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El encuentro del amor en un lugar inesperado por Queshy

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Notas del capitulo:

Hola, hasta me da pena decir algo, soy un total fracaso lose, miren que eso de actualizar un año despues no es para nada responsable, no tratare de excusarme, solo se me fue toda la inspiracion sobre este fic, pero bueno es mejor tarde que nunca ¿no es asi?

muchas gracias a todos por la espera, espero les agrade este nuevo capitulo y una vez mas lo siento.

Pov Seungri

Pasaban  de las 10 de la noche y aún seguía sin rumbo alguno, vagando  por las calles que en algún momento de mi vida fueron mi hogar. No sabía que tanto había  cambiado este lugar  en los últimos trece años.

Todo lucía y se sentía diferente, las calles, las casas, incluso lo árboles no eran los mismos.

Camine alrededor de veinte minutos más, hasta que mi cuerpo pidió un merecido descanso tras  una larga jornada de caminata improvisada.

Me sente en un pequeña banca que se encontraba en lo que podría haber sido un parque con anterioridad, lucia viejo, desgastado y solo, se notaba que hacia bastante tiempo que dejaron de darle mantenimiento y quizá esa era la razón del porque  ya nadie lo visitaba.

Tras algunos minutos de mirar el lugar, mi pecho se oprimió  por la ola de recuerdos que comenzaron a llenar mi mente,  no se trataba de un simple parque abandonado, era nuestro lugar preferido  de Gd y mío cuando éramos niños.

 Tardes enteras de momentos felices a su lado se plasmaban en mis ojos, reviviéndolos con detalle y cuidado.

Nada extravagante, nada de otro mundo,  nuestro amor era simple y puro como el alma de dos niños. 

Sin darme cuenta mi rostro se encontraba bañado en lágrimas con miles de preguntas inundando mi llanto.

¿Por qué no podía seguir amándolo con libertad?

¿Por qué necesitaba elegir entre mi  familia y Ji Yong?

¿Por qué no todo volvía hacer igual como hace trece años,  donde lo no único que importaba era él y su felicidad?

Pero pensándolo bien, sí podía regresar a esos tiempos donde no necesitaba de nada mas, no requería permisos ni aceptaciones, porque lo único que necesitaba para ser feliz era él.

Hasta ese momento no me había detenido a pensar en todo lo que sucedió esta tarde, tenía miedo, temía  atormentarme con ideas culpables que hicieran que me arrepintiera de mi decisión precipitada y nada meditada que le di a mis padres.

No quería hacerlo, no estaba arrepentido, pero me dolía el hecho de perderlos,  la manera tan insensible y cruel con la que me orillaron a decidir entre ellos y Ji me habia lastimado.

Acaso su amor por mí era tan mísero que no les importó sacarme de su vida al  no escoger permanecer a su lado.

Quizá y así era y eso me entristecía demasiado, quería regresar a su lado y decirles que yo en verdad los amaba, pero la decisión estaba  tomada y  no había marcha atrás.

Al final era la decisión correcta, ¿no es así? Ji me amaba y yo a él, entonces no existía problema alguno por haber escogido mi vida a su lado y no con ellos.

Después de algunos minutos de pensar en lo diferente que sería mi vida a partir de ahora, me levante decidido a regresar a mi hogar, más que nunca necesitaba ver a Gd, contarle lo sucedido, aún no estaba seguro si era prudente decirle la razón del porque no me querían a su lado, pero era indispensable hacerle saber que sobre mi propia familia lo había elegido a él.

-Y bien, ¿Cómo se regresaba a la estación?- me pregunté mirando cada extremo de la solitaria calle. En realidad no tenía idea, me dispuse a llamar a un taxi, sería más conveniente que viajar solo a altas horas de la noche. 

Marque el número que tenía registrado en mi agenda, rogaba porque aun siguiera siendo el mismo,  espere impaciente pero no logre realizar llamada alguna, mi celular se habia quedado sin crédito.

¿Qué se suponía que debía hacer ahora? , lo más lógico era encontrar un lugar habitado y quizás comer algo antes de partir; comencé la marcha hacia la dirección que creí conveniente, no tarde más de media hora en encontrar la estación y un pequeño establecimiento de comida corrida a un costado de esta.

Agradecí mucho mi suerte puesto que era exactamente lo que necesitaba, sin pensarlo dos veces entre a la pequeña fonda.

-Buenas noches, ¿disculpe aún tiene servicio?- pregunte a la señora que se encontraba cocinando algo que a mi parecer olía demasiado bien.

-Claro joven adelante, llego en el momento preciso- sonrió de manera gentil.

-¡Que alivio!, creí que ya no encontraría servicio a estas horas.

-Quizá si no nos encontráramos cerca de la estación probablemente y tuviera razón, pero es esta la hora precisa en la que los conductores y  personas de mantenimiento vienen a comer, es por eso que le digo que llego en el momento preciso.

-Vaya, eso sí que es genial,  debe estar muy ocupada a estas horas- continúe por varios minutos platicando con Ángela la señora del establecimiento, quien muy amable me ofreció una taza de café mientras esperaba  a sus clientes nocturnos.

-¿Pedirás lo mismo que ellos, o quieres que te prepare algo en especial?- pregunto ella cuando termino de servirle a todos.

-Creo que pediré lo mismo, huele demasiado bien, ¿Qué es?

-Es pozole hijo, se me hace muy raro que no lo conozcas.

-Disculpe nunca antes lo había probado, llegue a escucharlo pero solo eso- la mire apenado.

-No te preocupes que hoy mismo lo conocerás.

La siguiente hora y media me la pase realmente bien, mientras disfrutaba de ese delicioso platillo, conversaba con algunos de los trabajadores de la estación y su experiencia manejando en la noche. Todos eran muy amables, me trataron como si fuéramos conocidos de toda la vida incluso me ofrecieron trabajo en la estación. Lo cual rechace con gentileza, explicando que debía regresar a casa y que solo estaba de visita.

Al terminar todos de comer, agradecieron a Ángela, pagaron su cuenta y se marcharon, dejando bastante tirado su pequeño local.

-Puedo ayudarle a recoger señora Ángela, por mí no hay problema alguno- me ofrecí.

-No te preocupes, yo puedo sola con esto, diario lo hago, además ya pronto saldrá el último autobús a la ciudad, no puedes perderlo- me guiño el ojo y me indico la salida.

-Espere aún no he pagado mi cuenta, ¿Cuánto le debo?

-Pues el café va por cuenta de la casa, y del pozole solo serían treinta pesos por favor- sonrió mientras levantaba algunos platos.

-Muchas gracias, espero tener cambio, no quisiera causarle problemas- saque mi cartera de la bolsa trasera y  fue grande mi sorpresa al darme cuenta que no traía ni un solo peso. Busque con prisa en mis bolsillos pero nada. ¿Por qué no traía dinero?, ¿Cómo era posible que me pasara esto?

No entendía yo siempre salía con dinero, pero esta vez no lo hice, ¿Por qué?

Y entonces recordé la razón, había gastado todo mi dinero  en herramientas para el jardín con la segura confianza de que el regreso lo pagarían mis padres, pero no contaba con aquel percance y ahora estaba solo, a mita de la noche, en una fonda donde debía la comida y no tenía para mi regreso.

-¿Sucede algo hijo?- pregunto con preocupación en su rostro.

-Perdóneme por favor, fue un descuido mío, no lo hice a propósito para comer gratis, yo…

-No traes dinero ¿verdad?- me interrumpió Ángela  sin preocupación

-Discúlpeme por favor, me quedare a lavar todos los trastes y quehaceres que compensen el plato que comí.

-Vamos no es para tanto solo son treinta pesos, puedes ayudarme solo con los platos.

- Si, si hare lo que usted diga- dije con mucha pena, era la primera vez que me sucedía algo así y agradecía  eternamente que Ángela fuera tan amable y no me reprendiera.

-Pero ¿Cómo le harás para regresar a tu casa?- su voz sonó una vez más preocupada

-Yo…no lose – solté en un susurro.

Era cierto, había pensado ya en el problema que sería regresar, pero nunca en la solución, ¿de dónde sacaría dinero?

-Puedes trabajar algunos días en la fonda, te pagare muy bien que no solo te bastara para el regreso y el trabajo no es pesado- sugirio la señora Ángela, resolviéndome la vida una vez más.

-Muchas gracias, pero no puedo quedarme más tiempo, no tengo donde hospedarme.

-¿De verdad?, pensé que habías venido a visitar a tus familiares, podrías darles la noticia de que te quedaras más tiempo.

-Yo n-no puedo hacer eso- mi semblante cambio a uno de tristeza, el recordar que ya nunca podría contar con mis padres era duro.

Quizá ella noto mi actitud y no pregunto nada, cosa que sin duda le agradecí, en su lugar me ofreció un pequeño cuarto que le sobraba hacia algunos años tras la partida de su hijo; no me quedo de otra más que aceptar gustoso, no tenía dinero para volver esa noche y tampoco un lugar donde quedarme y Ángela sin duda alguna me ofreció la solución a todos mis problemas, aceptar era lo mínimo que podría hacer ante su gentileza.

Esa noche no pude dormir, mi mente se encontraba repleta de lo sucedido el día anterior, pero sobre todo de la preocupación de no avisarle a Ji que quizá tardaría un poco más en volver.

Quise llamarle pero aquí no había teléfonos y yo aún seguía sin crédito, maldije mi suerte, ni un mensaje podía mandarle, lo último que quería era preocuparlo.

Sin embargo algo se me paso por la mente, tal vez GD me llamara tras no verme aparecer y de esa forma podría contarle mi pequeño problema que surgió y decirle que todo está bien que volvería pronto. Pensar en ello me relajo logrando así conciliar un poco el sueño.

Pasaron 3 días desde mi primera noche aquí, en esos días no había hablado con Ji, nunca me llamo, no quise pensar lo peor, probablemente y se encontraba ocupado para llamarme, pero eso solo me hizo sentir un nudo en la garganta, ¿no era tan importante para él como para ocupar un momento de su tiempo en tan solo una llamada?

Renegué de todo aquello que mi mente pudiera causarme, estaba cansado y lo único que deseaba era verlo, tenerlo una vez más en mis brazos, tan solo habían pasado unos días pero para mí fueron eternos sin su presencia.

Sin embargo ese día por fin regresaría a la ciudad, había trabajado arduamente durante mi estadía aquí, que me fue muy bien  recompensado en todos los sentidos, no solo en la paga si no en los nuevos conocimientos adquiridos y experiencias nuevas, todo grabado en pequeños videos que le hacía a Ji para mostrarle todo lo que hacía y uno que otro que grababa cuando la soledad me inundaba.

Estaba a tan solo una hora de partir, me puse a terminar de hacer mis deberes y acomodar el cuarto que me fue prestado, debía estar perfecto como cuando me lo entrego;  estuve a punto de terminar de tender la cama, cuando escuche que la señora Ángela me llamaba, sin demorar salí a su encuentro.  Solo me había pedido acomodar un par de cosas las cuales no me demoraron más de un par de minutos.

Al volver escuche como por fin después de varios días mi celular estaba sonando, corrí para alcanzar a contestar, pero fue tarde había perdido la llamada y para ser exactos dos llamadas. Visualice el número y me odie por no haber salido con el teléfono, era Ji quien me llamaba. Espere algunos segundos implorando por que volviera llamar y efectivamente a si lo hizo, sin embargo no  me dio tiempo  de responder cuando él ya había colgado.

No sabía porque lo había hecho, ¿se había arrepentido de llamarme?

No quise pensar más y me dispuse a salir del lugar debía llamarlo y asegurarme de que todo estaba bien, por alguna razón algo no me daba buena espina.

Como se debía le agradecí a Ángela todas las atenciones que me había brindado durante mi estadía en su casa, la abrace y le dije que se cuidara mucho, me dio su número para cualquier cosa y me acompaño a la salida. Me aleje de ella no sin antes escucharla decir – Espero que esa persona este tan feliz de verte de nuevo como tú lo estas ahora.

Aquello me sorprendió, puesto que  nunca hable con ella sobre mi vida privada, y aun así lo sabía, conocía a la perfección que estaba enamorado, es que ¿acaso tanto se notaba? Sonreí para mí y antes de tomar el autobús busque un lugar para recargar mi celular.

En cuanto tome el autobús, quise marcarle a Ji pero el cansancio era más fuerte y termine durmiendo casi todo el camino, cuando desperté ya había llegado a la ciudad, de inmediato le marque a GD pero su celular sonaba ocupado, no podía soportar más sin saber de él que sin pensarlo le llame a Daesung por alguna razón sabía que estaba con él.

-Bueno- respondió de inmediato con un tono que me causo escalofríos.

-Hola Dae, ¿Cómo has estado?, ¿Dónde te encuentras?- dije  muy animado del otro lado de la línea, no debía preocuparme, solo necesitaba saber que estaban bien.

-¿Qué cómo me encuentro Seungri?...¡Donde rayos te has metido!, ha pasado algo muy grave ¿y tú apenas te comunicas?- soltó con enfado y tratando de no subir el tono.

-¿Paso algo grave? ¡Dios Dae, no estés jugando conmigo, tuve una semana larga y pesada, no estoy para esto!- dije  tratando de notar pesadez, pero la preocupación solo se hizo más presente. Sabía que algo no estaba bien.

-No estoy jugando Seungri, Top tuvo un accidente hace cinco días y acaba de despertar- No lo podía creer, era cierto, algo muy malo había ocurrido en mi ausencia.

-¿E-en que Hospital te encuentras?- dije por fin.

-En el hospital San Angel cerca de Reforma, pero Seungri dime ¿Dónde te metiste y por qué no llamaste en todo este tiempo?- pregunto con más calma.

-Te lo diré más tarde, voy para allá-  y colgué el teléfono sin decir más.

No podía ser cierto, ¿por qué tenía que pasar algo tan horrible en mi ausencia?, ¿cómo paso?, ¿él estaba bien?

Esa era la razón del porque Ji nunca me llamo, estaban pasando por esto solos y yo no pude apoyarlos, pero no sabía, si hubiera sido así esa misma noche hubiera regresado a la cuidad.

Baje en la siguiente estación el hospital se encontraba a tan solo media hora. En cuanto llegue al lugar le pregunte a la señorita de recepción si sabía dónde se encontraba internado el paciente Choi Seung Hyun , muy amable me indico que se encontraba en el segundo piso  en la habitación 408.

Sin esperar me di prisa, subí las escaleras a paso precipitado y antes de que diera la vuelta al pasillo, escuche como dos personas se encontraban discutiendo.

No me basto más de un par de segundos en notar que aquellas personas no eran más ni nada menos que GD y Daesung. No entendía por qué lo hacían, no los veía pero sabía que estaban sufriendo me dolía escucharlos discutir de esa manera. Quise intervenir cuando escuche con claridad esas crueles palabras salir de su boca.

-Por favor Daesung no pensé que fueras tan ingenuo para creer que yo amaba a alguien como Seungri-  ¿Él no me amaba de verdad?

 El dolor que trate de alejar meses atrás comenzaba a regresar, aquel doloroso sentimiento de rechazo y odio por parte de Ji Yong.

No quise intervenir, me sentía morir cada palabra escupida con odio de sus delicados labios que alguna vez me habían profesado amor, se enterraban cada vez más profundo en mi pecho haciendo la herida  más grande.

-Nunca podría amar a alguien tan patético y miserable como Seungri… Nunca me importaron sus sentimientos… hace trece años realmente quería a Seungri…- Él hablaba y hablaba y yo con el alma destrozada como simple espectador escuchaba sus verdaderos sentimientos hacia mí, ¿ese era su verdadero yo? 

- pero aghh ahora es tan… ¡FASTIDIOSO, CURSI, DRAMATICO, EXAGERADO, ODIOSO, PATETICO, MOLESTO Y REPUG…-  pero todos tenían un límite y yo había alcanzado el mío, otra palabra más y mi corazón quedaría destrozado de por vida.

-¡Basta, por favor basta!... No digas más- mi voz saliendo del pasillo los sorprendió a ambos.

-¿S-seungri?, ¿Desde cuándo…?- trató de preguntar Daesung sin mucho éxito.

-¿Es cierto? ¿Yo no significo nada para ti?- mi voz hacia el mayor de sus intentos por sonar coherente, las lágrimas que inundaban mi rostro me hacían más difícil el expresarme.

Note como Gd me miraba atónito, pude observar un esplendor de tristeza en su mirada, si no fuera por todo lo que me dijo después, podría creer que el quizás estaba arrepentido.

-No Seungri, Tu no significas nada para mí, nunca lo hiciste, en realidad te aborrezco más de lo que imagine y sabes que, ¡Maldigo el día, en que volví a encontrarte, ojala y nunca hubieras aparecido…ojala y hubieras muerto!- me  gritó con desesperación, sus ojos al borde del llanto me miraron una vez más con culpa, culpa que desapareció  cuando su rostro se convirtió en un manojo de expresiones arrogantes, lastimeras y perturbadoras.

-¡NO TE QUIERO VOLVER A VER EN MI VIDA!- fue lo último que dijo, esas palabras pudieron haberme destrozado, romperme el corazón en pedazos, pero no lo hicieron, no cuando aún existía una pequeña esperanza de que todo eso era mentira delatada por su triste mirada.

No espere y salí tras de  él, le grite varias veces que me esperara, pero no se detenía, no fue así hasta un callejón a penas alumbrado por la farola casi incandescente del lugar.

-¿Acaso eres estúpido?, ¿No te quedo claro que yo por ti no siento nada?- me dijo con molestia

-Yo sé que no es así Ji, tú me quieres como yo te quiero, esto que sentimos no puede ser mentira- me acerque con cuidado colocando mi mano sobre su pecho.

Él se alteró retrocediendo y soltando un manotazo para alejarme, trate de hallar algo en su mirada, en su rostro, pero ya no se apreciaba nada que no fuera odio, sus mejillas rojizas y sus labios hinchados  apresaban mi pecho restregándome que esas no eran expresiones de emoción sino de aberración.

-No me toques, no te atrevas a acercarte nunca- volvió a gritarme.

-¿En verdad me quieres fuera de tu vida?- pregunte en un hilo de voz poco apreciable, ya no sabía si en verdad quería saber su respuesta.

-Sí, una vez más, no te quiero volver a ver en mi vida Seungri- las lágrimas que creí detenidas, siguieron una vez más su paseo por mi rostro, de nuevo estaba llorando, por él, algo que me prometí nunca más volver hacer. Quizá y era malo con las promesas.

-Está bien, nunca más te volveré a molestar- solté con la poca firmeza que me quedaba – No volverás a saber de mi – mi llanto quería intensificarse pero debía terminar- No tendrás que preocuparte nunca más por alguien tan patético como yo- suspire – Sin embargo hay algo por lo que te debo pedir perdón- mi voz perdía fuerza, temblaba, se escuchaba cansada- No podre arrancar este amor que siento por ti, este amor que te molesta y asquea, lo mantendré oculto y apacible para no causarte molestias, pero no me pidas destruirlo, porque es algo imposible de hacer- lo mire con mi mejor sonrisa y le dedique mis últimas palabras- Te amare por siempre Ji, aunque yo no haya podido reconquistar tu corazón, yo siempre te amare-  y sin esperar respuesta lo bese, un simple y delicado roce, el ultimo toque en el que quedó plasmado mi necio amor no correspondido. 

Notas finales:

Esat vez regrese para terminarlo, lo ultimo que quiero es ser una persona mediocre u.u y que ustedes me odien. 

Espero les haya gustado , este capitulo fue la version de Seungri despues de haber salido destrozado de la casa de sus padres y bueno solo les digo que ya no falta mucho para terminar. 

una vez mas gracias y perdon.


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