Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

Nunca más por karuNeko

[Reviews - 6]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

Notas del capitulo:

Hola...!!!

Como lo prometi aqui les traigo el Cap. con el cual concluyo esta historia... espero sea de su agrado.

 

 

Nunca más (KyuMin)

 

Cuanto más tenía que soportar esto, ¿Por qué a mí?, ¿Qué hice para merecer este castigo?… apenas tengo 9 años pronto cumpliré los 10. Me duele todo el cuerpo: siento frio, odio, rencor, ira, estoy enojado con la vida, con mí omma por morir al darme a luz, por abandonarme… debí morir junto a ella para no pasar por esto cada vez que mi appa llega ahogado en alcohol. Siempre es lo mismo; llega borracho y arremete contra mí hasta dejarme inconsciente para luego curarme al día siguiente y contentarme con algún regalo como disculpa diciendo “Nunca más mi querido hijo, prometo que no lo volveré a hacer” si como no, lo dice como si fuera su esposa a la que maltrata.

En esta ocasión la estoy pasando mal appa me rompió el labio, comenzó a arrastrarme en el suelo dándome patadas en el estomago… quiero defenderme pero me duele absolutamente todo. Después de desquitar todo su coraje sigo llorando en el suelo, no sé en qué punto ya no siento el cuerpo es mas diría que me siento aliviado, en un extraño trance… el dolor comienza a desaparecer, ya no siento el frio piso, no siento nada solo paz… una paz abrumadora.

¿Estaré muriendo?

Es probable después de la paliza que me dio appa. Creo que lo escucho llamarme pero su voz suena como un eco muy lejano, demasiado lejano. Tengo una extraña sensación que va alejando todo el dolor que sentía hacia unos momentos todo se está volviendo obscuro… completamente obscuro.

 

 

Desperté recostado en el suelo me levante con cuidado, lo extraño es que no siento dolor, no me duele nada… es de noche y appa aun no llega.

¿Abre dormido todo el día?

Veo el piso y esta manchado de sangre lo más seguro es que al verlo se enoje y quiera pegarme, ¡NO!, tengo que salir antes de que llegue appa… no quiero que me vuelva a pegar, no quiero. Salgo corriendo de la casa sin saber a dónde ir: mi cabello esta desalineado, en la comisura de mi boca hay un hilillo de sangre, la ropa la tengo sucia ¿qué haré? Corrí y corrí no sé en qué punto ya no reconocí las calles estaba perdido, no sabía en donde estaba.

Lo primero que se me ocurrió fue dormir en algún parque pero me da miedo la sola idea de pasarla a la intemperie. Me decidí por tocar la puerta de una casa cercana, la casa a la que me encamine lucia humilde de dos pisos seguro me dan alojamiento. Tres veces toque a la puerta, espere a que alguien me abriera, lo que no esperaba era que un niño de más o menos mi edad, más alto que yo me abriera. Al verlo detenidamente pude ver que pasa por lo mismo que yo, en sus ojos puedo ver la tristeza.

-¿Puedo pasar esta noche aquí? - Pregunte con lastimera voz, él quedo pensativo por unos segundos pero termino abriendo mas la puerta para darme acceso a ella.

Cerró la puerta con cuidado tras de mi sin hacer mucho ruido, recorrí con la mirada el lugar donde pasaría la noche.- Te puedes quedar esta noche, solo no hagas ruido.- Me dijo, sin hacer mucho ruido subimos las escaleras hasta su habitación.- Puedes dormir en la cama.- Asentí, me pregunto si dormirá conmigo.- Pero te tendrás que marchar temprano.- No sé por qué lo dijo pero no tengo pensado quedarme mucho tiempo, solo quiero descansar un poco.

-Si.- Me recosté en la cama, lo que no me esperaba era que me arropara, me sentí extraño jamás nadie había tenido una muestra de cariño conmigo.- ¿Cómo te llamas? – Le pregunte.

-Kyuhyun.- Así se llama este niño de cabello castaño y mirada dulce.

-Buenas noches Kyuhyun.- Lo mire a los ojos por breves segundos aun en la obscuridad de su habitación la luz que se filtraba por la ventana me dejo ver su lindo rostro que se sonrojo, cerré mis ojos dándole a entender que quería dormir. Escuche como caminaba y se sentaba en la silla que estaba dentro, sentí su mirada fija en mi hasta que se quedo completamente dormido, abrí los ojos para contemplarlo; su cabello caía como cascada cubriéndole los ojos, su semblante era tan apacible ¿Los ángeles lucirían así? Sin darle más vueltas al asunto me quedé dormido.

 

 

Son las 5 de la mañana lo sé por el reloj en la mesita de noche, aun esta obscuro, veo a mi alrededor y todo me parece extraño ¿Dónde estoy? Volteo a ver al niño castaño –Kyuhyun – susurro recordando que me dio alojamiento, me levanto con mucho cuidado de no hacer ruido, como le prometí anoche me iré. Lo miro por unos segundos, acaricio su mejilla y me marcho.

Kyuhyun ha sido muy amable conmigo me ha mostrado algo que nadie ha hecho por mí, me entristece la idea de dejarlo solo pero tengo que ir a casa.

-¿Te divertiste anoche? – Escuche detrás de mí, volteé encontrándome a un chico de cabello castaño casi rubio, por la luz de los faros no lo distingo bien.

-¿Quién eres? – Retrocedí un poco asustado estaba seguro que no había ninguna persona en la calle cuando salí de la casa de Kyuhyun y si era su hermano y me descubrió.

-No tengas miedo.- Se acerco mas a mí.- Entre nosotros no hay por qué temer.- Dijo “nosotros” a que se refiere, lo mire confundido.- Nosotros… las almas en pena.- ¿Almas en pena? Que le pasa a este tipo.- Aun no me entiendes verdad.- Negué con la cabeza.-Bueno siento darte la mala noticia pero… estas muerto.- Eso no puede ser cierto.- En verdad lo siento.- Baje la mirada, eso explica porque no me siento cansado, porque no me duelen las heridas hechas por mi appa, se acerco a mí  para acariciarme el cabello.- Lo lamento.- Se coloco a mi altura.

-¿Viniste a llevarme? – Le mire por primera vez a la cara dándome cuenta que tenía el rostro cómo el de un hámster.

-Sí pero también vine a ofrecerte un trato.- Me sonrió

-¿Cual trato?

-Recluto almas pero también soy capaz de ofrecerles venganza.- ¿Venganza? – Se que te quieres vengar, antes de que murieras acumulaste una gran cantidad de odio y rencor que fue lo que me llamo.

-¿Iré al infierno?

-Ya estabas viviendo en el infierno.- Tenía razón con appa no viví más que en un infierno.- Te ofrezco la oportunidad de vengarte déjame decirte que no a todas las almas les doy esta oportunidad, ¿Qué dices? – Asentí.

-Acepto.- Dije sin dudar.

 

 

Mi appa se encontraba en la casa ahogándose en el alcohol, una sonrisa siniestra surgió en mi rostro.

-Appa.- Lo llame, en cuanto me vio enmudeció.

-Su-Sungmin.- Su rostro palideció.- Sungmin.- Se levanto de la silla dispuesto a abrazarme.- Hijo mío.- Me asqueo su aliento a alcohol.- ¡Oh! Sungmin perdóname.- Me apretó mas contra su cuerpo eso no hacía más que irritarme.

-¿Perdonarte? – Me vio a los ojos.- ¡Crees que perdonare que me hayas matado a golpes! – Le grite.- ¡Nunca más me volverás a tocar! ¡Ni a mí ni a nadie! – Lo empuje, cayó al suelo me vio asombrado.

-Tú no eres mi hijo ¿qué hiciste con mi Sungmin? – Mi appa comenzó a retroceder en el  suelo al parecer yo había adquirido más fuerza, sonreí maliciosamente.

-Oh pero si soy Sungmin, el mismo que golpeabas cada vez que llegabas borracho, el mismo que aborreciste por matar a tu esposa durante el parto, el mismo que has tenido la mala suerte de cuidar, el mismo Sungmin… tu hijo al que mataste.- Entonces me lance encima de él, arremetí contra su cuello desgarrándolo con los dientes también mordí su pecho haciéndolo sangrar aun mas, no tengo idea de cómo de mi boca colmillos salieron dándome libertad para morderlo y arrancarle la piel. Mis uñas se convirtieron el garras afiladas que me permitían desgarrar la piel con mayor facilidad destrozando todo lo que tocaba con ellas.

-¡Piedad! – Rogo.- Yo no quería…-Chillo- Fue un accidente…- Como se atreve, termine por enfadarme.

-¡Cuando yo te rogué para que te detuvieras no lo hiciste! – Grite colérico.- ¡Cuando te pedí piedad no la tuviste y ahora me sales con que fue un accidente…! ¿Qué te hace creer que yo tendré piedad contigo?

-Soy tu appa.- Me dijo con débil y patética voz.

-¡Y yo soy tu hijo y en cambio me mataste! – El odio que sentía cada vez iba creciendo más.- No tendré misericordia contigo.- Le susurre con odio al oído.- ¡Nunca más!

 

 

-Valla, sí que lo odiabas.- Escuche detrás de mí, appa yacía muerto aun no me levantaba de su cuerpo inerte.- Mira que desastre dejaste.- Mis ojos se abrieron de sobremanera al ver el charco de sangre a mi alrededor, mis manos y mi cara también estaban manchadas de sangre, debajo de mi el cuerpo destrozado del que alguna vez fue mi appa ya no se movía… comencé a llorar cubriendo mi rostro con las manos ensangrentadas.

-¿Por Dios que he hecho?

-¿Dios? – Calle mis sollozos al escucharlo hablar.- ¿Crees que Dios habría permitido que tu padre te maltratara de esa manera hasta el punto de matarte? ¿Donde estuvo cuando más lo necesitaste?, el te abandono, Dios no tuvo la amabilidad de intervenir ni de mandarte alguna ayuda, él permitió que murieras… que tu madre muriera…- Todo lo que me decía tenia odio impregnado.- Dios no es nada… él no te ofreció la satisfacción que yo te di.- Quito las manos de mi rostro con cuidado; yo estaba temblando.- Te ofrezco otro trato.- Me acaricio las mejillas con ambas manos borrando cada lagrima que derramaba.- Te ofrezco la oportunidad de liberar a todos esos niños que son agredidos por sus padres, no te llevare conmigo a cambio me darás los cuerpos de estos bastardos.- Miro con repugnancia y algo de placer el cuerpo de mi appa.- Te dejare alimentarte de sus almas para que puedas existir en este mundo ¿Que dices?

-Henry.- Lo llame por su nombre, así es como se hace llamar este demonio, me lo dijo cuando recién lo conocí.

-Piénsalo bien Minie, les darás a esos niños lo que tú no pudiste tener.- Dijo acariciándome la cabeza.

-¿Seré un demonio como tú? – Debo admitir que sentí un profundo miedo, esta oferta es tan extraña, Dios en verdad me abandono, se olvido de mí, estoy condenado y tengo miedo a lo desconocido.

-Sí, te convertiré en uno, tendrás la oportunidad y el poder para crecer como un humano si lo deseas. Yo seré tu guía en lo que te adaptas.- Me sonrió.

-¿Podre crecer como si estuviera vivo? – Me ilusione al saber que podría crecer.

-Técnicamente estarías vivo, como un demonio pero vivo, no como un alma en pena.- Que mas me quedaba si ya estaba condenado.

-Lo haré, acepto el trato.- Henry sonrió feliz.

Esa misma mañana decidí ver a Kyuhyun tenía que agradecerle su hospitalidad, me asome por la ventana de su habitación aun dormía sentado en esa incomoda silla. Iba a tocar la ventana cuando una mujer, supongo es su omma, entro con una taza de café o alguna bebida caliente.

Lo que en verdad me enfureció fue ver a aquella mujer colocar la taza en la mejilla derecha de ese niño, él se sobresalto pegando un grito, mientras ella comenzaba a pegarle y gritarle por la suciedad que deje pero él no dijo nada de mí, ni me menciono parecía aguantar con ¿alivio? Los golpes que recibía. Este niño era asombroso, la manera en que aguantaba los golpes y se tragaba el orgullo para no llorar frente a esa maldita.

-Marica deja de llorar.- Vi como restregaba la colilla del cigarro en la palma de la mano de Kyuhyun, mientras el sollozaba en silencio para que ella no le pegara mas.- ¿Acaso no eres hombre? Los hombres no lloran, no eres más que basura.

Lo espié por dos días en los que me di cuenta que ese niño castaño no hacía más que llorar a escondidas de su madre, en la ducha pude ver claramente como lloraba a mares, sentí pena por él. Tengo que ayudarlo.

 

 

Hoy es el tercer día desde que nos conocimos, Kyuhyun se preparo para ir a la escuela parece alegre aunque no entiendo la razón de su felicidad. Camine cerca de él, vi como se detenía frente a una marquesina ¿Que habrá visto que lo altero tanto?

-Sungmin… ¿ya encontraste alimento? – Henry se encontraba a mi lado aun no puedo darme cuenta de su presencia.

-Si.- Emboce una sonrisa maliciosa al verlo de frente.

-Perfecto.- Tras la mirada llena de dulzura en Henry podía ver maldad, maldad pura.

 

 

Kyuhyun aun está despierto, a comparación de esta mañana luce desanimado y triste, me acerco a él, se sobresalta pero no grita ni mucho menos se asusta, respiro profundamente cerca de su cuello oliendo su dulce aroma a inocencia, llevo mi mano a su mejilla derecha en donde la infeliz de su omma lo quemo, lo acaricio con la misma dulzura que él fue capaz de demostrarme.

-Nunca más.- Le susurro, detengo mi tacto para desaparecer por el umbral de la puerta, lo miro por última vez. No puedo evitar mirarlo con cariño a sabiendas que es la última vez que lo veré.

 

En la habitación de esa mujer la distingo completamente desvanecida en la cama, me encimo en ella y la despierto.

-No volverás a lastimar a Kyuhyun.- Le susurro al oído, ella abre los ojos extrañada por mi sepulcral voz.- Nunca más…

-¡NOOO...! – Comenzó a gritar, su voz se desgarro al emitir ese fuerte sonido, disfrute mucho clavando mi rostro en su pecho, saboreando el sabor metálico de su sangre y saciando mi sed con su miedo que iba creciendo más y mas… ella inútilmente pataleaba con sus manos trataba de alejarme. Escuche el sonido de unos pasos pero aun así no me detuve tenía que terminar con el sufrimiento de Kyuhyun, él abrió la puerta, me vio pero no hizo amago de moverse de su sitio de pedir por la vida de su omma, eso me tranquilizo.- ¡Nooo…! –  Esta mujer aun seguía con vida, si que quiere seguir lastimando a Kyuhyun y no se lo voy a permitir, desgarre con la boca su pecho la sangre fluía cual rio por la sabana hasta llegar al piso, dio un último suspiro, su alma se convirtió en mi alimento.

Mire con desprecio su cuerpo inerte para después fijar mi mirada en Kyuhyun, él me miraba horrorizado, eso me lastimo profundamente no quería que me viera en este estado; no tuve más remedio que sonreírle con la cara ensangrentada.

-"Nunca más"- Le dije y él se desplomo en el suelo.

-Minie, Minie… Minie no debes dejar que nadie te vea.- Henry apareció de la nada, me levante de la cama.

-Lo siento.- Pronuncie en un susurro caminando hacia Kyuhyun.

-Ese humano te gusta verdad.- Me sonroje.

-No.- Conteste inmediatamente.

-No tienes que fingir conmigo somos amigos.- Me revolvió el cabello.

-Lo llevare a su habitación mientras tú te encargas del cuerpo.- Tome entre mis brazos a Kyuhyun.

-Oye una de las reglas es no enamorarse.- Me ardió la cara de vergüenza pero no le respondí.

Lo recosté en la cama y lo arrope con cuidado, acaricie con ternura su rostro dormido –Gracias Kyuhyun – Le dije al oído para después desaparecer.

 

 

Mis sentidos se volvieron más agudos distingo perfectamente cuando una persona maltrata a los niños, lo que no imaginaba era verlo de nuevo, justo en esa casa jugando con un chico. A pesar de los años puedo reconocerlo por el aroma que desprende, es aun más dulce que antes.

Con el poder que poseo no dejo ni siquiera que se dé cuenta de mi presencia, lo miro por un largo rato, hasta que van a la habitación de Ryeowook  así es como lo llama Kyuhyun.

-Wookie te prometo que no permitiré que te vuelva a poner un dedo encima.- Le escucho decir, mi corazón se estruja al oírle prometer tal cosa.- Nunca más.- Veo que es muy cariñoso con ese chico, me entristece no sé por qué, no quiero que le siga acariciando el cabello.

-Nunca más...- Pronuncio, voltea el rostro mirando hacia todos lados en busca de algo, ¿Me recordara? Le acaricio la mejilla con dulzura, sonrió feliz al pensar que aun me recuerda, observa el reloj percatándose de la hora, es media noche hora de comer. Dejo de acariciarlo y desaparezco, reapareciendo en la habitación de ese desgraciado.

Ese tipo esta recostado con los ojos cerrados, mucho mejor, así no tendré que despertarlo me subo a su cuerpo me mira confundido al parecer sorprendido por la posición en la que estoy.-Comienza a gritar.- Le digo con una sonrisa llena de maldad.- Nunca más tocaras a ese chico que ni siquiera es tu hijo… nunca más…- Los gritos de terror me alientan a seguir, su rostro lleno de horror me embarga de un placer que solo yo soy capaz de disfrutar, sigo mordiendo y desgarrando el pecho de mi presa manchándome los labios y la mitad del rostro hasta quitarle la vida. Entonces lo siento parado detrás de la habitación, me percate de su presencia por lo cual desaparecí justo antes de que me viera, no quería que viera la misma escena que cuando era un niño, no quiero que me vea con miedo.

Abrió la puerta lentamente en vez de asustarse sonrió satisfecho (puedo ver que Kyuhyun posé una mirada secretamente perversa, eso me gusta), observa la escena que deje, aun no comprendo que es lo que busca hasta que caí en cuenta cuando él intenta dar la vuelta camino detrás de él abrazándolo por la espalda.

-Conejito….- Dijo en un susurro, ¿Me llamo conejito? ¿Por qué?

-Llámame Minie.- Recargue mi  cabeza en su espalda.

-Minie.- Dio media vuelta lo mire a los ojos, ahora veo felicidad y no tristeza como el día en que lo conocí, es más guapo y sigue siendo más alto que yo, su cabello castaño ligeramente revuelto lo hace ver sexi pero que estoy pensando, los demonios no sentimos emociones.

-Nunca más.- Susurre cerca de sus labios sin poder contenerme por más tiempo, tengo tantos deseos de besarlo, Kyuhyun cerró los ojos y yo los míos, uní nuestros labios juntándolos en un dulce y casto beso. Siento su calor a través de este gesto, una sensación indescriptible viaja por todo mi cuerpo alojándose en lo que creí no volvería a latir con desenfreno como lo hacía ahora. El cuerpo de Kyuhyun se desvaneció tras el beso, el volvió a perder la conciencia.

Lo deje en la cama junto a ese chico de cabellos violeta, muy a mi pesar cabe mencionar, resignado a no volverlo a ver acaricie su frente, viendo como dormía.

-Ese chico aun te recuerda no es así.- Henry estaba recargado en el marco de la puerta observándome. Preferí ignorarlo, seguí acariciando a Kyuhyun.- Ya Minie ambos sabemos que a ese chico no lo has podido olvidar.- Camino hasta situarse a mi lado.- Es mas apuesto que cuando era un niño.- Vi sus intenciones y lo aparte de un empujón.

-No intentes tocarlo.- Lo fulmine con la mirada.

-Ya… no es para tanto, ash no me lo pienso cenar.- Lo mire retándolo son la mirada mientras él reía.- No te enojes sé que es tuyo.

-Él no es mío.- Me sonroje por sus palabras, realice un puchero.

-Es hora de irnos Minie.- Su semblante se volvió serio, mire una última vez a Kyuhyun antes de desaparecer con Henry.

 

 

-Sungmin me entere de lo sucedido.- Me encontraba en la azotea de un edificio alto de Corea, el aire me daba en el rostro relajándome por breves instantes.- Henry me conto que viste a ese joven de nuevo.- Suspire.

-Parece que Henry no se puede quedar callado.- Voltee encontrándome con Zhoumi, quien me miraba un poco preocupado.

-¿Lo quieres verdad? – Suspire en respuesta.- Sabes que está prohibido.- Asentí

-Estoy condenado.- Mencione con melancolía

-Estamos condenados.- Sonreí con ironía, era verdad Zhoumi también es un demonio lo conocí cuando Henry me estaba ayudando a adaptarme a mi nueva forma de vida, al parecer Zhoumi es un demonio de mayor nivel, aun no conozco todas sus habilidades pero sé que es un demonio temible (Aunque siempre tiene una linda sonrisa en el rostro, algo que me hace dudar de sus habilidades y su poder, sin olvidar que es un poco torpe).- Si en dos años ese chico aun te recuerda tal vez pueda hacer algo por ti.- Lo mire intrigado no se dé que me está hablando.- Cuando tengas 16 lo sabrás.- Respondió a mi pregunta no formulada aun así no dijo más me revolvió el cabello justo antes de desaparecer.

 

 

Han pasado dos años desde que me encontré con Kyuhyun, me fue imposible apartarme de él, desde entonces lo he seguido y espiado cada que tengo oportunidad. Vive con sus abuelos que son muy buenos con él; está estudiando la preparatoria y al parecer es un chico popular.

-Si no hubiera muerto seriamos tal vez… amigos.- Me dije a mí mismo.

-Si no hubieras muerto ese chico aun seguiría viviendo el infierno junto a su omma o tal vez él estaría muerto.- Volví el rostro encontrándome a Zhoumi a mi lado.- ¿No crees? – Volví el rostro hacia la persona que estaba observando.

-Tienes razón, él ahora es feliz, lleva una vida tranquila… encontrara a alguien que lo haga feliz como se lo merece.- Aparte la mirada de Kyuhyun, él estaba en una mesa de la preparatoria sentado al lado del chico de aquella noche abrazado a uno de cabello negro: Yesung me parece que le oí decir varias veces a Kyuhyun.

-El aun te recuerda, piensa mucho en ti

-Lo dudo

-Él realmente piensa en ti

-¿Como lo dices tan seguro?

-Es una de mis habilidades

-Es un poder

-Mmm… se le podría considerar poder

-Sigo sin entender

-Han pasado dos años, recuerdas lo que hablamos hace dos años.- No entiendo de que me habla y él se dio cuenta de mi confusión.- Hay Minie.- Se llevo la mano en la frente.- Ese chico aun piensa en ti, lo que significa que te ayudare para que estés a su lado y tú puedas ser feliz con él.

-No sé como lo harás.- Dude, desde que me convertí en un demonio no he sabido de alguno que tenga pareja fija y mucho menos una relación sentimental con algún humano.

-Oh ya lo veras, no dudes de mis poderes, además este es un secreto que solo tú, Henry y yo guardaremos.- Me guiño el ojo.- No me subestimes.- Me dijo.

 

Y en efecto no debí dudar de Zhoumi, él se hizo pasar por humano al igual que a mí me hizo pasar por su hermano menor: no sé cómo pero me dio una nueva identidad, una nueva vida, un pasado color casi rosa ya que no mintió al decir que mi madre murió al tenerme y que mi padre o mejor dicho “nuestro appa” nos maltrataba, asistí a la preparatoria como alumno transferido de china. Kyuhyun al principio se asombro al verme pero luego de que le contara de mi vida (que obvio es casi una mentira), dudo en que fuera ese ser que quita la vida a los infelices que maltratan a sus hijos.

Dos años fuimos amigos hasta que Kyuhyun me declaro su amor y nos hicimos novios, fue el día más feliz de mi existencia… en la universidad nos comprometimos, fueron dos años de casados hasta la llegada de Sungmin nuestro hijo mayor después de dos años que él llego a iluminar nuestras vidas llego la pequeña Sully, otro regalo del cielo.

Vivimos tranquilos a pesar de que estoy peleado con Dios se que no ha abandonado a Kyuhyun, gracias a él soy feliz; aunque eso no implica que yo ya no sea un demonio, no, aun lo soy y me sigo alimentando de almas. Henry al principio se opuso a que yo formara una familia con Kyuhyun y valla que hasta a mi me hizo dudar, sobre todo por mis hijos ellos nacerían siendo mitad demonio pero Zhoumi encontró la manera de quitarles su poder, se podría decir que ahora son completamente normales, humanos comunes, eso me hace feliz. Aunque ahora Kyuhyun está condenado por tener una relación con un demonio, me entristece mucho ya que él no lo sabe; he buscado la manera de decirle pero no sé como reaccionara cuando se entere.

 

 

Voy camino a casa hoy fue un día difícil ya que tengo un trabajo normal de medio tiempo, un trabajo como las personas normales, camino tranquilamente ya que pase al supermercado que está cerca de casa, no tengo auto pero me gusta caminar y cuando no voy caminando Kyuhyun me recoge, pero como hoy fue su día de descanso él se quedo a cuidar de los niños. De repente escucho los gritos del padre de Sehun, Kyuhyun me dijo que sospecha que ese niño es maltratado por su padre, al parecer es verdad, en el aire huelo el miedo del niño, dejo las compras a un lado de los arbustos dispuesto a cambiar de forma.

Atravieso la calle corriendo, mis pasos similares a los de un niño hacen eco en el asfalto, en lo que corro por el jardín de los vecinos siento que alguien me observa, le resto importancia, busco un acceso a la casa y veo la ventana entreabierta perfecta para qué me pueda colar.

Me trepo en la ventana  pero sigo sintiendo que me observan volteo el rostro encontrándome con la mirada de Kyuhyun, puedo ver su boca entreabierta me mira profundamente como si… se dio cuenta de quién soy… Le sonreí cálidamente como a él le gusta.

-Nunca….-  Moví mis labios diciendo palabras que solo él podría comprender.

-Más…- Vi como él decía las mismas palabras, sonrió de medio lado al parecer aliviado por qué sabía lo que ahora yo aria.

 

Una vez termine de alimentarme fui por las compras, las recogí esta vez con la intención de ir a casa. Cuando llegue subí los escalones mi amado esposo estaba contemplando dormir a nuestros retoños.

-Son hermosos.- Mencione abrazándolo por la espalda, recargue mi cabeza en su hombro era tan cálido sentirlo así de cerca.

-Lo son.- Me dijo tomando mis brazos, se volteo para verme de frente, le sonreí, creo que mi sonrisa fue un poco maliciosa.

-¿Te arrepientes ahora que sabes quién soy? – No puedo evitar sentirme inseguro después de todo me reconoció.

-Eso jamás sucederá…- Me acerco a su cuerpo para abrazarme.- No me importa lo que seas.- Su mirada me trasmite seguridad.- Te amo.- Me besa, siento un poco de pánico por que el sabor a sangre aun lo tengo impregnado.- Gracias Sungmin.- No sé por qué me da las gracias, soy yo quien está agradecido con él, el sabor de mi boca parece no importarle porque me vuelve a besar pero esta vez con pasión haciendo que mis piernas flaqueen y se vuelvan gelatinas.

-Te amo Kyuhyun….- Le digo mirándolo a los ojos trasmitiéndole con la mirada el amor que siento hacia él.- Nunca más….- Dije la primera frase que nos unió.- Nos harán daño.- Le asegure, pero más que nada es una promesa.

 

 

Fin.

 

 

 

Notas finales:

Espero que con este cap. cualquier duda se haya aclarado sin no hagamelo saber n.n

Lamento la manera en que maltrate a los personajes y que mate a Hanie... pero asi iba :$

Por cierto MAMACITA ya salio... en verdad me han gustado todas las canciones mi favorita es "This is love, Evanesce y MAMACITA" X3

¿Cual es su favorita?

Bien nos leeremos en otra ocacion cuidense que esten bien...

les mando muchos besotes y abrazos asfixiantes...

bye bye...

(<^.^)/


Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).