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One night por de Lioncourt

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Notas del fanfic:

Todos los personajes aqui usados, pertenecen a Marvel Comics y Marvel Studios. No hay ningun fin de lucro con esta historia, es meramente por el placer de escribir. 

Notas del capitulo:

¡Mi primer fanfic en este fandoom! Sean buenos. :)


cursiva, derecha: recuerdos 


cursiva, izquierda: recuerdos The amazing Spiderman 2


centro: actual. (Espero no confundirlos :c) 


ENJOY!


 


 

Harry miraba el gris, frio y aburrido techo en su celda. Escuchaba un acompasado goteo en alguna esquina, mientras su corazón se apretaba más y le parecía que aquel sonido aumentaba su volumen. Una solitaria lagrima se deslizo por su mejilla hasta perderse en el mullido colchón.

 

Odiaba cuando su enfermedad no lo dejaba levantar siquiera de la cama. Odiaba con todas sus fuerzas el sentirse tan débil, tan enfermo. Como si todos sus huesos fueran a romperse si tan solo se movía. Odiaba estar ahí echado sin poder hacer nada más que pensar, y más odiaba pensar siempre en lo mismo: Peter Parker.

 

Simplemente no lograba sacarse a Peter de la cabeza. Ya fuera Peter siendo Spiderman, Peter siendo Peter, Peter sonriendo, Peter llorando, Peter riendo, Peter, Peter, Peter.

 

Furioso se quitó la almohada de un tirón y la lanzo hacia adelante.

 

Lo odiaba. Harry odiaba a Spiderman. Pero nada odiaba más que no poder odiar a Peter.

 

Cerró sus ojos con fuerza tratando de sacarse la maldita sonrisa de Peter de la cabeza.

 

Puso su mente en blanco para dormir por al menos un par de horas, sin querer golpear la pared y sacarse al estúpido de Peter Parker a la fuerza de la mente.

 

Estaba entre la consciencia y la inconciencia, cuando Peter volvió a su mente, no como un sueño, era el recuerdo de una noche hace cuatro años, en su cumpleaños número 16.

 

Abrió los ojos de golpe con su corazón latiendo a mil por hora.

 

Había enterrado aquel recuerdo en lo profundo de su mente, prohibiéndolo totalmente. Ya lo había olvidado, sepultado para siempre, así se lo había hecho ver a Peter la primera vez que se vieron a su vuelta a N.Y., como si aquello jamás hubiera pasado. No existía.

 

///

 

El timbre en la casa de Peter resonó por todos lados. Era viernes por la noche y afuera nevaba copiosamente.

 

Peter rodo los ojos y se levantó fastidiado. Estaba por encender su ordenador para enviarle un correo de felicitación a Harry por su cumpleaños número 16. Sus tios tenian tenía doble turno en sus respectivos trabajos y Peter estaba muriéndose de frio aun con la calefacción puesta.

 

Abrió la puerta de un tirón, cerrando los ojos, esperando el golpe de frio, pero solo recibió el golpe de otro cuerpo abrazándose al suyo. Abrió los ojos extrañado, y Harry lo envolvía en un apretado abrazo que le saco una enorme sonrisa.

 

-          Ahora es cuando dices: “Feliz cumpleaños, Harry” – le susurro su mejor amigo al oído, para levantar el rostro y enseñarle todos los dientes en una gran sonrisa.

 

-          ¡Harry! – grito Peter, estrechando a un Harry que temblaba de frio, con  copos de nieve entre el cabello y la nariz roja - ¿Qué- que estás haciendo aquí? Creí que estabas en Singapur ¿Cómo…?

-          Por la tarde me dije: “De que sirve tener un avión privado si no puedes tomarlo cuando quieras” así que llame al piloto y vine hasta aquí… Quería pasar mi cumpleaños con mi mejor amigo - Peter amplio más su sonrisa y continuo el estrecho abrazo sin decir nada, hasta que Harry se removió tratando de zafarse.

-          Si no vas a decir algo como “Feliz cumpleaños” o “Vete al diablo” entonces invítame a pasar porque hace un maldito frio del demonio - Peter soltó una risita y a Harry, que antes de entrar por completo saco un par de botellas de su amplio abrigo sonriendo descarado.

-          Harry, no…

-          Iremos a tu habitación y el tio Ben y la tia Mary no tiene por qué saberlo. Además no vamos a terminar ahogados en alcohol, debo tomar un vuelo a las 5 de la mañana.

-          Mis tios no están, trabajan doble turno hoy, pero no…

-          Mejor aún – lo interrumpió Harry, pasando su brazo por los hombros de Peter y llevándolo con él, finalizando la discusión.

 

///

 

-          Disculpe, Sr., un tal Peter Parker quiere verlo – Harry sintió todos sus músculos tensarse con la mención de Peter. Hacia 4… no, hacia 10 años que no se veían y Harry había tratado por todos los medio de olvidarse de él.

 

Se levantó de su asiento dando por terminada la tediosa reunión con el Consejo Administrativo de Industrias Osborn, y respiro hondamente.

 

Al pie de la escalera estaba un descolocado Peter Parker. Un golpe en el pecho de Harry mando al demonio todos los esfuerzos que había hecho durante tanto. Por supuesto que no podía olvidar a Peter.

 

-          Peter Parker – le llamo, rogando porque no escuchara la nota de anhelo en su voz. Peter levanto el rostro con una sonrisa – Es como ver a un fantasma.

 

-          Hola, Harry – saludo, con la voz vacilante - ¿Cuánto ha pasado?

 

-          Como 10 años – afirmo Harry sin inmutarse, Peter frunció el ceño un segundo, captándolo al instante.

 

-          8 años… cerca – mintió también, sintiéndose incómodo y con una punzada de desilusión en el estómago.

 

-          ¿Qué pasa? – pregunto Harry apresurado. Quería que Peter se fuera, dejar de ver su rostro y poder olvidarse de él de una buena vez.

 

-          Vi las noticias amigo… - Peter comenzó a subir la escalera, con el rostro consternado, poniendo más nervioso al otro a cada escalón – Escuche lo de tu padre, quería venir y… solo quería verte y ver… como estabas…

 

-          Estoy con unas personas – le interrumpió Harry, haciendo que se detuviera a media escalera – Quiero decir… estoy en una reunión.

 

-          Lo siento, no quise interrumpir. Es solo que ha pasado mucho tiempo y… Es solo que entiendo exactamente por lo que estás pasando ahora. Y tú me diste apoyo cuando mis padres murieron. Estoy aquí para apoyarte – El corazón de Harry se estrujo dolorosamente, pero mantuvo su gesto indiferente.

 

-          Gracias – contesto seco.

 

-          Que gusto verte amigo… - se despidió Peter, agachando el rostro para ocultar la mueca de contrariedad - … que gusto. Lo siento por lo de tu papá.

 ///

 ¿Te han dicho lo aburrido que eres, Peter? – pregunto burlonamente, Harry, a un ebrio Peter que estaba tirado en la alfombra de su habitación, mirando el techo. Peter despego la vista de la inmaculada blancura y giro el rostro para mirar a Harry, estallando en sonoras carcajadas que fueron coreadas por el otro – Dios, Peter, tienes al menos media hora mirando no sé qué en el techo. No traje esto… – dijo, sacudiendo la botella de whisky –… para eso. Se suponía que fuera más… divertido.

-          ¿Y qué sugieres?

-          No lo sé, el cumpleañero soy yo, diviérteme – exigió, enarcando una ceja.

-          Ammm… ¿quieres un streptease? – pregunto, haciendo que Harry estallara en carcajadas.

-          No eres tan atractivo, Parker. Te falta un poco más de… - Hizo un gesto con su mano, como si apretara algo y sonrió de lado - … trasero – Peter soltó un bufido y le dio un trago a su botella casi vacía.

-          Tampoco es que tenga un baby doll por aquí – volvió su mirada al techo y Harry dejo ir la cabeza hacia atrás, para luego mirar exasperado a su amigo.

-          Peter…

-          Oh ¡Tengo una idea! – dijo, sentándose en un rápido movimiento – juguemos verdad o reto

-          ¿Qué? – pregunto incrédulo.

-          Verdad o reto, ya sabes, escoges alguno…

-          Peter, Peter, Peter… tenemos 16  ¿entiendes? No voy a jugar verdad o reto

-          Si, si lo harás

-          No, no lo hare

-          Si

-          No

-          Y tu primer reto es jugar verdad o reto

-          ¿Qué? No, Peter… - miro exasperado al otro y rodo los ojos – está bien, ya lo hice, te toca ¿verdad o reto?

-          Verdad

-          ¿Te gusta Gwen Stacy? – Peter puso cara de espanto para luego sonreír grande.

-          Sip – respondió achicando los ojos, y Harry tuvo un pequeño pellizco en su corazón que no supo interpretar - ¿verdad o reto, Harry?

-          Verdad

-          ¿Besaste a Curt Connor en tercer grado?

-          ¿Qué?

-          Ya sabes, una vez lo escuche…

-          Si – respondió Harry, encogiéndose de hombros – solo quería saber que se sentía. Ahora tú, ¿verdad o reto?

-          Verdad

-          ¿Has besado a algún chico, Peter?

-          ummm, no – Harry sonrió malicioso - ¿verdad o reto?

-          Verdad

-          ¿Qué se siente besar a un chico?

-          Nada en especial, es un beso cualquiera. ¿Verdad o reto?

-          Reto

-          Bésame – soltó Harry, con una gran sonrisa ante el rostro desconcertado de Peter.

 

Estaba por reírse cuando sintió los labios de Peter chocar dolorosamente contra los suyos, lo miro fijamente, sorprendido. Peter lo veía con los ojos abiertos como platos, pero no se retiraba, solo estaba con su cara pegada a la de Harry. Iba a alejarlo por los hombros, cuando Peter cerró sus ojos y movió suavemente su boca contra la suya, iniciando un beso real, que Harry no dudo en corresponder.

 

Subió sus manos por la espalda de Peter, deslizándolas hasta su nuca, presionando su rostro contra el suyo. Por alguna razón quería más del contacto de Peter y sentía todo menos nada, como había dicho.

 

Se separaron para respirar y cuando Harry abrió sus ojos, Peter lo miraba inseguro, titubeante, y entonces tomo su rostro y le planto un beso más apremiante, Harry también tomo el rostro de Peter y correspondió de la misma forma, deslizando la punta de su lengua por sus labios, que se abrieron para darle paso a su húmeda boca donde se encontró con su igual, en una mezcla de alientos de alcohol, cereza y menta, y saliva.

 

Cedió ante la presión del cuerpo de Peter que lo empujaba hacia el suelo, respiraron un instante, para volver a unir sus labios con la misma vehemencia, mientras las manos de Peter descendían por el costado de Harry y las ajenas por su espalda, torpemente pero ansiosas.

 

Tal vez era el alcohol, las hormonas adolescentes, el frio glacial de invierno, pero la piel y la sangre se sentía caliente al contacto ajeno y hacia demasiado calor para tener puestos los abrigos, aunque afuera siguiera nevando.  

 

Harry tomo la sudadera de Peter, halándola hacia arriba. Sus ojos hicieron contacto un segundo, como si trataran de entender por completo que estaban haciendo, pero Peter solo se levantó un poco y dejo que le quitaran la prenda, mientras desabrochaba los botones del saco de Harry.

 

Volvieron a besarse, mientras Peter colaba ansioso una helada mano bajo la camiseta de Harry, este dio un respingo, sintiendo un choque eléctrico entre el toque helado y su piel tibia.  Siguió acariciando la espalda de Peter, mientras él subía su camiseta poco a poco, palpando su pecho y abdomen, provocando corrientes en su espina dorsal.

 

Le saco la camiseta, mientras Harry hacia lo mismo deslizando sus manos por sus costados, haciendo que la piel le cosquilleara placenteramente.

 

Harry se detuvo mirando a Peter, jamás lo había visto así y no se refería a la situación en la que estaban, porque era obvio, si no que era como si Peter hubiera cambiado, no físicamente, mas bien como si fuera diferente la forma en que Harry lo veía. Tal vez estaba muy, muy borracho, pero si le preguntaran, diría que había sido flechado por Peter Parker.

 

Para cuando ambos se separaron para respirar, ya solo los separaba la ropa interior. Peter enfoco los ojos de Harry.

 

No estaban seguros de nada de lo que iban o estaban haciendo, por supuesto que no, tenían 16 y Peter ni siquiera había besado a una chica, estaban completamente aterrorizados,  pero ninguno quería detenerse, el miedo cosquilleaba en sus venas pero en lugar de ser desagradable, le añadía un toque de expectación desesperada al momento.

 

Peter deslizo sus manos por el torso de Harry sin despegar su mirada ni un segundo hasta que se topó con el resorte de sus calzoncillos. Trato de imprimirle seguridad a su mirada mientras deslizaba su mano hacia su entrepierna, posándola delicadamente sobre el miembro de Harry, que soltó un jadeo como si el toque le hubiera quemado. Todas sus terminaciones nerviosas estaban de punta, erizadas y expectantes mientras Peter movía suavemente su mano y con la otra deslizaba titubeante su ropa interior hacia abajo, encontrando sus manos aun frías en su piel hirviente. Harry aferro sus manos en los costados de Peter, tratando de asirse a la realidad, asegurándose que de verdad estaba pasando. Que tendría su primera vez con alguien de su mismo sexo, con un chico, y no cualquier chico, con Peter Parker, su mejor amigo, que hasta hacia unas horas lo más íntimo que compartían era borrachera.

 

Peter recorrió el cuerpo desnudo de Harry como si fuera un ciego que veía por primera vez la luz, jamás en toda su corta existencia se habría imaginado una situación tan íntima con él, en realidad ni siquiera había imaginado tener sexo hasta después de la universidad, y ahora estaba ahí, con Harry desnudo debajo suyo, con las pupilas dilatadas y siendo lo más hermoso que Peter había visto.

 

De repente el miedo le subió de golpe a la garganta, la borrachera se le fue de golpe y tomo conciencia exactamente de qué iba a hacer y más importante, que no tenía idea de cómo hacerlo.

 

No era ningún estúpido, sabia los principios básicos, se los enseñaban en la escuela y tenía que admitir que alguna vez, por error claro, había terminado viendo atentamente un video porno.

 

Deslizo una temblorosa mano por el muslo de Harry siguiendo sus movimientos como si su mano no lo fuera y quisiera grabarse el movimiento. Levanto la vista y Harry tenía los ojos enormemente abiertos, también consiente totalmente de que estaban haciendo y aun así, ninguno hacia amago de detenerse o alejarse. Era como si una presión en su pecho se hubiera relajado por fin y no quisieran desperdiciar un segundo de alivio. Peter inhalo hondamente cuando su mano toco un punto intimo en la anatomía de Harry, sintiendo su pecho temblar y el aire correr doloroso.

-          Yo… - susurro, mirando a Harry, mientras trataba de aclarar sus ideas.

-          Yo tampoco – le respondió, adivinando su inseguridad, que era la misma.

 

Peter se dio valor desde lo más profundo de su ser, devanándose los sesos. Bien, sabia lo puramente elemental y claro que eso incluía a una chica, pero Harry no lo era. Respiro de nuevo y a tientas palpo la entrada de Harry con un dedo, deteniéndose a mirarlo antes de hacer cualquier cosa. Tenía el rostro alarmado pero no despegaba sus ojos de los suyos y Peter introdujo su dedo lentamente, sintiendo la estrechez de Harry, mientras este torcía el gesto, incomodo; no llegaba a ser doloroso, pero era extraño. Sintió el dedo de Peter entrar y salir unas cuantas veces, y un cosquilleo en toda su pelvis. Un segundo dedo se introdujo en él, regresando a la incómoda sensación y un grado de dolor que arrugo su rostro, comenzaba a querer deshacerse de la sensación y para cuando un tercer dedo se internó en él, un golpe de dolor le nublo la cabeza. Sentía sus paredes internas contraerse y arder, no había ningún cosquilleo o placer, puro dolor crudo y patente, y ciertamente no quería imaginarse que iba a sentir cuando aquellos dedos fueran reemplazados por algo más. La idea le hizo soltar un sonoro quejido y una lagrima escapo de sus ojos antes de que los cerrara. Los dedos salieron un poco de su interior para internarse de nuevo y un chillido agudo salió de su boca.

 

-          No… - se quejó, abriendo sus ojos y clavando la mirada en Peter que detuvo cualquier movimiento y saco sus dedos de un tirón, levantándose rápidamente y estrechándolo apretadamente.

-          ¡Harry! Perdón, perdón – rogaba, mientras ceñía la temblorosa figura de su mejor amigo – yo… perdóname, Harry…

 

Harry temblaba con los ojos cerrados y las pestañas mojadas, el dolor en su pelvis iba desvaneciéndose lentamente y solo quedaba una molesta sensación. Pero su mente iba perturbándose cada vez más al nivel que el dolor físico se iba. ¿Qué demonios estuvo a punto de hacer? ¿Qué estaba pensando?

 

El hastió comenzó por subir desde su cadera hasta su cabeza, consiente de su desnudez y de su cuerpo pegado al de Peter que decía cosas que no lograba escuchar. Su cabeza comenzó a punsar, el antiguo alivio en su pecho se volvió aún más pesado y se separó bruscamente de Peter, empujándolo lejos, boqueando como pez fuera del agua.

 

-          Harry…

-          ¡¿Q- que demonios crees que estamos haciendo?! ¡¿Ti- tienes una jodida idea de lo que acaba  de pasar?! – grito histérico, levantándose y cubriéndose con su saco, mientras miraba iracundo a un perplejo Peter en el suelo.

-          Harry, no… cálmate, no ha pasado nada…

-          ¡¿NADA?! ¡NADA! – grito con más fuerza - ¡Estuvimos a punto de tener sexo! ¡Tú y yo! ¡Dios, Peter! ¿no te das cuentas? Es… - detuvo su ataque, sintiendo lo que estaba a punto de decir corroerlo por la maldita mentira, pero no se mordió la lengua - … asqueroso – El rostro de Peter cayo completamente, trastornándose de golpe. Harry mantuvo el gesto serio no dejando que nada más de su turbación saliera como vomito verbal.

-          “Asqueroso” – repitió Peter con la voz rota y Harry sintió su estómago encogerse y una solitaria lagrima cayo de sus iris, que se limpió furioso.

-          No – dijo, y Peter levanto la vista con los ojos acuosos, pero un destello brillo en sus pupilas – Tienes razón, aquí no ha pasado nada, esto…. Esto jamás paso ¿me oíste, Peter? – declaro, mientras se vestía velozmente y Peter lo miraba desde el suelo – Yo- yo jamás estuve aquí, ni siquiera me felicitaste por mi cumpleaños, no volé desde Singapur, Peter yo jamás estuve aquí. Nada de esto paso, no existió, así de simple – Peter frunció el ceño mirando su alfombra azul, sintiendo su pecho dañado, como si le hubieran roto todas las costillas y sus pulmones hubieran colapsado – mejor aún – dijo Harry, con el tono más frio que tenía – Tu y yo nunca nos conocimos – Peter levanto el rostro totalmente incrédulo.

-          ¿Qué? – pregunto con un asomo de rabia en su voz.

-          Si, Peter. Tú y yo jamás nos conocimos, no fuimos y no somos amigos. Esto no paso porque yo ni siquiera te conozco.

-          Harry, no puedes hacer esto – dijo levantándose del suelo y tomando sus hombros con fuerza – eres mi mejor amigo, esto no tiene que cambiarlo, si eso quieres, lo olvidamos, pero Harry…

-          No, Peter, se acabó – lo interrumpió, sacudiéndose sus manos – Gracias por el peor cumpleaños de mi vida – y después de una última mirada al rostro torturado de Peter, salió dejándolo inmóvil como una estatua, a la que el frio glacial de diciembre se enrosco rabioso.  

///

Harry sintió su pecho doler cuando vio a Peter caminar hacia la puerta. No importaba que tanto lo hubiera intentando, una y otra vez hasta enajenarse, no había logrado olvidarse de su viejo amigo y tampoco de aquella noche glacial, en el fondo, sabia, era  porque no quería hacerlo.

 

Había estado en Londres recordando una y otra vez lo mismo, en su cumpleaños número 17, cuando recibió un correo de felicitación de Peter, lanzo su laptop contra la pared destrozándola en pedazos, solo para arrepentirse en seguida y gritar iracundo la orden de que inmediatamente le trajeran una nueva, con la que se pasaría horas leyendo y releyendo las mismas cuatro palabras, toda la noche.

“Feliz cumpleaños… Te quiero.”

 

En su cumpleaños número 18, estuvo todo el día ansioso hasta que encendió el ordenador y en su bandeja de entrada había un correo, de Peter. Esta vez solo había dos palabras y el cambio le estrujo el corazón dolorosamente.

“Feliz cumpleaños.”

 

Quiso enviar un correo de vuelta, uno muy desesperado, exigiendo que Peter se dignara a escribir las dos palabras que le faltaban a su corazón, pero no lo hizo, su orgullo marca Osborn era mayor que su debilidad.

 

Cuando cumplió 19, se pasó el día pegado a la computadora, malhumorado, ansioso, gritando a todo el que se acercara  siquiera la puerta de su habitación. Se pasó todo el día sin comer y la noche entera en vela, pero nada llego. Al día siguiente siguió el mismo proceso, aferrado a la esperanza de que Peter no hubiera tenido tiempo y culpable enviara un correo a primera hora, pero de nuevo nada paso y el corazón de Harry se fragmento en muchos pedacitos.

 

 

Lanzo de nuevo la laptop con todas sus fuerzas, también los libros en su librero personal y el contenido de sus cajones, maldijo a Peter en todos los idiomas que sabia y luego a sí mismo, porque bien sabía que todo era culpa suya, que si Peter se había olvidado de él, era porque él lo había hecho primero, aunque eso no fuera más que una mentira. Y se resignó a vivir sin Peter, a que sus propias palabras ahora lo abofetearan con fuerza.

“No, Peter, se acabó”

 

Peter se detuvo en la puerta cuando la voz de Harry resonó con el tono burlón que el tanto conocía.

-          Te quitaron los brackets – dijo, disminuyendo unos cuantos escalones la distancia que los separaba. Todo lo mal que había terminado con Peter había sido su culpa, y ahora estaba ahí, preocupado por él, tenía una nueva oportunidad y aunque la estupidez era su característica más grande, no tanto como para desperdiciarla – Ahora no hay nada que distraiga de ver tu uniceja – se burló, sonriendo como no lo había hecho en mucho tiempo y Peter le devolvió el gesto.

-          Ahí está… ¡Ahí está! – celebro, con una enorme sonrisa y una risa cantarina - ¿Aun te planchas el cabello cada mañana? – arremetió de vuelta, totalmente divertido.

-          Bueno, veras… Uno de mis sirvientes sostiene la secadora y yo paso el peine, así que… Al menos no soy un completo inútil – Harry bajo un escalón más, ensanchando su sonrisa hasta que le dolió y Peter se acercó despacio, hasta que termino por subir de dos en dos los escalones, quedando cara a cara con su viejo amigo. En un fuerte abrazo estaban condensados todos los años perdidos, las palabras olvidadas y los “lo siento” callados. Una nueva oportunidad.

 

///

 

Y todo se había ido directamente a la mierda. Si Harry se había sentido miserable cuando Peter se convirtió en solo un recuerdo agridulce, la palabra no alcanzaba ahora a describir lo que sentía con Peter ostentando el título de “su peor enemigo”, mismo que él le había colgado.

 

¿Había alguien más idiota y culpable en todo el mundo que Harry Osborn? No, no existía.

 

Todo lo malo que le había pasado en la vida, había sido culpa suya. El que ahora Peter lo odiara a niveles tan profundos que no se podía salir de ahí, era total y absolutamente su culpa. Porque la rabia, el vacío, el sentimiento de traición y… los celos, lo habían carcomido desde dentro y Harry lo había permitido, y se había regodeado en la desgracia de los aterrorizados ojos de Gwen Stacy.

 

Todo su mundo, todo cuanto había querido y amado, había estado a 5 cm de sus dedos y el había decidido darle la espalda cegado por el odio. El odio al antagonista de su desgracia: Spiderman.

 

El agotador sueño por fin invadió los parpados de Harry, que agradeció esos aleatorios desmayos que sufría, más que nunca. Alegre de olvidarse de su mísera existencia y de su tórrido odio por el alter ego del que había sido su mejor amigo y la persona que más amaba en la existencia.

 

Pero no importaba que tanto lo amara, Peter no lo amaba a él.

Peter amaba a Gwen Stacy, incluso a su recuerdo y a su fría lapida.

Y cuando el muriera, nadie lo extrañaría, ni siquiera Peter Parker. 

Notas finales:

Y ahi lo tienen. Siento si decepcione a alguien (lo cual es muy probable) respecto al lemon, pero, no era posible *le tiran zapatos*

Espero que les haya gustado o al menos odiado. Si dejaran un hermoso comentario (o una mentada) salvarian un pato(?) Gracias por leer. XOXO


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