Eran ya las 5 de la tarde, el día había sido de lo más pesado y fastidioso, todos hablaban de sus planes cursis y melosos de esa tarde, que saldrían al restaurante más caro de la zona o irían a ver la película más romántica de la cartelera.
Y bueno era normal que lo hicieran era 14 de febrero, el famoso día del amor y la amistad, donde todas las parejas salían a relucir su amor con regalos extravagantes y cenas perfectas. Era lo típico de todos los años, siempre se me hizo una fecha cursi e innecesaria, la mayoría de las veces la pasaba por alto o simplemente iba a una pequeña cena con Top.
Nada especial todo igual, pero esta vez me sentía frustrado y no quisiera decirlo pero también decepcionado, este sería nuestro primer catorce de febrero juntos y como novios, y no es que esperara una gran sorpresa de su parte cómo un gran oso, rosas y chocolates, no, simplemente esperaba pasar el día a su lado, entre sus brazos, disfrutando del calor y su dulce contacto de sus labios, pero como dicen, no se puede todo en la vida.
Porque quien iba a pensar que precisamente este día Seungri se enfermería de gripe y temperatura impidiéndole de esta forma asistir al trabajo y como consecuencia dejándome solo.
Así pase el resto de la tarde, hasta las 6:30, tome mi chaqueta y me dispuse a caminar por las calles, observaba la variedad de regalos que colgaban en cada uno de los puestos, adornando de una manera peculiar el grisáceo de la ciudad. Mi mente pérdida entre peluches de casi dos metros y chocolates de mil sabores fue interrumpida por la vibración en mi pantalón, era mi celular anunciando un nuevo mensaje.
"Hola Ji ¿Qué tal tu día?, el mío muy aburrido y triste sin ti, ¿Te gustaría tomar un poco de café con galletas está noche? Te espero en mi departamento. Con amor Seungri <3"
-Hay ese tonto ¿Cómo puede hacerme tan feliz con un simple mensaje? - guarde mi celular y apresure el paso, quería verlo ya, estrecharlo ente mis brazos y decirle cuanto lo había extrañado.
¿Debería comprarle algo? ¿Se reiría de mi por lo cursi que se vería? Pero ¿Y si él está esperando un detalle de mi parte? Sin pensarlo dos veces me acerque al primer puesto, había tantas cosas que no sabía que comprar, era la primera vez que daría este tipo de detalle y me sentía algo nervioso.
La señorita del lugar me ofreció varios obsequios, todos eran hermosos pero les hacía falta algo para mi gusto, así pasaron 20 minutos y yo no me decidía, comenzaba a desesperarme.
-¿Aún no se decide por uno joven? - Preguntó la chica.
-No, es bastante complicado elegir uno - solté con resignación
-¿Qué le gusta a su pareja? -
-¿Qué le gusta? am pues muchas cosas- en realidad no sabía exactamente qué le gustaba a Ri, lo único que había escuchado que le gustara era yo, pero yo no podía ser su regalo... ¿O sí? -Por dios Ji Yong ¿en que éstas pensando?
-¿Disculpe joven dijo algo?-
-No nada y creo que le gusta de todo - dije con una mueca y encogiendo los hombros.
-Mmm ¡Ya se! ¿Le gustan los pandas? - Preguntó ella con una gran sonrisa.
-Supongo que sí - no estaba muy seguro de ello.
-Perfecto, entonces esto le agradará - dijo saliendo del local, tras algunos segundos regreso con un adorable panda de peluche de más o menos 30 cm de altura con un ramo de rosas blancas entre sus pequeñas manos. Era verdaderamente adorable, me recordó mucho a Seungri que sin dudarlo lo compre en seguida.
Cuando por fin llegue a su departamento, y antes de tocar el timbre, me sentí un poco abochornado, imaginé como me vería en ese momento, parado frente a su puerta con un panda de peluche, las mejillas sonrojadas y el corazón a mil por hora. De seguro parecería un tonto, así que respire profundo me tranquilice un poco y toque el timbre.
Nadie contestó, volví a tocar pero nada, tome la perilla y note que la puerta estaba abierta.
-¿Seungri estás aquí? - Pregunté asomando la cabeza.
Sin embargo todo el departamento se encontraba a obscuras ¿Acaso no estaba en casa?, pero si fuera así, la puerta no estaría abierta y no me hubiera pedido que viniera.
Todo eso me parecía bastante extraño, así que entre al departamento, trate de encender la luz pero esta no funcionaba, con dificultad encontré la sala chocando con algunos muebles que estaban de paso.
-Seungri si estás aquí dímelo, esto no es divertido - proteste dejando el peluche en algún lado.
Nadie respondió, pero la luz se hizo presente, pude observar que me encontraba a media sala, estaba vacía sin huella de Seungri por ningún lado, mire alrededor todo se encontraba en orden, sobre un pequeña mesa a lejos pude divisar un nota. Todo eso me resultaba cada vez más extraño.
"Cupón válido por un beso en la frente a y una prenda menos" leía de aquel papel ¿Qué se suponía que significaba eso?
La luz volvió a desaparecer, me asuste un poco hasta que escuché la dulce voz de Seungri de lo que probablemente era la cocina -Ji ¡Estoy aquí, vamos encuéntrame! -
-¿Seungri que se supone qué estás haciendo? - no obtuve respuesta.
Con dificultad camine entre los sillones hasta topar con pared la cual daba directo a la entrada de la cocina.
-Hey Seungri ¿Estás aquí? -
-Si Ji solo llega hasta mi - dijo con tono sensual y delicado.
-No sé a qué estás jugando Ri, pero creo que me agrada - dije no muy seguro si hablaba en la dirección correcta. Con mis manos tocaba cada mueble para poder identificar en que parte estaba, pero aún no lo encontraba. -Ri háblame de nuevo que no te encuentro -
-Por aquí, ya estas cerca - lo escuche a unos cuantos centímetros de mí. Seguí la barra hasta toparme con sus piernas, al parecer se encontraba sobre el lavabo.
-Vaya Seungri ¿Qué haces aquí arriba? - Dije divertido.
-Es que te tardaste mucho Ji así que me canse y me senté - su voz sonaba tierna y dulce. -¿Y bien traes tu cupón? -
-¿Te refieres a la nota sobre el buro?, si aquí la tengo - la saque de mi bolsillo y se la entregue.
-Bien has venido al lugar indicado para canjearlo - soltó con mucha emoción.
-¿Canjearlo? -
-Si Ji con este cupón tienes derecho a besarme en la frente y a pedir que me quite la prenda que quieras - ¿Estaba hablando enserio?
-Ok Ri, veo que ya no te sientes tan mal como decías, pero jugare tu juego- lo tome de la cintura y comencé a subir su suéter con delicadeza -Comenzaré con esto - dije con un susurro tras pasar por su oído, lo sentí estremecerse, para después terminar posando mis labios en su pequeña frente.
-B-buena elección Ji - lo escuche titubear, se zafo de mis brazos y saltó de la barra -Es hora de continuar el juego - desapareció.
La luz regreso de nuevo, esta vez una nueva nota yacía sobre el servilletero.
"Cupón válido por un beso en la mejilla y una prenda menos”
Salí como pude de la cocina, no sabía a donde me dirigía, así que volví a preguntar.
-¿Seungri doooónde estás? -
-Por aquí Ji - su voz está vez se escuchaba desde el baño principal.
-Seungri, sabes que un baño no es tan romántico como parece - dije con una ligera risa.
-Vamos Gd no me hagas esperar - dios como amaba que me hablará de esa forma, se comportaba como todo un niño y eso me volvía loco.
Recorrí el baño con sumo cuidado, no tarde mucho en encontrarlo, estaba sentado sobre el retrete con las piernas cruzadas.
-¿Aquí es donde se cambian los cupones? - Pregunté divertido
-Efectivamente joven ¿trae usted su cupón? -
-Sí, es éste - me recargue sobre el la tapa del baño, rodeándolo con mi cuerpo. -Y bien ¿Qué debería quitarte está vez?- soné con una sensualidad que ni yo conocía.
-L-lo que usted guste joven- no podía verlo, pero sabía que sus mejillas rojizas estarían.
-Bien, entonces continuemos con esto - decidí dejar su torso al descubierto, así que saque su playera lentamente disfrutando con cada roce su suave piel, lo escuche quejarse impulsando repentinamente su cuerpo hacia mí. -Así que quieres más contacto eh- dije soltando mi respiración sobre su cuello y lo lamí provocándole un leve gemido.
-N-no Ji, no puedes hacer eso...aún no, solo puedes besar mi mejilla, recuerda - su aliento se estrellaba contra mi oído, comenzándome a llevar a la locura.
-Bien Ri- tome su rostro entre mis manos y deposite más que un beso en la comisura de sus belfos. No tardó mucho en volver a dejarme solo en la habitación. Por dios cada vez me provocaba más y el simplemente salía huyendo.
La luz se hizo presente, está vez la nota se encontraba sobre el taburete de la toallas.
"válido por un beso en los labios y una prenda menos”
Me apresure a salir del baño antes de que perdiera la visión, una vez fuera todo volvió a ser obscuro.
-Pequeño Ri ¿Dónde te encuentras ahora? - me encontraba emocionado y feliz que las palabras sonoras salían solas de mi boca.
-Por aquí - lo escuche susurrar.
-Vamos Ri, habla más fuerte que no te encuentro - al no obtener respuesta comencé a caminar entre las penumbras, chocando con todo tipo de objetos, hasta terminar golpeando me la espinilla contra el sillón, el impulso provocó que cayera sobre el aparentemente cuerpo yacido en el sofá de Seungri.
-Así que aquí estabas travieso panda-
-¿OH Ji te encuentras bien?- dijo con preocupación.
-Shh no digas nada - cubrí con uno de mis dedos sus labios. -Y bien ¿me preguntó qué debería quitarte ahora?- Con la otra mano recorrí cada parte de su pecho con mis yemas, su cuello, sus lindos pezones, su ombligo, hasta situarla en el broche de su pantalón.
Note como su cuerpo reaccionaba con cada toque, soltaba leves gemidos sobre mi piel atrapando entre sus labios mi dedo.
Desabroche el botón y baje su cierre, el bulto entre sus pantalones ya comenzaba a sentirse. -Pero miren que acabo de encontrar aquí abajo - roce su miembro con delicadeza provocando un espasmo en mi parte baja, sentí doler mi dedo, Seungri lo había mordido.
-Eso no se hace Ri, ahora tendrás que pagar las consecuencias - dije maliciosamente reincorporándome sobre él.
-P-por favor no me castigue arduamente joven amo... Todavía no he sido un chico malo- dijo con tono provocativo.
-Eso lo decidido yo- sin esperar respuesta, me apodere de sus labios, nuestras lenguas danzaban de manera sincronizada permitiéndonos explorar más a fondo la cavidad del otro. Nuestras respiraciones se agitaban y el beso se intensificaba, aproveche el momento y me deshice de su pantalón, roce sus piernas y regrese a su miembro ya despierto.
Quería sentirlo más, así que intente quitarle ese bóxer que aún estorbaba, pero él me interrumpió.
-Ji, n-no aún no- soltó con dificultad sobre mis labios y con una manera torpe y precipitada, salió corriendo de entre mis brazos.
-Por dios Ri no me puedes dejar así, tengo un gran problema - me queje levantándome del sillón.
Cuando mi vista regreso tras algunos minutos pude observar un camino de pétalos que llevaban directo a su habitación. ¿En qué momento, había hecho todo eso? No lo sabía pero era sorprendente.
Con el corazón a mil por hora me dirigí hasta la recamara, rogaba por que no apagará las luces de nuevo, quería verlo en aquellas prendas en las que lo había dejado, tan apetecible, tan sexi, tan adorable.
Cuando llegué sobre la puerta se encontraba colgada una última nota.
"Último cupón vale por una noche completa con Seungri "
Los latidos se intensificaron y mi rubor aumento, si no me equivocaba esa nota era mi pase a la gloria. Toque insistentemente sin respuesta alguna, me introduje a la habitación, pude notar una fragancia a canela, el cuarto se encontraba adornado con telas y rosas rojas.
Era un ambiente muy provocativo pues la música que lo acompañaba le daba un toque sensual a la escena. Me senté sobre la cama, mire un poco el panorama mientras desabrochaba la camisa que llevaba puesta, hacia bastante calor en ese lugar.
-Ri ¿Estás aquí? - Pregunté dejando caer mi cuerpo sobre el colchón.
-Si Ji, aquí estoy - dijo saliendo del baño, traía puesta únicamente una toalla alrededor de la cintura, gotas de agua recorrían su pecho, bajando sigilosamente y perdiéndose en la entrada de esta. Su cabello alborotado y las mejillas hinchadas lucían tan atractivas.
-Por dios Seungri, eres realmente sexi - solté para mis adentros.
Trate de levantarme, pero él me lo impidió, dejándome recargado sobre mis antebrazos.
Subió sobre mi dejando caer su cadera sobre mi parte sensible, se reacomodo aumentando la fricción entre mi pene y su trasero.
Algunos gemidos escaparon de mi boca, pero fueron atrapados por sus deliciosos labios, que sin pedir permiso se apoderaron de los míos. Y una nueva batalla dio comienzo, nuestras bocas encajaban a la perfección y nuestras lenguas se reconocían con un placer sublime que me hacía estremecer.
Por varios segundos deje que dominará el beso, pero era mi turno de demostrarle que yo también sabía cómo hacerlo.
Lo tome del cabello entrelazando mis dedos entre sus hebras e intensifique el beso. Nuestras respiraciones agitadas no fueron impedimento para continuar, me gire dejándolo caer sobre la cama, lo escuche quejarse, pero lo silencie con un nuevo beso.
-Tu cupón decía "una noche entera con Seungri " así que Ri está noche serás completamente mío- y sin dudarlo dos veces arrebate la toalla de la cintura, dejándolo completamente desnudo a mi merced.
Mire como el color de sus mejillas aumentaba, se mordió el labio de una manera tan sensual al tiempo en que rosaba con una de sus rodillas mi miembro.
-Está bien joven Ji solo tráteme con cuidado - dijo con este tono que tanto me alteraba.
No espere más, no podía, tome una vez más sus labios para así pasar a su cuello y luego a su pecho, le di atención especial a sus botones rozas, poniéndolos duros y rojizos, con cada beso sobre su piel, Seungri me regalaba la mejor música que mis oídos podían escuchar, sus dulces gemidos se impregnaban en mis tímpanos pidiendo más.
Baje hasta sus piernas las tome suavemente y repartí besos rojizos en cada una de ellas, subiendo poco a poco por sus pantorrillas, sus muslos y por fin su exquisito miembro.
Besé cada parte de él, el líquido que comenzaba a salir le daba un toque exquisito a su piel, pero no quería conformarse solo con eso, tome su pene y estaba apuntó de introducirlo a mi boca, cuando repentinamente el me detuvo.
--N-no quiero venirme si tu aún no recibes atención - dijo entrecortado por la respiración.
-Ok que propones - lo mire divertido.
-Esto - se abalanzó sobre mí, besando con desesperación cada parte de mi cuerpo, la ropa le fue estorbando y en cuestión de segundos ya me tenía como dios me trajo al mundo.
Después de eso se colocó entre mis piernas y comenzó un movimiento horizontal entre su mano y mi miembro. La sensación que me provoca ese roce me llevaba al paraíso, se sentía tan bien, que controlar los gemidos era imposible.
Cuando sentía que me correría, lo detuve, le susurre que era su turno. El solo asintió y se acomodó nuevamente entre las sabanas. Sin necesidad de avisar introduje su pene en mi boca y de la misma forma en que su mano se movía sobre el mío, comencé con los movimientos, el líquido pre seminal se hizo presente de nuevo dándole un sabor único a esas penetraciones bucales. Después de algunos minutos me informó que estaba apuntó de correrse, así que intensifique los movimientos logrando que soltara su exquisita esencia sobre mi boca.
-Seungri sabes tan bien - dije lamiendo mis labios retirando los residuos de semen.
Me miró por algunos segundos con una expresión indescriptible para después abalanzarse sobre mí.
-Métemelo ya Ji- dijo mordiendo el lóbulo de mi oreja, se hincó entre mis piernas y rodeo con sus brazos mi cuello. -Ya no resisto - dejo caer su aliento sobre mi cuello y escondió su rostro en esté.
- Si así lo decides Ri, no tengo por qué hacerte esperar - tome su trasero entre mis manos y con uno de mis dedos comencé a penetrarlo lentamente, el movimiento de su cadera hacia más fácil el trabajo de dilatación.
Dos, tres dedos y él ya estaba listo. -Bien mi querido Ri, ahora estás listo para penetrarte - me miró confundido, pero con mi mano le indique que el debería hacerlo solo.
Se reacomodo sobre mi cintura y con sus delicadas manos tomó mi pene dio un gran respiro y se lo metió por completo.
Gemimos al unísono, tras aquella unión, él era verdaderamente estrecho, compactaba mi pene entre sus pequeñas paredes provocándome un tremendo placer sin ni siquiera moverme.
Así estuvimos alrededor de dos minutos, hasta que sentí como poco a poco movía la cadera, las estocadas fueron incrementando de velocidad y fuerza en cada segundo, trataba de sentirlo más a fondo levantando mi vientre cada que bajaba.
Los gritos de placer se esparcían por toda la casa, y quien sabe tal vez hasta en la cuadra, de alguna u otra forma los vecinos nunca olvidarán nuestros nombres.
Estaba a punto de llegar hasta el clímax, pero no quería hacerlo solo, tome su miembro ya chorreante y comencé a masturbarlo al ritmo de las estocadas, faltaba poco, algunos movimientos más y los dos tocábamos el cielo.
Caímos rendidos y sin aliento sobre la cama lo mire con ternura, sonreímos cómplices de lo que seguía pues ambos sabíamos que eso tan solo era el principio de una noche larga.
-Ji Te amo, este fue el mejor san Valentín que he tenido en mi vida - dijo el recostándose sobre mi pecho.
-Igual el mío Seungri, gracias por hacer este día tan especial, yo también te amo - acaricie su rostro y le regale mi mejor sonrisa.
-No es nada Gd, este día no hubiera sido tan especial sin tu presencia, gracias por ser mi novio, ese es el mejor regaló que pude recibir este año - ¿Regalo? Es cierto yo también tenía un regalo para él.
Me levante de la cama de manera precipitada y salí en busca de aquel panda que había comprado.
-¿Dónde está, seguro que lo puse por aquí? - buscaba por la entrada principal.
-¿Qué sucede Ji, buscas algo? - Preguntó Seungri saliendo de la habitación envuelto en una sábana.
-Estoy seguro que debe estar por aquí....¡Lo encontré! - exclamé con felicidad.
-¿Es un panda? - Soltó con confusión.
-Sí y es para ti- me acerque a él y se lo entregue -Sé que no es la gran cosa, como tu increíble sorpresa pero yo...- y antes de que pudiera continuar se abalanzó sobre mí, provocando que cayéramos al piso.
-Gracias Ji, esto, esto es lo más hermoso que he recibido, muchas gracias - decía repartiendo besos sobre todo mi rostro, pude notar la cristalización que se había formado en sus ojos, no quería que llorara.
Lo bese de una forma especial, no era un beso apasionado, era un beso lleno de sentimientos.
-No es nada mi querido Ri, yo te doy las gracias a ti por estar a mi lado una vez más, ofreciéndome ese amor incondicional que sólo tú sabes dar - besé su frente y lo acurruque sobre mis pecho -Te amo con todo mi corazón, por favor no te alejes de mi- y tras esa frase quede rendido ante los brazos de Morfeo.
Sin duda alguna este día jamás lo olvidaría.