Al cabo de una hora de preparación en el set del rubio menor poniendo y arreglando hasta el más mínimo defecto que encontraba el pelirrojo, mientras que el de las marquitas zorrunas estaba inquieto mirando hacia los alrededores viendo cómo se acumulaba gente de a poco.
En ese instante Minato estaba terminando de tomarse las fotografías vestía un traje completo negro (ya saben, pantalón, saco y chaleco o no sé cómo se les llamara =.= pero busque por internet y decía eso XD) con una corbata de color morada y camisa blanca, iba conversando con el fotógrafo reía animadamente por las cosas que el rubio le decía.
_. Me siento realmente apretado con este traje, no sé por qué me hicieron vestirme así, es realmente incomodo… parezco un pingüino–decía un rubio refunfuñando mientras se quitaba la molesta corbata y se desabotonaba los 2 primeros botones de su camisa.
_. Será porque es para una revista de trajes de novios Minato –decía un peliplata mientras sonreía con su ojito feliz ya que por estar usando una máscara que le tapaba prácticamente la mitad de ser rostro y su pelo cubría un ojo, pero aun así daba un aire misterioso y a la vez sexy.
_. Fue prácticamente extraño encontrarte en un lugar así Kakashi, pensé que eras maestro de primaria –comento el rubio.
_. Bueno fui profesor por unos cuantos años, pero pensé que debía expandir un poco más mis horizontes para poder ganas más dinero y poder comprar mis preciados libros ero… digo libros sobre la cultura del mundo –dijo mientras un aura extraña de brillitos y estrellas brillaba a su alrededor en su mundo imaginario que daba la espina que no era eso.
_. Esa ni te la tragas tú mismo Kakashi –entre risas decía el rubio mientras le ponía la mano en el hombro para sacarlo de su mundo soñador.
_. Jajaja –risa irónica- y a todo eso, como está el pequeño Naru-chan?
_. Aaa.. –Suspiro- está bien, pero me preocupa un poco… sigue siendo un poco tímido, pero con el tiempo se ha ido acostumbrando y a relajarse más cada día, me alegro de haberlo sacado de ese colegio de mala muerte- aunque por dentro le hubiese gustado demandar a ese inmundo lugar si no fuese por la petición de su adorable hijo que con ojitos de cachorro bajo la lluvia le dijo que no lo hiciera con la excusa que por el mal momento que paso esos años las madres de los chicos que estudiaban en ese lugar se partían la espalda para pagarle los estudios a los niños mimados para darle un buen futuro. Si hijo era un verdadero ángel por pensar de esa forma de gente tan cretina que le hizo daño.
_.Me gustaría ver a ese dulce angelito, hace años que no lo veo, solo recuerdo cuando corría hacia mí y se colgaba de mi pierna mientras me pedía que me acostara con él y que le leyera un cuento porque su papi se dormía mientras lo hacía y ensuciaba su libro de cuentos con baba –soltó una gran carcajada mientras veía como el rubio se deprimía a cada palabra.
_. Eso es el pasado, ahora mi Naru me pide a mí que duerma con el –dijo triunfante el rubio mientras se cruzaba de brazos y sonreía.
_. Pero yo pase más tiempo con su dulce y tierna etapa –se podía ver a través de su máscara que sonreía mientras se cruzaba de brazos en modo ganador.
Sabia de por sí que el rubio no tenía mucho tiempo con el menor, el trabajo de profesor en un instituto para luego tener un turno de camarero en un restaurant la cual la paga no era mala, solo para poder hacer que su retoño tuviese una buena educación, y cuando tenía tiempo libre dormía el resto del día que le quedaba y apenas le quedaba tiempo para pasar con el rubio menor, así que el amablemente como alumno y amigo de “toda la vida” del rubio mayor se ofrecía “amablemente” a cuidarlo. Por no decir que se metía a la fuerza a la casa para estar con ese lindo angelito pequeño que lo había cautivado desde el primer momento que lo vio.
_. Está bien lo admito… no pase mucho con mi pequeño rubio en su edad más tierna…pero valió la pena, tiene un gran conocimiento…-solo un pequeño suspiro y miro al frente mientras se despeinaba, si ella no los hubiese abandonado por un maldito que presumía su dinero, pero cuando supo que estaba embarazada solo fue y dejo a Naruto en una cesta envuelto en mantas y con un sobre diciendo el motivo porque lo dejo. Pero de todas formas se alegraba de tener a su retoño con él y no hacerlo perdido en aquel entonces.
_. No esperaba que mi sensei admitiera que estaba equivocado… -hizo unos gestos dramáticos solo para molestar al rubio y al parecer lo estaba logrando.
_. Solo digo lo que pienso Kakashi, yo por lo menos digo las cosas no como otros que hacen las cosas a escondidas... y ya guarda ese libro que estas en público–dijo mientras se lo quitaba y se lo metía dentro del bolso que traía el peligris con la cámara.
_. Siempre tan reservado –se cruzó de brazos enfurruñado mientras miraba hacia el frente notando una cabellera rubia bastante notoria con un lindo vestido rosa bastante corto que mostraba unas piernas que tan solo con mirarlas le daban ganas de tenerlas rodeando su cuerpo y al parecer la mayoría tenia aquel pensamiento, se golpeó mentalmente para que cierta parte de su cuerpo no reaccionara, pero aquel cabello le llamaba la atención se podría decir que tenía cierto parecido al de su sensei. Sintió cuando su antiguo maestro se detenía volteando así a mirarle notando así que en rostro de este tenía los ojos bastantes abiertos mirando a aquella persona rubia.
Mientras tanto Minato no caía de la impresión al reconocer aquel cabello rubio que reconocería en todas partes por lo desordenado y rubio que era, su bebe… su bebe tenía un vestido demasiado corto y muy ajustado mostrando sus curvas, sus vírgenes curvas.
Miro alrededor disimuladamente para ver las caras de bobos de los hombres que habían alrededor que no se concentraban en su trabajo y al parecer Kurama estaba en las mismas aunque tratara de pasar por mas disimulado la cara de bobo no se la quitaba nadie.
_. Na… Naruto –dijo y camino lo más rápido que podía mientras se retiraba la chaqueta para después llegar al lado de su querido hijo y cubrirlo con esta mientras le abrazaba protectoramente y fulminaba a todos con la mirada- que le has hecho a mi bebé, maldito zorro–reclamo el rubio mientras abrazaba al rubio el cual estaba bastante sorprendido y sonrojado, agradecía que su oto-san haya llegado no quería estar bajo mirada de las personas, le daba miedo y pánico pero sobre todo se sentía cohibido por aquellas miradas dirigidas hacia el que le parecía que no tenían buenas intenciones.
Por otra parte el pelirrojo tenía el ceño fruncido mientras le maldecía con la mirada, tenía que llegar ese idiota rubio para que se arruinaran las cosas si no decía las palabras y movía las piezas en la dirección correcta podría perder un gran diamante en bruto o simplemente podría hacer que el rubio adelantase trabajo para que no estorbara.
_. Que sorpresa Minato, pensé que faltaba un buen tiempo para que terminaras la sesión –dijo con una suave sonrisa mientras se cruzaba de brazos mirándole desafiante.
_. Pues como ves termine rápido ya que mi fotógrafo fue Kakashi y cuando quiere hacer su trabajo lo hace –acaricio el cabello rubio del menor- y otra cosa... como se te ocurre vestir de esta forma a mi bebé, no se cuanta gente pervertida compra una de tus revistar para hacer cosas nada sanas y aparte es un menor de edad tienes que tener mi autorización para sacarle fotografías y no, no te la daré –apretó más contra su pecho al rubio el cual empezaba a darle pequeños golpecitos en los brazos para poder respirar.
_. Oto… oto-san… me…ahogo... –dijo con dificultar pero al fin pudo respirar cuando su padre lo soltó, el tan solo escuchar el nombre de su antiguo niñero que le cuidaba mientras su oto-san dormía, miro hacia todos lados buscando a cierta persona ansiosamente para luego mirar al rubio con esos grandes ojos azules con curiosidad- donde esta? –ladeo su cabecita mientras le miraba.
El rubio sabía a quién se refería pero no quería soltar a su hijo pero con esa carita quien se resistía, soltó un pesado suspiro y le soltó mientras señalaba a su espalda en donde se encontraba el peliplata mirando la situación desde una posición segura no quería entrar a ese ambiente tan tenso que se formaba.
El menor solo soltó un suave gritito y se escapó rápidamente de su oto-san para correr hacia el peliplata el cual miraba confundido la situación solo veía una mancha amarilla que venía en dirección suya, solo sintió el golpe en su espalda y un peso extra en su estómago, miro la causa encontrando a un sonriente rubio con unas adorables marquitas en cada mejilla que se le eran familiar, su mente iba procesando información a una rapidez increíble, se le vino una imagen de un pequeño con las mismas marcas y entonces se acordó.
_. Na... Naruto? –el nombrado asintió sin dejar de sonreír- va… vaya estas realmente cambiado –dijo sin saber dónde poner sus manos, así que opto simplemente por ponerlas en el piso mientras borraba las imágenes que anteriormente se estaba imaginando y no, no eran elefantes rosas con ponies saltándoles alrededor con arcoíris en los cielos y mariposas multicolores… más bien eran cosas que solo un adulto podía imaginar o un adolescentes con las hormonas alborotadas.
_. Pues claro que estoy cambiado, ya no soy tan pequeño como lo era antes Kakashi-nii –se acomodó la chaqueta de su oto-san sobre sus pequeños hombros.
_. Si… ya lo veo –miro de reojo aquellas tentativas piernas que estaban a cada lado de su cuerpo, golpeo su cabeza contra el piso para evitar sus pensamientos asiendo que el pequeño le mirara curioso por eso.
_. Naruto, no es de educación que estés encima de un hombre –dijo el rubio mientras levantaba a su hijo del cuerpo del peligris, Naruto podía ser realmente inocente sobre el tema, no quería darle la “charla” y ensuciar su mente pura, era realmente difícil tener un hijo doncel y no saber cómo explicarle el tema, no podía explicarle como un niño de 5 años con el cuento de que la cigüeña le trajo o como la abeja deja el polen en una flor para que así después de un tiempo nazca otra flor y así sucesivamente, simplemente no sabía cómo explicarle.
_. Por qué oto-san? –dijo cuando ya estaba al frente de su padre mirándole mientras con sus manos jugaba con las mangas de la chaqueta, una imagen realmente inocente y para otras miradas… algo tentadora.
_. Luego hablaremos de eso Naruto –dijo sereno mientras despeinaba el rubio cabello de su hijo.
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español