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De patito feo a doncel modelo por andreitanekita

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Notas del capitulo:

capitulo editado!!!! 


 


bueno practicamente lo edite por que... por que me gusta el sasunaru XD onko .__. conste que aun no se sabe con quien se quedara nuestro lindo naru-chan, asi que disfruten la actualizacion y besotes, pronto les traere un nuevo cap, estoy inspirada XD 

Naruto se secó las lágrimas restantes y soltó un suave suspiro, quería mucho a su oto-san y se alegraba de que se fueran del país por tiempo indefinido, camino por la tienda en busca de los zapatos, al llegar al sector de zapatos se probó algunos pero ninguno le llamaba la atención, siguió buscando y buscando hasta que llego a la sección de deporte, estaba algo concentrado pero choco con algo duro y cayó al suelo de trasero, alzo la vista el cual fue su mayor error frente a él vio a su peor pesadilla que lo miraba con aquellos ojos verdes opacos que causaban miedo

Pues ese personaje de mirada intimidante era ni más ni menos que Kimimaro Kaguya, el líder del equipo de basquetbol (basketball, baloncesto o como se diga en el lugar donde vivan XD )

_. Pero miren a quien tenemos aquí..-dijo arrogante, mientras sonreía, uno ojos verdes le miraban con arrogancia mientras se cruzaba de brazos, su cabello gris caía un poco más debajo de los hombros y unos mechones amarrados caían por los costados de su rostro, media 1.86.

_. Si es el fenómeno de Naruto – dijo otro sujeto de piel muy pálida y ojos amarillos como los de una serpiente y unas marcas purpuras alrededor de los ojos, su cabello negro cayendo hasta la mirada de la espalda al igual que el primero media 1.87. Orochimaru era su nombre, era una maldita serpiente rastrera que le gustaba abuzar de los donceles al igual que las mujeres para luego botarlos.

_. Esto es problemático, sin duda alguna… -dijo un chico de gafas, era Kabuto Yakushi, media 1.77, sus ojos eran de color negro y su cabello blanco-grisaceo el cual está amarrado con una cola baja, usa unos lentes circulares y es el más inteligente de los dos que le acompañan.

Ellos siempre lo molestaban, no sabía cómo siendo tan distintos eran los brabucones perfectos, aunque lo que más le dolió fue la traición de Kabuto, él había sido el primero en hablarle amistosamente cuando llego al colegio y su primer amigo, pero después había descubierto que solo había sido una apuesta entre varios chicos para acercarse a este y tratar de llevárselo a la cama con una confesión pero nunca se logró la apuesta, desde entonces lo habían tachado como fenómeno, inventando cosas de él la cual de la mayoría era influenciada por ellos, a él le dolía eso sufrió tanto en ese momento.

_. Vamos fenómeno, no te nos quedes mirando como si fuéramos un par de matones –dijo el ojiverde mientras sonreía y los solo miraban- no me digas que estabas robando, debería de decirle a los de seguridad para que te arresten y te pudras en la cárcel –soltó una risa y alargo su mano así tomando el cabello al rubio y lo hizo levantarse mientras jalaba de este, el menor solo apretó fuertemente los ojos y ponía sus manos en los brazos de este tratando de quitarse la mano.

_. Por…por favor… suéltame, me duele –dijo a duras penas el ojiazul, su cabello dolía horrores al ser jalado de esa forma y más aún si lo hacía pararse jalando de este.

_. No eres nadie para darme órdenes fenómeno –quería darle una buena golpiza pero estaban en público, no quería ensuciar su apellido ni el de su familia por hacer un escándalo público, prácticamente su apellido era bastante solicitado, las propuestas de matrimonio venían por doquier y eso le fastidiaba al igual que tenía acosadoras en el colegio con las cuales solo había tenido uno que otro revolcón pero nada más que eso. Para el solo era algo sexo sin compromiso. Un simple polvo.
_. Lo… lo siento –dijo automáticamente mientras su cuerpo temblaba, no quería recibir una golpiza en público le bastaba con las humillaciones y las golpizas en el colegio.

_.ya vámonos Kimimaro, estamos llamando mucho la atención –dijo el de coleta mientras se acomodaba las gafas, estaban llamando la atención de una que otra persona que se quedaba mirando el como el ojiverde tenía agarrado del cabello al rubio.

_. Tsk… maldito fenómeno, realmente me dan ganas de destrozarte la cara, pero estamos en público y eso podría perjudicarme, pero podría llevarte hacia un callejón y dejarte medio muerto –apretó aún más el agarre en el dorado cabello del rubio- bien decidido, vamos afuera, necesito golpear algo y ese algo eres tu –dijo con una sonrisa arrogante y se preparaba para caminar cuando sintió una mano agarrar su muñeca fuertemente lo cual le hizo hacer una mueca.

_. Que estás haciendo mocoso –dijo un rubio que se encontraba realmente malhumorado, había llegado con unas lindas prendas para su bebé y se encontraba con la escena de que estaba acorralado y este suplicaba que le soltaran pero no accedían. Y el colmo fue el cómo agarraban el cabello de este de manera brusca y jalaba de este- ya suéltalo si no quieres que te quiebre tu brazo en este lugar.

Los demás dirigieron su mirada hacia el sujeto y se sorprendieron, era alto, de cabello rubio y un cuerpo tonificado, lo conocían de alguna parte pero no sabían de donde, entonces el grito de una que otra chica gritando el nombre aparentemente del sujeto se acordó, era Minato Namikaze, era un modelo de ropa para varón bastante popular entre las chicas al igual que donceles pero no pasaba más allá de la fama del ámbito nacional, aunque había uno que otro rumor de que ese sujeto en el pasado había sido el líder de una pandilla que manejaba a toda la ciudad, era el rayo amarillo y supo que en ese momento tenía que obedecer si no quería terminar con el brazo roto. De mala gana soltó el cabello del menor el cual cayó al suelo.

_. Ahora lárgate antes de que me arrepienta de dejarte vivo –soltó el brazo de este bruscamente.

_. Maldito fenómeno, de esta te salvaste de esta pero mañana no tendrás a nadie que te proteja –y se fue furioso del lugar con los otros dos.

_. Naruto estas bien? –se arrodillo y abrazo al menor el cual sollozaba, un débil asentimiento sintió contra su pecho y comenzó a acariciar el cabello de este- ya cariño, ya paso… papá león llego a tiempo y defendió a su cachorro de ese feo ogro y malhumorado –una pequeña risita se escuchó del menor el cual lo alivio- bien pequeño, probemos la ropa y salgamos de este lugar, un rico helado pasaran las penas, estás de acuerdo?

_. No… no quiero… quiero irme a casa… me siento mal… -dijo en un susurro mientras se volvía a acurrucar en el pecho de su padre.

_. Está bien nos iremos cariño –dijo mientras se levantaba y sostenía al menor en los brazos- iremos a pagar la ropa que seleccione, y nos iremos a casa..- beso la coronilla de este y camino sin soltar al rubio, al llegar a la caja pago la ropa y se marchó del lugar sin antes de pedir un taxi, podría cargar todo el camino con su retoño en brazos pero preferiría no hacer pasar vergüenza a este.

Al llegar a su hogar llevo al menor a su cuarto el cual se había quedado dormido en el trayecto, pero al dejarlo en la cama y noto la expresión de tranquilidad en el rostro de este.

Ya iban pasando los días y Naruto ya no asistía a clases, prácticamente se estaban encargando de la mudanza, habían muchas cajas regadas por la casa, un Minato tirado en el suelo durmiendo sobre un colchón y tapado completamente, un Naruto preparando el desayuno con tranquilidad, el cual consistía en ramen y una taza de café y una de té, era lo único que podían comer en ese momento todas las cosas prácticamente ya estaban empacadas, al terminar de prepararlo fue a despertar a su oto-san, la noche anterior se habían quedado empacando hasta altas horas de la madrugada, por fin se irían a E.E.U.U estaba feliz por eso, su oto-san estaba realmente cansado ya se le comenzaban a notar unas pequeñas ojeras bajo sus ojos, se acercó a este con cuidado y lo movió un poco.

_. Oto-san, el desayuno ya está listo –comenzó a moverlo levemente pero al no obtener respuesta soltó un ligero suspiro y lo miro, para luego mirar el ramen que estaba en la mesa y una sonrisa se formó en los labios- mm, estaba delicioso el ramen lástima que oto-san no se despertó para comerse el suyo, tuve que hacer el gran esfuerzo para comerme el suyo aunque también estaba delicioso –dijo divertido al ver como a los segundos después el rubio mayor se sentaba con una expresión de horror en su rostro para luego mirar la mesa que estaba en la cocina.

_. Mi ramen! –fue lo primero que dijo al sentarse para luego mirar al menor el cual que retorcía de la risa en el suelo- NA-RU-TO –dijo el rubio con un aura oscura rodeándolo, pero luego soltó un ligero suspiro y se estiro- vamos a comer niño bromista –dijo luego de darle un pequeñito golpe en la frente se levantó y camino hacia la cocina mientras se despeinaba.

_. Oto-san, recuerda que debemos estar en el aeropuerto a las 11:30 am y ya son las 9:10 am, ya llame a los encargados de la mudanza y dijeron que dentro de poco vendrían a buscar las cosas para llevárselas –dijo mientras se sentaba frente a su padre y comenzaba a comer.
_. Es verdad, se me había olvidado llamar a los de la mudanza, por eso te quiero tanto Naru-chan, el bastardo que trate de robar tu corazón tendrá que pasar por mi primero antes de tocarte –dijo seriamente mientras tomaba su delicioso café.

_. Oto-san, no digas eso –dijo con un pequeño rubor en sus mejillas- además aun no me gusta nadie –murmuro apenado mientras comía su preciado ramen.

_. Y espero que siga así –dijo mientras comenzaba a comerse el ramen.
Se encontraban en un agradable ambiente mientras comían algunas bromas por parte del mayor al igual que las del menor no podían faltar, pero esa linda atmosfera fue interrumpida por el sonido del timbre, el cual el menor fue a abrir para dar paso a las personas encargadas de la mudanza, miro la hora ya eran las 10:15 am el aeropuerto quedaba a unos 40 minutos desde su casa, tendrían que tomar un taxi para llegar a su destino. Fue a la cocina y miro su ramen instantáneo humeante que lo llamaba que lo tentaba con ese agradable aroma que le hacía agua la boca pero aun así tenía que guardar unas pocas cosas en su maleta y verificar que no se les quedara nada, pero aquel aroma, delicioso aroma cautivante, dulce pecado para su paladar… según Naruto… al final no resistió y termino de comer para luego irse directamente a su cuarto a cambiarse de ropa y guardar el resto en su maleta, reviso por ultima ves lo su cuarto y salió de este, su oto-san ya lo esperaba abajo con un taxi, dejo su bolso en el porta equipaje del auto para luego irse a sentar con su padre. Adiós vida vieja bienvenida vida nueva –se dijo para si mismo el rubio mientras sonreía y miraba por la ventana.
Notas finales:

bueno... espero que haya sido esta ves de su agrado y besotes a los lectores n.n nos vemos pronto 


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