Capitulo 2:
{POV Matt}
¿Se puede saber qué te pasa? No dejas de mirarme, durante todo el día tengo tus ojos sobre mí, me pones nervioso, y lo peor de todo es que cuando me dispongo a ir a reclamarte tu te vas, sin más, ¿Pero a dónde? Te quisiera preguntar, pero entre tú y yo ya no hay nada, porque tu maldito egocentrismo te hizo creer que yo siempre estaría a tu lado, pero te equivocaste, y aunque fui yo quien rompió con nuestra relación tu eres el culpable de que ahora ni amigos seamos pues te pedí tu amistad y me la negaste "O me quieres y te quedas o me odias y me dejas, pero a medias no Matt". Y así lo hice, como un perro fiel cumplí tu última orden, me fui de tu lado para no volver más.
Pero a pesar de que quiero olvidarte soy incapaz de hacerlo y no lo entiendo, pues te odio por cada uno de tus engaños, te odio por cada una de tus mentiras y sobretodo te odio por no estar a mi lado, porque te quería Mello, te quería muchísimo, pero tú lo destrozaste todo. Quizás es por eso, quizás ese odio tan grande que tengo hacia ti me hace imposible olvidarte, o quizás es que me siento culpable conmigo mismo, pues todo el mundo me lo dijo "Te engañara y sufrirás" pero estaba siego, pues no quería creer que eras tan cruel.
-¿Nos vamos? –escuche que me pregunto, creo que me quede un largo rato mirando la puerta por la que habías salido.
-¿Qué..? Si claro... –le conteste un poco ido, aún pensando en ti, ¡diablos salte de mi cabeza!
-¿En quien pensabas? –preguntó, aunque sabía a la perfección que tu ocupabas mis pensamientos.
-En nadie importante –cogí mis cosas y salimos de la clase cogidos de la mano.
-Ya, seguro... –suspiró – ¿Qué te parece si nos vamos a mi casa? –propuso más animado.
-¡Sí!
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-Ven -me dijo después de haber abierto la puerta de su departamento.
Me quito mi mochila y la tiro al piso, me cogió de la mano y me comenzó a arrastrar hacia la sala, en dirección al sofá, parecía molesto y con ganas de hacerlo y aunque me incomodo que me comenzara a toquetear no me pensaba negar.
Me quito la camisa y comenzó a besar mi cuello mientras que yo le desabrochaba su pantalón, beso mis labios introduciendo su lengua en mi boca y yo cerré mis ojos y me deje llevar por las caricias que me proporcionabas.
Dejaste de besarme para comenzar a lamer mi mejilla, pequeños gemidos salieron de mi boca al sentir tus manos acariciar mi cuerpo.
-Mello...
Tus manos se detuvieron y no entendí porqué, abrí lentamente mis ojos y ahí lo vi, atónito, con los ojos abiertos a más no poder, sus profundos ojos negros clavados en mi ¡Mierda!
-¿Qué dijiste? –preguntó con un hilo de voz.
¿Ahora que hago? ¿Qué le respondo? Su piel empalideció aun más de lo que ya era al no obtener respuesta de mi parte.
-¿Te pregunte que qué dijiste? –exigió saber.
-Yo… -no supe que responder, trague duro e intente hablar –yo… no quise… lo siento…
-Dijiste su nombre… -salió de encima de mí –no aguanto más Matt...
De repente la puerta se abrió de golpe y en la estancia entro Mikami, su compañero de piso.
-Lo siento, no quería interrumpir, mejor me voy.
-No, quédate, Mail ya se iba.
-Pero…
-¡Vete! –dijo un tanto alterado, cogí mis cosas y me arregle la ropa, Mikami que aún estaba frente la puerta me la abrió con una gran sonrisa en el rostro, cuanto lo odiaba...
-Lo siento –dije y por ultimo me fui.
Que grabe error acababa de cometer, nunca me imagine que diría tu nombre, no quise decirlo, porque no te quiero ¡no te quiero! ¡no te quiero!, yo… no te quiero, yo... no quiero quererte...
Continuará...