quedo así hasta que me llaman para subir. Bajo la cabeza. No ha salido.   

 

KYUNGSOO

Cuando salgo, él ya está arriba.Ambos están arriba, juntos. Me pongo los audífonos y subo el volúmen al máximo. “So here I am with open arms, hoping you'll see what your love means to me”. Me los saco rápidamente. Ahora todo está en contra mía. Chanyeol se vuelve hacia mí y dice que debo prepararme. No estoy listo, y no creo estarlo. Intento escabullirme por algún lado y escapar, pero él me toma del brazo y me jalonea hasta las escaleras. Entonces, pasa por mi costado. Sin darnos cuenta, cruzamos la vista. Me quedo así, pero él se desvía lo más pronto que puede. Jongin, ¿cuándo empezaste a hacerme esto?

 

JONGIN

Me alejo. Me alejo de todo y de todos. Llego al cuarto de descanso, cierro la puerta y pego un grito. Empiezo a patear todo lo que está a mi alrededor. Necesito sacar toda la ira que llevo dentro. ¿De la mano? Si, estaban de la mano. Y mientras destruyo todo, logro pensar en algo. ¿Por qué no se lo digo? ¿Por qué hasta ahora no le he dicho que lo amo? ¿¡Por qué!?

La furia se desborda. Salgo de mis cabales. Mis ojos gotean, ya no tengo fuerzas para golpear nada más. Me siento en el suelo y apoyo mi espalda en la pared. Intento tranquilizarme, aunque es en vano. “Eres un mocoso, Kai”, digo para mis adentros. Y sinceramente, ya no quiero serlo.

 

KYUNGSOO

El concierto termina. Me despreocupa todo y salgo de allí apenas puedo. No estoy de humor, y creo que eso ha asustado a las fanáticas. Entro al auto, que para mi suerte está vacío. El conductor me pregunta cómo nos fue. No respondo. Sé que si digo una palabra, terminaré hiriendo a todo el que esté a mi lado. El trayecto se hace corto. Sigo inmerso en una nube negra, llena de sentimientos. Estúpidos sentimientos. Entro al departamento lo antes posible y no veo a nadie. Camino, con las luces apagadas, pues no me importa demasiado, y llego a la sala. Una silueta. Esbelta, formada y alta. Enciendo una lámpara, y al verlo me quedo paralizado. No. No puedes ser tú.

 

JONGIN

Las palabras no me salen. Me acerco a él y veo cómo da pasos para atrás. “No te vayas”, le exigo. Quiero hablar con él. Logro estar de frente. Nuevamente veo sus ojos, no de la misma manera que antes. No muestran enojo. Ahora… son más confusos. Intento tocar su brazo, pero él no me deja. Él empieza a hablar. Tranquilo y sereno, pero en esta situación. “...no soy yo el que arruinó todo. Ahora me importas una mierda, Kai”.

Le importas una mierda, Kai.

 

KYUNGSOO

Intento no verlo a los ojos una vez más. Sabía que pronunciar cualquier palabra dañaría al que esté más cerca a mi. Lo sabía. La he cagado. Veo en su rostro una sonrisa de decepción. Una sonrisa que resume la corta frase, “se acabó todo”. Todo, todo, todo. “Kai, yo no…”, no me deja terminar. Su respuesta me destruye. Taladra todos y cada uno de mis órganos. No puedo mantenerme en pie. Mis piernas tiemblan. Puedo notarlo. Lo he matado, y él me ha matado a mi.

“Está bien. Tú tampoco me importas ya”.

 

JONGIN

No es verdad. Nada de eso es verdad. ¿Por qué lo hemos dicho? No quiero aceptarlo, y aun así, salgo del salón y me dirijo a mi habitación sin decir nada más. Estoy más que destruído. Siento que mi corazón se va a salir en cualquier momento. Kyungsoo, ¿en verdad ya no te importo? ¿ni siquiera un poquito?

Suena mi celular. Contesto sin ganas. Es Taemin. Me pregunta si llegué bien, yo no le respondo. Me limito a contestar con otra pregunta. “Tae, ¿tu me quieres?”. Más que a nada en este mundo. Sonrío, no de felicidad. Por qué. Por qué me lo dices tú y no él. Por qué no puedo soportar verte reír con otros. Por qué no puedes ser sincero conmigo, serlo sólo una vez. Vuelvo a la realidad y lo escucho preguntar si estoy bien. Le digo que estoy cansado. Cuelgo, no sin antes decir gracias varias veces. Hundo mi rostro en la almohada e intento pensar en otra cosa; algo que no me recuerde a él. Por alguna razón, siento su aroma. ¿Me estás jodiendo, cerebro? No quiero saber nada de él y ahora lo siento por todas partes. Entonces, logro notarlo.

Es la almohada de Kyungsoo.

Notas finales:

Ojalá hayas disfrutado la primera parte de esta pequeña historia. Nos volveremos a leer en unos días. Recuerda, los comentarios son el alimento del escritor n_n <3


Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).