Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

Drove Me Wild por RedArrow

[Reviews - 157]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

“Escribir esto no es fácil, ni siquiera sé si te entregaré esto, pero al menos necesito desahogarme, expresar todo lo que siento, todo lo que siento desde que te conocí, Isabel.

Siempre es difícil renunciar a lo que uno ama, pero a veces es necesario, sobre todo cuando te das cuenta que la persona amada no es feliz a tu lado o que puede ser feliz con alguien más.

Para mí lo significas todo, cuando te vi por primera vez me dejaste cautivada, eras hermosa, quiero decir, lo sigues siendo pero, en aquel entonces tu presencia me impactó al verte atravesar uno de los jardines de la preparatoria.

Tu cuerpo era lindo, bien formado, aunque en aquel entonces no te habías convertido en la mujer que eres ahora, tu cabello negro e igual de alborotado, tus labios rosas, tu piel blanca y aparentemente suave, tus ojos azules siendo enmarcados por unas gafas negras… Me había dejado sin habla cosa que desafortunadamente mí en ese entonces novia notó.

Marcela era una chica linda, habíamos comenzado nuestra relación después de un tiempo de ser amigas, sin embargo, al convertirse en mi novia cambió mucho de actitud, empezó a ser muy posesiva conmigo y comenzaba a asfixiarme, eso sólo ayudó a que yo pusiera más mis ojos en ti.

En aquel entonces yo tenía un amigo, su nombre era Axel, quien por cierto no supe que fue de él pero le agradezco infinitamente el haber sido el puente para llegar hasta ti. Axel era un chico gay, amigo mío a quien no le agradaba mi relación con Marce, su desaprobación aumento cuando comencé a contarle de los arranques de celos que Marcela tenía constantemente y que poco a poco estaban cansándome, eso le dio a mi loco amigo una idea, una excelente idea.

Él tenía una amiga cuya ex-novia, por la cual la chica sufría,  tampoco le caía bien y él creía que yo era perfecta para ella, esa amiga obviamente eras tú pero yo no lo sabía.

Cierta tarde en un descanso entre clase y clase y casi arrastrándome porque aquel día no tenía muchos ánimos de nada, Axel me llevo al jardín principal de la preparatoria, en ese jardín habían varias mesas situadas dentro del lugar, mi amigo me hizo sentarme en una y esperar, él se fue corriendo alegre y estúpidamente, pasaron varios minutos y yo comenzaba a desesperarme así que me levanté pretendiendo ir a mi salón de clases por lo menos a dormir, sin embargo al voltear encontré tus hermosos ojos azules frente a mí.

Me quedé petrificada y no pude emitir un solo sonido, sin embargo dijiste “Hola” dedicándome una flamante sonrisa y apartando un mechón de tu cabello que caía delicadamente sobre tu frente, yo respondí a tu saludo y a partir de ahí comencé a morir por ti Isabel.

Tu y  yo hablábamos a diario por chat y de vez en cuanto nos salíamos de clases para estar juntas y yo… bueno, yo me escapaba de Marce, las cosas avanzaron mucho, coqueteabas conmigo en cada oportunidad que tenías y yo te respondía…

 

Sin embargo, poco a poco por comentarios de personas que te conocían fui dándome cuenta de que tú eras una mujeriega, una conquistadora y no te culpo tenías (y sigues teniendo) con qué, las miradas de todos siempre estaban puestas en ti, y yo… creí que podría hacer que tal vez tu te enamoraras de mí.

Pero por alguna razón nunca llegamos a nada, ni un beso, sólo caricias furtivas que me hacían enloquecer y no nos llevaban a ninguna parte, por más que yo me esforzara en verme bien para ti por más que intentara gustarte, no sucedía nada contigo y… En cuanto a Marce, ella dejó de ser celosa y posesiva y se volvió depresiva pues yo ya no le daba mi atención al paso de los días eso fue llenando mi corazón de un sentimiento de culpa que me carcomía por dentro.

Incluso hasta ahora debo admitir que sigo sintiéndome mal por lo fatal que me porté con ella, por mucho que tú me gustaras, ella era mi novia y aunque nunca pasó nada contigo creo que no la respeté como debí. Tú lo notaste, no sé si yo era muy obvia pero lo notaste, y fue por esa razón que decidiste terminar ese juego de coqueteos que existía entre tú y yo, dijiste que de alguna forma yo te había hecho cambiar y volver al buen camino y que no querías que yo terminara una linda y estable relación por alguien que realmente no sentía nada por mí, a pesar de que rompiste mi corazón agradecí tu sinceridad y ahí acabó todo, yo volví a poner todo mi empeño en recuperar mi relación con Marce y tú… Bueno, tú cambiaste para bien, aunque no volvimos a hablar.

A partir de ahí hasta que terminaste la preparatoria (un año antes que yo) no cruzamos palabra alguna pero debo admitir que a veces me pasaba por tus salones solo para verte por la ventana, con cuidado y sin que nadie me viera, te miraba caminar por los jardines desde los pasillos de los edificios buscando que eso calmara mi ansia de ti, pero yo sabía muy bien que de alguna forma tú te habías clavado muy dentro de mí y eso sin siquiera haberme besado…

¿De qué poderes gozabas? ¿Cómo fue que te adueñaste de mí tan fácilmente? ¿Cómo comenzaste a poseer mi mente y mi corazón? No lo sabía, pero… en aquel entonces creí que era caso perdido y que lo único que podría tener de ti eran esos pequeños momentos, cuando te veía caminar por la escuela, tal y como hacían el resto de las personas.

Te graduaste y no supe nada de ti durante más o menos 3 años… En ese tiempo me dediqué a estudiar arduamente para cumplir mi sueño de convertirme en médico, me costó trabajo pero decidí que mi especialidad sería la de médico cirujano, y bueno, si de casualidad te preguntas qué paso con Marce te diré que nuestra relación mejoró, duramos año y medio y luego finalizó porque realmente nunca logré enamorarme de ella y ella tampoco de mí, simplemente nos acostumbramos a nuestra compañía y cuando nos dimos cuenta que habíamos dejado de ser realmente felices decidimos que era tiempo de terminar con aquello antes de que termináramos discutiendo y odiándonos como tantas otras parejas.

Y así, en ese tiempo sin vernos varias personas intentaron acercarse a mí con intención de tener una relación conmigo y aunque intenté con algunas de ellas nunca logré sentir algo más allá de simple cariño.

Cuando volví a verte… Lo que sentí fue una mezcla extraña una inmensa felicidad y una insoportable preocupación.

Llegaste en una ambulancia, tenías varios cortes en el rostro, los golpes habían provocado inflamaciones severas al grado de que tus ojos a duras penas podían distinguirse entre la sangre y los hematomas. Por otro lado la herida en tu abdomen tenía una hemorragia que resultaba muy difícil controlar, por ello te habían sedado por eso y porque estabas muy inquieta cuando los paramédicos te encontraron en la playa.

Me dolió mucho verte así, mamá estaba en ese momento haciendo guardia en la guardia de urgencias, ambas nos acercamos a la camilla cuando los paramédicos te adentraron en el hospital,  al reconocerte le rogué a mamá que cuidara de ti, sabía que no era necesario que lo hiciera pero aun así no podía evitar sentir un nudo en la garganta al verte tan mal, mamá no dijo nada, simplemente se metió a una sala junto con los paramédicos e hizo su trabajo.

A pesar del tiempo que había pasado sin verte… El cúmulo de sentimientos que me abordaron en ese momento sentí que me destrozaban por dentro, por mis conocimientos sabía que no era nada de gravedad, excepto el corte en tu abdomen esa herida sí que me llenaba el alma de terror, terror de perderte al recién haberte encontrado.

Me quedé toda la noche y el día siguiente a tu lado, hasta que finalmente comenzaste a despertar… Al principio no me reconociste pero después lo hiciste, me recordaste y una sensación de intensa felicidad me recorrió por completo, estabas bien y me dedicabas tus bromas, a pesar de estar herida de tener cicatrices y un poco de sangre manchando tu lindo rostro te veías más hermosa que cuando te conocí, habías madurado mucho en esos tres años, físicamente hablando y en cuanto a tu personalidad… Te encontraba más encantadora.

El resto de la historia ya lo conoces, te llevé a casa, te cuidé… y me presentaste a Adriana, aquella chica que habías nombrado cuando recién despertaste en el hospital creyendo que era ella quien te hablaba en mi lugar, debo admitirlo, es muy guapa… Y el cómo te comportabas en su presencia me inquietó un poco, tuve la ligera sospecha de que ella te interesaba como más que una amiga y esa sospecha la confirmé cuando leí “accidentalmente” ese libro que habías escrito sólo para ella.

Lamento si te molesta que lo haya leído, pero a mi favor puedo decir que realmente ese libro no parecía una especie de diario, aquel día te habías quedado dormida yo me encontraba preparando algo de comer pues sabía que cuando despertaras estarías muriendo de hambre, cuando terminé me dirigí a tu habitación, te veías tan hermosa dormida que no me atreví a despertarte, besé tu frente y me puse a observar con atención la habitación, fue ahí cuando lo vi.

Había una fotografía de tu familia, tu mamá, tu papá y tú de quizá unos diez años, debajo del retrato se encontraba ese libro, lo comencé a leer,  debo decir que me dolió el darme cuenta de que tu corazón estaba ocupado con alguien más y me molestó el hecho de que esa persona te rechazara de esa forma.

A pesar de saber que querías a otra persona, en ese instante voltee a mirarte plácidamente dormida y haciendo un recuento de los últimos años de mi vida me di cuenta de que tú eras la única persona con la que fui plenamente feliz aún sin besos, aún sin compromisos, aun cuando no me querías y ahora que había vuelto a encontrarte, no te dejaría sin antes haber intentado ganarme tu cariño.

Y así pues, los días pasaron y se convirtieron en semanas así como tú y yo nos convertimos en una pareja, la experiencia de ir a aquel concierto a tu lado fue maravillosa (debo decir que ya que no conocía el grupo pasé toda la noche anterior escuchando y aprendiendo sus canciones para no quedarme en blanco jaja) y aunque sentía y sabía que tú no habías olvidado a Adriana la felicidad que me invadió en el momento en que me pediste que fuera tu novia fue inmensa.

Por varios meses hemos sido felices, a tu lado no me hace falta nada ya que sé que tu cariño es sincero hacia mí y sabes que mis sentimientos por ti también lo son… Sin embargo, los últimos días te has comportado tan… distante, por decirlo de alguna manera, que eso me ha hecho dudar de si realmente te hago feliz, porque créeme que lo más importante para mí es que te sientas bien, plena, feliz sin importar si es conmigo o con otra persona…

Esa es una de las razones por las que no te he dicho que te amo, porque sé que si te lo digo te atarás a mí para no hacerme daño y eso es lo que menos quiero, no quiero que estés conmigo por compromiso quiero que estés conmigo cuando sientas por mí el mismo amor que yo siento por ti, con esa intensidad, que sientas la más grande felicidad cuando me veas, que mueras con cada caricia que te brindo, que pierdas el aliento en cada beso y que sientas que tu alma regresó a tu cuerpo… que te sientas viva a mi lado.

Sé que al menos por ahora eso no es posible, y por eso he decidido irme del país… Tú no lo sabes pero me he ganado una beca para estudiar medicina en Londres, dudaba en irme o no pero con tu actitud reciente creo que es lo mejor para ambas… Quizá conmigo lejos puedas tomar la elección correcta, aún no sé cómo voy a decírtelo, aún no sé si te diré la verdad, aún no sé si te entregaré esta carta… Pero con toda la sinceridad del mundo te digo que espero que seas feliz con cualquier decisión que tomes pues pese a lo que puedas creer, yo sé que te mereces lo mejor del mundo.

Te amo. Andy. “

 

 

                                                                                                                                                               

 

 

 

Andrea se había ido, me dejó…

Aquella tarde cuando estúpidamente traté de indagar qué pensaría ella de mí si se enteraba que no era tan “perfecta” como ella creía… qué pasaría si ella se enteraba que había otra persona aparte de ella en mi vida…

 

-          ¿Hablas de Adriana? –dijiste sonriendo aunque con una mirada triste.-

-          ¿Qué?

-          Jajaja deberías ver tu cara –dijiste riendo y sentí recuperaba el color del rostro .-

 

Me quedé en silencio ¿qué se suponía que podía decir en una situación como esa? Nada… no había nada que pudiera decir que no fuera una mentira y yo no quería mentirle pero tampoco sabía cómo decirle la verdad.

-          Si hubiera otra persona aparte de mí en tu vida –continuó- te dejaría libre para que fueras feliz con ella si ese fuera tu deseo.

-          ¿Tan poco me quieres? –le pregunté.-

-          Te quiero tanto que deseo tu felicidad sin importar el lugar ni la persona en donde la encuentres, aunque no sea a mi lado, aunque no sea conmigo ¿entiendes?

 

Yo solo asentí con la cabeza y Andy me besó, sentir su calor me hizo sentir mejor… Fui muy idiota, incluso en ese momento fui incapaz de darme cuenta que ya había dejado de amar a Adri hacía tiempo atrás, la confusión y el no querer abandonar mi sueño de estar con Adriana me habían cegado, pero Adriana era eso nada más, un sueño… Mi realidad era Andrea, ella era quien realmente me hacía feliz, quien daba todo por mí, quien jamás me hizo sentir confundida quien fue sincera conmigo desde el principio y me dio su cariño sin miedos.

¿Pero de qué me servía eso? Si ella ya no estaba…

Un día como cualquier otro fui a casa de Andy a verla, la universidad me había dejado sin tiempo y llevaba más o menos una semana sin verla, supuse que ella se encontraba igual de ocupada que yo en la facultad de medicina…

Al llegar a su casa vi como subía un par de maletas a la camioneta de su madre… Eso me sorprendió “¿Se irán de vacaciones?” fue lo que pensé, pero no, no era eso…

-          ¡Andy! –grité y me acerqué corriendo donde ella estaba.-

-          Oh… Isa… hola –dijo en un tono que no supe interpretar.-

-          ¿Qué pasa? ¿Se van de viaje? No sabía que tu mamá estaba de vacaciones ¿por qué no me lo habías dicho?

-          No, es que… Mamá no está de vacaciones –noté tristeza en su voz.-

-          ¿Qué sucede? –pregunté esta vez preocupada.-

-          Sé que debí haberte contado esto antes… Pero realmente no sabía cómo hacerlo, no sabía cómo lo tomarías…

-          No le des más vueltas Andrea, dime qué es lo que está pasando.

-          Mañana me voy a Londres.

-          ¿Qué? ¿Cómo que te vas? ¿Por cuánto tiempo?

-          Me voy a estudiar medicina allá… Me ofrecieron una beca en una de las mejores universidades del mundo Isabel…

-          ¿Por qué no me lo dijiste antes? –pregunté secamente.-

-          Ya te dije, no sabía cómo lo tomarías… y en cualquier caso, era una decisión que me correspondía a mí únicamente.

 

No podía dar crédito a lo que Andrea acababa de decir, prácticamente dijo que mi opinión no le importaba y que dijera lo que dijera ella se iría, así que me quedé en silencio hasta que ella habló de nuevo.

-          Creo que una relación a distancia no es lo mejor para noso—

-          No te molestes, no gastes más palabras, esto se terminó.

 

Me fui, no supe si Andrea lloró o intentó decirme algo porque no volteé ni una sola vez, sólo tomé mi motocicleta y me marché, bebí y bebí ese día y al día siguiente supe que había cometido un error muy grave pues además del dolor de cabeza gracias a la resaca tenía un dolor en el corazón que no me dejaba en paz.

Me apresuré a salir de casa tomé la motocicleta y fui a casa de Andrea, pero la única que salió de aquella puerta de madera y cristal fue su madre diciéndome que el avión en el que Andrea se fue había despegado hacía tres horas.

Me derrumbé, creí que podíamos terminar las cosas de una mejor manera, pedirle perdón por cómo la traté, desearle toda la suerte del mundo pero no pude hacerlo, la llamé una y otra, y otra vez, la llamé mil veces pero su teléfono estaba apagado… Supuse que ella no quería hablar conmigo de nuevo, supuse que ella había dejado de quererme.

 

Continuará...


Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).