No quiero poner tierra de por medio....
La mansion de su hermana la habia dejado sin aliento, era enorme y muy hermosa, con paso vacilante camino hasta la entrada principal, donde el elegante caballero de cabellos negros le abrio la puerta invitandola a pasar la joven dama trago un poco de saliva antes de entrar con paso receloso a aquella mansion, su mayordomo la siguio en total silencio. Lo primero que vio al entrar a la mansion fue la decoracion tan fina que habia y lo segundo que vio fue a su hermana parada al pie de las escaleras con su inconfundible sonrisa tierna y dulce...
-Lisbeth- mascullo la pelirroja al ver a aquella chica de 14 años, cabello castaño y ojos granate aunque uno estaba cubierto por un sutil parche
-¡Rebecca!- grito con mas efuscion para correr y abrazar a su hermana mayor, el mayordomo de cabellos azules se sorprendio por el aroma que el alma de la chica poseia, un aroma dulce hasta cierto punto empalagoso
-estas viva- asimilo la pelirroja devolviendole el abrazo, penso que solo seria un sueño mas....
-si estoy viva- la chica castaña se separo para ver a su hermana, la unica diferencia que pudo notar era que uno de sus ojos ya no eran de color granate sino azul zafiro- ¿Que le paso a tu ojo?- interrogo con curiosidad por inercia la pelirroja llevo su mano a ese ojo
-larga historia- dijo cubriendolo posesivamente- ¿Que le paso al tuyo?- pregunto al ver aquel sutil parche
-larga historia- ambas rieron como si se hubieran contado un buen chistes- cuanto te extrañe Rebecca, pero basta de pensar cosas tristes... ¿ya conociste a sebastian?- con una seña lo llamo para que se acercara
-si tuve el honor de conocerlo...- dijo secamente, la castaña solo sonrio mientras miraba de reojo al mayordomo de ojos azules
-pero yo no he tenido el honor de conocer a tu mayordomo- dijo con una sonrisa de inocencia
-ciel...- llamo la pelirroja, el de cabellos azules se acerco con paso firme
-lamento no haberme presentado antes, señorita yo soy Ciel lower a sus ordenes- con galanteria tomo la mano de la castaña para besarla, esta se sonrojo ante ese gesto mientras que la pelirroja se ponia roja pero de la furia
-¡ciel!- de golpe la pelirroja aparto a su mayordomo en un gesto posesivo, el mayordomo de cabellos negros solo veia esa escena con un frio gesto mientras que sus manos se movian para atrapar a su ama que habia sido empujada
El silencio invadio aquel lugar, la pelirroja no podia apartar su mirada de ira de su hermana pequeña...
-perdon- interrumpio por fin el silencio la joven dama de cabellos rojizos al darse cuenta de su error
-se ve que tu mayordomo es alguien muy especial para ti- dijo la castaña sin apartarse de su mayordomo que practicamente la tenia abrazada
-no lo es, es solo que...- no podia explicar el porque de su comportamiento
-bueno sebastian tambien es alguien muy importante para mi- admitio sin verguenza mientras abrazaba con dulzura a su mayordomo que solo la miraba sorprendido
El azulino solo miraba la escena sintiendo en su interior algo parecido a un calor ardiente, con sutiliza desvio la mirada de nuevo en su mente resonaba el sonido intenso de la lluvia, sintio un escalofrio
-¿te sientes bien?- pregunto su ama al verlo temblar, el de cabellos azules puso su sonrisa mas hermosa y falsa que pudo encontrar
-muy bien- dijo sin dejar de sonreir
-bien hermana ya pasado este incidente vamos a mi estudio a platicar, mientras que sebastian y ciel preparan el te... ¿Te parece?- el unico ojo color granate de la castaña se clavo en los ojos de su hermana con tal intensidad que por un minuto se sintio intimidada
-esta bien- dijo sin darle importancia, con los ojos le indico a su mayordomo que hiciera lo pedido
-como ordene mi lady- dijo galantemente mientras que el pelinegro solo caminaba hacia la cocina
-sebastian...- sus acciones fueron interrumpidas por su ama, este dio vuelta para verla con buena cara- trata bien a ciel- le guiño el ojo, sebastian suspiro
-como ordene, joven ciel vamos a la cocina- ciel vio bien el enojo que sebastian disimulaba con una sonrisa, en silencio lo siguio.
Cuando llegaron a la cocina ambos en total silecio empezaron a preparar el te, decidieron hacer de postre una exquisita tartela de frutos rojos y crema pastelera, que acompañaron con un te verde. El silencio estaba empezando a abrumar a el mayordomo de cabellos azules
-¿pense que odiabas lo dulce?- sin evitarlo rompio el silencio que lo estaba volviendolo loco
-¿pense que nunca en tu vida harias un contrato?- dijo secamente el pelinegro mientras fijaba sus profundos ojos carmesi en los ojos zafiros de ciel
-pasaron muchas cosas- su mirada se afligio un poco pero de inmediato recobro la compostura
-debio haber sido dificil- una sonrisa burlona se formo en aquel endemoniado rostro
-en realidad no- enojado el azulino corto la conversacion mientras fijaba su vista en la pared
-¿te ofendi? vaya no has cambiado nada- dijo ahogando una carcajada- sigues siendo aquel niño inmaduro e insoportable que conoci
-y tu sigues siendo un maldito demonio incompetente- le refuto un poco harto de la conversacion, el pelinegro solo hizo una mueca de enojo
El silencio volvio a llenar el ambiente solo que esta vez ciel no estaba dispuesto a romperlo, despues de todo lo unico que consevaba era su orgullo, el pelinegro suspiro, la conversacion no estaba llendo donde el queria asi que solo tendria que forzarla
-¿Porque decidiste hacer un contrato?- pregunto sin nada de malicia
-no es algo que te importe- corto la convesacion, no queria escuchar esa atercipelada voz, el pelinegro apreto los labios
-claro que si... joven amo- ante esas palabras el azulino sintio comosu corazon se aceleraba y sus mejillas se coloreaban de un rojo intenso, el pelinegro rio divertido- no has cambiado nada- su voz salio dulce
-lo hize por...- no supo que responder- lo hize por ellas
-¿ellas?- pregunto con duda el pelinegro mientras sacaba del horno la tartela
- no es algo que te importe...- dijo queriendo dar por terminada aquella conversacion- ¿porque un alma tan dulce?
-un antojo- dijo encogiendose de hombros- tampoco es algo que te importe
Ambos, de nuevo con el silencio envolviendolos, hicieron su trabajo
-lo unico que quiero dejar en claro es que no quiero que interfieras con mi trabajo- dijo el pelinegro sorprendiendo al azulino
-no lo hare mientras tu no te metas con mi trabajo- dijo friamente, de nuevo sintio como un frio desolador azotaba su cuerpo
-¿es un trato?- estiro la mano, ciel la miro y con recelo la acerco
-no hagas esto- grito interiormente- no apenas que te pude encontrar- siguio con su monologo interior- porque yo... te extrañe- su mirada se quebro pero no lo demostro- es un trato- el nudo de su garganta se deshizo, despues de eso ambos continuaron con su trabajo, pero el azulino no estaba ahi....
Estaba en un frio callejon, mientras la lluvia lo empapaba y su corazon se quebraba...