Había llegado tarde. Otra vez.
–¿Ahora por qué llegas tarde?.– Dijo el chico de cabello rubio, sin quitarle la mirada a unos expedientes que tenía en las manos.
–Me estaba ocupando de unos asuntos.– El menor se encogió de hombros.
Junmyeon bajó los expedientes que estaba leyendo y le dedicó una mirada preocupada a su amigo.
–No me digas que lo volviste a hacer, Chanyeol... ¿Te estás tomando las pastillas?.
–Se me acabaron ayer.–Chanyeol enfocó la mirada en otro lado de la habitación, sabía que su amigo lo iba a reprender.
–¡Recuerda avisarme cuando se te acaben, es peligroso que no te las tomes!
–¡Lo sé! No sé volverá a repetir.
–Más te vale.– Junmyeon suspiró, mientras sacaba un frasco de pastillas de uno de los cajones de su escritorio.– Y para la próxima, avísame.– Dijo mientras le entregaba el frasco al más alto.
–Lo haré.– Y sin más, Chanyeol abandonó la habitación.
Kyungsoo estaba estresado. Baekhyun no dejaba de arrastrarlo por todo el bendito hospital en busca del enfermero de pelo rojizo.
–¿Para qué quieres buscarlo?, ¡tenemos mucho trabajo que hacer! No podemos perder el tiempo.–Regaño Kyungsoo a su amigo.
–Ya te dije que sólo quiero verlo e intentar hablar con él.
–Pero, ¿por qué?.– Kyungsoo definitivamente no entendía la obsesión que tenía su amigo con ese chico.
–Me parece interesante.– Dijo sin mostrar mucha importancia a sus palabras.
Kyungsoo rodó los ojos exasperado y simplemente dejó que su amigo lo arrastrase por el hospital, incluso tal vez pueda ver al lindo y moreno orientador de ayer. Ese chico sí que había llamado la atención de Kyungsoo cuando se presentó ayer ante todos los pasantes.
Chanyeol por fin había terminado su turno y se dedicaba a irse caminando a casa para poder despejar su mente y desconectarse del mundo. El día le había parecido eterno y se alegraba de no tener que lidiar con las miradas que le dirigía Baekhyun cada vez que estaba cerca de este.
–¡Hey, Chanyeol! Espérame.
Chanyeol se volteó y reconoció a ese chico inmediatamente; todo su cuerpo se congeló al verlo.
–B-Baekhyun, ¿Qué quieres?.– Intentó hablar con naturalidad.
–Sólo quiero hablar contigo.– Le dirigió una cálida sonrisa al más alto.
–No puedo. Ya me tengo que ir a mi casa y estoy muy cansado.– Dijo cortante.
–Oh. ¿Donde vives?.
–A unas calles de aquí, cerca de las viejas vías del tren.– Le señaló el camino.
–¡Genial! Yo vivo por ahí. Si quieres te puedo acompañar.
Chanyeol se tensó.
“Acompañarme a mi casa?, ¿está hablando en serio?. Dudo mucho que quiera ir a ese lugar.” Se dijo a si mismo mientras se limpiaba el sudor de las manos con el pantalón.
–S-Si quieres.
–¡Bien!.– El pequeño rió alegremente.
Todo el camino fue en silencio, cosa que Chanyeol agradeció, ya que el pequeño chico lo ponía nervioso con sólo estar a su lado y no se imaginaba como se iba a poner si comenzaba una conversación.
Ya estaban llegando a la casa de Chanyeol, y este decidió que sería un momento perfecto para deshacerse del otro chico.
–Mi casa ya está cerca, así que ya te puedes ir.
–Oh, no, tranquilo. Igual tengo que seguir por esta calle para llegar a la mía.
Chanyeol suspiró.
Unas casas más allá Chanyeol logró divisar su hogar.
–Esa es mi casa, así que adiós.– Chanyeol ya había agarrado camino para dirigirse a su hogar, pero algo, o mejor dicho, alguien, se lo estaba impidiendo. Baekhyun lo tenía agarrado de la muñeca sin intenciones de dejarlo ir.
El alto chico se volteó y miró a un Baekhyun avergonzado.
–¿Será que puedo estar contigo un rato?. Mi compañero de vivienda llega en la noche, y odio estar solo.– El peli-oscuro bajó la mirada.
–¿Como?.
–Si no quieres, no importa. Ya me voy.
Baekhyun empezó a caminar, se sentía estúpido por verse como niño necesitado al decirle eso a Chanyeol. Mientras caminaba, volteó a ver a la casa del más alto, pero este ya había entrado.
Esa casa era tan familiar para él.
Algo hizo que este empezara a caminar hasta esa pequeña casa y tocara la puerta.
–¡Chanyeol, abre!.– Exigió al más alto.
–¿Qué quieres?.– Chanyeol apareció por la puerta.
–Déjame entrar.
–¿Qué?. ¿Para qué?.–El alto se estaba poniendo nervioso.
“¿Recordará algo?” Pensó.
–Necesito entrar.– Empujó al más alto y se abrió camino hasta el interior de la casa.
Baekhyun notó que no era muy grande, pero por algún motivo le parecía hermosa y aterradoramente familiar.
Baekhyun se encontraba sentado en el sofá con su novio. Habían decidido ver una película, pero Chanyeol tuvo la mágnifica idea de ver una de terror y el más bajo estaba tan asustado que se tapaba la cara con la manta que tenían encima.
–Hey, amor. ¿Por qué te tapas?, la película no está tan aterradora.– Susurró el alto a su asustado novio.
–¡Te dije que no me gustan estas películas, me dan mucho miedo!.– Golpeó suavemente el brazo de su pareja, haciendo que este se quejara del dolor.
–Tranquilo, mi amor. Nada te va a pasar si estoy contigo. Nunca dejaré que te pase nada malo, mi pequeño.– Le quitó la manta de la cara a su novio y le implantó un dulce beso en los labios.
Este rió y se aferro al cuello del más alto.
–Te amo, mi tulipán.
–Te amo mucho más. Pero en serio, búscame otro apodo.– Sonrió y le dio otro beso a su pareja.
–¿Sabes que es de mala educación entrar sin permiso a la casa de un extraño?.– Chanyeol se le acercó por detrás al pequeño chico.
–Ch.. Chanyeol.
Baekhyun apenas podía articular palabra. Así que era él... Baekhyun se sintió enormemente feliz y atemorizado sin saber porqué y sin dudarlo ni un segundo, se acercó al más alto y lo abrazó.
–Te amo, mi tulipán.
–¿Qué?
Baekhyun no podía creer lo que había dicho. Inmediatamente se separó del más alto y salió corriendo por la puerta. Chanyeol se quedó atónito mirando a su pequeño escaparse de sus brazos. Otra vez.
–¿”Mi tulipán”?
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Chanyeol le había vendado los ojos a su novio, y ahora lo paseaba por el patio trasero de su casa.
–Chanyeol, ¿qué haces?, ¿por qué me bendaste?.
–Es una sorpresa.
Chanyeol guió a su novio hacia una pequeña estructura de cristal que estaba a un lado en el jardín. Cuando entraron al lugar, Chanyeol se le acercó por detrás y lo agarró suavemente por la cintura.
–Sé cuanto te gustan las flores, especialmente los tulipanes, así que mandé a hacer esto para ti.
El alto le quitó la venda a su novio y lo que este vio lo dejó en shock.
–Es un invernadero.– Susurró Baekhyun mientras apreciaba la estructura de cristal.
–Sí, y todo tuyo. Lo mandé a hacer la semana que fuiste a visitar a tus pa...– Chanyeol no había terminado la oración, cuando su novio se abalanzó sobre él para abrazarlo.
–¡Me encanta, eres el mejor novio del mundo! Te amo tanto, mi tulipán.
–Todo sea por ti, mi pequeño.
Cuando Chanyeol lo soltó, ya no era él; es decir, físicamente era Chanyeol, pero su esencia no. Tenía una mirada aterradora y Baekhyun estaba muy confundido.
–Chanyeol, ¿qué pasa?.
–Chanyeol no está, ahora sólo somos tú y yo.– Siseó el alto.
Chanyeol se empezó a acercar a su novio con una sonrisa cínica en el rostro.
–¿De qué hablas?.
Baekhyun empezó a retroceder, tenía miedo, ¿cómo era eso posible?, era la primera vez que su novio le daba miedo. El bajo sintió un dolor punzante en el abdomen y al bajar la mirada, veía como un líquido rojo salía de su cuerpo. Vio por última vez a Chanyeol, que lloraba frenéticamente mientras gritaba su nombre e intentaba agarrarlo, pero él ya había caído en un hoyo sin fondo; luego, todo fue negro.
Baekhyun despierta sudando y llorando, igual que desde hace dos años. Su amigo Kyungsoo lo miraba preocupado mientras se acercaba al peli-oscuro.
–Baek, ¿estas bien?. Escuché tus gritos desde abajo, pero eran más fuertes y constantes de lo normal.– Kyungsoo empezó a quitar el sudor de la frente de Baekhyun con la manga de su suéter.
–Sí... Sólo necesito un poco de agua. Tuve un mal sueño, no te preocupes.
Sí, fue un mal sueño, pero no era el único que había dormido mal. A unas calles de distancia estaba el enfermero de pelo rojizo; despertando en el mismo lugar de siempre.
Un horrible dolor de cabeza hizo que abriera los ojos. Un frasco de pastillas estaba a su lado, mezclandose con las hojas y la tierra del suelo. Chanyeol se levanta y ve los moretones en sus brazos que él mismo se hizo la noche anterior.
–Por lo menos evité otro desastre.– Se dijo a si mismo, para luego levantarse y quitarse la tierra que tenía en la ropa.
En el hospital, Baekhyun intentaba no encontrarse con el alto enfermero, mientras que este lo buscaba desesperadamente a él. Chanyeol necesitaba saber el porqué Baekhyun le había dicho eso en su casa la tarde anterior.
Chanyeol corría por los pasillos buscando a su pequeño, hasta que por fin lo logró divisar hablando con ese. Ese chico pelinegro que se la pasaba con Baekhyun era tan hermoso que a Chanyeol le daban ganas de poner sus manos alrededor de su pálido cuello y asfixiarlo.
–¡Baekhyun! Necesito hablar contigo.– El alto se empezó a acercar al chico.
Este al ver al pelirrojo correr hacia él recordó el sueño de la noche anterior y sintió la necesidad de huir, pero no lo hizo.
–Dr. Park, ¿qué pasa?.
Chanyeol se sintió sorprendido y algo dolido, ya que estaba acostumbrado a que el chico siempre lo llamara por su nombre en vez de su apellido, no le agradaba para nada como lo estaba llamando.
–Dime Chanyeol, por favor.
–Ok, Chanyeol. ¿De qué quieres hablar?.
–Necesito que sea en privado, si no le molesta a tu amiguito.– Chanyeol desvió su mirada hacia el chico de ojos enormes.
–Kyungsoo, por favor déjanos solos. Luego te alcanzo.
–Claro, nos vemos luego, Baek.
Cuando el chico se fue, Chanyeol agarró de la muñeca a su pequeño y lo llevó a un armario de limpieza, donde encerró a los dos.
–¿Qué haces?, ¿por qué me trajiste aquí?.– Por alguna razón, el pequeño empezó a sentir miedo.
–Necesito hacerte una pregunta.
–Pues dila, pero no veo la necesidad de que nos hayas encerrado aquí.
–¿Por qué ayer en mi casa me dijiste “Te amo, mi tulipán”?
–Yo... No lo sé.– El más bajo agachó la cabeza.
–¿Cómo que no lo sabes? ¡Si lo dijiste fue por algo!.
Chanyeol ya se estaba desesperando. Sus pensamientos estaban apoderándose de él. Necesitaba calmarse y rápido, antes de hacer algo de lo que se arrepentiría después. Sacó su frasco de pastillas y se llevó dos a la boca. Los ingredientes de las pastillas estaban empezando a hacer su trabajo y sentía como su cuerpo se iba relajando.
–¿Para qué son esas pastillas?.
–No es de tu incumbencia.– Chanyeol odiaba tratar así a su pequeño, pero aun estaba tenso.–Ahora responde a mi pregunta.
–Ya te dije que no lo sé. Simplemente tuve una especie de recuerdo donde estábamos nosotros dos y creo que tú y yo nos conocimos antes de mi accidente...– Baekhyun cerró su boca al notar que estaba dando demasiada información.
–¿Accidente?, ¿qué tipo de accidente?.– Chanyeol se acercó al más bajo.
–Uno que tuve hace dos años. Un día simplemente desperté en el hospital; tenía una herida en el abdomen, echa por un cuchillo. Kyungsoo, el chico que estaba conmigo hace unos minutos, estaba acampando en un bosque, y encontró mi cuerpo; él fue el que me llevó al hospital y nunca nadie me fue a buscar, así que me ofreció vivir con él. Desde ese entonces perdí parte de mi memoria; no recuerdo nada de antes de despertar en el hospital.– Baekhyun no sabía porqué le contó todo eso, el único que sabía de esa historia era Kyungsoo.
Chanyeol no podía creer lo que acababa de oír. Él no se acordaba de nada, y por ende, no podía odiarlo; esto hacía que Chanyeol quisiera brincar de felicidad, pero por otra parte, su pequeño tampoco se acordaba de todos sus momentos juntos, y esto hacía que Chanyeol quisiera llorar. El amor que le tenía al más bajo era más fuerte que cualquier otra cosa, ya no soportaba tenerlo lejos, y antes de que se diera cuenta de lo que hacía, ya tenía sus labios en los del más bajo, sintiendo su dulzor y su tibieza.
Baekhyun se sorprendió al principio, pero por alguna razón le correspondió el beso. Las lágrimas de Chanyeol se fusionaban en los labios de ambos, haciendo que un sabor salado entrara en sus bocas, pero esto no les molestó en lo absoluto.
Luego de unos segundos, se separaron y Chanyeol se sentía tan desgraciadamente feliz y culpable; Baekhyun se estaba enamorando de él sin saber lo que pasó hace dos años, y eso destrozaba por dentro al menor.
–Aléjate de mi, no me busques.– Chanyeol se limpió las lágrimas de su rostro, y acto seguido, salió por la puerta, dejando a un confundido y triste Baekhyun dentro.