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Vision's Terror por Leyn

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Notas del capitulo:

Aquí el segundo capítulo, espero sea de su agrado<3.

Daban los primeros minutos de la madrugada y, tal como dictaba el horario de cierre del día jueves, el club ya se había vaciado en su totalidad.

Yixing pestañeó repetidas veces y se tomó todo el contenido restante del ácido licor de su vaso, dirigiendo sus ojos hacia ese extremo una vez más; el nuevo estaba apoyado de espaldas cerca de la salida del local, hablando con Xiumin. Llevaba mirándolos discretamente desde hace un rato, aunque en su actual estado, ya no tenía ni idea de qué era ser discreto y qué no.

—Eh, Xing, ¿terminaste? Déjalo aquí, yo lo lavo —dijo Luhan, acercándosele con una bandeja que traía un par de vasos faltantes por limpiar.

Yixing asintió y le entregó el vaso sin decir nada, reclinándose en su taburete. Era evidente que se había pasado con el alcohol, aunque no algo habitual en él, pero es que ese día nada estaba siendo habitual. ¿Desde cuándo había estado tan despistado? ¿Desde cuándo había tenido tantos problemas con los pedidos? Jongdae había llegado a la barra, entregándole su libreta y tomando asiento en uno de los banquillos mientras su vista divagaba alrededor, seguramente por entre las mujeres que no le quitaban la mirada encima, dedució Yixing en ese momento. Pero su mirada no estaba en él y por alguna extraña razón él la quería, la buscaba. Se demoró más de lo que usualmente tardaba con sólo dos encargos, y cuando finalmente le entregó la bandeja con el recibo, Jongdae dirigió esas oscuras pupilas hacia él, dándole lo que inconscientemente éste esperaba, quitándole el aliento.

Perdía la concentración. Era como si hablar o centrarse en otra cosa se le hiciese imposible por un momento, sólo por ese momento.

Y entonces llenaba un vaso con el licor de la primera botella que tenía al alcance, preguntándose cuál era el maldito problema consigo. Él era uno más de ellos, conocía esas tácticas y muchas más. Tenía que meterse eso en la cabeza.

 

 

—Zhang.

Yixing entreabrió sus ojos y frunció un poco el ceño. La música, los focos de colores y los reflectores ya habían sido apagados, quedándose en su lugar sólo las luces automáticas. Yifan estaba frente a él, mirándole de cerca tal como si lo analizara, y a juzgar por esa ceja ligeramente alzada se podía determinar que no tardó en percatarse de su estado.

—¿…Qué?

—¿Bebiste de más, eh? Levántate, ya es hora, vamos —indicó Yifan antes de adelantarse hacia la salida, llamándole con un brazo.

Yixing se frotó los ojos con desgano y tomó su mochila, casi arrastrándola antes de colgársela en un hombro. No se había dado cuenta de lo difícil que era mantener el equilibrio hasta ese momento, pero se animó pensando que cuando llegase a casa podría tomar una larga y refrescante ducha, que era exactamente lo que necesitaba en ese momento.

—¿Dónde están Jongin y Jongdae? —preguntó el más alto luego de cerrar el local, sacando las llaves de su auto.

—Se fueron hace poco —respondió Luhan.

—Ya veo… Yixing, ¿te llevo a casa?

Hasta ese momento, Yixing pensó que había pasado totalmente desapercibido en su retirada, pero cuando Yifan se dirigió a él, todos voltearon a verle.

—Oh, no, gracias. Estoy bien.

—¿Seguro? —sonrió Yifan y se escucharon las risas de los demás, que estaban entrando al auto uno por uno—. No seas así, hay espacio de sobra. Además, si gustas, puedes irte entre las piernas de Joonmyun, él no tiene ningún problema con ello.

El aludido carraspeó ruidosamente y Yixing vio a través de la ventanilla cómo Kyungsoo lo codeaba, riéndose.

—Seguro.

—Muy bien, como digas… —resopló el rubio, subiéndose al asiento del conductor y bajando la ventanilla para dedicarle unas últimas palabras—, no quiero recibir una llamada tuya en unos minutos más diciéndome que te perdiste, ¿bueno? Nos vemos mañana.

—Muy gracioso, eh —sonrió y se despidió con una de sus manos. Luego de ver los brazos de Sehun y Kyungsoo agitarse frenéticamente por la ventanilla trasera, el auto comenzó a alejarse hasta que finalmente Yixing le perdió el rastro en la vía. Entrecerrando los ojos, un suspiro escapó de su boca.

 

Son sólo un par de cuadras, pensó al tambalearse cuando retomó su camino, aunque con una amplia sonrisa en el rostro porque sabía que, a pesar de todos los vasos que habían pasado por sus labios, no había terminado tan especialmente mal como se suponía que debía. Incluso podía sentir el aroma del licor impregnado en la larga remera sin mangas que se había cambiado por el uniforme. Pero sus párpados pesaban, enfrentándose con la poca resistencia que aún tenía.

Y lo oyó, un sigiloso resoplido que llamaba su atención a gritos, a murmullos. La idea de que alguien estaba consciente de su presencia le heló por completo, sobre todo porque ese alguien no era cualquiera, específicamente.

—Hey.

Yixing se detuvo en la esquina del largo callejón. Jongdae estaba casualmente apoyado de espaldas contra la pared, con el alumbrado nocturno iluminándole apenas el perfil, pero lo suficiente como para que Yixing cayera en cuenta de que su vista estaba fija hacia el frente, seguramente puesta en un punto sin ningún tipo de importancia.

No, ni siquiera le estaba viendo y sabía que estaba ahí. Yixing se pasó la lengua entre los labios humedecidos por el alcohol, nervioso.

—¿Jongdae…? —se atrevió a decir luego de un momento—, pensé que habías ido con Jongin, ¿él no está aquí? —eventualmente, la mirada de Yixing se paseó por la zona, percatándose de que Jongin no se hallaba por ningún lugar del estrecho callejón.

—Se fue hace un minuto —le respondió el más bajo, despegando su pie que yacía cargado contra el mural y colocándolo junto al otro—. Pero yo me quedé esperándote.

—¿Esperándome? —y la idea de retroceder pasó fugazmente por su mente, pero sus piernas parecieron no responder a ello. Estático en su posición, vio claramente cómo el otro torcía una sonrisa.

—Oh, no, mala idea —Jongdae escondió sus manos entre los bolsillos delanteros de su ajustado pantalón y se giró un poco hacia él, sólo un poco, y Yixing sintió su propia respiración agitándose antes de bajar automáticamente la vista hacia el suelo. El licor, el agotamiento mental, esa sonrisa, su actitud. No cabía duda, algo andaba mal ahí—. Yo que tú no pensaría irme, ¿acaso no era esto lo que buscabas desde que me viste? ¿Acaso que te mirara no era lo que inexplicablemente querías?

Corre.

 

Yixing dio un apresurado paso hacia atrás, pero no logró ser lo suficientemente rápido, justo antes de echar a correr Jongdae se movió hacia él y tomó uno de sus brazos para frenarlo, estampándolo luego contra el muro de la oscura callejuela. Yixing sintió las piernas flaquearle y seguramente hubiese caído de no ser porque estaba acorralado entre los brazos del más bajo.

…Y sus ojos estaban presos de esas oscuras órbitas.

 

Jongdae ubicó sus manos en el muro a los costados del rostro de Yixing, y se mantuvo contemplándole un momento a propósito, dándole deliberadamente la oportunidad para que éste pusiera sus manos en su pecho y lo impulsara hacia atrás si quería. Y aunque podía anticipar el resultado, prefirió verlo él mismo.

Con las finas comisuras de sus labios alzándose hacia arriba, comprobó cómo Yixing lo observaba incapaz de desviarle la vista, con los brazos colgándole a cada lado tal como si estuvieran inertes. Mordió su labio inferior con suficiencia, acortando las distancias al apegarse al cuerpo del otro.

 

En efecto, nadie se había negado a su mirada.

Y nadie lo haría jamás.

 

Sin decir nada, aproximó sus labios hacia los del más alto, notando su respiración agitarse conforme se iba acercando. Había pasado tiempo desde que no se sentía así, los anteriores habían resultado tan fáciles, que parecían hasta dispuestos por voluntad propia. Y Jongdae odiaba eso, quería convencerse de que él era el causante, quería sentirse él quien manipulaba a gusto. Porque eso era lo que le hacía sentir auténtico; usar y desechar.

 

Los labios de Jongdae colisionaron contra los de Yixing, besándole con fuerza, y para entonces los párpados de ambos ya habían caído. Jongdae podía sentir el sabor del alcohol impregnado en los labios del más alto, pero no era suficiente, y pronto su lengua se vio embistiendo la boca de Yixing, que se fue abriendo lentamente junto con un sonoro quejido ahogado. Yixing ya se sentía al borde, los tardíos efectos del licor finalmente estaban empezando a marearlo y darle una punzante molestia en la cabeza, y cuando la lengua de Jongdae rozó la suya no pudo evitar removerse un poco en su posición, mientras torpemente trataba de seguirle el ritmo.

 

Cuando comenzó a crearse distancia entre sus bocas, Yixing se empeñó en regular su respiración, echando la cabeza ligeramente hacia atrás en la pared. Jongdae relamió sus labios y, entrecerrando los ojos, finalmente optó por dejarle, retrocediendo sólo unos pasos.

—No estás en condiciones de ir solo por ahí —susurró, y Yixing descendió la mirada hasta él, aún apoyado en el muro—. Permite que te acompañe a casa, Zhang.

Notas finales:

Bueno, bueno... ahora sí no tengo ni idea de cómo continuar :D (?).

 

Gracias por leer, ojalá me expresen sus más sinceras opiniones en review, y si tienen sugerencias mejor aún, no se limiten en dármelas porque ahora son precisamente MUY necesarias <l3. that's all, nos vemos~


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