Entre al salón y me dirigí a mi asiento, al igual que en el autobús me gustaba sentarme al final y aun costado de la ventana, me dispuse a sacar mis libros, entonces me percate que el profesor ya había llegado pero ni Daesung ni Taeyang se encontraban ahí.- Al parecer este año tendré que estar solo en clases.- me dije suspirando, las clases eran pesadas y las serian aún más sin ellos como distracción. Decidí dejar de quejarme y comenzar sin más con las horribles ecuaciones que de la nada ya estaban escritas en el pizarrón.
Así transcurrieron 4 largas horas de puras matemáticas, mi cabeza estaba a punto de estallar, si continuaba así terminaría escribiendo algo como 4X4= al feo peinado que lleva mi compañera de enfrente. Vaya sí que era horrible y estaba a punto de decírselo cuando sonó la campana. –Te salvaste esta vez Chaerin.- dije susurrando mientras tomaba el periódico y mi cartera. Me dirigí al comedor compre una torta y un refresco, me dedique a buscar el lugar más lejano de todos, quería concéntrame en la búsqueda de mi nuevo empleo. Al final del comedor había una mesa estaba vacía, así que me dirigí hacia ella, me senté y abrí el periódico en la sección de trabajos. Habían bastantes, todos diferentes y con muy buen sueldo. Asistente de dentista, cajero, mesero, estilista, ayudante de cocina, niñero, secretario. – Esto es demasiado.- me dije mientras comenzaba a frustrarme, eran demasiados así que decidí escoger al azar, tome mi celular y marque el número.
Uno, dos, tres timbres y contestaron. – Buenas tardes, dentista la mejor sonrisa, ¿En qué puedo ayudarle?- respondió una chica. - Buenas tardes, disculpe hablo sobre el trabajo de ayudante, ¿Puede darme información al respecto?- dije lo más seguro, no quería que eso arruinara mi oportunidad. – Oh si claro, permítame un momento.- dijo la chica al parecer dejando el teléfono sobre la mesa. –Muy bien, joven dígame ¿Cuántos años tiene? ¿Cómo se llama? ¿Estudia? ¿Dónde vive? ¿Es padre de familia? ¿Le urge el empleo? ¿Tiene experiencia? – pero que rayos por que tantas preguntas. – Mmm veamos tengo 18, mi nombre es Lee Seung Hyun, si estudio, am ¿Qué más era?, a sí, me urge el empleo y no, no tengo experiencia.- respondí dudando un poco si eran todas las preguntas. – Muy bien joven al parecer cumple con la mayoría de requisitos.- dijo sin terminar porque yo la interrumpí. - Excelente, entonces ¿cuándo puedo ir para firmar?- dije muy entusiasmado. – Nunca.- ¿Qué? Escuche bien ¿dijo nunca? – Pppero ¿Por qué?- dije tartamudeando. - Es lo que quería decirle joven, lo que pasa es que usted no cuenta con experiencia, lo sentimos.- dijo sin preocupación. – Yo puedo aprender, no hace falta la práctica, tan solo con ver que tengo que hacer y en menos de una semana lo realizo sin dificultad, por favor acépteme.- le decía con tono de súplica pero al parecer no funciono. – Lo siento mucho.- y colgó. Que exigente era esa señorita, pero no me importo y seguí intentando.
– Ahhhhhh que frustración!!!!.- grite levantándome de la silla y aventando la pluma a quien sabe dónde. –Oye, cuidado casi me sacas un ojo con esa pluma.- dijo Daesung observándome estupefacto - Lo siento Dae, mi intención no era lastimarte, simplemente yo.- no pude terminar la frase porque él me interrumpió. – Estas enojado, lose se te nota en la cara.- se agacho y me devolvió mi pluma.
– Estoy estresado, llevo más de 20 minutos tratando de conseguir trabajo y nada, todos me dicen lo mismo ¿Cuenta con experiencia?, experiencia, experiencia, ¿Quién demonios nace con experiencia? ¡Nadie Dae, nadie!, pero ellos simplemente no lo entienden, ah creo que me volveré loco.- Le decía mientras caminaba de un lado a otro. – Tranquilízate Seungri, es obvio que te pedirán experiencia, no pueden contratar a alguien sin ella, es arriesgado. Además eso te pasa por no haber trabajado anteriormente, sí eso. – lo fulmine con la mirada y se calló al instante. – Ok, ok ya entendí, no diré nada, haber te ayudare a buscar.- tomo el periódico entre sus manos y comenzó a leerlo, yo simplemente tome asiento.
-¿Qué hacen chicos?- pregunto Taeyang saliendo de la nada. – Estamos consiguiendo trabajo, pero al parecer todos piden experiencia y am tú sabes Seungri.- lo mire de nuevo con enfado. –¡Oh, ya veo!- exclamo Tae. - Entonces los ayudare.- Taeyang se sentó a lado de Daesung y comenzaron a leer juntos, yo simplemente me cruce de brazos y me dispuse a ver a los estudiantes que caminaban afuera del comedor. - ¿Qué tal barrendero? , me imagino que sabes barrer, verdad Seungri.- dijo Taeyang mientras sonreía sínicamente. –No se puedes preguntárselo a mi puño, tal vez y él te responda amablemente.- dije señalando mi mano con el puño cerrado. – Pero que genio amigo, yo simplemente hacia una sugerencia.- dijo regresando su vista al periódico. – Vaya, esto si es difícil, creo que no encontraremos nada.- dijo Daesung estirando su brazo. – ¿Seguro que no quieres ser barrendero?- pregunto un poco dudoso. -A estas alturas cualquier trabajo estaría bien para mi.- le respondía dejando caer mi cabeza hacia el respaldo de la silla. – No te preocupes nosotros te conseguiremos un buen trabajo.- dijo Tae mientras se disponía a seguir leyendo, pero el sonido de su celular lo detuvo. – Discúlpenme un momento chicos, ahora vuelvo.- y se levantó para ir a contestar su llamada. –Daesung, sabes que, ya no quiero seguir buscando, estoy decidido a pedir el empleo de barrendero.- le dije a un sorprendido Daesung que me miraba con incredulidad. –Pero Seungri, ¿Qué estás diciendo?, tu no estas hecho para ser barrendero, para, solo estas delirando.- dijo tratando de hacerme caer en razón. – Y eso que importa Dae, no es un trabajo de por vida, solo es para experimentar algo nuevo, salir de mi rutina diaria, es para hacerme más independiente.- Daesung seguía dudando. – Ok Seungri, si estás seguro adelante, te apoyo.- tomo su celular y comenzó a marcar el número. - ¿Seguro? Aun puedes retractarte.- .- No, ya hazlo.- le dije, estaba a punto de pulsar el botón de marcar, cuando Taeyang llego gritando. -¡Seungri , Seungri, ya tengo el trabajo perfecto para ti.- nos sobresaltó de sobre manera, provocando que Dae casi callera de la silla. - ¿Qué estás diciendo Taeyang?- le pregunte algo intrigado. – Pues eso que escuchas, ya te conseguí empleo.- dijo alegremente mientras me abrazaba. - ¿Cómo? ¿Nada de experiencia ni esas cosas?.- le dije todavía incrédulo de sus palabras. –No nada de eso, es un trabajo perfecto para ti, ya que con ese mal genio que te cargas se te hará pan comido, es un poco retirado de aquí, pero no se te hará largo el camino.- Taeyang seguía hablando, pero yo ya no lo escuchaba me había perdido en el momento en el que dijo ¡Ya te conseguí empleo!, wow Taeyang era tan increíble cuando se lo proponía.- ¡Gracias Tae, gracias,!- me levante del asiento y lo abrace lo más fuerte que pude. –no sabes cuánto te agradezco, ah Tae siento que te amo.- comencé a danzar alrededor de la mesa, estaba muy emocionado. – Oye Seungri, ¿acaso me estabas prestando atención?- me pregunto Taeyang arqueando una ceja. – Ah sí, sí, claro que te estaba prestando atención, como crees que no.- La verdad es que no le había puesto ni la más mínima atención a sus palabras, pero no podía decírselo, además no creo que dijera algo importante. – Ok, entonces no te importa la obscuridad, me parece perfecto, deja llamarle a mi amigo para confirmarle.- ¿Qué había dicho? ¿Obscuridad? ¿Qué demonios, donde me había conseguido el trabajo? – Oye, Taeyang espera.- trate de preguntarle, pero él ya se había ido. – Wow Ri que valiente de tu parte, a mí no me gusta entrar a esos lugares, me dan miedo, por lo tanto nunca trabajaría en uno de ellos, pero tú, sí que eres sorprenderte, ahora te admiro más.- Daesung dijo muy asombrado, haciendo me recordar que el aun seguía ahí y podía preguntarle qué clase de trabajo acababa de aceptar. – Oye Dae, me puedes decir ¿Qué clase de trabajo acepte?- me acerque implorando que me dijera. –Hay Seungri, no me digas que de verdad no le estabas poniendo atención a Tae.- me dijo negando con la cabeza. – Pues, este digamos que, sus palabras no llegaron a mi cerebro se perdieron en el trayecto.- le dije rascándome la cabeza. – Ah tú en verdad que nunca cambias, pues veras tu aceptaste trabajar en.- y antes de que pudiera decirme el timbre sonó indicando que las clases habían iniciado. – Lo siento Seungri, tendrás que esperar hasta la salida, nos vemos. – me sonrió maliciosamente y se marchó, dejándome ahí parado con la intriga más grande de mi vida.