Seguía sumergido en mis pensamientos sobre mi abuela, cuando esa melosa voz apareció.
- ¡Seungri!- Me grito desde el otro lado del autobús. -No me grites desde la entrada, es un poco vergonzoso.- me agache todo lo que pude para que nadie notara a quien le gritaba, pero era un intento fallido, todos ahí ya lo conocían y por lo tanto ya me conocían, a quien quería engañar, ya llevaba 2 años asistiendo a la misma escuela y tan solo unos meses, no iban a hacer que las personas olvidaran a sus compañeros. - ¡Vamos Seungri! , no seas tan antipático y mejor sonríe.- se sentó a mi lado, tomando mi rostro entre sus manos, intento formar una sonrisa en mi cara. - Ya deja, deja, no vez que maltratas mi lindo rostro.- le dije mientras retiraba sus manos de mí, ok lo acepto soy todo un egocéntrico. – Hay vamos, tu sí que no cambias- dijo mientras hacia un puchero. – No me convences Dae, tú y yo sabemos que tú no eres así, mejor quita ese lindo puchero y regálame una sonrisa.- se sonrojo un poco al escuchar mis palabras, amaba como lograba ponerlo nervioso tan sencillo, y bueno no era tan difícil. Daesung era un chico muy humilde y con un gran espíritu, el solo hecho de tenerlo a un lado te cambia el ánimo, te sientes tranquilo, feliz, sin preocupaciones, es una gran persona y un excelente amigo, y es por eso que es mi mejor amigo. Llevo 10 años conociéndolo, cuando su padre entro a trabajar a la empresa del mío, era un excelente trabajador, tanto que se ganó la confianza y amistad de mi padre en poco tiempo y así nuestras familias se conocieron y bueno venos ahorita siendo los amigos inseparables.
- ¿Crees que este año sea diferente?- pregunto con tono de preocupación. -¿A qué te refieres?- le respondí sin mirarlo. – Si, ¿Crees que este año por fin consigamos novia?- su pregunta me sorprendió, Dae era muy tímido como para abordar ese tipo de temas. –Dae ¿Quieres tener novia?- me gire para verlo de frente, no podía perderme su expresión que tendría en este momento. – Sssi.- tartamudeo al responder, se encontraba agachado con las mejillas súper sonrojadas mientras jugaba con sus manos.- Digo somos jóvenes normales, ¿No deberíamos tener una novia?- seguía sin poder creerlo, me parecía muy tierno y gracioso a la vez, sabía que era hombre y por consiguiente debería querer una novia, pero como siempre pareció tan desentendido y ajeno a ello nunca se me paso por la cabeza. – Si, deberíamos como tú lo has dicho y me sorprende demasiado que tú me digas esto, digo pensé que Dae no creía en el amor.- me burle un poco de él. – Seungri, estoy hablando enserio, quiero conocer el amor, deseo enamorarme y experimentar esa sensación de felicidad eterna, quiero que me regalen rosas, me lleven a comer y me traten como una joya, como lo más preciado para su vida, quiero.- y antes de proseguir con su alucinación fue interrumpido por una voz muy burlesca. – Vamos Dae no inventes, solo tratan así a las novias y creme tu no lo eres, mejor piensa que todo eso se lo harás tu a tu novia.- tomo asiento frente a nosotros. – Ah cállate Tae, se vale soñar y en mi sueño yo quiero que me traten así.- dijo Daesung mientras se volteaba con los brazos cruzados. – Pues si quieres que te traten así consíguete un novio.-
No podía creer que Taeyang dijera eso, sabía que estaba bromeando pero un tema así no lo toca él ni de broma. – Vamos ya Tae deja de molestar a Daesung, después de todo puede conseguir a una chica que lo trate así.- quise reparar el silencio incomodo que se había formado en el ambiente.
- Si lo hare y te lo demostraré, este año encontrare al amor de mi vida quien me tratara tal y como yo quiero.- sentencio Daesung quien miraba fulminante a Taeyang. – Pues cuando lo hagas me lo presentas.- comenzó a carcajearse. – Ya es enserio, no te burles de mi.- volvió a hacer un puchero y claro como no era yo se la creyó.- No, Dae no te pongas así, sabes que estoy bromeando contigo, vamos ya, perdóname no quería molestarte.- Taeyang comenzó a hacerle cosquillas logrando así que esté, volviera a sonreír. – Ok, ok te perdono, pero para ya no aguanto.- Ellos dos realmente se llevaban muy bien, de vez en cuando Tae le jugaba una broma a Daesung, no sé por qué lo hacía si siempre salía rogándole para que lo perdonara, después de todo no le gustaba verlo mal , aunque todos menos el sabíamos que solo fingía. Taeyang era nuestro amigo desde hace 6 años, lo conocimos en la iglesia, nuestras madres siempre nos llevaban a misa todos los domingos, uno de ellos tuvimos que salir antes de que terminara la misa porque Daesung se sentía mal, así que lo lleve al pequeño jardín de la iglesia para que tomara aire, cuando estábamos a punto de regresar escuchamos como alguien cantaba al otro lado de la fuente, y ahí estaba él con su bata blanca con cuello rojo era un monaguillo y al parecer cantaba en el coro, estaba algo nervioso, era su primera presentación, le dimos ánimos y cuando hizo acto le aplaudimos con todas nuestras fuerzas, haciendo que todos nos miraran enojados, pero no importo, él se sentía seguro y nosotros habíamos conseguido un nuevo amigo.
-Y que Seungri ¿Estas vacaciones conseguiste trabajo? – me dijo Tae reincorporándose en su asiento. –No, la verdad es que salí con mi familia y no me dio tiempo para buscar.- en realidad mi madre no me dejaría hacerlo así que mejor decidí esperar a regresar a la escuela. – Puros pretextos contigo Ri, mejor dinos que no quieres trabajar.- dijo con una mirada pretensiosa. – No es eso, si quiero pero no sé en qué podría trabajar. – respondí haciendo una mueca mientras encogía los hombros. –Pues busca algo fácil, no te compliques la vida, en el periódico vienen muchas sugerencias.- dijo viendo a Daesung levantarse del asiento.- Si, eso hare en el almuerzo buscare algún trabajo.- dije más para mí que para Tae. – Vamos chicos, no creo que quieran seguirse de largo y saltarse el primer día de clases.- Dijo Dae mientras apretaba el botón y el autobús se detenía frente a la puerta de la escuela.
-En definitiva, este día encontrare trabajo.- y con decisión me dispuse a comenzar el largo día que me esperaba.